EL ALBA, SU ROL HISTÓRICO EN EL DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL DE AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE

Pablo Brooks Lorains
brooks@fcsh.upr.edu.cu

IV-Capítulo III- Resultados y perspectivas del ALBA en lo Social

3.1 El ALBA como nuevo proyecto integracionista potencia el desarrollo social en el escenario latinoamericano y caribeño.

“Jamás hubo en América de la independencia a acá, asunto que requiera más sensatez, ni obligue a más vigilancia, ni pida examen más claro y minucioso, que el convite que los Estados unidos potentes, repletos de productos invendibles, y determinados a extender sus dominios en América, hacen a las naciones americanas de menos poder...”.

José Martí

Es necesario reflexionar que a los efectos de este capítulo, entendiendo como desarrollo social lo planteado por nosotros en el marco teórico de nuestro trabajo, que se corresponde con la definición aportada por FLACSO.

Si embargo el debate acerca del Desarrollo Social ha adquirido en los últimos años una relevancia extraordinaria, por primera vez en la historia se celebro la Cumbre sobre este particular entre el 6 y el 12 de marzo de 1995, convocada por Naciones Unidas en Copenhague, y en la cual se reunieron 117 jefes de Estado y representantes de 185 gobiernos para examinar el tema y adoptar un programa de acción. La UNESCO, agencia protagonista en el debate, propuso  considerar en el debate sobre desarrollo social una agenda con nueve objetivos:

Se trata en esencia, de un intento de unir los principales problemas que azotan a la humanidad un único concepto (pobreza, desocupación, marginación social). Tal propuesta intenta unificar los tres conceptos principales por los que se había movido hasta el momento la corriente principal, Desarrollo Humano, Desarrollo Social y Desarrollo Sostenible., en uno solo, Desarrollo Humano y Social Sostenible. El programa de acción, puso énfasis marcado en la creación de capacidades en la población obre, mas que en programas de alivio, líneas de pobreza, etc.

La propuesta sin embargo es débil al no mencionar con claridad, quien o quienes son los responsables de orientar estas estrategias, no hubo un pronunciamiento claro sobre la necesidad de superar las políticas neoliberales y las concepciones sobre el desarrollo social de ellas emanadas. Los objetivos de desarrollo del milenio, aunque modestos, constituyen un paso de bañarse en la maduración de un consenso mundial sobre esta temática.

El Banco Mundial ha prestado gran atención a esta temática en los informes mundiales 2001/2002 Acabando con la Pobreza y 2004, titulado, Servicios para los Pobres, lamentablemente, sus análisis ponen excesivo énfasis en los problemas de ingreso, remitidos sobre todo como procesos individuales, dejando fuera el  análisis del sistema de relaciones sociales, la pobreza continúa siendo interpretada como un fenómeno que depende más de las trayectorias individuales que de las dinámicas de reproducción del capital,  Según Eduardo Galeano, el código de la globalización, condena el  fracaso y no la injusticia.

El desarrollo Social, se convierte en una quimera sin políticas que lo promuevan de forma explícita, entendidas como conjunto de objetivos y medidas dirigidos a mejorar la calidad de vida o el bienestar de la población, esta política además evalúa los resultados sociales y estudia las instituciones que se ocupan del mismo. Estas políticas pueden desarrollarse por diferentes tipos de actores, o por la combinación de varios, en los últimos años se ha incrementado el rol de las llamadas ONGS en el financiamiento y organización de las políticas sociales.

Afortunadamente, el ALBA ha dejado de ser un acrónimo conocido por muy pocos especialistas y ha pasado a ser un término cada vez más común, al menos, en América Latina en donde está teniendo lugar un debate cada vez más interesante acerca de lo que se denomina la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA) propugnada por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez.

