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EFICIENCIA, SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL Y EQUIDAD INTERGENERACIONAL EN LOS MODELOS DE GENERACIONES TRASLAPADAS: LECCIONES DE POLÍTICA

Víctor Hernán Aguiar Lozano


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2.3. Medioambiente e índice ambiental

Se considera un índice de calidad ambiental –At-, que depende positivamente del capital natural. El capital natural, se define de manera general, como un stock que genera un rendimiento en forma de bienes y servicios naturales o rendimiento natural. El capital natural y el rendimiento natural son agregados de los recursos naturales en sus dimensiones separadas de stock y flujo respectivamente. Se debe notar, que para formar estos agregados, se requiere valorar los diferentes tipos de tipos de stocks y flujos ambientales (Costanza & Daly, 1992).

El capital natural puede ser de dos tipos: capital renovable o activo y capital no renovable o inactivo. El capital renovable –recursos renovables- es activo y se auto-mantiene usando energía solar. Este capital puede ser cosechado o explotado para obtener bienes económicos . Si es cosechado dejará de producir un rendimiento natural. El capital no renovable –los recurso naturales no renovables- es análogo a un inventario que adquiere valor al ser utilizado –debe ser liquidado- (Costanza & Daly, 1992).

El índice ambiental, se establece en relación a un sistema natural –medioambiente- que está sujeto a las leyes de la termodinámica. Se supone que es un sistema termodinámico estable . Se puede pensar en un sistema ecológico diatérmico –que permite entrada y salida de calor-, autónomo: una biósfera. Se considera, entonces, que existe un estado estacionario natural -o una estado estable del medioambiente en ausencia de acumulación de capital y extracción-. En otras palabras, el capital natural está gobernado por un sistema dinámico no explosivo que tiene un estado estacionario único o globalmente estable - -.

El índice ambiental, tiene como base un nivel que corresponde a este nivel natural estacionario. Este índice, asigna un valor numérico, en unidades de consumo, al rendimiento natural. Es creciente respecto a un aumento del capital natural.

Definición 1: Existe una función que mapea el rendimiento natural –producido por el nivel agregado de capital natural en el tiempo t-, a un índice At, tal que:

Este índice asigna un valor numérico al rendimiento natural agregado, que puede incluir la belleza de un paisaje o la pureza del aire. Esto significa, que este índice es una función de valoración económica total. En el presente modelo, no se define una forma específica del mismo y en este sentido la valoración del ambiente se toma como exógena. Es decir, se considera como dado, la repartición de la propiedad del capital natural entre las generaciones, y otra clase de instituciones que determina su valoración (R. Howarth & Norgaard, 1990). Por este motivo, este índice puede tomar cualquier forma mientras mantenga la relación de orden establecida, es decir, si el rendimiento natural es mayor tendremos un índice mayor .

Por definición, se sabe que el índice At depende del capital natural y directamente se determina que su dinámica es estable y que converge –sin acción humana- al nivel . Se supone, que la velocidad a la que este sistema converge a su estado estacionario es b. Ahora tenemos:

El parámetro b es exógeno al modelo -ya que sus características están atadas al sistema termodinámico natural-. En general, se supondrá que en este mundo hipotético, no existen recursos no renovables: . Por lo tanto, todos los recursos comunes son renovables o reproducibles. Se justifica este supuesto ya que los recursos no renovables se pueden considerar perfectamente sustituibles entre ellos y con el capital físico. Alternativamente, se puede pensar que esta economía parte de un punto en el cual se han agotado la totalidad de los recursos no renovables .

La ecuación de movimiento, que caracteriza a este sistema pertenece a Lambrecht (2005), que define un índice de calidad ambiental en base al trabajo de John & Pecchenino (1994; 1995). Esta ecuación, se deriva de una función de acumulación de contaminación y utiliza el concepto de umbral ecológico, sobre el cual el sistema natural deja de existir (Lambrecht, 2005). Para este autor, el nivel , es estrictamente positivo y es el nivel máximo de calidad ambiental en ausencia de emisiones. En el presente modelo, se considera al sistema ambiental como exógeno al modelo y sólo se impone el supuesto de su estabilidad y tomará cualquier valor, dependiendo de la función I(.) .

La evolución del sistema dinámico natural en términos físicos no se considera en sentido estricto, lo que se define aquí es evolución dinámica de At, que es una noción económica. Por este motivo, no se utiliza, una función de crecimiento logístico para la ecuación de movimiento del medioambiente ya que la variable At no se refiere a la cantidad física de un bien común -como el número de peces o árboles- sino que depende del rendimiento natural y de su valoración económica. Además, el capital natural agrega activos ambientales como la capacidad de la atmósfera de asimilar contaminación –sumidero de residuos-, que puede no seguir una evolución logística. Finalmente, un tratamiento económico requiere que se trata con valores económicos y no físicos –como lo hace la ecología-. Esta diferenciación, es fundamental como lo notó Georgescu-Roegen (1971).

