CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DESARROLLO REGIONAL EN MÉXICO (1970 – 2010)

CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DESARROLLO REGIONAL EN MÉXICO (1970 – 2010)

Jorge Isauro Rionda Ramírez (CV)

CONCLUSIONES, RECOMENDACIONES Y NUEVAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN.

El desarrollo regional en México no muestra convergencia, sino que al parecer cambia la configuración del desarrollo regional creando nuevas divergencias, incluso profundizando algunas. Persisten las inconsistencias, la desarticulación regional, la desigualdad territorial en el desarrollo, la desigualdad y las asimetrías.

El esquema de economía abierta causa mayores beneficios a las regiones con mayor densidad demográfica, es decir, a aquellas con mayor grado de desarrollo urbano industrial.

Tampoco se puede afirmar que la apertura de la economía mexicana es causante del rezago económico en el desarrollo, o que existan regiones perjudicadas por la misma. En general, hay muestra en el incremento de la productividad per cápita en todo el país, solo que en algunas regiones se muestra de forma más significativa que con respeto a otras. Incluso, de existir zonas con abierto rezago, no hay bases para suponer que es efecto del esquema exogenista. Las divergencias observadas se explican por la forma desigual en que los beneficios de la apertura se dan en las regiones del país.

La evidencia empírica indica que el cambio de esquema del endogenismo al exogenismo no ha dado resultados prometedores puesto que mientras de 1970 a 1985 el producto por persona en el país se incrementa en 68%, en los 15 años posteriores a 1988 se retrae a una posición ligeramente menor a la de 1985 (con un 7% por debajo). Por tanto, el nuevo esquema no aporta evidencia de ser un elemento que incentive el crecimiento económico.

Resulta que las entidades que muestran economías más diversas y menos especializadas, dependientes tanto del sector moderno como tradicional, así como de mercados nacionales como internacionales, cuyas proporciones alícuotas son proporciones de dimensiones armoniosas, son precisamente las que muestran tener tasas consistentes y persistentes de crecimiento de su producción por habitante a largo plazo.

Contrario, aquellas entidades federativas sobre especializadas como dependientes de uno o algunos sectores o ramas de actividad, son las que muestras mayor volatilidad, vulnerabilidad y volubilidad en sus tasas de crecimiento en materia de producción per cápita.

Por ello se deriva que ante el proceso de integración y transición al esquema de desarrollo exogenista, las entidades federativas deben tratar de diversificar sus mercados y sus actividades económicas.

En materia de crecimiento de la producción por habitante, las entidades ordenadas con base a la región socio económica a la que pertenecen, según regionalización aceptada por el INEGI, las regiones del país muestran altas asimetrías lo que significa una alta desarticulación productiva interna.

Al parecer, el crecimiento de la producción per cápita de las entidades federativas del país, históricamente, muestran evidencia que se comportan muy independiente de las entidades vecinas o que integran la región a la que pertenecen, lo que a su vez pone de cierto que el desarrollo está muy desarticulado y la tendencia es a la divergencia regional.

El cambio de esquema de crecimiento económico iniciado en el primer lustro de los años 80 causa que las entidades muestren oscilación en sus tasas de crecimiento de producto per cápita, inestabilidad que a partir del último lustro de los 90 viene a formalizarse y configurar un nuevo mapa de desarrollo regional, el cual muestra mayor estabilidad en cuanto el parámetro de estudio. Por tanto aparecen 4 grandes regiones con patrones bien diferenciados y específicos: El norte y la península de Yucatán con niveles altos y muy altos de producción por habitante. El centro oriente y el centro sur con los niveles más bajos de producción per cápita. Finalmente el centro norte y occidente con entidades que presentan las tasas medias como bajas de crecimiento, donde destacan Nayarit y Zacatecas como dos lunares con abierto rezago y otras como Querétaro con las más altas tasas de producción por persona.

Como una micro región, totalmente desarticulado de las economías de sus estados vecinos, está el Distrito Federal con un nivel muy alto de producción por habitante, la cual mantiene de forma persistente.

El cambio de esquema económico de uno de alto proteccionismo a otro con apertura, observa que las entidades que presentan un alto nivel de producción per cápita, son precisamente aquellas que tienen los mayores nexos con los mercados nacionales como internacionales, como a su vez, tienen las actividades económicas más modernas. Se trata del Distrito Federal, que concentra el aparato productivo nacional más moderno como con mayor nivel de consolidación, así como las entidades con puertos y frontera (propiamente la norte), que tienen fuertes vínculos con los mercados foráneos.