Se trata de un debate necesario, cada vez más profundo, técnico y conceptualmente, y que busca, no con ciertas dosis de ambición, la renovación de las corrientes de pensamiento latinoamericanistas e integracionistas .La propuesta surge de de la reunión entre el presidente Hugo Chávez y Fidel Castro en la isla de Margarita en uno de  sus primeros encuentros posterior a toma del poder por parte del presidente venezolano. Su propuesta se basa para estos países en una perspectiva antiimperialista, de enfrentamiento, no sólo al proyecto de integración que ha predominado en la región históricamente, sino también al ALCA. Por el momento se trata esencialmente de de una propuesta de integración diferente, más que de una propuesta de bloque, se trata de la voluntad política de hacer avanzar una idea que se manifiesta en la práctica en un grupo de  proyectos que plantean una concepción diferente de las relaciones entre países, su fundamento está en la voluntad de Venezuela de compartir bajo condiciones mutuamente ventajosas su potencial energético  y los recursos financieros derivados de él con los países de la región fundamentalmente.

La Alternativa Bolivariana para América Latina y El Caribe (ALBA) es una propuesta de integración diferente. Mientras el ALCA responde a los intereses del capital trasnacional y persigue la liberalización absoluta del comercio de bienes y servicios e inversiones, el
ALBA pone el énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social y, por lo tanto, expresa los intereses de los pueblos latino americanos .El ALBA se fundamenta en la creación de mecanismos para crear ventajas cooperativas entre las naciones que permitan compensar las asimetrías existentes entre los países del hemisferio basada en la cooperación de fondos compensatorios para corregir las disparidades que colocan en desventaja a los países débiles frente a las primeras potencias.

El ALBA es una propuesta para construir consensos, para repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos. La propuesta del ALBA se suma al despertar de la conciencia que se expresa en la emergencia de un nuevo liderazgo político, económico, social y militar en América Latina y el Caribe. El ALBA, como propuesta bolivariana y venezolana, se suma a la lucha de los movimientos populares, de las organizaciones sociales y campañas nacionales que se multiplican y articulan a lo largo y ancho de todo el continente contra el ALCA. Es, en definitiva, una manifestación de la decisión histórica de las fuerzas progresistas de Venezuela para demostrar que Otra América es Posible.

El comercio y la inversión no deben ser fines en si mismo como proclaman los neoliberales, sino instrumentos para alcanzar un desarrollo justo y sustentable, pues la verdadera integración latinoamericana y caribeña no puede ser hija ciega del mercado, ni tampoco una simple estrategia para ampliar los mercados externos o estimular el comercio para lograrlo, se requiere una efectiva participación del Estado como regulador y coordinador de la actividad económica y de una potenciación de lo social, para lo cual es necesario:

1.  Trato especial y diferenciado que tenga en cuenta el nivel de desarrollo de los diversos países, dimensiones de su economía y que garantice el acceso de todas las naciones que participan en los beneficios que se deriven del proceso de integración.
2.  La complementariedad económica y la cooperación entre los países participantes y no a la competencia entre países y producciones, de tal modo que sea compatible con el desarrollo económico equilibrado en cada país con la estrategia de luchar contra la pobreza y con la preservación de la actividad cultural de los pueblos.
3.  Cooperación y solidaridad que se expresen en  planes especiales para los países menos desarrollados en la región, que incluya un plan continental contra el analfabetismo, utilizando nuevas y modernas tecnologías que fueron probadas en Venezuela con un plan latinoamericano de tratamiento gratuito de salud hacia ciudadanos que carecen de tales servicios y un plan de beca de carácter regional en las áreas de mayor interés  para el desarrollo económico- social.
4.  Creación de fondo de emergencia social, propuesto por el presidente Hugo
Chávez en la Cumbre de los países sudamericano celebrada recientemente en
Ayacucho.
5.  Desarrollo integrador de las comunicaciones y el transporte entre los países
latinoamericanos  y caribeños que incluyen  planes conjuntos de carreteras,
ferrocarriles, líneas marítimas y aéreas, telecomunicaciones y otras.
6.  Acciones para propiciar la sostenibilidad del desarrollo mediante normas que
protejan el medio ambiente y estimulen un uso racional de los recursos que
impidan la proliferación de patrones de consumo derrochador y ajeno a las
realidades de nuestros pueblos.
7.  Integración energética entre los países de la región que asegure el suministro de estable productos energéticos, en beneficios de las sociedades latinoamericanos y caribeñas, como promueve la República Bolivariana de Venezuela con la creación de  Petro- América.
8.  Fomento de las inversiones de capital latinoamericanos en la propia América
Latina y el Caribe, con el objetivo de reducir la dependencia de los  países de la región de los inversionistas foráneos  para ello se crearían entre otros un fondo latinoamericano de inversiones, un banco de desarrollo del Sur, y la sociedad de garantías recíprocas latinoamericanas.
9. Defensa de la cultura de Latinoamérica y el Caribe y de la identidad de los pueblos y de las regiones, con particular respeto y fomento de las culturas autóctonas indígenas, creación de la televisión  del sur (Tele sur) como instrumentos alternativo al  servicio de la difusión de nuestras realidades.
10.Medidas para que las normas de propiedad intelectual al tiempo que proteja al patrimonio de los países latinoamericanos y caribeños frente a la voracidad de las empresas transnacionales, no se conviertan en un freno de la necesaria cooperación
en todos los terrenos entre nuestros países.
11. Concentración de posiciones en la esfera multilateral y en los procesos, la
negociación de todo tipo con países y bloques de nuestras regiones, incluida la
lucha de democratización y la transparencia en los organismos internacionales.
El Particularmente en las Naciones Unidas y sus programas.

