DISEÑO ESTRATÉGICO DE LA CADENA DE SUMINISTRO DE UNA RECICLADORA DE PET EN MÉXICO

DISEÑO ESTRATÉGICO DE LA CADENA DE SUMINISTRO DE UNA RECICLADORA DE PET EN MÉXICO

Uriel Humberto Durán Flores (CV)
Instituto Politécnico Nacional

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2.6 Problemáticas.

Estas problemáticas se pueden dividir en cinco grupos: Impacto Ambiental, cultura y falta de motivación, el acopio, los retos a los que se enfrentan las empresas de reciclaje y la falta de legislación. Todas estas problemáticas, influyen y deben ser contempladas para el análisis de instalación de la empresa de reciclaje de PET. Cabe destacar, que el objetivo de la creación de una empresa es el fomento al crecimiento de este mercado y para ello hay que analizar todas las variables que pueden impedirlo.

2.6.1 Impacto Ambiental.

El impacto ambiental es un problema de interés general tanto para la industria, la sociedad y el gobierno.
Existen varios acuerdos internacionales, como el Protocolo de Kioto que surgió en 1992, que promueve la protección del planeta a través de reducir a menos del 5% las emisiones de seis gases que provocan el calentamiento global en un período del 2008 al 2012 (Márquez & Conde, Reciclaje, 2007).
Cada año la fabricación de diversos envases plásticos para refrescos y aguas purificadas se incrementa en 50,000 toneladas, produciendo desechos.
De un total de 500,000 toneladas anuales de botellas usadas, más del 80% va a parar a basureros municipales y rellenos sanitarios, también se encuentran en calles, terrenos suburbanos, cauces de ríos, playas y los más apartados espacios campestres. Se trata de una montaña de basura plástica que cada año aumenta entre 8,000 y 12,000 millones de residuos. Su actual disposición no sólo representa un problema ecológico, sino también un dramático desperdicio de un material con gran potencial de reúso (Moncada, 2003).
En México, según señala el último censo de INEGI, la producción de basura fue de 35’383,000 toneladas en 2005, lo que representa una generación diaria per cápita de 0.91 kilogramos.
La entidad con mayor producción per cápita, 1.41, es el Distrito Federal, seguido por algunos estados que se encuentran en la frontera norte como Baja California, Sonora, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, donde la generación es de 1.05 kilogramos diarios por persona (Márquez & Conde, Reciclaje, 2007).
Una botella de PET puede tardar 500 años en degradarse dentro de un tiradero. Las empresas apoyadas en la falta de legislación y buscando reducir sus costos, sustituyen los envases de vidrio por los de plástico, generando que los residuos sólidos aumenten en el país, en particular las botellas.
En la actualidad, los diferentes grupos de Coca Cola que tienen una participación de 55% del mercado, y Pepsi, con el 45%, encaran una feroz competencia con un nuevo protagonista proveniente de Perú, Ajemex, ubicado en Puebla, con Big Cola, una marca genérica de cola envasada en botellas de 2.6 y 3.3 litros que ha desquiciado por completo los canales de distribución tradicionales, ya que vende directamente en fábrica a precios mucho más reducidos (Conde, PET,El Súper Envase se impone, 2007).
Este dato indica que el mercado de bebidas carbonatadas seguirá creciendo y entraran empresas de este rubro que a la postre generarán más desechos. Si bien los plásticos podrían ser reutilizados o reciclados en su gran mayoría, lo cierto es que hoy estos desechos son un problema de difícil solución, fundamentalmente en las grandes ciudades. Es una tarea costosa y compleja para los municipios encargados de la recolección y disposición final de los residuos ya que a la cantidad de envases se le debe sumar el volumen que representan.