Adicionalmente, esta ecuación de movimiento puede ser vista como una aproximación lineal de la dinámica natural real. Entonces, se justifica el uso de esta ecuación de movimiento, si consideramos que la escala de la actividad económica humana, es suficientemente pequeña en relación a la escala del sistema natural –llamado planeta tierra- para no alejarse significativamente del estado estacionario natural .

El rendimiento natural trata de reflejar todas las funciones medioambientales, y estas son: sumidero de residuos, proveedor de insumos, fuente de utilidad directa –estética y recreativa- y sustento de vida. Es decir, que el índice ambiental está determinado por la valoración de estas funciones ambientales. Se debe notar, que la calidad ambiental, aquí el índice At- es un stock y es un bien público puro. Como ejemplos podemos citar, la función de sustento de vida –oxígeno, control de erosión y clima, riqueza genética-, la función estética –paisajes- y la función recreativa –turística-. Todos éstos son bienes –servicios- públicos puros, es decir no excluibles y no rivales .

La función de sumidero de residuos o depósito de contaminación, junto a la función de provisión de insumos o recursos, son flujos naturales que son consumidos o utilizados en la actividad económica. Estos flujos tienen la característica de ser un bien común, que es rival pero no excluible. Se destaca que el uso de estos flujos medioambientales afecta al capital natural de manera negativa y por ende afecta el stock de calidad ambiental en el siguiente período. Es decir, por esta vía, la calidad medioambiental que es un bien público puro a nivel estático se convierte en un bien común no excluible pero rival en términos dinámicos .

En este sentido, la acción económica afectará al medioambiente por dos vías: La primera desde la producción, pues cada firma produce un bien que se consume y un mal público que es la contaminación. Las firmas utilizan la función de sumidero de residuos y afectan al capital natural y por esta vía al stock de calidad ambiental . Se determina que la contaminación afecta la calidad ambiental así:

En este modelo, se supone que e(.) es constante y estará determinada por la resilencia o capacidad de asimilación de la naturaleza respecto a los desechos de la actividad económica, por la tasa b de convergencia – en este caso es la regeneración de esta función ambiental y por el grado de limpieza de la tecnología de producción –su eficiencia termodinámica-. Este parámetro, determinará en cuánto cambia At+1 por los desechos producidos en el sistema económico. Ahora la ecuación de la contaminación, queda definida como: .

Por las leyes de la termodinámica , la contaminación o cantidad de desechos es igual a la totalidad del producto –en términos de materia y energía utilizada para su producción-. Todos los bienes se transforman en desechos y la energía utilizada en la producción genera desechos también. La porción de la producción que es ahorrada e invertida, debido a que la depreciación del capital es 1, no se considera . Así se supone de manera implícita, que el sistema económico es un sistema termodinámico abierto al sistema natural –es decir que intercambia materia, energía y calor con este último-.

Esto ayuda a interpretar mejor el parámetro e, ya que la producción está medida en unidades económicas, pero la cantidad de materia y energía –unidades físicas- son las que afectan al ambiente, de esta manera el efecto no es directo. De esta manera, el parámetro e, es inversamente proporcional al nivel de eficiencia termodinámica de la producción -el uso energético o consumo de exergías-. El parámetro e, es siempre positivo y es más eficiente mientras más bajo sea su valor. Por la segunda ley de la termodinámica, la eficiencia termodinámica no puede ser del 100%, por ende, el parámetro e nunca será cero. Aunque exista una tecnología extremadamente limpia y políticas fuertes de reciclaje (Chóliz, 1999).

La segunda manera, en la cual la actividad económica afectará a la calidad medioambiental, viene desde los consumidores, mediante la variable mt. Esta variable puede tomar la forma de mantenimiento ambiental –si es positiva- o de cosecha o explotación de los recursos naturales –si es negativa- . De manera análoga a la contaminación, mt afectará al medioambiente así:

Se supone que (.) es constante y está dado exógenamente al modelo por la productividad del capital natural –que determina su rendimiento natural –, la tasa de convergencia b, que en este caso es la tasa de regeneración de un recurso explotado o la depreciación del capital natural, en el caso de que se realice mantenimiento medioambiental. También, afectan a este parámetro las tecnologías de abatimiento y que la economía posea. Entonces, el parámetro determina, en cuánto se afecta o se beneficia el índice de calidad medioambiental por el cambio de una unidad de Mt –agregada-.

