EL PROFESORADO UNIVERSITARIO. RUPTURAS Y CONTINUIDADES

EL PROFESORADO UNIVERSITARIO. RUPTURAS Y CONTINUIDADES

Lourdes C. Pacheco Ladrón de Guevara
Ma. del Refugio Navarro Hernández
Arturo Murillo Beltrán
Coordinadores

Universidad Autónoma de Nayarit

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Revolución del  Profesorado Universitario


Narda Yadira Aguilar Orozco 1
Aurora García Sandoval 2


Resumen
Ante los cambios que se han ido presentando en la vida universitaria, desde su fundación en 1969,  ya sea por causa de políticas educativas o por la tecnología que ha ido penetrando fuertemente en el quehacer diario del profesor universitario, se analizan las formas de adaptación, a veces de renuencia y al final de aceptación a la reforma universitaria, por parte de este actor de la vida académica, el profesor, que ha llevado una  verdadera revolución a la actividad del  docente, quien ha modificado en forma perceptible los aspectos de impartir la clase y las formas de evaluación del aprendizaje, siendo él mismo sujeto de evaluación en este modelo educativo.
También se revisan dos documentos que han marcado los cambios de estructura sustantiva en la historia de la Universidad autónoma de Nayarit, para resaltar los puntos que dominan sobre la situación académica de la universidad y la forma en que han impactado en el profesorado de la Unidad Académica de Odontología en una auscultación directa hecha por las autoras.
Introducción
Tiempos pasados ¿fueron mejores? Nadie podría imaginarse la secuencia de cambios que entraría a nuestra vida de profesores, a veces provocada por nosotros mismos y en ocasiones obligados por el ingreso de la universidad al engranaje nacional e internacional -también revolucionado por la globalización-, que obligó a la educación a seguir una dinámica veloz en todos los niveles, lo cual tuvo efecto en la educación superior ¡naturalmente!
Cuando ingresamos a trabajar a la universidad hace cerca de 40 años, la enseñanza se deslizaba tranquilamente en el formato tradicional: el profesor enseñaba en medida de sus conocimientos, tanto profesionales como docentes, y el estudiante aprendía también en medida de su capacidad de aprendizaje. Si era necesario efectuar algunas prácticas dentro de la materia, éstas se hacían, consiguiendo espacios en donde realizarlas, como hospitales, fábricas, campos de cultivo, ranchos, oficinas gubernamentales, empresas privadas, laboratorios, hoteles, juzgados, etc., según la carrera, era el permiso que se solicitaba para que los estudiantes tuvieran prácticas y su aprendizaje se acercara lo que más se pareciera a la realidad. Bueno, eso se pensaba y eso era de lo que se disponía en el mejor de los casos, pues la mayoría de materias en todas las carreras, nos las echábamos de pura teoría y ¡ahí échenle imaginación muchachos!

Desde luego que para la carrera de cirujano dentista, obligaba la práctica con pacientes en instalaciones equipadas con unidad dental e instrumental específico, amén de mil cosas más. En la Escuela Superior de Odontología, a tres años de su fundación, se logró realizar práctica adecuada, gracias a que se tomó una de las pocas aulas existentes,  para habilitarla como clínica, con cinco equipos dentales, un equipo de rayos X, instrumental y material especializado, en donde cerca de 20 practicantes, iniciarían prácticas clínicas odontológicas. En 1972, se hizo la apertura de la clínica odontológica con servicio al público en general. La dificultad era que la universidad estaba muy lejos del centro de Tepic, entonces los estudiantes empezaron a practicar entre ellos mismos y con sus familiares, que por cierto, ahí se los iban intercambiando para que todos pudieran acreditar las prácticas.
A pesar de esas limitaciones, considero que fueron muy buenas generaciones de egresados y buenos profesionistas, ahora que ya superaron la prueba del tiempo. No podemos caer en el dicho de que tiempos pasados fueron mejores, porque las cosas cambiaron y cambiaron para bien en nuestra opinión.
Desde antes de la reforma en la Universidad Autónoma de Nayarit, que lleva más de siete años en su haber, pero de verdad que mucho antes, nos sorprendió dentro de las aulas el torrente vigoroso de la tecnología, recordemos que en 1990 aproximadamente, empezamos a incursionar en el uso de la computadora, podría decir que en el 2000, porque en ese tiempo cuando una de las autoras fue directora de la Facultad de Odontología, que en 2004 pasó a ser Unidad Académica de Odontología, uno de los proyectos que estaban en su plan de trabajo, era dotar a cada aula de un proyector de diapositivas, y así lo llevamos a cabo, nada más que uno o dos años después de haber implementado este recurso en las aulas, empezó su decadencia, pues empezamos a conocer el proyector “cañón”  junto con la computadora.
Hacía pocos años que habíamos conocido la computadora personal compuesta por monitor, teclado y cpu. Recibimos los primeros cursos sobre computación al profesorado impartidos por Raúl Pérez González en 1988,  en 1990 nos impartió otro curso  la maestra en odontología Alma Rosa Rojas García, éste ya en la Escuela, la cual había logrado en el periodo de la dirección de Aurora García, la construcción y equipamiento de una sala de cómputo con ocho computadoras monocromáticas marca Printaform, más dos impresoras de punto.
Entonces la universidad, por insistencia de los profesores, empezó a otorgarnos préstamos para adquirir computadoras y cada profesor pudo hacerse de una “computadorcita” para empezar a trabajar cada quién en sus casas, desde luego que fuera de horario de trabajo.
Sin pasar de esa época, ya incursionábamos también en la fotografía clínica y el sueño de muchos de nosotros era adquirir una cámara fotográfica y la marca de moda era Mavica –creo que por ahí tengo guardada la mía- que nos costó muy cara; era digital (enorme) e imprimía las fotos en un disco de 31/2” de alta densidad, lo más asombroso para nosotros,  era que sacábamos el disco, lo metíamos en la compu y ¡ahí teníamos en forma inmediata la fotografía para poderla llevar a imprimir u obtener diapositivas para nuestras clases! Esa cámara la compramos con nuestra primera beca PROMEP por ahí de 1998 si mal no recuerdo.
En todos estos recuerdos está mezclado el tema inicial de cambios en nuestra vida de profesores, pues ya no éramos profesores de puro gis en el aula, sino que ya proyectábamos nuestro material en clases y el estudiante ya no se imaginaba tratamientos o imágenes, sino que con estos medios, llevábamos algunos casos clínicos o técnicas de laboratorio en imagen a color.
La escuela contaba con tres proyectores que hoy son historia: el retroproyector (que lo llamábamos Arturito), un proyector de cuerpos opacos y un proyector de acetatos, que ahora nos preguntamos cómo le hacíamos para llevarlos a las aulas pues eran muy pesados y voluminosos, además, para conseguir lámparas de repuesto, teníamos que recurrir al doctor Jaime Gutiérrez para que en una de sus vueltas de Guadalajara a Nayarit, nos los consiguiese, así que había que esperar de 20 a 30 días para volver a usar los aparatos. Muchos profesores adquirimos también nuestro proyector de diapositivas Kodak  e hicimos promoción a las tesis audiovisuales que tuvieron mucho auge en odontología, pues queríamos explotar el recurso, que duró realmente poco tiempo, a lo mucho diez años.
