BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales


LA DIMENSIÓN INMATERIAL DEL PAISAJE. UNA PROPUESTA DE DOCUMENTACIÓN, CARACTERIZACIÓN Y GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL

Juan Martín Dabezies Damboriarena


Esta página muestra parte del texto pero sin formato.

Puede bajarse el libro completo en PDF comprimido ZIP (265 páginas, 5,35 Mb) pulsando aquí

 

 

Resultados metodológicos

Una vez generado el archivo con la documentación bruta, ya sea en audio, video y fotografía, se procedió a analizar el material y posteriormente a categorizarlo. Para esto se trabajó en base a la Ficha de Folklore del LaPa (ver 10), que contaba con solamente 6 categorías (una de ellas es abierta23).

El planteo estuvo a orientado a cambiar el enfoque de las categorías de trabajo, orientándolo hacia lo significativo para el proyecto marco, tal cual fue mencionado en el apartado anterior. Las categorías manejadas por el LaPa estaban configuradas en base al tipo de testimonio, mientras que la reformulación apuntó a generar categorías más específicas de acuerdo al contenido.

Con todas las dificultades y riesgos de reduccionismo que cualquier clasificación implica, sobre todo en procesos complejos como los socio-culturales, se llegaron a elaborar 13 categorías:

Oficio: se trata de aquellos tipos de actividades que se practican de forma regular y que se desarrollan con fines económicos en el ámbito de la producción o prestación de servicios.

Conocimiento del medio: hace referencia a diversos tipos de conocimientos sobre aspectos de manejo y comportamiento del medio ambiente, pero no constituyen una práctica u oficio regular.

Actividades económico-productivas: se trata de una o de un conjunto de prácticas que se desarrollan con fines económicos o productivos pero que no se desarrollan para terceros sino para consumo o disfrute propio.

Prácticas culinarias: refiere a prácticas que tienen que ver con la preparación de comidas.

Ritual: constituye una práctica con una secuencia conocida, que se realiza periódicamente y que tiene cierta vinculación con lo sobrenatural, ya sea sagrado o profano (o ambos).

Manifestación artística: actividades expresivas que implican una performance y puesta en escena particular, tales como cantos, práctica de instrumentos, expresiones corporales, etc.

Práctica/uso: refiere a aquellas prácticas o usos aislados que pueden ser individualizados como parte de otras prácticas o actividades, y no como una secuencia completa.

Topónimo: nombre de un elemento de la geografía, tal como un lugar o región.

Cultos y creencias: conocimientos sobre aspectos sobrenaturales o que para las personas tienen una explicación que va más allá de su racionalidad.

Arquitectura tradicional: formas de construcción y ocupación del espacio que son criticadas desde la modernidad.

Practicas medicinales: prácticas medicinales no mediadas por la atención de un médico. Son conocimientos transmitidos de generación en generación, que incluyen uso de plantas, rituales y formas de cuidado al enfermo.

Memoria oral: se refiere a aquellos tipos de relatos sobre diversas dimensiones vinculadas al pasado de los pobladores locales y que se ha transmitido de forma oral. Dentro de esta categoría se incluyen varias de las categorías anteriores, pero se incluyen dentro de ésta cuando son abordadas íntegramente refiriendo al pasado no inmediato del individuo.

Otros: cualquier tipo de práctica o conocimiento que no entre dentro de las categorías anteriores.

Figura -Ficha de Folklore utilizada originalmente por el LaPa. Debajo se observa en detalle los campos de las categorías que luego fueron modificados.

Considerando que toda esta sistematización debe seguir la estructura del SIA, la codificación y vinculación de elementos se basó en ello. En esta línea entran en juego dos procesos: los vinculados a la práctica antropológica y los vinculados al objeto. Es evidente que el objeto no existe independiente de la práctica que lo crea pero al momento de modelizar de forma abstracta es posible separar estos dos tipos de procesos: la práctica crea el objeto pero el objeto define y redefine la práctica.

Surge la necesidad entonces de definir un objeto localizable pero que a su vez sea una representación de la entidad de interés. A su vez esta entidad de interés debe tener una existencia concreta dentro del universo de posibilidades definido anteriormente.

Estos son nuestros objetos (en el sentido del lenguaje OO), a los cuales debemos reducir todo nuestro universo de trabajo. Pero esta objetivación del elemento patrimonial (inmaterial) surge de una trama de significados que el investigador debe leer y desentrañar. Por lo tanto no tiene una existencia material, o en el caso de tenerla, no es el aspecto central del interés, sino que lo es la dimensión inmaterial de ese objeto material.

Es así que se hace inevitable contar con el contexto de interpretación que le otorga la identidad al objeto. Con esto nos referimos a la/s entrevista/s, y observación/es (participante/s o no) que forman parte del trabajo de campo. Yendo a un nivel más concreto, esto significa hablar de los registros en el diario de campo, las fotografías y las grabaciones en audio y video.

Como vemos, surgen diversas entidades que deben ser consideradas como objetos de algún tipo, y operacionalizadas en la estructura del SIA. Para esto se llevó a cabo un paralelismo con la dinámica de trabajo seguida en arqueología.

Si quisiéramos tomar un objeto del dominio arqueológico para extrapolarlo y representar mediante éste los objetos del registro antropológico, el que más se adecúa es el de yacimiento, ya que define un objeto concreto en un lugar concreto, y en su propia definición como objeto contempla aspectos identitarios y comportamentales específicos (requisito fundamental de todo objeto en un lenguaje OO).

Pero, teniendo en cuenta las limitaciones del SIA en el manejo de entidades espaciales, decidimos definir al objeto patrimonial con identidad espacial propia de modo que pueda ser manejado en un entorno que se aproxime más a un SIG, lugar hacia donde se dirige el SIA (GONZÁLEZ PÉREZ, et al., 2008). Es así como se llevó a cabo una fusión entre un objeto georgáfico y un objeto del registro arqueológico (ambos objetos documentales).

Por otra parte es necesario que el objeto esté íntimamente vinculado al contexto de interpretación. Pero también, considerando la necesidad de llevar a cabo interpretaciones y reinterpretaciones que pueden llegar a redefinir o eliminar al objeto patrimonial, es imprescindible que exista una vinculación del contexto de interpretación a los eventos concretos de registro, es decir, a objetos documentales.


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios