BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

NECESIDAD DE UNA REVOLUCIÓN EDUCATIVA EN MÉXICO

Horacio Mercado Vargas y Litzajaya Mercado Vargas




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6.3.- La educación superior y el enfoque de las competencias

En la educación basada en competencias quien aprende lo hace al identificarse con lo que produce, al reconocer el proceso que realiza para construir, así como las metodologías que dirigen este proceso.

La educación basada en competencias es una nueva orientación educativa que pretende dar respuestas a la Sociedad del conocimiento o de la información. Se origina en las necesidades laborales y, por tanto, demanda que la escuela se acerque más al mundo del trabajo; esto es, se destaca la importancia de la relación necesaria entre las instituciones educativas y sector laboral. Lo que significa, que al cambiar las necesidades sociales y organizacionales, la educación se ve obligada a cambiar. Con lo que, se plantea la necesidad de proporcionar al estudiante los elementos convenientes para enfrentar las variables existentes en el mercado laboral.

A partir de las investigaciones y análisis de la relación entre el campo y el educativo, se concluyó que la necesidad de las instituciones educativas es que busquen nuevos modos de relacionarse con el sector productivo diseñando la construcción de competencias desde el currículum y de manera sistematizada. Por lo que, es importante que el currículum deje de centrarse exclusivamente en los contenidos de las disciplinas, dado que en la actualidad este modelo de formación profesional resulta inadecuado, pues no permite que el sistema educativo coincida con el mundo laboral.

Así, en el nuevo enfoque educativo, las principales tendencias de las propuestas curriculares se orientan a la:

• Polivalencia

• Flexibilidad

• Pertinencia y factibilidad

• Carácter

• Reducción de la carga académica

• Menor presencia.

• Una educación integral.

• Énfasis en lo básico.

• Conciliar objetivos técnicos y propósitos sociales.

• Estructuras curriculares que incorporen las tendencias mundiales.

• Mejora de la planta docente (nuevas funciones del profesor).

• Cambio de la infraestructura física.

• Compatibilidad con estándares internacionales.

De tal manera, que el aprendizaje basado en competencias, propone la formación de profesionistas, considerando básicamente que: la formación de profesionistas requiere transformarse para dirigirse a una preparación profesional básica, que facilite especializaciones sucesivas, mayor capacidad de adaptación y versatilidad, que permita una movilidad profesional y posteriores reconversiones laborales, para lo cual conviene modificar la educación en todos los niveles.

Este enfoque define el perfil del nuevo trabajador:

• Exige una combinación de competencias cognoscitivas de base, de comportamiento profesional y técnicas específicas; la capacidad permanente para adaptarse al cambio y al propio acervo de las competencias, las de gestión y de desarrollo.

• Un trabajador polivalente, flexible, con la capacidad para adaptarse a diferentes contextos, que tienda a perfeccionarse a reconvertir sus competencias.

El enfoque aprendizaje por competencias centra su atención en el proceso de aprendizaje desde parámetros constructivistas extiende la necesidad de lograr en los estudiantes las transferencia de los conocimientos no solo a contextos inmediatos, sino a la vida misma, a lo que viven los estudiantes aquí y ahora, pero también a lo que tal vez necesiten para poder potenciar su vida futura. Lo que significa que se trata de contenidos para la vida.

Por otro lado, es necesario mencionar que la educación basada en competencias retoma, de manera general, elementos de la teoría conductista y del enfoque constructivista, también lo es el hecho de que, al aplicarse en diferentes países, algunos de éstos se inclinan más por implantar acciones más ajustadas al conductismo, y otros, al constructivismo. Lo que ha generado, la construcción de dos grandes corrientes dentro de este enfoque educativo.

Es importante, que los docentes identifiquen que las competencias no se desarrollan de forma aislada, por ejercitación y repetición mecánica de información, ni por el paso de los semestres o ciclos escolares. Por el contrario, el desarrollo de competencias implica el aprendizaje integral de situaciones, y requiere una planeación adecuada de actividades de aprendizaje mediante las cuales los estudiantes hagan un recorrido por ámbitos escolares e informales.

Así, por medio del enfoque por competencias constructivista, se pretende tender puentes entre la educación informal y la educación formal. Con ello se busca que los estudiantes aprendan de lo que viven día a día fuera de las escuelas. Por tal motivo, es recomendable llevar a cabo actividades a través de las cuales los alumnos hagan referencia a su vida fuera del aula. Auxiliares importantes, en este caso, son las revistas, periódicos, programas de televisión, problemas propios de la edad, etc.

Los nuevos escenarios de la enseñanza y aprendizaje sugieren que los profesores, al igual que los estudiantes, necesitan aprender nuevas formas de razonamiento, comunicación y pensamiento a través de su participación en el aula, entendida ésta como una comunidad de discurso.

En el momento actual de la educación, el trabajo de grupo colaborativo, es un ingrediente esencial en todas las actividades de enseñanza y aprendizaje. Se puede afirmar que todos los proyectos que utilizan métodos o técnicas de enseñanza y aprendizaje innovadoras incorporan esta forma de trabajo como experiencia en la que el sujeto que aprende se forma como persona integral, atendiendo todas sus esferas, lo que representa el poder convertirse en ciudadano comprometido con la sociedad.


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