5. La función de la prensa corporativa

Para Edgardo Carniglia, la prensa argentina es “tradicionalmente urbana y esa característica ha incidido en la forma en que lo rural es mediatizado” (2004; 288), aunque tal característica no supone que los medios se desentiendan de lo que acontece en el mundo rural, sino que condiciona su tratamiento. Carniglia explica que “la participación de los medios, y en particular los periódicos agrarios, en el espacio simbólico supone la (re)producción de representaciones” que a su vez “involucran un aspecto más cualitativo del contenido de la comunicación y se definen como condensaciones y cristalizaciones de significaciones realizadas en y a través de sistemas simbólicos, en especial el lenguaje hablado y escrito, que son constitutivos de la vida psíquica, social y cultural y entrañan el riesgo de acotar las interpretaciones de los objetos simbólicos y/o no simbólicos a los cuales remiten” (2004; 289). Por otra parte, Carniglia señala una aparente paradoja en la que si la prensa rural circula también entre algunas categorías sociales del espacio agrario, puede estimarse que la cuidad, como espacio originario de la prensa, está en el campo, pero también que la prensa rural posibilita al campo proyectarse en la cuidad (2004; 301). Es en ese orden en que resulta interesante estudiar en que medida la prensa agropecuaria corporativa se reproduce e influye en la prensa diaria de circulación nacional.
Diarios y revistas poseen una estructura y un objetivo diferente tanto en su constitución como en la circulación. En términos de Alejandro Eujanián, comparada con la lectura del periódico, la revista permite una lectura distendida, que se puede llevar a cabo a lo largo de la semana al no ser poseedora del sentido efímero que caracteriza a los diarios (1999; 31). En este sentido, es necesario realizar una distinción respecto de los diarios y las revistas de carácter corporativo, ya que la distribución se realiza principalmente entre sus asociados
                       

5.1. Análisis estructural de Anales: Una noticia acerca del “problema” de la propiedad de la tierra en la Argentina

                       
Anales es una publicación de carácter corporativa, y de aparición mensual, bimestral y hasta trimestral (en función de la cantidad de información que se desea brindar) y la edita la Sociedad Rural Argentina. La revista es uno de sus principales órganos de difusión, en dónde pueden encontrarse, entre otras cuestiones, informes de interés para el sector agrario, encuestas, o los detalles sobre las exposiciones anuales de la SRA. Fue fundada el 30 de septiembre de 1866 por Eduardo Olivera, primer agrónomo del país, y contó con Sarmiento y Gutiérrez entre sus colaboradores más importantes. Durante el año estudiado, Anales estuvo dirigida por el Dr. Guillermo E. Alchouron, abogado y productor agropecuario, y la presidencia de la SRA estuvo a cargo de Celedonio V. Pereda.
La SRA fue fundada el 10 de julio de 1866 por un grupo de propietarios rurales, con el propósito de representar a los grandes terratenientes del país. Mirta L. de Palomino, en un vasto estudio sobre la entidad, la define como la “expresión institucional de la clase alta tradicional del país, como un órgano de poder político con vastos recursos y, finalmente, como una expresión gremial de los intereses de los grandes propietarios de tierras” (Palomino, 1988; 15). La propiedad de la tierra en particular ocupa un lugar de mucha importancia  para la SRA, ya que es fundamental y no admite negociación. El latifundio es defendido bajo la argumentación de que no es lo más importante la dimensión de la tierra bajo un mismo propietario, sino la eficiencia de la producción que en dicha extensión se realice, y considerando como grave la existencia de tan sólo una hectárea improductiva (Palomino, 1988; 92).
Durante1973, la revista Anales posee tapa y contratapa dura a color, espacio que, a excepción de la portada, es utilizado para publicidad. El interior es también a color, y consta aproximadamente de 70 páginas, que llegan a duplicarse en la edición de septiembre / octubre, luego de la exposición anual de la SRA, en la que se publican los resultados de dicha exposición. Si bien los números de divulgación se cuentan de uno en uno, durante el período estudiado la revista fue publicada con una regularidad principalmente bimestral, con la excepción de mayo y agosto. De este modo la edición enero/febrero corresponde al número 1º y 2º, marzo/abril al 3º y 4º, mayo al 5º, junio/julio a 6º y 7º, agosto al 8º, septiembre octubre al 9º y 10º, y noviembre y diciembre al 11º y 12º. La publicidad ocupa un espacio importante de la revista y los auspiciantes son de diversos rubros, siempre relacionados con las tareas rurales (créditos bancarios, venta de maquinarias, insumos y materiales, y compañías dedicadas al remate de  haciendas, etc.). Este espacio además es ocupado por la propia publicidad institucional, desde la ficha para la inscripción de socios, hasta la publicidad de la biblioteca y de los servicios que presta la SRA. También puede advertirse la existencia de publicidad dirigida al “dueño del campo”, es decir al empresario capitalista propietario que tiene la posibilidad y la decisión respecto de cambios estructurales, que tienen que ver más con el confort que con la producción. Un ejemplo de ello son las publicidades de piletas Landini, que se anuncian con el slogan “Lleve la playa a su estancia” .
Anales se distribuye a todos los socios de la SRA. El cálculo aproximado que realiza la SRA en cuanto a la cantidad de ejemplares y la circulación es de 10.000 entre los socios, más otros 2.000 entre Sociedades Rurales, entidades de criadores y organismos públicos y privados vinculados con el sector. Además, se contempla que por cada ejemplar de Anales que recibe en su casa un asociado, hay varios lectores.

