EL SECTOR COOPERATIVO EN EL MERCOSUR DURANTE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI

EL SECTOR COOPERATIVO EN EL MERCOSUR DURANTE LA PRIMERA DÉCADA DEL SIGLO XXI

Sandra Colombo (CV)
Paula Oxoby


1.1. Breve reseña histórica del cooperativismo en los países del MERCOSUR

1.1.a  Argentina

El cooperativismo en Argentina atravesó por sucesivas etapas. La primera (1871-1925) atestigua el inicio espontáneo del cooperativismo moderno, cuyas primeras iniciativas estuvieron exclusivamente relacionadas con los inmigrantes europeos. En 1871 se creó en Buenos Aires la primera cooperativa de consumo formada por inmigrantes de varias nacionalidades. A esta le siguió en 1887 la primera cooperativa de servicios públicos, y en 1898 la primera cooperativa rural de seguros. Posteriormente, el movimiento desarrolló sus propios instrumentos de integración,  como lo demuestra la creación en 1913 de la primera cooperativa agraria de segundo grado (Coque Martínez, 2002:161).
El periodo 1926-1972 da  cuenta de la institucionalización y desarrollo del sector cooperativo con la promulgación en 1926 de la primera ley de cooperativas que, inspirada en los principios de los pioneros de Rochdale, “destacó con exactitud y precisión, la peculiaridad de las sociedades cooperativas y fijó las condiciones para su existencia legal” (Montes y Ressel, 2003). A diferencia de otros países, durante este periodo el cooperativismo argentino no cuenta con ayuda exterior ni gubernamental de relevancia, desarrollándose en base a sus propias fuerzas, como sucedía en Europa y Estados Unidos (Coque Martínez, 2002:161).
A mediados del siglo XX aparecen las sociedades de tercer grado. En 1956 se funda la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada, más conocida por sus siglas CONINAGRO que reúne a empresas cooperativas agrarias, y en 1962 se crea la Confederación Cooperativa de la República Argentina Limitada (COOPERAR), integrada por federaciones de cooperativas de distintos sectores de actividad de todo el país: electricidad urbana y rural, telecomunicaciones, trabajo, agua potable, vivienda, consumo, farmacia, salud, seguros, servicios financieros, radiodifusión, gas, turismo y otros.
En el año 1973 se promulga la segunda Ley de Cooperativas la cual alienta la modernización del sector y permite “un marco institucional sujeto a las necesidades de la época” (Montes y Ressel, 2003). Sin embargo, el periodo dictatorial que se inaugura en 1976 y concluye en 1983 se caracteriza por una actitud hostil hacia el movimiento cooperativo, que por primera vez experimenta una reversión en su crecimiento. Finalmente, desde 1984 en el contexto del retorno a la democracia, las cooperativas “florecieron” nuevamente y comenzaron a expandirse (Montes y Ressel, 2003).
La década del 90 presentó una situación compleja para el sector cooperativo, debido a que “las privatizaciones generaron un ingreso de capitales desmedido y de empresas interesadas únicamente en el lucro, dejando un campo pequeño para las cooperativas” que quedaron relegadas a los sectores carentes de “eficiencia económica” (Montes  y Ressel, 2003:14).  Por otro lado, el aumento constante del desempleo en el país, permitió que las cooperativas de trabajo se expandieran en las diferentes provincias, “representando aproximadamente el 35% del total de cooperativas a mediados de la década del 90” (Montes y Ressel, 2003:15).