BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

MIGRACIÓN INTERNACIONAL Y POLÍTICAS MIGRATORIAS

Julieta Nicolao




Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (233 páginas, 912 kb) pulsando aquí

 


 

II. 4. Variables sociales

Íntimamente vinculado e incluso presente en mucho de los ejemplos esbozados en los párrafos precedentes, emerge la conflictividad social como otro de los determinantes de los desplazamientos migratorios forzosos. Es sabido que las guerras civiles, los conflictos étnicos, los de naturaleza religiosa, los ocasionados por la pobreza, entre otros, han provocado tradicionalmente y siguen produciendo oleadas de refugiados en todo el mundo. Como ya ha sido advertido, no es tarea sencilla identificarlos, pues las crisis sociales surgen a raíz de una conjugación de factores, y raramente responden a una única problemática. La imbricación de aspectos sociales, políticos, demográficos, económicos, entre otros, obstaculizan una acertada división de planos.

Esta situación es la que se hace presente en el continente africano, en el cual, al contexto de permanente violencia se le suman la extrema pobreza , las hambrunas, la alta densidad demográfica, los recursos naturales escasos, la falta de inversiones, el desempleo, la dependencia económica, la presencia de gobiernos autoritarios, la escasa integración nacional, entre otros. Esta precariedad múltiple trae aparejado desplazamientos masivos al interior del continente, pero también fuera del mismo. El África Subsahariana, región más pobre del mundo, es la que mayor cantidad de migrantes expulsa, y salir del país representa para la mayoría, una verdadera estrategia de supervivencia. Para quienes emigran, España constituye el principal polo de atracción por constituir la más cercana puerta de ingreso a la rica Unión Europea.

A su vez, en esta región, los flujos de refugiados son el resultado de los numerosos conflictos étnicos que estallan en el continente: entre 1969 y 1990, 17 de las 43 guerras civiles registradas en el mundo tuvieron lugar en África, incluidas guerras civiles de “alta intensidad” en Angola, Liberia y Mozambique (Schmeidl, 1996, en Adepoju; 2000). En Sudán, Somalia, Sierra Leona, Rwanda y Burundi, las tensiones étnicas han desempeñado un papel central en los desplazamientos forzados.

Adepoju explica respecto de la situación de los refugiados en el África Subsahariana, que se trata de un proceso fluido, en el sentido de que a medida que se resuelven los antiguos problemas que han dado lugar a la existencia de refugiados, surgen otros nuevos que multiplican los movimientos; a su vez, algunos de los países que generan grandes cantidades de refugiados acogen también a refugiados procedentes de países vecinos; generalmente, estos refugiados vienen de las regiones más pobres y buscan refugio en países igualmente pobres dentro de la región. (Adepoju; 2000).

Fuera del continente africano, el caso de Afganistán resulta paradigmático. A la invasión soviética (1979) y posterior guerra civil que estalló en el país, le siguió una permanente y abultada corriente de refugiados hacia países limítrofes (Pakistán e Irán principalmente), la cual alcanzó volúmenes tan altos que, en 1993, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (en adelante ACNUR ) declaró a Afganistán como el país con mayor población refugiada distribuida en el mundo, cifrada en aproximadamente 4.500.000 personas, de la que 2.900.000 se encontraba en Pakistán, 1.500.000 en Irán y 150.000 en Estados Unidos, Australia y Europa . Vale señalar que este país presenta una alta diversidad étnica, poco vista en otros países del mundo, y los diferentes grupos han luchado históricamente por controlar partes del territorio nacional, sumergiéndose en guerras interétnicas interminables, en las cuales el factor religioso ha sido otro protagonista central.

En la actualidad, luego de atravesar un período de incesantes desplazamientos desde este país, especialmente en los años 2004 y 2005 en los cuales la tasa de migración neta arribó a 23.06 y 21.43, respectivamente, se observa una notable disminución de las solicitudes de asilo provenientes de Afganistán, mientras se registra un aumento pronunciado de las procedentes de Irak y Haití, países sumergidos –por diferentes causas- en una grave conflictividad social que parece no tener fin.

