UN ENFOQUE TEÓRICO ACERCA DE LOS VALORES EN LA CONTEMPORANEIDAD

UN ENFOQUE TEÓRICO ACERCA DE LOS VALORES EN LA CONTEMPORANEIDAD

Ibón Leonor Lahera Cabrales (CV)
UCP Frank País García

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Enfoques de problemas sociales de la cultura, la ciencia y la tecnología.

- La cultura. Surgimiento y desarrollo.
- Definiciones de cultura.
- Relación ciencia – cultura – educación.
- La cultura como categoría histórica. Su evolución en los diferentes contextos. Su concepto en sentido amplio y sentido estrecho.

  • El proceso de reproducción de la cultura material y la trasmisión y asimilación de la cultura y su contextualización en un medio determinado.
  • La existencia humana como el contenido potencial de la cultura, en ella se funden el objeto de su elaboración y el de su veneración.
  • La existencia y desarrollo de la humanidad solo es posible a condición de la elaboración de la cultura.
  • “La cultura existe en la sociedad. Fuera de ésta, es decir en la naturaleza, antes del hombre y sin el hombre no ha habido ni hay cultura. “  
  • La cultura está vinculada a la práctica histórico – social transformadora del hombre.
  • La cultura no puede existir como una “cosa“  objetiva únicamente, sino ligada al hombre.
  • Necesidad de crear una cultura humanizada.
  • La cultura no solo enriquece espiritualmente al hombre, sino que también orienta y humaniza el crecimiento económico y el progreso técnico de la humanidad. 
  • Los cambios de la RCT y la implantación de nuevas tecnologías, constituyen un fenómeno cultural. Las revoluciones científicas inciden en la cultura y la transforma.
  • La necesidad de una cultura tecnológica propia.
  • El desarrollo de las fuerzas productivas y el desarrollo de la cultura material. Daños a la naturaleza y al hombre.
  • La ciencia como vehículo cultural.
  • La cultura, la educación y la comunicación.
  • El contenido clasista de la cultura.
  • La cultura y los valores culturales. Papel de las Ciencias Sociales.

       -   La cultura y la identidad nacional. Lo general y lo particular.

  • Los conceptos de cultura general integral y cultura política. Los enfoques teórico - metodológicos para su análisis.

