NECESIDAD DE UNA REVOLUCIÓN EDUCATIVA EN MÉXICO
Horacio Mercado Vargas y Litzajaya Mercado Vargas
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Los objetivos de aprendizaje son indicadores de lo que se quiere medir, ya que constituyen las metas a lograr, por lo tanto la evaluación deberá determinar si esas metas se alcanzaron o no. Para valorar si se lograron o no los objetivos propuestos, existen una gran variedad de instrumentos entre los cuales se encuentran las pruebas pedagógicas.
3.4.1- Diseño y elaboración de pruebas
Los reactivos de prueba, tradicionalmente se conocen como “preguntas”, porque el alumno reacciona ante un estímulo, dando una respuesta; necesariamente es una interrogación, pero el concepto de reactivo es más amplio que el de pregunta, existen siete tipos:
De opción múltiple.
De respuesta alterna (falso-verdadero).
De apareamiento.
De jerarquización.
De complemento.
De respuesta breve.
De ensayo.
Así, los cuatro primeros responden al término de reactivos de respuesta estructurada o de tipo objetivo, porque se presentan las posibles respuestas ya construidas y el alumno solo elegirá la correcta, al estar delimitadas las alternativas y ser conocidas las respuestas por quien elaboró el reactivo, no se verá afectada por la influencia de un juicio subjetivo.
Por otro lado, los reactivos de complemento, respuesta breve y ensayo son considerados de respuesta semi-estructurada, porque el estudiante debe construir su argumento, misma que estará determinada por lo que se le pide o pregunte; sin embargo, en el ensayo se considera el juicio subjetivo de quien califica, siendo un factor presente y no puede ser eliminado, su valoración puede transformarse objetiva cuando previamente se determinan las características esenciales, delimitando con ello si es una respuesta adecuada o incorrecta,
Reactivos de opción múltiple.
Compuestos por dos partes: un encabezado, puede ser una pregunta o afirmación incompleta, y las alternativas u opciones de respuesta; en la elaboración de reactivos debe cuidarse de no cometer ciertos errores.
Asimismo, la primera parte debe plantear un problema que tenga sentido, en él aparecerá el significado del reactivo, es decir, comunicar en forma precisa el asunto y no utilizar en lo posible términos negativos; declarados con expresiones distintos a los de la fuente original, en concordancia a las siguientes pautas:
Plantear un problema que tenga sentido por sí solo
Comunicar en forma precisa el asunto planteado
En lo posible, no utilizar encabezados en términos negativos
Exponer con expresiones distintas a las de la fuente original, ya que si aparece redactado textualmente, se propiciará la memorización.
Sólo una de las alternativas deberá ser correcta o lo más exacta, las demás deben ser erróneas, aunque representen una alternativa posible
No proporcionar pistas, que permitan adivinar las respuestas, conocidos con el nombre de determinantes específicos, pueden ser:
Uso de términos o frases, “siempre”, “nunca”, “ninguna de las anteriores” o “todas las anteriores”.
Incoherencia o desarticulación gramatical entre el encabezado y las opciones
La extensión de las opciones
Repetición de palabras utilizadas tanto en el encabezado como en las alternativas
Empleo en el encabezado de pronombres imprecisos, cuyos referentes están dados solo en la opción correcta
La inclusión de alternativas con sentido opuesto al correcto
La utilización de vocablos técnicos innecesarios
Inadecuada expresión, que por su sentido y generalidad englobe a una o más alternativas
Utilizar alternativas que, aunque expresadas en forma diferente, signifiquen lo mismo que otras ya declaradas
La colocación de la opción correcta procurar que sea al azar
Por último, es recomendable que las opciones a elegir sean en número no menor de cuatro ni mayor de cinco, con el fin de reducir el mínimo de probabilidades de que los alumnos respondan por adivinación, sin exagerar tampoco en la cantidad de alternativas.
Reactivos de respuesta alterna
Propiamente pertenecen al tipo de opción múltiple, presentan un encabezado y dos opciones, a) falso y b) verdadero, la probabilidad de acertar por adivinación es del 50%, es recomendable limitar su uso, por sus características distintas al formato anterior, es conveniente tratarlas por separado, reúnen ciertas particularidades:
El planteamiento del encabezado debe ser categóricamente cierto o falso, de otra manera resultaría un reactivo confuso
Evitar categorías específicas: “todos”, “ningún”, “siempre”, “nunca”
Eludir términos vagos e indefinidos para designar grado o cantidad: “frecuentemente”, “grandemente”, “en grado considerable”, “la mayoría de los casos”
Evitar redactar en forma negativa
El encabezado debe limitarse a una sola idea
Todos los reactivos, tanto verdaderos como falsos, en lo posible deberán tener la misma extensión
Reactivos de apareamiento.
