CAPITULO I: FUNDAMENTACIÓN

Planteamiento y Formulación del Problema

Los desafíos que enfrentan las sociedades actualmente permiten que la educación se considere como herramienta fundamental para establecer vínculos sociales en donde los individuos comparten proyectos, actividades, valores, cultura, identidad, entre otros, enriqueciendo sentimientos de solidaridad y de pertenencia de manera individual y colectiva. Es por ello que uno de las objetivos de la educación es dotar a los individuos de fuerzas y puntos de referencias intelectuales que le permitan comprender el contexto en el cual esta inmerso para desenvolverse como un sujeto responsable y justo.

En tal sentido, la función primordial de la educación es conferir a todos los seres humanos el pleno desarrollo de la sensibilidad, responsabilidad, sentido estético, inteligencia, capacidades, destrezas, actitudes, entre otros, con el propósito de estar en condiciones para dotarse de un pensamiento autónomo, critico, innovador, elaborar juicios propios, estableciendo por si mismo como debe actuar en diferentes situaciones que se le presentan en la cotidianidad.

 Desde esta perspectiva, la educación le confiere al individuo condiciones previas que le permitirá comprenderse a si mismo, entender a los demás y participar responsablemente en los cambios que se generan en el contexto donde vive en sociedad. De allí se orienta que la educación se estructure en cuatro pilares del conocimiento, señalados en el Informe de la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo XXI (Delors, 1996): el conocer, el hacer, el convivir y el ser. Los mismos se conjugan para proporcionar al individuo el desarrollo de sus capacidades profesionales, despertar la curiosidad intelectual, la innovación, estimular el sentido crítico, ejercitar la memoria y el pensamiento. Procesos estos que se enriquecen de todas las experiencias y se adquieren permanentemente.

En referencia al pilar aprender a conocer se encamina a la adquisición de conocimientos para comprender, descubrir, conocer, el mundo que lo rodea, desarrollar las capacidades profesionales y comunicarse con los demás para vivir dignamente.  Por otra parte, el pilar de aprender a hacer es conceder al individuo la manera de cómo llevar a la práctica los conocimientos teóricos en el mercado de trabajo además desarrollar cualidades humanas que correspondan a la capacidad de construir relaciones estables y eficaces entre las personas. Otro pilar fundamental es el de aprender a convivir para fomentar la solución de conflictos de forma pacifica, respetando conocimientos, cultura e individualidad de las sociedades, combatiendo entre otras cosas, de forma meticuloso los prejuicios y atmósfera competitiva. Constituyendo relaciones de igualdad, objetivos y proyectos comunes para dar paso a la cooperación y la solidaridad.

Como complemento, la unión de estos pilares genera el desarrollo integral de cuerpo y mente de los seres humanos, preparados para decidir que rumbo emprenderá en la vida de manera comprometida y equilibrada así como también un individuo  con la capacidad de interpretar los actos mas  trascendentales relacionados con el destino personal y el colectivo. Visto así la educación se expande a todas las etapas de la vida del individuo aprovechando un contexto enriquecedor de experiencias tanto individuales como sociales.
No obstante, la Comisión Internacional sobre la Educación (1996), anteriormente reseñada, explica que para hacer frente a los retos del siglo XXI sería indispensable asignar objetivos más amplios a la educación con el propósito de propiciar experiencias que lleven al individuo a descubrir, a despertar e incrementar sus posibilidades creativas, actualizando así el tesoro escondido en cada persona, lo cual supone trascender una visión en toda su plenitud, a saber, la realización de la persona.

      Tomando en cuenta lo anterior, se plantea entonces la creatividad como un fenómeno social en donde se visualiza como alternativa a la solución de los problemas difíciles que se originan en cualquier ámbito profesional buscando la superación y el progreso. Por otro lado, la creatividad existe potencialmente en todos los seres humanos, y es susceptible de desarrollar, lo que implica modificaciones en las estructuras mentales que se ven reflejadas en la acción o realización de algo en forma apropiada (original, diferente, novedoso, recursivo), por tanto es potestativo del individuo la posibilidad de desarrollar o recuperar la creatividad, con el objetivo de progresar en el contexto personal y profesional. De esta manera aprovechará los conocimientos y las experiencias al máximo, permitiéndole producir, inventar, innovar, crear entre otros, herramientas que son útiles en el entorno local y social al cual pertenece.

            Es por ello que desde el ámbito pedagógico se plantea la necesidad de integrar las diferentes dimensiones que conforman el proceso de desarrollo humano orientado a la construcción y potenciación del ser en sus semejantes, constituidos en un todo integral y dinámico, en donde la creatividad actuaría además de su papel transformativo y productivo, como un factor cohesionante, dinamizador y proyectivo en la búsqueda de una sólida construcción humana y social.

      Por otra parte, siendo la creatividad un valor socioeducativo semejante a la sociabilidad,
actitud participativa, aptitudes intelectuales o de estrategias cognitivas, ha de convertirse en actividades concretas, en tareas pedagógicas y discentes. Esto conlleva a propiciar ambientes de aprendizajes que le den oportunidades al niño a tomar decisiones, inventar, innovar, crear, diseñar, construir, entre otros. De igual manera el docente en la práctica pedagógica media oportunidades para la innovación, iniciativa, dinamismo, que deben estar impregnados en el hecho educativo demostrando así competencias del potencial creador. Más aun debiera considerarse en el proceso evaluativo para que se asuma realmente como un valor fundamental.

      (MED,2005) expresa, atendiendo a estas consideraciones el Currículo de Educación Inicial fundamenta la práctica educativa en la concepción constructivista del conocimiento, el aprendizaje significativo, la globalización de los aprendizajes y el docente de educación inicial como mediador del aprendizaje, lo que implica que el perfil del docente es polivalente, abierto y dinámico, para formar un docente reflexivo, critico,  investigador e incorporen en su ámbito educativo habilidades, conocimientos y actitudes para diseñar, desarrollar, evaluar y formular estrategias y programas de intervención educativa en contextos socio educativos y culturales cambiantes, dándole inicio al proceso  creativo

      En la medida que el docente se sienta motivado a su práctica pedagógica tendrá disposición y le dará apertura a ese bagaje de conocimientos y experiencias que van a fundamentar y fortalecer aprendizajes representativos a su grupo de niños, integrando a los actores y autores que inciden en el proceso enseñanza aprendizaje de manera eficiente, utilizando hábilmente los recursos que se encuentran en el entorno.

      Actualmente se encuentra arraigado el paradigma tradicional que se caracteriza por la pasividad que tiene el docente en la práctica pedagógica dando como resultado estudiantes pasivos, receptores, poco creativos, memorísticos, acríticos y dependientes del discurso del maestro, el estudiante que muy poco sugiere soluciones a las dificultades, sino que espera recibirlas elaboradas. Esto se debe a la utilización de modelos instruccionales que se centran en métodos mecanizados, en donde el estudiante desarrolla algunas potencialidades del “hacer” y no del “ser”.

      En otras palabras, es necesario retomar la formación del docente para sensibilizarlo, enamorarlo de la tarea pedagógica, en donde se presente la oportunidad de socializar sus experiencias, métodos, estrategias, del desarrollo de la creatividad, para proyectar en el alumno los cuatro componentes básicos del aprendizaje: el conocer, el convivir, el ser y el actuar. Dicho de otro modo, enseñar es trasmitir conocimientos, promover actitudes y valores, infundir estrategias, formas o modos de hacer. Bajo estas dimensiones formativas debiera abordarse la creatividad

      Sin embargo, en las Bases Curriculares de Educación Inicial del MED (2005), el perfil del educador apunta hacia una formación integral profundamente humana, que reúna tanto aspectos personales, afectivos, actitudinales, intelectuales y habilidades como la relación con los demás. Estos pilares, antes mencionados están asociados a los distintos roles y competencias del docente requeridos en la cotidianidad de la acción pedagógica y por supuesto la creatividad esta implícita en ellos como aspecto fundamental para lograr dicho perfil. Por lo antes expuesto, se realiza la siguiente interrogante: ¿Cuál es el efecto de un programa en la creatividad del docente de Educación Inicial?

Objetivos de la Investigación

Objetivo General

      Determinar el efecto de un programa en la creatividad del docente de Educación Inicial.
Objetivos Específicos

            Identificar el nivel de creatividad en los docentes de Educación Inicial antes de aplicar el programa en la creatividad de docentes en educación inicial.