2.6.2 Cultura y Falta de Motivación.

En la sociedad, la generación de plásticos viene desprendida de la fuente, lo que significa, diseño y planeación de destino del producto que se tiene desde el fabricante hasta que llega al usuario final.
La reducción en la fuente debe ser responsabilidad de la industria Petroquímica (fabricante de los plásticos), de la industria transformadora (que fabrica  diferentes productos finales y  que diseña el envase). Aunque podría decirse que al consumidor también le cabe una buena parte de la responsabilidad, ya que es el que decide entre elegir un producto concebido con criterio de reducción en la fuente y otro que derrocha materia prima y aumenta el volumen de los residuos. Minimizar el volumen y peso de los residuos es el primer paso para resolver el problema global de los mismos (Frers, 2006).
El reciclaje nacional del PET es una medida urgente, los beneficios se reflejan no solo con la limpieza pública, también con un manejo más eficaz de la gestión integral de residuos sólidos para evitar el rebose de los rellenos sanitarios y crear un mercado mucho más competitivo. Falta educación por parte de los consumidores en el tema de reciclaje, si se compra una bebida, se es responsable del líquido y el envase, sin embargo, el consumidor cree que puede tirar la botella donde sea. Esto no se sanciona en México, sin embargo, en otros países si es sancionado.
Se debe de educar a los consumidores desde que están en nivel preescolar, que se impulsen más campañas como las que llevan a cabo ECOCE y APREPET, y que, incluso, se apoye más a estos organismos (Instituto Mexicano de Plastico Industrial, IMPI, 2008).
Tomando en cuenta todo lo anterior, se desprenden tres etapas para la clasificación del PET, incluyendo a la sociedad y municipios como integrantes activos del reciclado.

Ilustración 2.0.13, Etapas de Clasificación del PET. Basado en (Frers, 2006).
Desde el punto de vista de la falta de motivación, las autoridades y empresas deben de buscar como promocionar al ciudadano a la cultura de reciclaje. Se han hecho algunas campañas, pero falta más difusión para lograr motivar al consumidor a tener una conciencia ambiental.

2.6.3 Acopio.

Las características que le posibilitan al PET ser utilizado en la manufactura son las mismas que no le permiten que se pueda generar un clúster de reciclado. Como se mencionó con anterioridad, el acopio de PET se hace por medio de los pepenadores, y éstos tienen recursos limitados para sacar de la basura materiales que les permitan subsistir.
Si el PET alcanza un valor que les ayude, en sus 10 horas de trabajo al día, obtener lo suficiente para vivir, está bien, pero si su precio cae por debajo de cierto nivel, deja de interesarles y es que si trabajan todo el día y no sacan para comer, entonces se dedican a recoger otro material (Suárez Aguilar, 2006).
Actualmente se están creando programas entre el Gobierno y las empresas para el acopio de estos materiales, esto es a través de Centros de Acopio, los más grandes organismos encargados para realizar esta tarea son: ECOCE A.C., INARE A.C. y APREPET A.C., más como organismo para reunir a la empresa y el gobierno que como acopiador. ECOCE, A.C., es una asociación fundada en 2002 y administra un fondo creado por las empresas asociadas, con el cual opera el Primer Plan Nacional Voluntario de Manejo (ACOPIO) de los Residuos de Envases de PET de las empresas envasadoras agremiadas y que representan el 60% de los usuarios. Gran parte del material recolectado se exporta a China, ya que se obtiene mayor volumen del que se puede reciclar en México (Conde, PET,El Súper Envase se impone, 2007). Las fluctuaciones en el precio del PET han sido uno de los principales obstáculos para potenciar la industria recicladora nacional, ya que al no haber un suministro constante, si sube el precio hay poco material y si baja hay mucho, por estas razones no se ha podido establece una industria formal. Lo anterior, motivó a los usuarios de envases de PET y a las industrias de refrescos y agua, a crear el plan de manejo, con el objetivo de garantizar que se recoja, de tal forma que si el precio del PET en el mercado internacional desciende hasta cierto nivel, estas industrias lo subsidian para que el pepenador no lo deje de recolectar y si el precio es alto, ya no le dan apoyo. Sin embargo, al día de hoy, todavía no se detona un desarrollo en las empresas recicladoras que pueda demandar más producto y crear un mercado natural que aproveche todo lo que se acopia en México.
Acopiar consiste en recolectar, seleccionar y acumular, de los residuos sólidos, los materiales que puedan ser reutilizados. El acopio es uno de los pasos básicos hacia el reciclaje de los materiales e implica un elevado grado de responsabilidad y conocimiento (Asociación para Promover el Reciclaje del PET. APREPET, 2008).
Depende de la cultura ecológica de la población y del compromiso con las autoridades para evitar más desperdicio de un material que debe ser concebido como materia prima, que al final será devuelta al consumidor en otro producto útil. Así mismo, APREPET menciona las características a tomar en cuenta al momento del acopio, las principales son:

  • Los plásticos no se deben mezclar. De lo contrario se corre el riesgo de contaminar lo que ya se ha acopiado y por consecuencia perder todo el esfuerzo de trabajo.
  • Los envases se deben compactar lo más posible. Las ideas para ello estarán en función del ingenio de cada acopiador, desde pisarlas (la menos favorable), pasarles un camión o auto por encima, hasta compactarlas con una prensa (la más recomendable en caso de que se trate de un volumen importante).