II. 5. Variables ambientales

Los desplazamientos internacionales forzados también deben su existencia a causas medioambientales. Al respecto, es preciso advertir que los movimientos ocasionados por factores de esta naturaleza ocupaban un lugar marginal en los estudios migratorios hasta hace unos pocos años , pero en las últimas décadas, los desastres naturales, antes esporádicos o limitados a algunas pocas regiones del mundo, se han extendido a zonas que jamás antes habían sido afectadas, además de haber aumentado en frecuencia e intensidad. Inundaciones, terremotos, ciclones, tsunamis, huracanes, incendios, sequías, olas de calor, han provocado desplazamientos humanos de enormes dimensiones, y es por ello que se han vuelto temas de referencia obligada en los estudios migratorios actuales.

Según Borrás Pentinat (2006), en la actualidad, el número de desplazados por causas ambientales supera ya, con creces, al de personas desarraigadas por culpa de las guerras, la violencia étnica u otros conflictos armados , estimándose en 25 millones los desplazados ambientales internacionales. De hecho, se pronostica que, en los próximos decenios, los movimientos poblacionales impulsados por factores de este tipo, se convertirán en una de los principales problemáticas del siglo XXI .

Es el impacto de la actividad económica en el cambio climático, el asentamiento de grandes poblaciones en zonas de alto riesgo; el aumento de los niveles de pobreza y la presión demográfica, entre otras, las que contribuyen al incremento de tales fenómenos. Actualmente, la región del Asia-Pacífico es identificada como la zona del mundo más susceptible de presenciar movimientos migratorios sin precedentes, como resultado del crecimiento de los niveles del mar y la destrucción de las islas bajas por la creciente actividad ciclónica. Asimismo, se prevé que para el año 2010, de los 50 millones de personas que se espera hayan dejado sus casas como resultado de fenómenos ambientales, una gran proporción se encuentra en el patio trasero de Australia . Tuvalu, Kiribati, Fiji y Tonga son algunas de las islas-Estados que podrían convertirse en inhabitables (Romer; 2006).

Pero los desplazados ambientales no sólo son consecuencia de catástrofes medioambientales, sino que el hombre es, en muchas ocasiones, el culpable de estos éxodos. Fue con seguridad el accidente nuclear de Chernobyl en 1986 en territorio ucraniano, el evento de esta naturaleza más importante en lo que va de la historia de la humanidad, el cuál, más allá de los impactos en la salud de las personas, provocó el desplazamiento forzoso de aproximadamente 350.000 personas . En 1998, por su parte, una explosión en una planta de la petrolera estadounidense Occidental Petroleum en Bangladesh provocó la muerte de cientos de personas y el aislamiento transitorio del 20% de la población del país. De la misma forma, son habituales los vertidos de petróleo o sustancias químicas a ríos o costas que afectan la supervivencia de los habitantes, destrozan su hábitat, su modo de alimentación básica y se ven convertidos en refugiados (Borrás Pentinat; 2006).

Por su parte, Raspal Jorquera sostiene que el principal de los desastres ambientales de ritmo lento es la degradación de la tierra. En las áreas rurales más pobres, el aumento de los espacios áridos y la erosión de la tierra, junto con su interacción con el cambio climático y amplificado por el crecimiento poblacional, suelen ser las principales causas para que los habitantes busquen otros espacios para vivir (Raspal Jorquera; 2005). Esto tiene lugar de manera progresiva a lo largo de años: expansión de desiertos, desecación de lagos o pozos de agua, propagación de enfermedades infecciosas antes acotadas a regiones concretas, etc. Existen entonces refugiados ambientales visibles -fruto de catástrofes extremas puntuales- e invisibles, consecuencia de crisis larvadas en el tiempo que al final generan impactos muy serios que definitivamente, repercuten mucho más en los países sin recursos (Mariló Hidalgo; 2003) .

Como consecuencia del amplio abanico de situaciones posibles, suele distinguirse entre los refugiados de los desastres naturales, de la degradación de los recursos terrestres, de los accidentes industriales, de las situaciones posteriores a un conflicto bélico, del cambio climático, etc. (Borrás Pentinat; 2006). De la misma forma, las características que asumen los desplazamientos también son variadas, distinguiéndose generalmente entre aquellos refugiados transitorios, que se han movilizado por acontecimientos inesperados como un terremoto o un ciclón, y que cuando retornan las condiciones normales, regresan a su lugar de origen, y aquellos refugiados permanentes que se trasladan por el deterioro del hábitat en el que viven; el agotamiento de los recursos naturales, etc. y no regresan.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles