Tipos de conflictos más frecuentes entre los vecinos

El objetivo es conocer desde las percepciones de los habitantes los conflictos entre los vecinos. Los resultados nos muestran los comportamientos de las problemáticas en general.

La pregunta en que se basó este estudio fue de opción múltiple:

¿Los conflictos más frecuentes entre vecinos es por?:

Vehículos____ Niños____ Esposos____ Jóvenes____ Chismes_____

Violencia intrafamiliar ____ Animales____ Otros_____________________

El resultado se muestra en la siguiente tabla:

Chisme

De acuerdo a los resultados los problemas más frecuentes entre vecinos son los chismes 15.48%, sabemos que los chismes son información sobre las personas que se difunde de manera mal intencionada que genera conflictos entre las personas.

El chisme se construye en la comunicación informal para hablar de un tercero, la mayoría de ellos tiene como intensión la difamación, en otros casos se construye a través de la desinformación, los supuestos, la ignorancia y sobre todo los prejuicios.

El chisme es una figura comunicacional muy común en nuestra cultura, donde no se exige argumentación racional, ni escrutinio de los supuestos donde se fundamenta el juicio.

Romper el chisme en los procesos comunicacionales implica postura ética de búsqueda de la verdad, responsabilidad sobre los actos de habla, así como encaramiento de responsabilidad ante el referido.

El chisme se maneja en el rumor (como comunicación informal), el rumor desde el punto de vista poder, jugaba un papel importante en las formas culturales de resistencia (en los grupos subalternos), sin embargo, en los juegos de los campos sociales en México es muy dañino, se utiliza más con personas de la misma clase y con formas de reproducción cultural nocivas: mostrar los defectos, adjudicar o asignar elementos o valores que no tiene la persona referida, cuyo efecto es alterar el capital simbólico de ella (prestigio, confianza, convivencia, armonía, etcétera). También en las estructuras de poder se utiliza encubiertamente el chisme para manejar y manipular los sentidos.

Uno de los peores casos que genera el chisme es el estigma (ver Goffman 2003) que marca a las personas (identidad) de algún valor negativo, las excluye, en algunos casos las limita, des faculta, excluye o confina en ciertas prácticas y espacios.

En pocas palabras el chisme daña no solo a las personas directamente afectadas, sino mina la red de relaciones de las personas. El daño social del chisme es necesario evaluarlo: cuantos malentendidos, asesinatos, rupturas afectivas, divorcios, suicidios, peleas, despidos, renuncias, quebrantamientos, desconfianzas, antipatías, guerras, etcétera habrán generado.

Hay una anécdota sobre el impacto negativo que genera socialmente el chisme a través de una metáfora para hacer una analogía: Un sacerdote dejó de penitencia a una persona chismosa subir a la torre con una almohada de plumas y cuando estuviera arriba tenía que esparcir todas las plumas, la penitencia sería bajar y recoger todas las plumas, el ejemplo permite ilustrar la disipación del daño, lo peor de la realidad es que todavía es más dañina cuando se reproduce el chisme entre las personas (no solo una). No solo es la difusión, sino la alteración, que como el juego del teléfono descompuesto que cada vez tiene adjudicado más atributos (inexistentes) de alguien o de algo.

Hay una novela de Umberto Eco denominada Baudolino, donde trata de una persona fantaseaba transformaba con sus sueños la realidad (para bien), el chisme hace lo contrario transforma desde una plataforma imaginaria la realidad (para mal).

Otra anécdota me la platicaron de los ambientes universitarios, que en la facultad de psicología (paradójico) no duraban los directores en México, porque el chisme rápido los desprestigiaba y con ellos la inconformidad de la comunidad, hasta que cierto día llegó un director que puso como regla la siguiente “Si vas a contar algo de otra persona, y si eres capaz de sostenerlo frente a ella, dímelo, pero si me vas a decir algo que no lo vas a sostener, mejor no me lo digas”…, ese director duró más de 10 años en el puesto.

El chisme tiene el nivel más bajo de opinión (doxa), para romper la dinámica se requiere de reforzar el racionalismo (en la vida cotidiana), exigir la argumentación y la fundamentación de las razones, destacar la importancia de las fuentes, valorar la búsqueda de la verdad, hablar con prudencia, mesura y responsabilidad, es decir, medir la lengua.

Claro, la valoración social de la verdad. En otro caso, encarar las posturas, evitar el rumor formalizando el medio de comunicación y la oportunidad de réplica. La educación y sobre todo el espíritu científico, puede contribuir a romper con estos vicios culturales.