ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

Carlos Ruz Saldívar (CV)
Universidad Veracruzana

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Hebreo, judío  e Israelí.

Una de las confusiones más comunes, es la idea en torno a tres definiciones: hebreo, judío o israelí, saber la respuesta implica en primer término determinar el origen de la palabra hebreo, etimológicamente, el nombre hebreo parece significar aquéllos que van de un sitio a otro o nómadas (Microsof Encarta 2008. 1993 - 2007, 2008), el Rabino Samuel Lerer, de bendita memoria, (Lerer, 1984, pág. 305) nos ilustra que el nombre de hebreo le fue otorgado al patriarca Abraham, ya que en hebreo la palabra es Ivri, que significa del otro lado, a Abraham se le dio ese nombre por dos razones: arribó a Canaán del otro lado del Éufrates, la segunda razón es que fue el primer monoteísta y de alguna manera era de otro lado al creer en un solo Dios. Las fuentes cuneiformes (Chouraqui, 2008) llaman habiru, hebreos, a los emigrantes, labriegos o mercenarios que aparecieron en Babilonia, Asiria, Egipto y en Canaán, de los cuales proceden los hijos de Abraham; esta afirmación encuentra su sustento (Microsof Encarta 2008. 1993 - 2007, 2008), en el pueblo denominado habiru o habiri en las tablillas cuneiformes fechadas alrededor del 1400 a.e.c., encontradas en Tell el-Amarna en Egipto, por lo que es innegable que la denominación de hebreo, corresponde a un pueblo de origen semítico muy antiguo hoy denominado judío; aunque el término hebreo es el menos usado actualmente para designar al pueblo que deriva de Abraham, la expresión actualmente se limita para indicar el idioma de origen semítico.
El vocablo israelí, también es sumamente antiguo, procede del tercer patriarca Jacob, quien cambia de nombre a Israel, aquel que prevalece por sobre lo divino (Centro de difusión de Jabad - Lubavitch, 2011), según la tradición, el cambio de nombre ocurre después de su encuentro con un ser divino con el que lucha y derrota; para el Rabino Lerer, la traducción de Israel significa un príncipe de Dios (Lerer, 1984, pág. 306), pero independientemente de su significado, fue la denominación usada en la antigüedad desde Jacob alrededor del año 2207, a partir del año cero (Lerer, 1984, pág. 313), hasta la desaparición del Reino del norte cuya caída se considera ocurrió en el año 722 ó 721 a.e.c. (Chouraqui, 2008, pág. 19), también es un término sumamente conocido por ser la denominación actual de la población del Estado de Israel, que agrupa a los judíos nacidos en el país, que se les denomina sabras (Melford, 1957); pero también incluyea los inmigrantes judíos de diferentes partes del orbe que han solicitado aliyah o alia, ascenso, inmigración a la tierra de Israel (Zadoff, Efraim, 2009, pág. 16) pudiendo ser judíos por nacimiento o conversos, pero también incluye a población de origen árabe ya que el término israelí, hace referencia al ciudadano del Estado de Israel sin distinción étnica ni religiosa, así un judío mexicano que vive en México, no puede ser considerado israelí, será mexicano aún siendo judío, a menos que pida aliyah y entonces ya adquiriría la nacionalidad israelí.
El tercero de los términos al que haremos referencia y que resulta ser el más conocido, es el de judío, Samuel Lerer (Lerer, 1984, pág. 306) nos ilustra, que las razones para ser considerado judíos son dos: la primera porque el pueblo estaba dividido en doce tribus, descendientes de los doce hijos de Jacob – Israel, de esas tribus, la de Judá era la tribu real y la más fuerte, en segundo lugar, en un inicio todo el pueblo estaba unido y se llamaba Israel, pero después de la muerte del Rey Salomón, el reino se dividió en dos naciones, Israel  en el norte y Judea en el sur, la región de Judea sobrevivió más allá del tiempo en que se destruyó al reino del norte, de ahí que a la gente de judea fueran llamados judíos y representaban a los descendientes de todos los hijos de Jacob, por lo que también se les llama israelitas, aún cuando el reino de Israel ya no existía.  