5.2. Decir sin nombrar: ¿Qué es la reforma agraria para la SRA?

El criterio de constitución del corpus de análisis que ha resultado productivo en los casos de La Nación y La Opinión (identificación de todas las noticias en las que aparece la expresión reforma agraria), no ha conducido a resultados en Anales. Es por ello que se acudió en este caso particular a la red intertextual de noticias publicadas en los otros medios estudiados, en relación a la temática abordada, para adjudicar así las alusiones encontradas a la problemática de la reforma. En Anales no aparece ninguna mención directa de la reforma agraria -en los términos rastreados- durante todo el año estudiado, pero sí es explícito que la preocupación por las medidas impositivas y por una posible reforma existe. En el transcurso de 1973 se encontraron un total de ocho casos en los cuales tales preocupaciones aparecen latentes y se ponen de manifiesto de uno u otro modo. Estos ocho casos pueden ser organizados en relación al género de noticias: de acuerdo a dicho orden, dentro del género informativo se ubica una nota informativa que contiene un solo registro; dentro del género de opinión, cuatro registros pertenecen al editorial y tres al análisis/comentario. Los registros mencionados aparecen en todos los casos en el cuerpo principal de las noticias. En el siguiente cuadro se detallan tales registros, y los enunciados en relación a los temas en debate:
En el cuadro se puede observar que las referencias parten de afirmaciones negativas respecto de la política agropecuaria en estudio durante 1973. Un ejemplo se encuentra en el editorial del número correspondiente a junio/julio, momento en que permanece en estudio el IRNP:

Severísimos proyectos en materia de leyes impositivas para el agro que llegan a afectar en grado sumo el derecho de propiedad y la garantía constitucional de equidad están al borde de la sanción legislativa.

Por otra parte, se advierte que la voz que se incorpora en el discurso elaborado por los Anales siempre proviene de la entidad de la que emana, ya que solo incluyen voces directamente relacionadas con la SRA y principalmente la del director de la SRA.  Desde ese lugar es que se realizan por ejemplo advertencias a las autoridades sobre las “malas experiencias” locales:

Las experiencias de las políticas que asfixiaron periódicamente al sector rural son ampliamente conocidas y sus resultados también. Es misión ineludible de aquellas instituciones poner claramente de manifiesto a las nuevas autoridades las perniciosas consecuencias de esas políticas para evitar equivocadas repeticiones.

y a las “desgraciadas experiencias” de otros países:

Quienes tienen a su cargo la conducción del país han de proceder con prudencia, sin dejarse llevar por programas extraños a la realidad, que acaban por postrar el proceso económico, como lo prueban las desgraciadas experiencias que hemos vivido algunas recientemente y los ejemplos de algunos países que adoptaron regímenes socialistas para explotar la tierra.

De este modo, cualquier referencia que indique modificaciones en la estructura de la tenencia de la tierra es elaborada discursivamente en los Anales mediante valoraciones negativas. Así, todas las referencias registradas que indican políticas modificatorias de la estructura en la tenencia de la tierra son construidas negativamente. Las construcciones referentes a las políticas agrarias, ya sean en estudio o aplicadas, son negativas, tal como se observa en los adjetivos a los que se recurre para calificarlos:

• Asfixiantes
• Severísimas
• Perturbadoras del derecho de propiedad
• Desalentadoras
• Excesivas
• Amenazantes

Luego, las construcciones elaboradas en relación al rol de las autoridades también se realizan de forma negativa, y hablan desde el deber, considerando que indican el modo en que ellas deberían actuar en función de proteger el derecho y las obligaciones de propiedad y no lo hacen:

• Deber de las autoridades de no repetir errores propios
• Deber de las autoridades de observar fracasos ajenos
• Obligación de las autoridades de defender la propiedad privada (argumento basado en los principios constitucionales)

Por último, las construcciones elaboradas en relación a los propios actores de la SRA como defensores de la propiedad y portadores de la verdad, son valoradas positivamente:

• Defensa de la propiedad privada
• La tierra pampeana está naturalmente bien distribuida
• El productor actúa a favor de la economía nacional

Los esquemas argumentativos que Anales construye responden principalmente a los topoi de Desventaja/Inutilidad, Peligro y Amanaza e Historia (ver cuadro N° 1). Así, los esquemas pueden ser presentados del siguiente modo:

• Desventaja/Inutilidad: Si se puede preveer que las políticas planificadas para el agro no surtirán el efecto deseado, entonces tales medidas no deben ser aplicadas.

Ej: Sería realmente deseable, entonces, que los funcionarios responsables, atemperaran razonablemente la presión tributaria en ciernes enviando al Congreso un mensaje rectificatorio, medida ésta muy común en otras naciones adelantadas y que bajo ningún punto de vista implica desmedro ni vergüenza para los autores del proyecto original.
Se evitaría así una innecesaria fricción entre dos poderes o la sanción de un paquete de medidas que luego deberán ser inevitablemente derogadas, al reconocer en la práctica su falta de idoneidad para la consecución  del fin buscado.
Si así ocurriera, el camino para la Argentina Potencia de la que se empieza a hablar tan asiduamente, quedaría visiblemente más allanado.

• Peligro y Amenaza: Si las medidas planificadas pueden resultar negativas, no deben implementarse.

Ej: Hoy, que los enemigos de siempre han resurgido con mayor virulencia hemos de estar más alerta y más unidos para combatirlos. Atacan la propiedad porque saben que es factor vital de progreso conforme a la filosofía que inspira nuestra Constitución y asegura el porvenir; atentan contra la empresa privada porque saben que al destruirla cercenarán incentivos y libertades para poder poner sus doctrinas.

Ej: Sólo pretende que se ponga especial cuidado de no tomar medidas ni dictar leyes que, por inconsultas, pueden gravitar negativamente en los resultados finales de la economía nacional, porque ello sería un error imperdonable.

•  Historia: Dado que las experiencias de las políticas implementadas han demostrado ser ineficientes, las políticas en estudio no deben ser implementadas, para no repetir errores.

Ej: Las experiencias de las políticas que asfixiaron periódicamente al sector rural son ampliamente conocidas y sus resultados también. Es misión ineludible de aquellas instituciones poner claramente de manifiesto a las nuevas autoridades las perniciosas consecuencias de esas políticas para evitar equivocadas repeticiones.

Como ya se ha mencionado, durante 1973 en Anales no se registra la aparición de la expresión reforma agraria, aunque si es posible detectar referencias indirectas a las políticas agrarias que resultarían en la modificación del modo de tenencia de la tierra. De este modo, los esquemas argumentativos son construídos en función de destacar los aspectos negativos que implica la posibilidad de una reforma agraria, haciendo hincapié principalmente en el peligro y las desventajas que tales políticas significarían. Se concluye que los principales topoi utilizados por Anales son los mismos que utiliza el diario La Nación.
Desde su inicio, la SRA adoptó una postura a favor de la propiedad de la tierra y la libertad en cuanto a su tenencia. Esta posición histórica se sostuvo durante la década de 1970 y se mantiene hasta la actualidad, y está fundamentada en los principios constitucionales que rigen desde 1853 y definen en el  artículo 17 el derecho de propiedad. De este modo, en tanto la Constitución Nacional Argentina no cambie sus fundamentos, la SRA mantiene su postura frente a la propiedad. En este sentido, Marcelo Fielder, actual Secretario de Acción Política de la SRA, argumenta que, más que ser una cuestión ideológica, es una cuestión económica; estar en contra de una reforma agraria es defender legítimamente los intereses que la constitución consagra.
Las valoraciones negativas y positivas de las afirmaciones resultan intensificadas en todos los casos:

En el cuadro se observa que la intensificación de los argumentos se utiliza tanto en las etiquetas con valoración positiva como en las que posen valoración negativa. En cuanto a las políticas agrarias, son calificadas con adjetivos, los cuales destacan e intensifican la negatividad de las políticas. Luego, el rol que ocupan las autoridades es también valorado negativamente, e intensificado en términos de advertencias en cuanto a lo inapropiado que podría ser no modificar la  política asumida frente a la propiedad de la tierra. Por último, la SRA como actor social construye su accionar mediante valoraciones positivas, las cuales son también intensificadas

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