Luego vinieron un sinfín de mejoras pues con multimedia que inició con nosotros desde hace cinco o seis años, la cual está en auge aún -en 2010- al mismo tiempo que empezábamos a usar los teléfonos celulares, que vieron en el teléfono inalámbrico por ahí de 1980, a sus antecesores, pasamos de pizarrón y gis al pintarrón y marcadores especiales, hoy casi en desuso, pues la imagen ha sustituido la escritura en pizarrón o pintarrón. Los pupitres o mesabancos se están sustituyendo por mesas binarias y sillas para poder realizar dinámicas didácticas según amerite la unidad de aprendizaje en práctica.
El proyecto de superación académica y el documento rector de la reforma académica
En diferentes administraciones rectorales ha brotado la iniciativa de mejorar al tipo de profesor que funge como personal académico dentro de la universidad. Tuvo buen inicio y al parecer, pues no encontramos otro documento antecedente al de la reforma, fue la simiente para lograr lo que llevamos hecho en ese sentido, el Proyecto de Superación Académica, que se publicó en 1984, siendo rector el Lic. Javier Germán Rodríguez, en él se exponía la necesidad de modificar los planes de estudio y de que el profesor se capacitara con estudios de maestría y doctorado y se diseñaban las estrategias para lograrlo, en él se hacían proyecciones para las áreas del conocimiento en que se dividiría la universidad; algunas se cumplieron y otras quedaron fuera de contexto.
Transcurrieron 20 años,  y en 2003,  fue aprobada por el Consejo General Universitario presidido por el Lic. Javier Castellón Fonseca, rector de la Universidad, el proyecto de Reforma Académica plasmado en el Documento Rector de la Reforma Académica para la Universidad Autónoma de Nayarit.
Parece ser que la universidad –sus autoridades, desde luego- ven al profesor como un ente que debe cambiar de acuerdo a las épocas que también están cambiando, aunque a veces pareciese que sólo por moda, pero lo que si es cierto es que a nivel nacional queriendo encuadrar en el contexto internacional, han surgido dependencias gubernamentales que están empujando a los profesores para que cambien, en el sentido de que no se queden con  tan sólo la licenciatura, ofreciendo para el que se supere, mejoramiento de sueldo y de algunas prestaciones, tal es el caso de la Universidad Autónoma de Nayarit, que ha logrado desde 1990 a 2010, que el profesorado con doctorado se haya crecido al 10%, que el profesorado con maestría esté en 40% y que con esa base siga pujando para que las unidades académicas logren la acreditación por instancias externas.
Acerca del aspecto sustantivo de la universidad, se planteaba en este mismo documento, la necesidad de elevar el grado académico de la planta docente pues en los últimos diez años se había producido una fuerte improvisación de profesores (UAN, 1984:63) que resultaba en enseñanza que no correspondía a las demandas y necesidades que requería el país. Por tanto, ponía énfasis en la implementación de estudios de postlicenciatura dentro de la institución, además de que proponía que los profesores de dichos cursos, fuesen impartidos por personal con grado de doctor.
Con respecto a qué hacer con los espacios vacíos que dejarían los profesores mientras estudiaban posgrado, sugería que fuesen sustituidos por profesores contratados ex profeso que contasen con el grado de estudios adecuado. La idea principal era interrelacionar la investigación con la docencia, proyectaba que para 1988 el cuerpo docente estaría constituido en 40 por ciento por profesores  de tiempo completo con grado de maestría y doctorado, obteniendo a la postre, una proporción de tres maestros por cada doctor (UAN, 1984:64).
Se consideraba que por existir 423 profesores en nivel superior y de ellos solamente 152 (35.9%) con categoría de tiempo completo, no era posible considerar la integración de grupos bien definidos de profesores investigadores, lo cual daba la pauta para desarrollar un programa de formación y actualización de la planta docente. Proponía en años subsiguientes que la universidad estaría en condiciones de firmar convenios de superación para 81 profesores dispuestos a lograr el grado maestría y 33 el grado de doctor.
De igual forma, se comentaba que si la matrícula en educación superior mantuviese un ritmo de crecimiento anual medio, superior al nueve por ciento, implicaría pasar de una población de 4,994 alumnos en 1984, a 7,100 para el año 1988. Para atender dicha cantidad de alumnos se requerirían aproximadamente 710 profesores de tiempo completo (UAN, 1984:65,66).
Acerca de la modalidad estructural de la universidad en este documento ya se programaba adoptar dentro de los aspectos de docencia e investigación, dos campos bien coordinados: se planteaba la existencia de cinco áreas del conocimiento que en el aspecto docente concentraran las once carreras de licenciatura que se cursaban más seis que se crearían a partir de 1985. A cada área correspondería un centro de investigación.
Cuadro 1. Proyecto de conformación de  áreas académicas en la UAN. 1984.