Para ilustrar la forma en que mt afecta al índice ambiental se utilizará el ejemplo de un bosque. Este bosque, tiene todas las funciones del medioambiente: produce oxígeno y elimina dióxido de carbono –servicio-, es fuente de utilidad directa debido a su valor estético y recreativo, es fuente de madera, frutos y otros bienes . Si extraemos o explotamos el bosque para obtener madera, es decir, cosechamos o explotamos este capital natural –un mt negativo-; afectamos el servicio ambiental del bosque de captura de carbono y también su función estética –es decir el nivel de rendimiento natural-. De esta manera, el índice de calidad ambiental disminuye en veces mt. Alternativamente, -si mt es positivo- se realizan funciones de mantenimiento ambiental, por ejemplo reforestación, que aumenta la calidad medioambiental en veces el gasto mt –inversión ambiental-. Es decir, una mayor cantidad de capital natural –más árboles-, tendrá un rendimiento natural total mayor.

Otros ejemplos pueden incluir: bancos de peces, la atmósfera, el ecosistema de un lago. Estos activos ambientales, si no son explotados, como ya se mencionó, son fuente de utilidad directa mediante los servicios ambientales que proveen –como capital natural- reflejados en el índice de calidad ambiental. Alternativamente, si son explotados o cosechados –como bienes- son consumidos en el primer período o mediante su almacenaje utilizados como insumo en el segundo –en el modelo por la vía del ahorro-. Se debe subrayar, que Mt es la versión agregada de mt individual –Nt*mt-. En términos per-cápita tenemos la siguiente ecuación de movimiento del índice ambiental:

Ahora se puede definir, la ecuación de movimiento del medioambiente cuándo hay actividad económica. En este punto, se debe aclarar que se trabaja con la misma dimensión, es decir, unidades de consumo. Así, la contaminación no está medida en términos físicos, como toneladas métricas de basura o una cantidad de emisiones. Lo mismo ocurre con la variable mt. Esto es coherente, con la formulación inicial del índice de calidad ambiental que es una noción económica y no una variable física .

Finalmente, tenemos que establecer el problema de bien público de la calidad ambiental y de la conocida tragedia de los comunes (Hardin, 1968). El problema de los bienes públicos radica en la incapacidad de excluir de su consumo a aquellos que no lo mantienen –problema del polizón-. Mientras que la tragedia de los comunes consiste en la explotación o cosecha de un recurso natural más allá de un nivel socialmente óptimo. Este problema se define así:

En esta economía hipotética se puede presentar tanto el problema del bien público como el del recurso común –rival pero no excluible-, dependiendo del signo de mt. Esto significa, por ejemplo, que un individuo podría aprovechar los servicios ambientales como el aire puro sin haber invertido en capital natural –un mt positivo-. En este caso, sin haber pagado por el abatimiento de la contaminación. Alternativamente, alguien podría explotar un recurso común más allá del nivel socialmente óptimo, ya que no hay un mecanismo de exclusión pero sí rivalidad –sobre-explotación maderera o pesquera-.

De esta manera, el problema de maximización de utilidad del consumidor se convierte en un juego en dos etapas: En la primera etapa se elige un nivel de mt –per-cápita-, tomando como exógeno la elección de las demás (Nt - 1) personas - -. En la segunda etapa, el nivel agregado de las elecciones individuales de mt –Nt*mt-, determinan el nivel agregado de At+1. Se debe recordar que debido a que los individuos extraen o invierten sólo en el primer período de la vida -ya que en el segundo están retirados-, afectan el nivel de calidad ambiental del segundo período. Este nivel de calidad ambiental es el mismo del cual disfrutan y obtiene utilidad los jóvenes que nacen en ese período. Si los individuos son egoístas –no altruistas-, esta estructura es fuente de otra externalidad intergeneracional, aparte del problema de contaminación.

Varios estudios estándar de generaciones traslapadas han mostrado que el altruismo no es suficiente para garantizar que la eficiencia dinámica de una economía de generaciones traslapadas, aún en el caso extremo de altruismo de tipo Barro o inclusive con un efecto de cuarto de espejos, es decir, con un altruismo perfecto en dos sentidos –padre a hijos e hijos a padres-(Blanchard & Fischer, 1989; de La Croix & Michel, 2002). En el estado del arte, se mostró varios ejemplos en los cuales el altruismo no garantiza una asignación eficiente, cuándo se incluye variables ambientales en el modelo de generaciones traslapadas. Por este motivo, no se estudia esta extensión y se procede a estudiar directamente el comando central (Jouvet, Michel, & Vidal, 2000). Claramente, una sociedad altruista puede disminuir las externalidades pero no las puede eliminar, por el problema de los comunes o del polizón.


 

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