            Establecer el nivel de creatividad en los docentes de Educación Inicial después de aplicar el programa en la creatividad de docentes en educación inicial.

            Comparar los niveles de creatividad en los docentes de Educación Inicial antes y después de la aplicación del programa en la creatividad de docentes de educación inicial.

Justificación de la Investigación

      Los cambios que surgen permanentemente en la sociedad exigen innovaciones en el contexto educativo, lo que demanda un docente que desarrolle habilidades creativas que le proporcionen elementos para  adaptarse o darle solución de forma asertiva a las dificultades que afronta diariamente en el contexto personal y profesional e incremente  los conocimientos ya que constituye un elemento necesario para la actividad creadora lo que le permitirá apropiarse de estrategias que favorezcan un clima de libertad intelectual general, que estimule, promueva, y valore el pensamiento divergente, la oposición lógica y la discrepancia. Para ello el educador debe prepararse, capacitarse, mantenerse actualizado y lo más importante darle apertura y práctica a ese bagaje de conocimientos que lo orientarán a propiciar la libertad, la autonomía, el respeto a la individualidad, la capacidad de crítica y aceptación de las experiencias de los niños.

      Atendiendo la relevancia del tema, esta investigación le presentará a los docentes de educación inicial alternativas de trabajo frente a su desempeño con los niños, que le admitan producir cambios reales y duraderos para mantener una congruencia de las acciones desarrolladas dentro de las situaciones que se presenta en el aula y la posición conceptual explícitamente asumida, de tal forma, que creen herramientas, recursos, estrategias novedosas en esa interacción con el niño, fortaleciendo y comprometiendo la eficacia del trabajo que  faciliten desarrollar la creatividad aclarando las inquietudes y los intereses de los niños favoreciendo el intercambio de saberes entre docentes y discentes

      En cuanto a la justificación social, le proporcionará al docente innovadoras opciones para fomentar experiencias donde el niño involucre todos sus sentidos, redescubriendo las sensaciones y percepciones del medio que lo rodea, ya que esta diversidad  de estímulos enriquecedores le dará oportunidades al mismo de visualizar con mayor interés dichos estímulos permitiendo una entrada de la información al cerebro logrando así diferentes ideas y conocimientos, lo que dará apertura al conflicto cognitivo y seguidamente a la construcción del mismo. Considerando evidentemente una atmósfera socio afectiva y comunicacional en donde impere la flexibilidad, la imaginación, el respeto a la individualidad y la oportunidad de aclarar las inquietudes que presenta el discente.

      Con referencia a la justificación metodológica, el desarrollo de la creatividad le proporcionará a los docentes conocimientos teóricos- prácticos validos para formarse como un docente innovador, además de estar al corriente de las estrategias de enseñanza que van a contribuir a activar el aprendizaje, propiciar la reflexión, la búsqueda, la acción, la originalidad, innovación, curiosidad, flexibilidad, motivación, imaginación, fantasía, entre otros y obtener óptimos resultados en todos los campos del conocimiento, además es nuestra responsabilidad de asumir el reto. Para ello es necesario que el docente ejercite estrategias que ponen en práctica su pensamiento divergente.
A nivel investigativo, este trabajo estará orientado a superar el memorismo, la metodología tradicional, logrando un aprendizaje significativo, más integrador, comprensivo, autónomo y creativo. En donde convergen un conjunto de componentes afectivos, volitivos, personales y sociales que aceptan direccional el aprendizaje de los discentes en diferentes vertientes, construyendo su conocimiento a medida que interactúa con el ambiente donde se desenvuelve, desde su cultura y experiencias previas. Por otra parte organizar y ejecutar planes y proyectos mediante procesos creativos. Partiendo siempre de lo que el niño tiene y conoce, respecto de aquello que se pretende que aprendan, además de la apertura que el docente tenga para llevar a la práctica dichas nociones.

Delimitación de la Investigación

      La investigación se efectuará con los docentes de Educación Inicial del Sector No 5 de la Parroquia Francisco Ochoa. Municipio San Francisco. El período de tiempo se establece desde febrero 2006 a julio 2007. Así mismo el área de estudio es sobre la creatividad, y se sustentará teóricamente en: Guilford (1956), Gardié (1994), De La Torre (1996), Torrance (1996), Marín (1997), Ortiz (2004).

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