El ALBA es una propuesta para construir consensos, para repensar los acuerdos de integración en función de alcanzar un desarrollo endógeno nacional y regional que erradique la pobreza, corrija las desigualdades sociales y asegure una creciente calidad de vida para los pueblos. Se suma al despertar de la conciencia que se expresa en la emergencia de un nuevo liderazgo político, económico, social y militar en América Latina y el Caribe. Hoy más que nunca, hay que relanzar la unidad latinoamericana y caribeña. Es, en definitiva, una manifestación de la decisión histórica de las fuerzas progresistas de Venezuela para demostrar que Otra América es Posible.

¿Cómo queda el desarrollo endógeno en el ALBA?

La noción neoliberal de acceso a los mercados se limita a poner medidas para reducir el arancel y eliminar las trabas al comercio y a la inversión. El libre comercio entendido en estos términos sólo beneficia a los países de mayor grado de industrialización y desarrollo. De hecho, abundan los estudios científicos en los que se demuestra de manera irrefutable que la aplicación de las pautas actuales de la globalización y sus expresiones hemisféricas o regionales ha dado al traste con las aspiraciones de un verdadero desarrollo endógeno en cualquiera de los países del continente.

Los grandes acuerdos de integración deberían quedar por el contrario supeditados a los objetivos del desarrollo endógeno. La escasa diversificación de la oferta regional hoy existente sentencia desde ya que el ALCA no podrá ser la oportunidad para alcanzar un  tipo de desarrollo en que se armonice el crecimiento económico con una creciente calidad de vida y grado de bienestar para nuestros pueblos.

Podrán crecer las inversiones y las exportaciones, pero si estas se basan en la industria maquiladora y la explotación masiva de la fuerza de trabajo, sin lugar a dudas que no podrá generar el efecto multiplicador sobre los encadenamientos sectoriales, en los sectores agrícolas e industrial, ni mucho menos se podrán generar los empleos de calidad que se necesitan para derrotar la pobreza y la exclusión social.

En consecuencia, urge una propuesta alternativa basada en la solidaridad. Se trata de ayudar a los países más débiles a superar las desventajas que los separan de los países más poderosos del hemisferio. Y esto no sólo depende de los cambios en las condiciones de competencias imperantes, sino también de la solidaridad entre los pueblos y los gobiernos del continente a la hora de corregir estas asimetrías. Sólo así un área de libre comercio podrá ser una oportunidad para todos (una alianza ganar-ganar).

La agricultura en el ALBA: mucho más que un sector productor de mercancías., forma parte de una estrategia de desarrollo social para garantizar la alimentación y sobre todo la seguridad alimentaria , en un mundo donde como resultado de la crisis la FAO contabiliza cerca de 1000 millones de hambrientos.

La exigencia de reducción de las políticas proteccionistas y de los masivos subsidios que otorgan los principales países industrializados no puede convertirse en una exigencia generalizada de liberalización de comercio de productos agrícolas. Para muchos países de América Latina y el Caribe la actividad agrícola es fundamental para la supervivencia de la propia nación. Las condiciones de vida de millones de campesinos e indígenas se verían muy afectados si ocurre una inundación de bienes agrícolas importados, aún en los casos en los que no exista el subsidio.

Debemos aclarar que la producción agrícola es mucho más que la producción de una mercancía. En nuestro caso más bien es un modo de vida. Es el fundamento básico para la preservación de opciones culturales, es una forma de ocupación del territorio, define modalidades de relación con la naturaleza, tiene  que  ver  directamente  con  los  temas  críticos de la seguridad y la soberanía alimentaria. Por lo tanto, no puede ser tratado como cualquier otra actividad económica o cualquier producto.

El Articulo 305 de la Constitución dé la República Bolivariana de Venezuela indica: “El Estado promoverá la agricultura sustentable como base estratégica del desarrollo rural integral, y en consecuencia garantiza la seguridad alimentaria de la población; entendida como la disponibilidad suficiente y estable de alimentos en el ámbito nacional, el acceso oportuno y permanente a estos por parte de los consumidores.

La seguridad alimentaria deberá alcanzarse desarrollando y privilegiando la producción agropecuaria interna, entendiéndose como tal la proveniente de las actividades agrícola, pecuaria, pesquera y acuícola. LA producción de alimentos es de interés nacional y fundamental al desarrollo económico y social de la Nación. A tales fines el Estado dictará las medidas de orden financiero, comercial, transferencia tecnológica, tenencia de la tierra, infraestructura, capacitación de mano de obra y otras que fueran necesarias para alcanzar niveles estratégicos de autoabastecimiento.

Además, promoverá las acciones en el marco de la economía nacional e internacional para compensar las desventajas propias de la actividad agrícola”. Parte importante de la pobreza y la marginalidad de nuestros pueblos se concentra en la población que habita las zonas rurales que subsiste con base en la actividad agrícola o actividades alrededor de la agricultura.

Esa población es finalmente la más castigada con el desbalance de partida para la negociación de la agricultura y lo sería más si se excluyen de la negociación los aspectos que más la perjudican.

La seguridad alimentaria de la que gozan los países desarrollados del hemisferio, que hoy se nos niega a los países en desarrollo al querer limitar el margen de acción para nuestras políticas, es fruto de medio siglo de políticas de apoyo sistemático a la agricultura con la cual consiguen distorsionar los precios en los mercados mundiales. Si aún hoy cesaran tales apoyos, el campo de juego aún permanecería desnivelado: La infraestructura, el aparato productivo y tecnológico establecido y operado en buena parte gracias a los desembolsos de esas políticas todavía nos dejan en desventaja.

Por todas estas razones, la situación sobre las negociaciones sobre la agricultura para el ALCA constituye un objeto más de preocupación de gran trascendencia para Venezuela.
Para el inicio de las negociaciones en 1998, la declaración ministerial de San José estableció claramente entre los objetivos de las negociaciones para este sector importante de la producción el de “eliminar los subsidios a las exportaciones agrícolas que afectan el comercio en el hemisferio”, y el de “identificar otras prácticas que distorsionen el comercio de productos agrícolas, incluidas aquellas que tengan un efecto equivalente al de los subsidios a las exportaciones agrícolas y someterlas a una mayor disciplina”

Además se acordó por consenso en la misma oportunidad que “Las negociaciones se iniciarían simultáneamente en todas las áreas temáticas. El inicio, la conducción y el resultado de las negociaciones del ALCA se deberán tratar como partes de un compromiso único (single undertaking) que incluya los derechos y obligaciones mutuamente acordados.” Sin embargo desde el inicio de la negociación en los documentos para el proyecto tratado, los EE. UU manifestaron su reticencia a negociar en el marco del ALCA los subsidios a las exportaciones de productos agrícolas y las ayudas internas que distorsionan el comercio y la producción de productos agrícolas, con inclusión de las medidas con efectos equivalentes a los subsidios a las exportaciones.

Así se expresa la doble moral de las grandes potencias que exigen a los países en vías de desarrollo renunciar al uso de las políticas públicas para promover el desarrollo de sus aparatos productivos, mientras que por otro lado aplican ruinosos subsidios a favor de sus aparatos productivos. La insistencia en tal posición, a todas luces contraría los principios y objetivos pautados para emprender la conformación del ALCA, principios y objetivos que compartimos y nos alentaron a participar en la negociación.

Este tema fue motivo de un gran debate en la última Reunión Ministerial celebrada en Quito, en cuya declaración finalmente todos los países reconocieron “la importancia de la agricultura para las economías de la región, cuyo tratamiento integral y no discriminatorio en las negociaciones del ALCA contribuirá a generar empleo, a reducir la pobreza y favorecer la estabilidad social”, por lo cual reafirmaron “el compromiso hemisférico con la eliminación de los subsidios a las exportaciones que afectan el comercio de productos agrícolas en la región y el desarrollo de disciplina para ser adoptadas en  el tratamiento de todas las otras prácticas que distorsionan el comercio de productos agrícolas, incluyendo aquellas que tienen efectos equivalentes a los subsidios a las exportaciones agrícolas”.

Este planteamiento fue ratificado de manera práctica por este Comité de Negociaciones Comerciales en su reunión de Puebla cuando instruyó al Grupo de Negociación sobre Agricultura “intensificar los debates sobre todos los temas de su agenda, en particular los referidos a los subsidios a las exportaciones y a todas las otras prácticas que distorsionan el comercio de productos agrícolas, incluyendo aquellas que tiene efectos equivalente a los subsidios a las exportaciones agrícolas, sin excepción alguna y sin prejuzgar los resultados, al tenor de los mandatos de las declaraciones de Buenos Aires y Quito”

Del desarrollo de las reuniones efectuadas desde noviembre del año pasado (2005), puede deducirse claramente la insistencia de la negativa de los Estados Unidos a comprometerse con la no reintroducción de los subsidios a las exportaciones agrícolas, a trabajar en la regulación de las condiciones de los créditos, garantías de créditos y programas de seguro a las exportaciones agrícolas.

En tanto que para la negociación sobre la eliminación de los aranceles agrícolas se han establecido plazos perentorios que han obligado a muchos países a realizar un esfuerzo importante para cumplirlos. Lamentablemente los países que han cumplido con puntualidad estas entregas de oferta para demostrar su voluntad de negociar la agricultura hoy se sienten burlados ante la negativa de los Estados Unidos de eliminar los subsidios que otorgan a su agricultura en el marco del ALCA. La situación indicada muestra un gran desbalance de gran magnitud en la negociación y una perspectiva de desequilibrio para su final, de persistir el estancamiento en los centrales aspectos señalados. No es aceptable un desbalance de tal naturaleza. No es aceptable que la agricultura se circunscriba exclusivamente a la eliminación de los aranceles por parte de los países en vías de desarrollo mientras las principales potencias se niegan a eliminar los subsidios y ayudas internas.

Los EEUU destinan centenares de miles de millones de dólares anualmente para sostener  sus  exportaciones  y  la  producción  de  su  agricultura,  ocasionando  fuerte  distorsiones en el precio de los productos agrícolas en los mercados mundiales. Aunque se eliminen las barreras arancelarias para las exportaciones latinoamericanas, es imposible competir con esos precios subsidiados. De esa forma se impide o dificulta el acceso efectivo de los países latinoamericanos a los mercados del hemisferio. Los productos subsidiados compiten deslealmente en nuestros propios mercados internos y la ventaja que ya tienen se hace mucho mayor al eliminar nuestros aranceles. Es así como se nos quitan mercados en terceros países para los productos agrícolas que pudiéramos de otra forma exportar.

Nuestros países carecen de la magnitud de los recursos financieros que disponen los países desarrollados para apoyar la agricultura; lo que tenemos son instrumentos de política para apalear los efectos perversos de las distorsiones de los precios internacionales, instrumentos que se nos solicita eliminar con las negociaciones de acceso a los mercados.

Solamente el enorme contraste en el tamaño de las economías que integran el continente, nos sitúa en desventaja. Mientras el tamaño de nuestros mercados significa muy poco para la expansión de la agricultura de los países desarrollados, solo una pequeña fracción de aumento o desvió de las exportaciones hacia nuestros países significa una conmoción de precios y el derrumbe de la posibilidad de sustento para una parte importante de nuestra población.

Si los países desarrollados no quieren eliminar los subsidios y las medidas de efectos equivalentes y no quieren disminuir sustancialmente y disciplinar las ayudas por temor a la pérdida de sus mercados en el mundo, fuera del continente y proponen hacerlo solo luego de negociarlo en el ámbito multilateral, no se nos puede pedir que nosotros les demos ahora en el hemisferio mayor acceso a nuestros mercados. Para ser equitativos no queda otro camino que también negociar el acceso a los mercados para los productos agrícolas en el mismo foro multilateral, y solo luego de que conozcamos plenamente los verdaderos alcances de lo que las potencias agrícolas del Orbe hayan acordado sobre la eliminación de sus subsidios y las medidas de efecto equivalente y sobre la disminución y disciplina de sus ayudas internas, podremos con responsabilidad determinar hasta que punto otorgar mayor acceso a nuestros mercados. Ver www.alternativabolivariana.org.

¿Derechos de propiedad intelectual o derechos de los pueblos a medicamentos y alimentos de buena calidad?

La propiedad intelectual es otro de los asuntos en los cuales se expresa más nítidamente la oposición de intereses entre las grandes corporaciones internacionales y los países pobres del Sur, especialmente las poblaciones campesinas y aborígenes.

Apelando a lo que fueron denominados “asuntos relacionados con el comercio”, se estableció un amplio régimen de protección de la propiedad intelectual en condiciones muy desventajosas para los países el Sur. A pesar de la resistencia inicial, los países del Norte lograron imponer un régimen obligatorio y global de protección de la propiedad intelectual de acuerdo a sus exigencias, a partir de propuestas formuladas por las transnacionales farmacéuticas.

En las relaciones asimétricas hoy existentes entre los países industrializados del Norte y el Sur, las ventajas del Norte residen precisamente en las áreas científico-tecnológicas. El régimen internacional de definición y protección de la propiedad intelectual está orientado a acentuar este desbalance. Protege aquello en lo cual los países más fuertes tienen ventajas, mientras que, básicamente, deja sin protección aquello en lo cual los países y pueblos del Sur tienen una indudable ventaja: en la diversidad genética de sus territorios y en el conocimiento tradicional de los pueblos campesinos y aborígenes.

Antes de estas negociaciones más de 50 países no tenían regimenes legales de protección de patentes sobre productos farmacéuticos, con lo cual sus mercados internos podían ser surtidos por medicamentos genéricos a precios muy inferiores a los ofrecidos por las empresas dueñas de las patentes.

La comparación de los precios de los medicamentos en la India con países en los cuales existe la protección de patentes farmacéuticas, indica que en estos los precios son hasta 41 veces más altos. La industria farmacéutica de la India es una industria floreciente de más de 20 mil empresas, produce medicamentos de alta calidad accesibles a millones de personas de bajos niveles de ingresos y desempeña además un papel importante en la generación de empleo.

Esto ha comenzado a cambiar en la India y en el resto del mundo en forma acelerada y radical. Los acuerdo sobre propiedad intelectual de la Organización Mundial de Comercio obligan a todos los países después de un período de gracia para los países “menos desarrollados” a establecer regímenes de patentes que garanticen la protección estricta de la propiedad intelectual.

Así pues, los días de los medicamentos genéricos están contados. Como consecuencia de los derechos monopólicos otorgados por tales acuerdos, las compañías farmacéuticas pueden eliminar la competencia y cobrar precios más allá de la posibilidad de pago de millones de personas.

A partir de diversos estudios se ha calculado que ocurrirían no solo aumentos significativos de precios como consecuencia de la introducción de patentes, sino igualmente una notoria reducción del consumo: amplios sectores de la población quedarían excluidos del acceso a medicamentos comerciales.

El caso de Egipto es ilustrativo: la introducción de patentes en los medicamentos condujo a aumentos de precios de cinco a seis veces, comparado con los medicamentos sin patentes. Se tenderá igualmente a la quiebra de medianas y pequeñas empresas farmacéuticas y al incremento de los niveles de monopolización de la actividad por las grandes trasnacionales.

En la actualidad 80 % de las patentes sobre alimentos modificados genéricamente están en manos de 13 transnacionales, y las 5 compañías agroquímicas más grandes controlan casi todo el mercado global de semillas.

Como consecuencia del establecimiento de patentes sobre diversas formas de vida, y la apropiación/expropiación del conocimiento campesino/comunitario por parte de las grandes transnacionales de semillas y agroquímicos, están cambiando aceleradamente los patrones de producción campesina en escala global. Los campesinos se hacen cada vez menos autónomos, cada vez más dependientes de la compra de costosos insumos de las transnacionales.

La “libertad de comercio” impuesta crecientemente por los intereses de estas transnacionales a los campesinos de todo el mundo, esta conduciendo hacia una reducción de la variedad genética de muchos de los principales cultivos alimenticios.

Esta  reducción  de  la  diversidad genética,  asociada  a  una  visión  ingeniera  de  la  agricultura, basada en un control extremo de tipo fabril sobre cada fase del proceso productivo -con semillas manipuladas genéticamente y el uso intensivo de agroquímicos- reduce drásticamente la capacidad auto-adoptiva y regenerativa de los sistemas ecológicos.

Producto de este régimen legal global de biopiratería es la inmensa gama de patentes ­basados en la expropiación no reconocida de los conocimientos y/o recursos de otros que han sido otorgados. Muchas de estas patentes han sido particularmente escandalosas como la de ingredientes activos del árbol de neem que han sido ampliamente utilizados para muy diversas aplicaciones en la India durante centenares de años.

Como ha podido constatarse en el espectro de asuntos críticos para el presente y futuro de la humanidad que están siendo afectados por los acuerdos de derecho a la propiedad intelectual, se trata de uno de los ejes más dinámicos de concentración del poder y acentuación de las desigualdades que caracteriza las actuales tendencias hegemónicas de la globalización.

3.1.1 Análisis DAFO.

El análisis DAFO constituye una herramienta útil como instrumento de investigación sobre todo para la fase de diagnóstico, siendo más efectiva cuando se trata de fenómenos en la fase inicial de su desarrollo. En nuestro caso lo utilizamos con el objetivo de realizar un balance crítico más adecuado sobre las potencialidades del ALBA para enfrentar el desarrollo social, como es conocido este método se utiliza por lo general de conjunto con otros procedimientos y es solo a partir de entonces que se puede arribar a conclusiones más sólidas científicamente.

Es pertinente el uso de este análisis para nuestro caso, porque se trata de un bloque regional, donde las variables tienen un alto nivel de agregación y nos interesa además evaluar sólo lo concerniente  al desarrollo social. Por otro lado el apoyo que como país brinda Cuba al ALBA no nos puede conducir a la conclusión de que los retos a enfrentar y las contradicciones a resolver son pequeños o fácilmente superables.

Para la determinación de las variables se utilizó el criterio de expertos, muy socorrido en estos casos, ellos fueron:

Análisis del ALBA

Fortalezas

Se debe señalar que las posibilidades del éxito del ALBA como proyecto no sólo dependen de las fortalezas antes mencionadas, sino de su capacidad para funcionar mejor que el resto de los bloques con los cuales comparte espacio en la región. Esto constituye su competencia más inmediata.

Debilidades

Oportunidades

Amenazas

El análisis DAFO íntegramente y el diagrama correspondiente aparece en los Anexos 7 y 8 respectivamente.

Después del análisis, el cuadrante 3 ubica al proyecto ALBA desde el punto de vista de la política social en una posición defensiva. En la literatura consultada para esta posición la estrategia más recomendada es la segmentación de los refuerzos en objetivos más medibles y que maximicen el beneficio a logar en los proyectos.

Esta posición es moderadamente favorable ya que en ella el proyecto conserva capacidad de maniobrar para sostener su funcionamiento siempre que se adopten las estrategias adecuadas.

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