Es importante acopiar y reciclar, ya que además de evitar la contaminación, se emplean recursos que de otro modo se van a la basura y no se aprovechan.
Cada mexicano consume 7.2 kg de PET por año, y solo en México D.F. se generan cada año 63,000 toneladas de desechos de PET. Estos desechos son los únicos que se recuperan desde los grandes tiraderos, y se venden entre $1-1.70 por kilo a los acopiadores, el primer tratamiento aumenta el precio para las botellas tiradas y recolectadas de $1 (lo que se paga en el DF) a $5.50 kg para la hojuela sucia y $8.50 kg para la hojuela limpia (Schwansee, 2007).
Estas son buenas razones para empezar a acopiar este material.

2.6.4 Retos a los que se enfrenta la Industria Recicladora.

Muchas empresas que entran al negocio del reciclaje suponen que hay mucho material para reciclar, pero no se dan cuenta de que no está disponible; este es el gran problema. La falla en el abasto ha sido el principal factor del fracaso de empresas recicladoras, a nivel mundial existen políticas que han forzado el uso de material reciclado.
Desafortunadamente, en México esto no existe, por lo que muchas empresas se dedican al reciclaje a pequeña escala y de forma improvisada, sin contar con una infraestructura adecuada, por lo que no logran crecer el mercado de estos productos y ser más competitivos a nivel mundial. Para lograr esto se requiere de mucha tecnología. Sin embargo, los beneficios económicos, para un país en desarrollo como México, hace que el reciclaje cree un número significativo de empleos, particularmente en el sector manufacturero (García Olivares, 2006).
Con este planteamiento se puede apreciar que una de las problemáticas principales que experimentan las empresas recicladoras se encuentra en su sistema logístico, la variación del precio, la capacidad de sus almacenes para concentrar el material e incluso el tipo de producto de RPET (PET Reciclado) que venden.
Desde 1992 se inicio el reciclado, los insumos llegaban en gran cantidad a los tiraderos municipales. Esto suponía hacer la colecta del desecho, lavarlo, molerlo y obtener la hojuela para venderla. Sin embargo, el negocio resultó mucho más complejo, ya que no existía el acopio. Una vez establecido, el pago por el kilogramo de envases colectados permaneció en el libre mercado (sujeto al precio internacional de las fibras sintéticas, constantemente a la baja), lo cual propició fluctuaciones que desmotivaron la recolección (Moncada, 2003).
Existe otra problemática particular, las exigencias de compra.
Las empresas recicladoras exigen que los plásticos recuperados tengan características de presentación bien definidas (limpios, sin polvos, del mismo tipo de código, sin etiquetas, gomas, etc.), ello ocasiona que los centros de acopio también se enfrenten a vender o comprar ante tales requerimientos, siendo en la mayoría de las veces no satisfactorias. Por lo que, las empresas recicladoras la mayoría de las veces compran directamente de las empresas manufactureras, los Subproductos de padecería o rebaba, siendo materiales o desperdicios limpios (García Olivares, 2006).
Englobando este planteamiento se deduce que las empresas solicitan lo siguiente:


Grandes volúmenes

Misma calidad

Forma regular

Se prefieren grandes camiones que pueden ser llenados en un solo centro, con la consecuente reducción de los costos en el transporte.

Una misma calidad del material permite a la industria obtener un buen producto, por eso generalmente está dispuesta a pagar un precio más alto.

Para tener un mejor aprovechamiento de sus máquinas, la industria requiere siempre de una cantidad regular, aunque tenga almacenes para guardar reservas y garantizar la alimentación regular de sus maquinas.

