BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

ANALISIS Y EVALUACIÒN DE LAS POLITICAS LABORALES Y SOCIALES EN APOYO DE LOS DISCAPACITADOS EN MEXICO

Genaro Sanchez Barajas y alumnos




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V. TRABAJO E INGRESOS DE LOS DISCAPACITADOS

El fomento a la política de inclusión laboral debe ser parte medular del proceso de reorientación de la sociedad hacia el tema de los discapacitados. Si nos encontramos en la era del conocimiento, es momento de incrementar la participación de estas personas en las áreas de tecnologías y administración de las empresas mediante procesos de capacitación continua. Debido a que la sensibilización de los empresarios es indispensable para iniciar un cambio cultural laboral que sea favorable para las personas discapacitadas y de esta forma logren posicionarse en empleos con condiciones favorables y formales que les sirvan para mejorar su calidad de vida.

El impulso a programas de fortalecimiento, desarrollo, capacitación y adiestramiento debe ser la tarea del gobierno en conjunción con el sector privado, para ampliar las oportunidades de los discapacitados en la inclusión laboral con un mayor nivel de competitividad, un cambio cualitativo en las políticas laborales puede impulsar inclusive la forma de ver que se tiene de estas personas y la forma en que ellos mismos se aprecian.

La participación de la población con discapacidad como factor de la población se ve reflejada en la siguiente grafica.

La cual nos muestra la escasa participación en actividades productivas de las personas con discapacidad, pensando claro en empleos formales. Si hablamos de personas sanas observamos que el doble del porcentaje de la población con discapacidad se encuentra activa en la partición económica. Inclusive dentro de este mismo sector de los discapacitados se muestra otro grado de discriminación hacia las mujeres que se encuentran muy por debajo de los hombres en la participación laboral, además de vivir la misma realidad del resto de las personas que a partir de los 50 años la tasa de ocupación disminuye por lo que quedan vulnerables a entrar en situaciones precarias y de abandono.

La discapacidad los limita a no poder participar en todos los sectores productivos del país por lo que el 33% de los discapacitados tienen que conseguir ingresos mediante trabajos por su cuenta, a pesar de que el número más amplio de discapacitados se encuentran como empleados y obreros alrededor del 44%.

La formación para el trabajo se entiende como un continuo proceso educativo que puede ir desde la adaptación de programas ya establecidos, hasta incluir aspectos específicos de habilidades adaptativas, teniendo como prioridad facilitar el desarrollo de la autonomía personal y la integración social y laboral de los participantes en estos programas. También representa una posibilidad de ampliar las oportunidades de acceso al ámbito laboral para las personas con discapacidad y, de esta manera, generar condiciones básicas para garantizar el desarrollo pleno de sus potencialidades. Sobre todo enfocar la igualdad en capacitación a ambos sexos para disminuir esa brecha en el desempleo de hombres y mujeres con discapacidad.

A manera de recomendación preliminar diremos que conviene propiciar la certificación de competencias laborales de las personas con discapacidad, a fin de elevar sus posibilidades de obtener un empleo digno y mejor remunerado, consecuentemente inducir la ampliación de lugares de trabajos en los sectores públicos, mediante cadenas de empleos generadas creadas por mayores incentivos financieros del gobiernos y que debe emular la iniciativa privada, para facilitar la burocracia documentaria de los tramites a las personas con discapacidad.

En cuanto a los ingresos como lo muestra la grafica 24 alrededor del 64% de la población masculina percibe hasta dos salarios mínimos y de la femenina alrededor del 68%, por lo que en la parte de los ingresos los hombres se ven en desventaja para enfrentarse solos a la manutención de familias o de sus mismas enfermedades por los altos costos que representan los servicios médicos y los medicamentos. El bajo nivel de ingresos también se debe a que el 21.9% de los discapacitados se encuentra en desventaja ya que no cuentan con ningún tipo de instrucción escolar y solo el 7.2% cuentan con nivel superior, y el mayor porcentaje de esta población (36%) sólo han cursado la primaria incluidos los que no la terminaron de acuerdo al cuadro XI, por lo que se tiene que se tienen que mejorar las políticas educativas de la mano de las laborales para mejorar las condiciones en la contratación y capacitaciones de las personas con alguna discapacidad.

Es interesante señalar que los especialistas del tema al establecer las estrategias para incrementar la accesibilidad a mejores empleos por parte de los discapacitados, recomiendan la inclusión de los sindicatos, gremios, federaciones, confederaciones y otras organizaciones de los trabajadores y las trabajadoras en la promoción de mejores condiciones, en las cuales puedan desarrollarse y estén protegidos sus derechos por organizaciones más cercanas a las empresas en las que se desenvuelvan los discapacitados.

Todos los órdenes de gobierno deben de participar en este proceso de reinstauración e inclusión laboral por lo que los tres deben incluir en sus programas de desarrollo, planes y programas que incentiven la capacitación, adiestramiento, rehabilitación y autoempleo de las personas con discapacidad, las cuales con el aumento de créditos productivos pueden contribuir a la reactivación de las regiones en las que se instauren estos programas.

Pero no solo el gobierno es el que debe realizar programas de adiestramiento, sino que se tiene que hacer la inserción de los programas de capacitación y adiestramiento de las empresas privadas que en conjunción con programas de gobierno tiene que ampliar sus temarios con respecto a la participación de los discapacitados en sus empresas. Estimular y fortalecer la participación de las empresas y organismos empresariales en acciones de inclusión laboral de las personas con discapacidad, en colaboración con los sectores público, social y académico. Esto se puede conseguir mediante un diseño universal en las empresas: accesibilidad física, lengua de señas, tiflotecnia, señalización, comunicación, principios de ergonomía y seguridad y salud para la inclusión laboral de las personas con discapacidad; Impulsar la vinculación entre el sector empresarial y las instituciones educativas para desarrollar acciones que favorezcan la inclusión laboral de personas con discapacidad, siendo la segunda la creadora de personas capaces de participar y aportar a las empresas y que estas a su vez con el gobierno y los académicos implementen sistemas de medición de aptitudes y actitudes de las personas con discapacidad a fin de que demuestren su capacidad en las distintas ramas productivas.

Como consecuencia del bajo nivel de instrucción de las personas con discapacidad, las opciones con las que cuentan para desempeñarse en un empleo son limitadas. En virtud de lo anterior, se deben generar alternativas destinadas a lograr que las personas con discapacidad cuenten con herramientas de capacitación para el trabajo que incrementen sus posibilidades de acceder y permanecer en un empleo esto con lo ya planteado debe ser parte académica, gobierno y sector privado.

Además que estos tres deben de promover la generación de mecanismos para la actualización y certificación de los profesionales de organizaciones públicas y privadas, que realizan actividades de formación y capacitación para el trabajo de las personas con discapacidad y que sirvan de enlaces.


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