Área

Licenciaturas que la conformarán

Ciencias agropecuarias

Agronomía, Medicina Veterinaria y zootecnia

Ciencias de la salud

Médico cirujano, Enfermería, Cirujano dentista

Ciencias de la ingeniería

Ingeniería químico industrial, Ingeniería pesquera

Ciencias básicas

Biología, Química, Matemáticas, Física

Ciencias Social-humanísticas

No se mencionan específicamente

Fuente: UAN. 1984. Proyecto de superación académica, pp 67-72.
Documento rector
Transcribimos del documento rector para la reforma universitaria, las razones en que se fundamentó la reforma:
“La primera razón que impulsa la necesidad de una transformación profunda del quehacer académico e institucional de la universidad es la de elevar la calidad y pertinencia de los programas educativos del nivel superior y media superior, con el fin de coadyuvar una sociedad más y mejor educada. Esta necesidad obliga a la revisión de la misión, los objetivos y las estructura de la oferta académica de los centros educativos de nuestra institución.”
“Un segundo factor de incidencia para el cambio en las instituciones de educación superior públicas es, sin duda, el contexto nacional e internacional. La aparición de nuevos campos de conocimiento y de la tecnología, el uso global de la informática y la telemática, las crisis de las profesiones tradicionales aunadas al surgimiento de nuevas profesiones con creciente  demanda. Con la innovación tecnológica y el papel preponderante del conocimiento se han generado nuevas formas de ejercicio de las profesiones; nuevas formas de generar conocimientos científico-técnicos y un creciente consenso al tratamiento de temas humanistas fundamentales tales como la protección ambiental, los derechos humanos, los derechos de los niños y  la equidad de género, entre otros.
La estructura en la que se pensó, fue organizar las carreras por áreas de conocimiento:

“La Universidad ha determinado sus áreas académicas en función de cuatro grandes ámbitos del  conocimiento:

  1. El Área de Ciencias Básicas e Ingenierías
  2. El Área de Ciencias Biológico Agropecuarias
  3. El Área de Ciencias de la Salud y,
  4. El Área de Ciencias Sociales y Humanidades

 

Aunque casi inmediatamente surgió otra área que fue la de Económicas y Administrativas y como tal empezó a funcionar.

La justificación de las áreas fue la siguiente:

“…las Áreas se conciben como espacios de organización para el desarrollo de las funciones sustantivas de la Universidad y en cuanto tales se integrarán para facilitar el trabajo académico de investigadores y docentes compartiendo recursos físicos y materiales. La función de las áreas es netamente la de realizar la planeación académica de los programas que de su actividad deriven, aprobados por el máximo órgano de gobierno de la Universidad, habrán de ser respaldados por la estructura administrativa, impidiendo que el trabajo académico quede supeditado a decisiones administrativas unidireccionales.”

Otra parte importante sobre las razones de cambiar el modelo educativo implícito en la reforma universitaria fue:
“La historia de nuestra universidad es compleja, e incluye aciertos y errores. Entre sus aciertos se halla el compromiso histórico con los grupos menos favorecidos de la entidad. La autonomía universitaria es una conquista ciudadana que buscó y logró acercar a los jóvenes hijos de trabajadores a la educación superior. Sin embargo, también se cometieron graves errores; se politizó la academia ocasionando un procesos de polarización interna, se promovió el dogmatismo y el sectarismo, se olvidó la discusión académica, y la institución se estancó en un modelo administrativo arcaico y disfuncional que sostuvo a un modelo académico que ya no corresponde al momento histórico de desarrollo de la ciencia y de las necesidades del entorno económico y social.
“Nuestro modelo académico cuenta con limitaciones para enfrentar el desarrollo de la sociedad del conocimiento; un currículo inflexible, desactualizado, con planes de estudios rígidos y obsoletos, cátedras basadas fundamentalmente en la exposición, en la enseñanza memorística y en la fragmentación del conocimiento, con alto grado de separación entre las diversas disciplinas, desarrollados en un ámbito de desorden laboral que provoca ausentismo y complacencia.”
“El modelo napoleónico vigente de nuestra universidad, ha mostrado severas resistencias a la necesidad de actualizar los planes y programas de estudio así como en el reconocimiento de las necesidades del contexto social y su adecuación con las necesidades académicas para una óptima formación de los estudiantes.”
Mencionaba, desde luego, el papel del personal académico dentro de la reforma:
“Uno de los contenidos básicos del proceso de Reforma Académica que nuestra universidad debe emprender radica en definir el nuevo papel que el docente tiene que jugar en su quehacer académico para transitar a un sistema flexible, por créditos, multi e interdisciplinario, que le impulse a centrar su actividad en el alumno, facilitando el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, bajo un sistema de relaciones académicas dentro de  un conjunto de campos institucionalmente construidos, tales como el Cuerpo Académico, evitando la práctica didáctica aislada y personalista, por lo que será necesario establecer instancias de actualización para transitar al nuevo modelo Universitario.”

Hablaba también del  sistema académico y de la célula fundamental del modelo académico:

“Bajo este modelo, el papel del docente universitario para construir un sistema académico flexible, por créditos, multi y transdisciplinarios es fundamental; le obliga a centrar su actividad en el alumno, facilitándole el proceso de adquisición de conocimientos, habilidades, actitudes y valores, en un marco colectivo de discusión, generación y aplicación del conocimiento.
“El cuerpo académico constituye la célula fundamental del modelo académico pretendido y es su agrupación en Áreas del Conocimiento lo que hace posible que las actividades sustantivas se realicen de manera integral, propiciando el trabajo cooperativo con la finalidad de diseñar y llevar a efecto los programas docentes y los proyectos de generación y aplicación del conocimiento derivados de las líneas de desarrollo académico institucionales. De esta forma, los cuerpos académicos soportan a los programas académicos dentro de un Área determinada, lo que define una estructura organizativa integrada por cuerpos académicos, programas académicos y áreas del conocimiento.”
Los rasgos para el modelo académico eran:

            Flexibilidad y currículo flexible
            Sistema de créditos
            Movilidad académica
            Multi e interdisciplinariedad

            Finalidad formativa
            El sistema de evaluación
            La investigación básica y tecnológica
Los nuevos programas académicos
El sistema de tutorías
Redes nacionales e internacionales
La transición de los programas académicos

Con la finalidad de indagar con qué criterio percibe el proceso de reforma universitaria el profesorado universitario, diseñamos y ejecutamos una encuesta entre los profesores de la Unidad Académica de Odontología, que dio los siguientes resultados:
En su mayoría están conscientes de que la reforma universitaria tiene como objetivo principal o central al estudiante, hacia el cual van dirigidas la mayoría de sus acciones como son: facilitarles herramientas académicas de nivel actualizado, proporcionarles servicios especiales como la tutoría, asesoría, movilidad, acceso a la investigación, así como permitirles diseñar su trayectoria académica con empleo del sistema de créditos. El modelo académico propuesto, definitivamente beneficia a los estudiantes.
En cuanto al profesor, la reforma académica vino a proporcionarle muchas ventajas, sobre todo en la forma de organizarse para realizar las tareas académicas, pues surgió la figura del cuerpo académico y sin haberlo previsto, se configuraron las academias, siendo ambos cuerpos colegiados muy apropiados para insertarse en la investigación, buscar mejores niveles académicos y entre otras ventajas, elaborar programas de unidad de aprendizaje partiendo del criterio de todos los integrantes que imparten la misma materia.
Otras ventajas que el profesor observa, es que participando en estas nuevas formas de organización, han accedido a revistas para publicar resultados de investigación y algunos integrantes de cuerpos académicos, dirigen tesis de licenciatura y de maestría, en casos contados, han publicado libros de texto o participado en capítulos de los mismos a nivel local.
No se debe omitir la opinión que han vertido algunos profesores en el sentido de que consideran que el modelo anterior era mejor, sin comentar razones; ni el de otros, que dicen que han mezclado modelo anterior con el vigente y que se han sentido muy bien al trabajar con este modelo híbrido individual.
Evaluaciones y acreditaciones institucionales
La Secretaría de Educación, por conducto de cuerpos colegiados conformados expresamente para asistir a las universidades del país, para revisar, verificar y calificar las instalaciones, productos y programas de las carreras que ofrece, inició el programa de acreditación académica, el cual una vez aprobado, da fe de que esa universidad y esa carrera están reconocidos con programas de calidad que permiten que los estudiantes egresados de las mismas puedan a su vez ser reconocidos como egresados de programas de calidad competitivos en carreras similares en todo el país y posiblemente en el extranjero.
Este programa ha permitido que todas las universidades tanto públicas como privadas, estén en una etapa de obtención de la acreditación y al mismo tiempo, esto las empuja a estar en constante cambio, promoción con los profesores para que investiguen, produzcan, publiquen, hagan estudios de doctorado, para poder lograr acreditar todos los programas de todas las carreras de nivel superior. Esto acarreó que la universidad tuviera que efectuar un proyecto de cambio radical que inició en 1999 y culminó en 2003, con la reforma universitaria y cambio de modelo educativo.
Profesorado en la Universidad
Para tener idea de cómo ha ido cambiando la población docente en cuanto a nivel académico, ponemos a consideración del lector los cuadros que se rescataron tanto del Proyecto de superación académica de 1984 y datos registrados hasta 2008 que nos fueron proporcionados por la Secretaría de Docencia de la Universidad.
Cuadro 2. Nivel académico del profesorado del nivel superior de la UAN. 1984.


Nivel

Número de profesores

Porcentaje

Doctor

2

0.5

Maestro

31

7.3

Especialidad

113

26.7

Licenciatura

189

44.7

Otro nivel

23

5.4

Suma

423

100

Fuente: UAN. 1984. Proyecto de superación académica, p 65
Nota: Se respetaron las cifras originales aunque no coinciden las sumas.

 

 

Cuadro 3. Profesorado con grado de doctor y de maestría del nivel superior de la UAN. 1998-2008.


Nivel

1998

2004

2008

Doctor

9

22

27

Maestro

56

140

118

Suma

65

162

145

    Fuente: UAN. 2010. Secretaría de Docencia.

Cuadro 4. Profesorado con grado de doctor y de maestría del Área de Salud de la UAN. 1998-2008.


Nivel

1998

2004

2008

Doctor

1

5

3

Maestro

13

23

43

Suma

14

28

46

    Fuente: UAN. 2010. Secretaría de Docencia.

Es necesario comentar que se ha mejorado la proporción, sobre todo de doctorado y maestría, que son los grados que se desea elevar en número entre el personal docente, pero en forma muy lenta, pues hay que considerar que estamos hablando de un lapso de cerca de 25 años. Las razones principales de por qué en un tiempo existe cierto número de profesores con grado y en otro tiempo disminuyó, es porque algunos profesores se jubilaron y no fueron sustituidos por personal con el mismo nivel académico.
Conclusiones-propuestas
En verdad que hace falta que la estructura de nuestra universidad tenga forma, que no aparezca como una masa informe. Nuestra visión es simple, hacemos un cuadro con tres o cuatro columnas encabezadas por otras tantas secretarías y les asignamos responsabilidades clarísimas: docencia, investigación, gestión y extensión. La política debe separarse de esas columnas y el que haga política deberá respetar las demás funciones. Sin embargo, la política económica dentro de la universidad debe ir encaminada a apoyar fuertemente a las cuatro actividades eje de la universidad.
Aquí sí que va la frase: tanto tienes, tanto vales. El profesor universitario tiene que ser evaluado, pues de otro modo cae en la modorra. Hay que recordar que hace 2 o 3 décadas, el profesor no se movía, no salía a estudiar, no competía con nadie, hasta que apareció el  programa de estímulos al personal docente. Entonces, sí nos empezó a interesar ir a congresos, actualizarnos, capacitarnos para elaborar desde reactivos hasta programas de unidad de aprendizaje, participar en diferentes eventos académicos, participar en cuerpos académicos y academias entre otras actividades, pues el trabajo, el esfuerzo, ya tenía un valor extra.
¡Qué pena que para engordar el flaco salario tuviésemos que andar hechos la mocha!  pero sólo de esa manera se incrementó el número de profesores con posgrado en la universidad. Por ese motivo, hemos participado en investigación, hacemos tutoría, además, publicamos resultados y en algunas ocasiones publicamos libros. Hay incremento de profesores con perfil PROMEP (aunque desde 2002 había descendido el número, pero en los últimos 3 años va de nuevo en ascenso, según datos del Mtro Ignacio Peña). Creo que no importa que sean estándares que no son hechos a nuestra medida (¡claro!) lo que importa es que nos ha motivado para no anquilosarnos. A todo este proceso no le vemos telón oscuro, sino peldaños que subimos como institución. ¡Sobrará quien diga que es simulación, no faltará quien diga que es papirismo, persecución de documentos! En lo personal encontramos a la evaluación como positiva, pues creemos que hemos logrado superarnos, que hemos modificado conductas conductistas por  constructivistas, que hemos incursionado en la investigación, en la publicación, en cuerpos académicos, en la academia, tutoría, etc. Las evaluaciones, que hemos contado con la suerte de tener los resultados en nuestras manos, nos han favorecido tanto institucional como individualmente, pero no nos quedamos en la contemplación, sino que siempre queremos dar otro paso adelante. Creemos en la reforma universitaria y peleamos porque se cristalice aunque hayan pasado ya 7 años.
Por otra parte, lo que falta es un programa para ingreso de nuevos profesores, que se establezca un convenio entre autoridades universitarias y sindicatos para que los profesores ingresen con perfil adecuado y entonces sí, todos ganaremos: universidad, estudiantes y sociedad. Los concursos para ingresar, bien reglamentados y respetados por todos, pueden ser la solución para evitar el ingreso improvisado de profesores improvisados.
Si tú estás trabajando, cumples, participas, te actualizas, concursas para la beca al desempeño y la obtienes, eres evaluada y te sientes satisfecha académicamente,  puedes decir: ¡misión cumplida!
Con la beca recibirás una compensación, la que sea, pero, que te parece si de repente en tu unidad académica te dicen: maestra, el día del maestro realizaremos un evento y queremos que asista porque le haremos un reconocimiento a su calidad como profesora, con base en la calificación que obtuvo (ya sea en la evaluación con los estudiantes o por el nivel más alto en tu escuela)  ¿no te parece de verdad motivante? ¡El directivo reconociendo tu labor dentro de la institución!
Y así podemos mencionar reconocimiento por otras actividades: por publicaciones, por investigaciones sobresalientes, por calificaciones dentro de estudios de posgrado, por llevar estudiantes a la investigación, por establecer redes académicas, etc. Eso nos  parece ¡formidable! ¡Eso sí que es estimulante! Aunque el dinero no sobra, si lo premian económicamente. Es sencillo, fácil de ejecutar, pero de un impacto impresionante.
Consideramos que si la evaluación al docente universitario es necesaria en la universidad, para diagnosticar y mejorar la calidad en la enseñanza-aprendizaje, se debe evaluar al docente universitario por pares académicos, sobre los siguientes parámetros:
1. In situ es decir, impartiendo clase con observación directa o indirecta (grabación de  video).
2. Recoger opinión de los estudiantes a los que les imparte.
3. Tomar opinión de compañeros profesores.
4. Opinión directivos de la Unidad de trabajo.
5. Revisión de evidencias: trabajo colegiado, investigación, tutoría, actualización disciplinar, etc.
Calificar con porcentaje:

1. Observación                                   40%

2. Opinión estudiantes                       20%

3. Opinión compañeros                      10%

4. Opinión directivos                          10%

5. Evidencias                                      20%

Desde luego que esta propuesta está hecha para que se discuta, consense y mejore. No olvidar recomendar que no se corrompa el proceso, que sea respetado y transparente. Que el profesor sepa del resultado y de las recomendaciones o felicitaciones.

Bibliografía
Universidad Autónoma de Nayarit. 1984. Proyecto de Superación Académica. Un camino hacia la universidad de excelencia en el interior del país.
Universidad Autónoma de Nayarit. 2001. Documento rector para la reforma académica de la Universidad Autónoma de Nayarit.
Universidad Autónoma de Nayarit. 2010. Datos Estadísticos proporcionados por la Secretaría de Docencia.

1 Docente de la Unidad Académica de Odontología.

2Docente de la unidad Académica de odontología..