Tabla 2.0.9, Características que solicitan las Recicladoras. Basado en (García Olivares, 2006).
Otro problema es la contaminación que contienen las pacas en la recepción de las mismas dentro de las instalaciones de las empresas de reciclaje.
A veces llegan las pacas limpias, pero en ocasiones traen restos de comida, perros muertos, ropa, pedazos de madera, metal, aluminio, colores, polietileno, PVC, etcétera. Esto eleva los costos de operación, porque exige mayor selección, lavado con altas temperaturas el uso de químicos. Además, es necesario recoger las pacas diario y pagar en efectivo, sin factura de por medio (Moncada, 2003).
Debido a la faltas de políticas gubernamentales, las empresas lo hacen para obtener su materia prima.
El precio de la materia prima virgen es de $20 por kilo, y el de los materiales reciclados de plástico representa 20% de esa cantidad, siendo el valor del mercado de los envases tirados a cielo abierto de $2,200 millones de pesos (Suárez Aguilar, 2006).
Al no existir una demanda constante de la hojuela de PET, no se tiene estabilidad en el precio y es muy difícil que la gente invierta en un negocio. Otro de los problemas para el reciclado de PET es la escasez de empresas o agrupaciones que se encarguen de su acopio.
La razón de este desinterés comercial se debe a que el precio del material ha descendido mundialmente (por 25 botellas se pagan 50 centavos, mientras que por 30 latas de aluminio se pagan cerca de ocho pesos), de ahí que se vea menos aluminio tirado en la vía pública (Guillén, 2003).
En síntesis, hay tres factores principales que se deben considerar en la industria del reciclaje. La recolección de los residuos, el propio proceso de reciclado, y si existe o no un mercado del producto final del reciclaje. La mayoría de los recicladores que permanecen en el mercado mexicano deben su supervivencia a contar con procesos industriales más amplios. Ante la posibilidad de hacer reciclado de botella a botella, se puede incrementar el Mercado del Reciclaje de PET y poder ver algún día cerveza envasada en este material, siendo transportada junto con el camión de los refrescos.

2.6.5 Falta de Legislación.

La Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, asegura que en materia de leyes de acopio y reciclaje de PET falta mucho por hacer.
Dentro de la Ley de Prevención y Gestión de los Residuos Sólidos, se propone responsabilizar a los productores, hay algunos apartados que tocan el asunto, aunque de manera muy general (Suárez Aguilar, 2006).
Esta falta de legislación afecta no solo a que las empresas productoras de estas resinas no tomen conciencia ambiental, sino a que no exista un mercado de reciclaje en un país que puede convertirse en potencia en esta materia, debido a la gran cantidad de residuos sólidos que no son recolectados para un posterior uso. En 2002, la SEMARNAT anunció la publicación de una norma oficial de emergencia para el manejo de residuos, la cual proponía de forma obligada que todas las empresas manufactureras de esta resina virgen, la reciclaran. Esto puso en alerta a los productores y usuarios de envases y botellas de PET, y ejerció una molestia entre los empresarios.
Así mismo, llamó la atención la disposición de un esquema de depósito o reembolso para el consumidor final y evitar así que el desecho prolifere en la vía pública, así como una sanción de 50 centavos por cada envase no recuperado (Guillén, 2003).
El IMPI manifestó que castigar a la industria del plástico, en particular del PET, por los desechos que se encuentran tirados equivale a tomar medidas en contra de la industria bananera cuando se encuentren cáscaras, y así con el resto de las industrias cuyos productos generen basura. La solución puede existir más en realizar campañas de conciencia ambiental que castigando a las empresas productoras de este material.
SUSTENTA A.C., señala que es completamente irreal establecer obligatoriamente el reciclado del PET al 100%. Alemania, el país que más recicla en el mundo, sólo somete a ese proceso al 35% de sus plásticos (Guillén, 2003).
Para el fomento de acciones tendientes a un adecuado manejo de los residuos sólidos, se han incluido en el Código Financiero para el Distrito Federal, instrumentos económicos aplicables para las labores de aprovechamiento de los residuos sólidos donde se menciona que las personas que realicen actividades empresariales de reciclaje, que coadyuven a combatir el deterioro ecológico, tendrán derecho a una reducción equivalente al 50%, respecto del Impuesto sobre Nóminas. Además indica que las empresas o instituciones que apoyen programas de mejoramiento de condiciones ambientales, tendrán derecho a una reducción equivalente al 50%, respecto del Impuesto sobre Nómina, lo cual puede ser un incentivo atractivo para la implementación y la participación en los programas de manejo adecuado de los residuos.

Como resultado de todas las problemáticas mencionadas anteriormente, el verdadero enriquecimiento para la instalación de una nueva recicladora, estará en innovar su sistema logístico, así como mejorar su estrategia competitiva, que aporte a combatir dichas problemáticas a las que el país se enfrenta actualmente en el sistema de reciclaje.