En esta clase se presentan dos columnas de hechos o conocimientos relacionados entre sí; refiriendo el estudiante las columnas mediante una línea que conecte las opciones, o bien colocando el número, letra o clave de cada opción con la otra, tomando en consideración los siguientes criterios:
Los componentes de cada columna convienen ser breves
Cada columna debe contar con un encabezado que describa su contenido
El contenido debe estar referido a un solo tema; no mezclar componentes de temas distintos
El componente de las respuestas (columna II), deben ser más en cantidad, que la de las preguntas (columna I), sin incluir un número excesivo en las dos secciones
Dirigir las respuestas en relación a un orden lógico o cronológico
Reactivos de jerarquización.
Radica el diseño en la manifestación de una serie de conocimientos en forma desordenada, su construcción estará dirigida a señalar mediante alguna clave, el orden lógico o cronológico.
Seleccionar aquellos contenidos que muestren posibilidades de ser ordenados conforme a ciertos razonamientos de jerarquización
Conviene elegir un número reducido de contenidos
Reactivos de complemento.
En este formato se explica una oración, que por sí sola tiene sentido, sin embargo, demanda del alumno una respuesta de una o dos palabras que completen el sentido del razonamiento; la primera parte ofrece los elementos necesarios para reconocer el contenido y dar la respuesta.
El asunto planteado no debe estar sujeto a controversias, admitiendo sólo una respuesta
La respuesta solicitada debe ser correcta, respecto a los datos
En caso de solicitar una respuesta numérica, señalar las unidades en que se deberá expresar (litros, metros, etc.)
Los espacios en blanco deben corresponder a las palabras clave
Evitar dejar demasiado espacio en blanco
Los espacios en blanco convendrán ir al final del enunciado, nunca al principio
Reactivos de respuesta breve.
Está constituido por enunciados en sentido interrogativo, que demandan una respuesta de dos o tres renglones. Solo en algunos puntos parecida a la de complemento.
El argumento esbozado no debe estar sujeto a controversias, admitiendo sólo una respuesta
La respuesta requerida debe ser correcta, respecto a los datos
En caso de pedir una respuesta numérica, señalar las unidades en que se deberá expresar (litros, metros, etc.)
Reactivos de ensayo o de respuesta extensa.
Pueden ser enunciados interrogativos, o bien instrucciones que demanden una respuesta mínima de un párrafo; cada alumno expresará con sus propias palabras un tema.
El argumento esbozado no debe estar sujeto a controversias, admitiendo sólo una respuesta
La respuesta solicitada debe ser correcta, respecto a los datos
En caso de pedir una respuesta numérica, señalar las unidades en que se deberá expresar (litros, metros, etc.)
Explicar la extensión de palabras, párrafos o cuartillas, de la descripción que hará el alumno del asunto.
Advertir con claridad las características del ensayo
Utilizar lenguaje claro, preciso y adecuado al nivel de la población estudiantil a quien se dirige
Recomendaciones específicas
Construcción de la prueba.
Un reactivo bien elaborado valorará los niveles del aprendizaje en la construcción de una prueba, considerando el tiempo con que se cuenta para la aplicación; un alumno tarda minuto y medio para contestar cada reactivo, en función de ello determinar la extensión de la prueba, en relación a las siguientes sugerencias:
Elaborar un reactivo por objetivo
En función de la cantidad de objetivos disponer del tiempo
En caso de no ser posible extender el tiempo, medir los objetivos más representativos del total
Ordenar los reactivos de acuerdo a una complejidad creciente, agrupándolos por tipo, esto para agilizar la resolución de la prueba.
Redactar las instrucciones generales y particularmente
Las recomendaciones generales informan al estudiante de la finalidad de la prueba, el tiempo disponible para resolverla, cantidad y tipo de reactivos que la forman, la calificación asignada a cada reactivo y el mínimo necesario de respuestas correctas para aprobar
Las instrucciones particulares indican la forma precisa de responder, sí existen dos o más respuestas correctas o sólo una, encabezando a cada conjunto de reactivos
La prueba debe contar con una carátula, donde se indique el nombre de la institución, materia cursada, el semestre o año al que se aplica, el carácter de la evaluación (previa, formativa o sumaria), así mismo los datos generales del alumno.
La calificación puede asignarse en función de porcentajes, determinando los objetivos logrados y asignando a cada porcentaje una calificación, en número o letra, que corresponde al juicio evaluativo, en proporción de cero al 100% para cada alumno.
Es recomendable que la calificación mínima aprobatoria sea mayor del 50% de objetivos logrados, aunque puede asignarse en función del 100%, para valorar si se logró el total de objetivos de aprendizaje. Sin embargo, las situaciones reales no permiten una práctica idónea.