Capítulo I. Marco teórico y antecedentes.

I.1 El Manejo Integrado de Zonas Costeras (MIZC). Elementos conceptuales

I.1.1 Zonas Costeras.

Las zonas costeras son zonas con límites muy variables, en las que confluyen las aguas de los mares con la tierra y en donde existe una interrelación entre los factores marinos, terrestres, atmosférico y la acción del hombre. Estas son zonas de alta actividad económica, por lo que la mayoría de los países con costas realizan sus comercios con otros países, mediante el establecimiento de puertos, marinas, etc.

Las zonas costeras se caracterizan por su dinamismo, fragilidad y una fuerte presión antrópica, siendo esta última una situación que se torna grave en muchas costas del mundo. En estas zonas los lugares donde se combinan el agua dulce con el agua salada se crean los estuarios costeros, uno de los hábitats más ricos y productivos de la tierra; entre la diversidad de ecosistemas que albergan se encuentran los manglares, los arrecifes coralinos, los pastizales y los complejos de vegetación costera (Cicin Sain, 1998).

I.1.2 Manejo Integrado de Zonas Costeras (MIZC). Definiciones, Metas y Objetivos.

A partir de que en 1992 se trata el tema del Manejo Integrado de Zonas Costeras (MIZC) en las Naciones Unidas, muchos estudiosos de esta temática exponen sus definiciones y criterios, acerca del manejo integrado en zonas o áreas costeras, algunas de ellas se definen a continuación (PNUMA, 1996).

El Manejo Integrado de Zonas Costeras es un proceso organizativo, que unifica al gobierno y la comunidad, a la ciencia y al manejo, y a los distintos intereses de las entidades económicas y de la comunidad en el desarrollo económico, la conservación de los recursos naturales, así como en la preservación e implementación de un plan integral para el desarrollo y protección de los recursos y ecosistemas costeros. (PNUMA, 1996).

El Manejo Integrado de Zonas Costeras es un proceso dinámico y continuo mediante el cual las decisiones son tomadas para el uso sostenible, desarrollo y protección de las áreas y recursos costeros y marinos, con vistas a alcanzar metas establecidas en cooperación con grupos de usuarios y autoridades nacionales, regionales y locales. Lo que se maneja está relacionado con áreas, recursos y actividades que se desarrollan en la zona costera y el uso (Cicin Sain, 1998; Clark, 1996).

Cicin-Saín (1998) abordó un número de metas del MIZC, algunas de las cuales sirvieron como patrón para este trabajo, tal es el caso de la de mantener procesos ecológicos, los sistemas que sostienen la vida y la diversidad biológica en las áreas marinas y costeras y el análisis de las implicaciones del desarrollo, usos en conflicto, interrelaciones entre los procesos físicos y actividades humanas.

Así mismo PNUMA (1996) define como principal objetivo del MIC al desarrollo armónico y sostenible de la zona costera mediante el mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades humanas que dependen de los recursos costeros; la protección de la productividad y diversidad biológica de los ecosistemas costeros y la reducción de la vulnerabilidad de las áreas costeras a los riesgos naturales y mantenimiento de los procesos ecológicos esenciales para la existencia de la vida y de la diversidad biológica.

I.1.3 Dimensiones integradoras del MIZC.

Los aspectos dimensionales del MIZC están en función de los tipos de integración requerida, lo que determina el patrón de divulgación, la participación periférica y la naturaleza de la asociación, participación y negociación con el resto de los usuarios de los recursos costeros y las instituciones. PNUMA (1996) y otros autores coinciden en que existen diferentes tipos de integración, cada uno con sus propios límites dimensionales.

La Convención sobre los Humedales de Noviembre del 2002 (PNUMA, 1996), en su resolución VIII. 4 del MIZC, octavo principio, artículo 17 enuncia que hay varias dimensiones de integración que es necesario tomar en consideración en el proceso de MIZC. Estas comprenden:
Vertical: integración de instituciones y niveles administrativos dentro del mismo sector.
Horizontal: integración de varios sectores del mismo nivel administrativo.
Sistémica: necesidad de asegurar que se tomen en consideración todas las interacciones y cuestiones.
Funcional: las intervenciones de los organismos administrativos deben armonizarse con los objetivos y las estrategias de manejo de las zonas costeras.
Espacial: integración de los componentes terrestre y marino de las zonas costeras.
Política: las políticas, estrategias y los planes de manejo de las zonas costeras que es preciso incorporar en políticas, estrategias y planes de desarrollo (inclusive nacionales) más amplias.
Ciencia-manejo: integración de distintas disciplinas científicas.
Planificación: los planes de distinto alcance espacial no debieran incluir objetivos, estrategias o propuestas de planificación antagónicos.
Temporal: coordinación de los planes y programas a corto, mediano y largo plazo.

Debido a la gran confluencia de actores y problemas que tienen lugar en la zona de manejo objeto de estudio y a la necesidad de integración que se hace necesario para la solución o minimización de los conflictos que se generan en esta zona, resulta necesario la integración de la mayoría de las dimensiones antes expuestas, y en el caso del objetivo central que se persigue con este trabajo, se toma como base la dimensión ciencia-manejo, la misma se resume a continuación.

Importancia de la dimensión ciencia- manejo para el manejo de los recursos costeros.

Es evidente que para lograr la recuperación o restauración de los ecosistemas costeros y en particular los humedales de manglares por su alto dinamismo y fragilidad, resulta inminente la vinculación de la ciencia con el manejo, y dentro de la ciencia la realización de análisis de factibilidad de las acciones de recuperación, por ejemplo: en manglares degradados el empleo de estudios de resiliencia ha dado buenos resultados en la determinación de aquellos sectores, en los que realmente es factible llevar a cabo proyectos de restauración ecológica; tomando dicho estudio como base, el mayor reto es su implementación exitosa en la práctica. Un ejemplo de esto es el trabajo que en estos momentos la empresa de flora y fauna de Santiago de Cuba está comenzando a implementar, a partir del estudio de resiliencia relativa del presente trabajo como una vía para lograr una mayor efectividad en el manejo de los ecosistemas de manglar de sus áreas.
 
El Capítulo 17 de la Agenda 21 de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (UNCED) exige nuevos planteamientos para el manejo integrado y el desarrollo sostenible de las áreas marinas y costeras, incluidas las zonas de exclusividad económica. También exige a los países que cooperen en el desarrollo de los sistemas necesarios para observar, investigar y manejar la información de las costas en forma sistemática. La UNCED reconoció que el uso sostenible, o manejo integrado, requiere una base de información obtenida por medio de métodos científicamente válidos (PNUMA, 1996).

La Agenda 21 también señala que en muchos países, deben establecerse o reforzarse las instituciones responsables de los aspectos ambientales costeros y marinos, incluidos los de investigación, monitoreo y manejo. Deben mejorarse los conocimientos científicos en todos los niveles de las agencias del gobierno involucradas en el manejo de los recursos (PNUMA, 1996).

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