BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ACTIVIDADES DE TRABAJO EN GRUPO PARA POTENCIAR EL DISCURSO ORAL

José Luis Martín Rodríguez




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Caracterización del estado actual

La Escuela Secundaria Básica Urbana “Silvio Fernández”, de Isabela de Sagua, como todas las demás Secundarias del país, se encuentra inmersa en todas estas transformaciones escolares. Enclavada en un pueblo de pescadores donde el empleo de la expresión oral se hace mayoritariamente deficiente por las propias características de sus pobladores: pobreza cultural e idiomática fundamentalmente, los alumnos de 8vo grado tienen también un elevado por ciento de estas deficiencias.

El grupo 8vo 2 tomado como muestra, en el diagnóstico realizado demostraron:

 Pobreza de las ideas y falta de claridad al expresarse.

 Poca naturalidad, expresividad o fluidez.

 Dificultad en articular y pronunciar las palabras.

 No respeto al compañero en el instante del discurso oral, con repetidas interrupciones.

Caracterización del estado deseado

Teniendo en cuenta estas carencias, se ponen en práctica actividades de trabajo en grupo para potenciar el discurso oral en los alumnos, ya que este favorece el desarrollo intelectual, afectivo, ideológico, educativo, incrementa su capacidad de comunicación y contribuye a una mejor integración del alumno a la sociedad en que vive.

Todas las habilidades del idioma tienen de por sí su relevancia y su importancia en el pleno ejercicio de una comunicación que sea efectiva y constructiva. Tanto las habilidades expresivas-activas como son hablar y escribir y las habilidades comprensivas-pasivas como escuchar y leer tienen un lugar cimero en cada uno de los contenidos de los Programas de Estudio en Secundaria Básica. Se pretende lograr que el alumno que egrese de este nivel de enseñanza tenga una adecuada competencia comunicativa, sin embargo hay insuficiencias en cada una de ellas.

Por mucho tiempo la lengua escrita se erigió en la soberana y se constituyó en objeto de dominante estudio, incluso hoy día sigue siendo la rectora de las habilidades. Con ella el alumno obtiene la mayor cantidad de puntos que conforman su escalafón y las evaluaciones orales solo miden el contenido y no la forma en que ese contenido se ha expresado. Se ha llegado a olvidar que la lengua escrita es un derivado de un producto primero y fundamental; con ese olvido se descuidaba el cultivo de raíz, que es el de la lengua hablada.

Comparación entre el estado actual y el estado deseado

A través de la observación, de la escucha y de los diálogos sostenidos con los alumnos secundarios, la inmensa mayoría de los mismos tienen dificultades al desarrollar el discurso oral. Existe la pobreza de ideas originada por limitaciones del conocimiento que se trata, por falta de vivencias a las cuales referirse o por no ser un tema sugerente o significativo para ellos. Falta de claridad provocada, además, por una mala estructuración de las ideas, pobreza del vocabulario, limitaciones de carácter lingüístico (como son la poca coherencia, los errores de concordancia, retrocesos, uso de muletillas entre otros). También suele aparecer la expresividad con lentitud o poca lo que provoca inhibiciones por deficiencias en su articulación que en algunos casos está dada por la timidez. Otra de las dificultades en el discurso oral se produce cuando cambian, omiten, adicionan, retroceden originados por desconocimiento del léxico básicamente. Todo ello está dado por la no ejercitación del discurso oral, pobre participación en diversas actividades, aceptación de todo lo que dice el alumno sin señalarle dificultades, insuficiente diagnóstico para después trazar estrategias, experiencia social limitada, influencias ambientales negativas, excesivo énfasis en aspectos formales o convencionales durante el trabajo con el discurso oral.

Para revertir esta situación es preciso que el alumno sea rectificado cada vez que cometa un error, favorecer la participación de todos, de ahí el trabajo en grupo, atender que la posición en el aula es fundamental para que cuando se hable se mire a la persona que hable, pensar en lo que el otro dice, no manifestar gestos de impaciencia mientras hablan los demás, solicitar la palabra y no interrumpir, no hablar simultáneamente, esperar el turno para intervenir, tener conciencia del valor del silencio, seleccionar temas significativos y motivadores, estimular la creatividad y el desarrollo de la imaginación.

Hay que insistir en que el cultivo de la lengua hablada ha de ser propósito y cuidado constantes en todo momento, y no solo en las clases fijadas para la enseñanza del idioma, sino en todas las demás, como un modelo genuino de interdisciplinariedad.

Se pretende que se hable de lo que se sepa. Y lo que se sabe bien es, principalmente, lo que se ha vivido o lo que se está viviendo, aquello que se conoce y se siente por experiencia personal. Eso es lo que tiene íntimo sentido. No se habla bien, ni mal, de lo que no se sabe.

Hablar de lo que uno puede, que es de lo que se sabe, y oír hablar de ello en intercambio, es entablar una conversación. Se aspira a que el alumno sea capaz de demostrar sus conocimientos, sus vivencias personales, mediante un diálogo fructífero, ameno, adecuado y franco. Las clases que existen en el programa propician a que el alumno le hable a los demás de las experiencias de su vida, de la participación en el proceso revolucionario, a narrar hechos, a recordar vivencias, de reflexionar sobre acontecimientos, de expresar sus sentimientos, sus aspiraciones, sus proyectos,…Y que lo diga bien con un tono de voz adecuado, con las pausas y las entonaciones correspondientes, sin muletillas, con un léxico adecuado, sin el uso innecesario de palabras indebidas, sin construcciones viciosas, en fin, con propiedad, como un adecuado comunicador y todo ello bajo la égida del ambiente sano, sincero, cordial, de comprensión, sentido del respeto, pero con esa carga de cubanía y de gracejo que nos caracteriza como tal.

Partiendo de las insuficiencias antes señaladas se pretende mejorar el desarrollo del discurso oral, hacerlo más armónico, más práctico, más integral, más funcional, con el trabajo en grupo, porque ello contribuye a afianzar los verdaderos objetivos de la Educación en la Secundaria Básica, de ahí que nos hemos planteado el siguiente


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