El segundo problema, se refiere a la interpretación de estos estudios y la inserción en un mundo globalizado y neoliberal y las posibles alternativas dada las condiciones materiales de existencia o los problemas de espiritualidad del hombre.
No se pretende hacer un análisis de las condiciones materiales, independientemente de su influencia, sino del nuevo enfoque en los análisis de las categorías vinculadas a la vida espiritual de los hombres, como una exigencia apremiante. En 1996 Armando Hart, señaló: “En los tiempos que corren, se debe reconocer que la vida espiritual representa un valor objetivo, porque es una creación del hombre y de la sociedad, que constituye la forma más alta y elaborada de la organización y el movimiento de la materia”. (Hart A, 1996)
A nuestro juicio esta concepción enriquece la teoría marxista- leninista a partir de los cambios del mundo de hoy, pues se parte del reconocimiento de la vida espiritual  como una categoría social de carácter histórico que necesita ser estudiada, es colocar la cuestión moral en el centro de la actividad del hombre.
La sociedad es un sistema íntegro,  necesita ser abordado en toda su complejidad, lo cual implica el estudio de categorías, su conceptualización y contextualización desde los propios subsistemas que forman parte de ella. “La sociedad humana es una formación compleja, nace de la interacción de los hombres y la naturaleza, de los unos y los otros”. (V.Kelle, M. Kovalzon, 1975: 139).
En la obra “Ensayo sobre la teoría marxista de la sociedad”, estos autores reconocen que la cultura es un subsistema de la sociedad, y se plantea que,”La cultura existe en la sociedad. Fuera de ésta, es decir en la naturaleza, antes del hombre y sin el hombre no ha habido ni hay cultura”. La cultura es un concepto amplio que se puede comparar con el de sociedad, pero no se identifica con ella.
Es una categoría con la ayuda de la cual se investiga la actividad de los hombres y el funcionamiento y desarrollo de los distintos sistemas sociales. De hecho el concepto de cultura va ligado a un tipo de actividad del hombre que en su relación con la cultura puede apreciarse en la relación Cultura- Educación: “El hombre culto es un ser natural modificado mediante la educación”. (V. Kelle, M. Kovalzon, 1975).
La propia interpretación de la cultura como creación de valores materiales y espirituales deviene de la necesaria relación con el desarrollo de la ciencia, de las fuerzas productivas, los medios de producción y las tecnologías, que necesitan de una reproducción constante y constituyen la cultura material, y aquellos que no se desgastan con su uso, únicos en su género y que es captado y asimilado por el hombre y se refieren a la cultura espiritual.                         
De hecho en el desarrollo de la cultura hay una incidencia del propio desarrollo de la ciencia:
Son poderosos factores de la internacionalización de la cultura el progreso de la industria y la ciencia modernas, de los medios de transporte y comunicaciones, la división internacional del trabajo, la ampliación de las relaciones económicas, el aumento de la movilidad de la población y los contactos culturales. Los medios técnicos de nuestra época permiten que cualquier adelanto de uno u otro pueblo sea inmediatamente patrimonio de toda la humanidad. Por eso reviste tanta importancia el problema de quién dispone de estos medios técnicos y qué valores se propagan. (V. Kelle, M. Kovalzon, 1975).  
Pero el desarrollo de la humanidad en el Siglo XXI, irrumpe en el contexto de una revolución científico-técnica y de las nuevas tecnologías de la información, se trata de una sociedad del conocimiento que necesita de un enfoque integrador, interdisciplinario, multidisciplinario, transdisciplinario y transversalizado desde el currículo en las Universidades y en el que categorías como época histórica, contexto, contextualización, proyecto social, medio socio- histórico adquiere un significado. (Lahera, 2004).
No se trata sólo del surgimiento de nuevos campos en la ciencia como la biotecnología, la ingeniería, la genética, la robótica, la microelectrónica, entre otros, y de las tecnologías de la información y la comunicación- estas últimas transforman la actividad productiva-, implica además cambios en los modelos productivos. Se puede hablar del desarrollo del conocimiento científico y la tecnología y con ello de la aparición de la exigencia de nuevos procesos educativos, de la necesidad de un pensamiento científico-teórico para acceder al propio desarrollo humano y su sostenibilidad.
Un enfoque actualizado de esta problemática está sustentado en ofrecer más cultura y poner ésta y la ciencia al servicio del desarrollo sostenible en la solución de los graves problemas globales que enfrenta el mundo de hoy desde una ética. No reconocerlo implicaría “Destruir la cultura “del otro” como la forma más contundente de eliminarlo” (Caminos: p11).
En la relación Cultura- Educación y Sociedad, las Ciencias Sociales desempeñan un significativo papel, considerando que les corresponde elaborar y trasmitir un sistema de conocimientos teóricos capaz de enriquecer la ciencia trascendiendo la práctica histórico concreta, al ser asimilado por el sujeto social y éste a su vez transformar la sociedad.
El reto del Siglo XXI, denominado la Era del Conocimiento deviene de este necesario enfoque, y resulta limitada la definición de cultura como creación de bienes materiales y espirituales de los hombres. Cierto es que el desarrollo de la ciencia y las tecnologías modernas constituyen base de los cambios, de las complejas transformaciones económicas de la esfera productiva, de las finanzas en general, pero ellas en sí mismas influyen en la superestructura de la sociedad y promueven cambios sustanciales en la cultura, la educación y la política.
El desafío de la época está en las ideas, los sentimientos y su consecuente orientación hacia objetivos profundamente humanos, es un proceso de formación en valores. En esencia de la ética como valor humano, puede afirmarse entonces que a esta concepción de la cultura material y espiritual se le debe incorporar el problema de los valores y del desarrollo de la personalidad de los sujetos sociales; ambos aspectos forman parte del problema de la cultura en las condiciones actuales para entender los procesos   de materialidad y espiritualidad en la sociedad.
La cultura como categoría histórica está vinculada al propio surgimiento y desarrollo del hombre como ser social aunque se refiera la existencia de una teoría de la cultura más bien con el Renacimiento (Guadarrama, 1990), en esta etapa se resaltan las potencialidades transformadoras de los hombres y sus diferentes tipos de actividad.
De esta forma el mundo de la cultura es apreciado como algo creado por el propio hombre y en sus diferentes contextos constituye una etapa del ser social en desarrollo que se manifiesta en la conciencia de la época. (Guadarrama, 1990). Ello revela la relación entre el ser y la conciencia social, y permite comprender la relación entre el desarrollo de la ciencia, la revolución científico técnica y las transformaciones culturales e ideológicas.
Este aspecto es de carácter teórico-metodológico en el estudio que nos ocupa. El análisis de la cultura en su contenido histórico pasa por la concepción de los naturalistas cuya limitación estuvo en su incapacidad para explicar el proceso desde lo social; en la Ilustración que pasó por alto el problema de la educación y del papel del sujeto y que fue criticada por Carlos Marx al no reconocer que son los hombres los que hacen también las circunstancias y que el propio hombre necesita ser educado.
De igual forma es necesaria una valoración de la concepción de la burguesía contemporánea acerca de la cultura que la vincula a los procesos de la superestructura. Si bien se tienen en cuenta los problemas de la espiritualidad, la teoría dialéctico materialista reconoce el papel del sistema de producción y de las relaciones económicas revelando en ello un enfoque dialéctico  para su estudio.
Al adentrarse en el conocimiento de la obra de Pablo Guadarrama, se advierten tres elementos que contribuyen a este análisis:

  • Saber diferenciar la cultura material y espiritual como dos formas de producción social y su unidad dialéctica.
  • Toda manifestación de la cultura, ya sea en el plano material o espiritual de las sociedades divididas en clases posee de un modo u otro carácter clasista.
  • Analizar cada manifestación de la vida cultural en correspondencia con las condiciones histórico-concretas en que aparece y se transforma.

Es necesario definir qué se entiende por contextualización para un nuevo enfoque en el análisis teórico-metodológico de la relación Ciencia-Cultura-Educación-Valores:
La contextualización como cualidad, se identifica no solo como el reconocimiento de espacios temporales, pasado, presente y futuro, y las necesidades históricas del momento, sino, en función de educar en una ideología de la sociedad a sujetos con determinadas características e individualidades que actúan en diferentes contextos e incluso del lugar donde transcurre dicho proceso y la relación que establecen los participantes del mismo, incluye la cultura, los valores, las creencias, todo lo cual debe ser asimilado para el desarrollo de una  labor formativa. (Lahera, 2004).
Esta cualidad se constituye en un fundamento teórico para el estudio de los valores, lleva implícito una relación dialéctica entre lo individual y lo social y las contradicciones que en el contexto de una sociedad pueden tener lugar, expresa rasgos esenciales que en la formación de la ideología y los valores se tienen en cuenta para definir las acciones, vías o formas de realizar este proceso.