Resulta que el cambio de esquema no ha sido armonioso y estable, todo lo contrario, la provincia mexicana presenta cambios abiertamente desarticulados y volubles. Algunas entidades crecen y ven mejorar su nivel de productividad, con algunos tropiezos sin embargo, otras más se mantienen difícilmente en sus posiciones iniciales, a su vez que existen las que abiertamente caen en cuanto su productividad por habitante. Se trata de las entidades con economías más tradicionales, con menor capitalización (y por ello menos consolidadas), cuyo aparato productivo es débil e incipiente.

El cambio de esquema económico, del endogenismo al exogenismo, por otra parte revierte el proceso convergente, restando dinamismo a las entidadescon menor nivel de PIB per cápita, y otorgando mayor dinamismo a las entidades con mayor nivel. Lo que indica que las entidades que tienen los sectores más modernos de la economía, a su vez son los directamente beneficiados del cambio de esquema, mientras que las entidades con economías más tradicionales pierden rápidamente dinamismo económico. Se agrandan las diferencias y las asimetrías regionales. La tendencia es en corto plazo a que esto se venga a acentuar.

Se tiene que más allá de las reformas constituciones en razón del federalismo, la descentralización y el desarrollo regional de la economía mexicana, correspondientes a los artículos 115 (reformado en 1985) y 27 (reformado en 1992), las reformas tocantes al interés de desarrollo local como regional realmente son modestas y consecuentes a las presiones del Banco Mundial en procurar la anexión de la economía del país al esquema de la globalización y la producción flexible.

Como parte de la política económica en razón del fomento de la economía regional mexica, en el periodo que va de 1980 a 1999, la reforma, como las acciones vistas tienen carácter accesorio a la reforma del Artículo 27. Destaca la atención del Banco Mundial en respaldar las acciones del cambio de régimen de la propiedad por los inminentes costos sociales y políticos del país.

De lo que se abren las siguientes líneas de investigación como directrices de política pública:

  1. El estudio la política económica (equidad) en materia de empleo y salarios, como de su impacto económico y social, que venga en relación al desarrollo regional de México en la fase de las transición de un esquema de producción rígido al otro de tipo flexible, bajo la condicional de la dependencia que es parte del desarrollo capitalista post moderno y periférico. De lo que se deben derivar las políticas públicas en materia de empleo, salarios y capacitación o formación del capital humano.
  1. El estudio la política económica (equidad) en materia financiera, como de su impacto económico y social, que venga en relación al desarrollo regional de México en la fase de las transición de un esquema de producción rígido al otro de tipo flexible, bajo la condicional de la dependencia que es parte del desarrollo capitalista post moderno y periférico. De lo que se deben derivar las políticas monetarias y fiscales. Las políticas públicas van en interés de la creación como el fortalecimiento de una Banca, como de la oferta de servicios financieros acordes al desarrollo regional.
  1. El estudio la política económica (equidad) en materia del endeudamiento exterior de la nación, como de su impacto económico y social, que venga en relación al desarrollo regional de México en la fase de las transición de un esquema de producción rígido al otro de tipo flexible, bajo la condicional de la dependencia que es parte del desarrollo capitalista post moderno y periférico. De lo que se deben derivar las políticas públicas relativas a la situación solvente de la deuda externa, controles cambiarios y acuerdos internacionales.
  1. El estudio la política económica (equidad) en materia redesarrollo sustentable, en sus dimensiones: social (procurando la mejora del bienestar), económica (en razón de la eficiencia en la producción y sus externalidades), política (procurando la paz y la seguridad social), cultural (donde prevalezca el respeto y la no discriminación), y ecológica (donde prevalezca la racionalidad en la explotación de los recursos renovables como no renovables), y  que venga en relación al desarrollo regional de México en la fase de las transición de un esquema de producción rígido al otro de tipo flexible, bajo la condicional de la dependencia que es parte del desarrollo capitalista post moderno y periférico. De lo que se deben derivar las políticas públicas en materia de Alimentación, educación, recreación, cultura, saludo y seguridad social, vivienda y servicios, como del mejoramiento, restauración y preservación del medio ambiente.

Finalmente, el estudio de la política económica (equidad) en materia de acciones multisectoriales, en sus dimensiones: social (procurando la mejora del bienestar), económica (en razón de la eficiencia en la producción y sus externalidades), política (procurando la paz y la seguridad social), cultural (donde prevalezca el respeto y la no discriminación), y ecológica (donde prevalezca la racionalidad en la explotación de los recursos renovables como no renovables), y  que venga en relación al desarrollo regional de México en la fase de las transición de un esquema de producción rígido al otro de tipo flexible, bajo la condicional de la dependencia que es parte del desarrollo capitalista post moderno y periférico. De lo que se deben derivar las políticas públicas multisectoriales.