Sin embargo el ser judío, a diferencia de ser israelí que no la contiene, puede o no tener una connotación religiosa, se considera como judío al que tiene madre judía (Firmas Press, 2010, pág. 55), el que nace de un vientre judío según la tradición, la condición de judío se adquiere por el hecho de nacer de una madre judía, pudiendo el padre serlo o no, un hijo de padre judío no lo será si su madre no lo es, incluso se llega a afirmar, que alguien podría no ir al velorio de su padre, pero nunca podría negarse a asistir al velorio de la madre, el judaísmo mantiene una unión muy importante con sus madres ya que son ellas quienes lo ligan con su comunidad, prenden las velas del Shabat y preserva las tradiciones en la comida y las festividades; el judío por nacimiento puede o no, tener una relación con la religión, porque muchos hijos de madres judías, no necesariamente serán religiosos, la condición de judío por nacimiento no se pierde nunca aún y cuando no sean practicantes de la fe; por ejemplo, podemos citar el caso de los Estados Unidos Mexicanos y la condición de mexicano por nacimiento, según el artículo 37 de la Constitución (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Que reforma la de 5 de febrero de 1857., 2011), esa condición de mexicano por nacimiento no se pierde nunca, aún y cuando seas el peor de los mexicanos, que no ames a la patria, la traiciones, atentes contra ella o repudies tu nacionalidad, de todas formas siempre serás mexicano,  así sucede con los judíos por nacimiento, su situación de judío no cambia aún y cuando no profesen, por eso señalaba que este concepto de judío, podría o no tener connotación religiosa, pero desde luego que la gran mayoría de los judíos por nacimiento son religiosos, en mayor o menor medida y dentro de tres grandes ramas del judaísmo. Sin embargo el ser judío no es exclusivo de los nacidos como tales, también es judío, aquel que adopta el judaísmo como su forma de vida (Lerer, 1984, pág. 301), la conversión al judaísmo representa una minoría de los judíos y es que el judaísmo no hace proselitismo, normalmente quién decide ser judío, lo hace por convicción o por un deseo de retornar a sus raíces perdidas por la asimilación. Cuando hablamos de judíos, nos referimos a judíos por nacimiento, religiosos o no y judíos conversos, ambos grupos, tienen derecho a ser llamados judíos y no hay diferencia entre ellos, salvo algunos ortodoxos que no lo consideran así; pero ser judío no implica necesariamente ser ciudadano de Israel, así que se podrá ser judío sin ser israelita.   
Existen otros grupos de judíos a quienes se les llama Cohen, y a otros como Levi, debemos recordar que el pueblo de Israel constaba de doce tribus, una por cada hijo de Jacob – Israel, una de esas tribus se llamaba Levi, Moshe ó Moisés descendía de esa tribu y su hermano Aarón – Hacohen, ejerció el sacerdocio, por lo que todos los descendientes de Aarón son llamados Cohen. Cuando el templo existía, los Cohen estaban dedicados al sacerdocio y a las actividades especiales del templo, los Levitas también apoyaban al servicio del templo; pero ambos grupos son en esencia judíos y solamente se hace la aclaración para entender la forma especial de nombrar a este grupo.
Por su parte, la religión del pueblo judío y de sus prosélitos a través de la historia, es conocida como judaísmo, para algunos (Firmas Press, 2010, pág. 15), la palabra judaísmo se empezó a emplear, en la época inmediatamente anterior a la llamada era común.
Para concluir este apartado, es menester dejar en claro, que cuando hacemos referencia a las personas decimos: israelí o judío; cuando nos referimos al idioma decimos hebreo y en algunos casos podría referirse  a las personas cuando hacemos referencia de Abraham y sus descendientes,  pero cuando hablamos de la religión de los judíos, decimos judaísmo. Las ramas en que divide el judaísmo, son tres: ortodoxo, conservador y reformistas, una explicación simplista de las diferencias entre cada grupo, sería que los primeros son los más religiosos y de alguna manera son guardianes de la fe, los reformistas tienen una tendencia más liberal y los conservadores se encuentran en una posición intermedia.