ESTRATEGIAS EDUCATIVAS

ESTRATEGIAS EDUCATIVAS

Horacio Mercado Vargas
Litzajaya Mercado Vargas

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ENFOQUE CONSTRUCTIVISTA DEL APRENDIZAJE

Toma como plataforma la actividad mental, en razón del alcance de aprendizajes significativos; así el estudiante puede llegar a la comprensión y funcionalidad de lo cultivado para construir, modificar, diversificar y coordinar sus esquemas. Estableciendo de esta manera redes de significados enriqueciendo su juicio del medio físico, social, político y favoreciendo su evolución personal; la guía del profesor contribuirá a abrir la capacidad de realizar aprendizajes significativos por si mismo, en todas las circunstancias que se puedan dar, o lo que es lo mismo inducirlo a “aprender a aprender”.

Aquí parece haber una contradicción por una parte, al considerar al alumno como el único forjador y responsable del proceso de aprendizaje y, por la otra el hecho de atribuirle al profesor una importancia decisiva como orientador, guía y facilitador de la enseñanza, donde es importante su presencia en la selección de actividades, la organización, toma de decisiones y aplicación de métodos para alcanzar aprendizajes significativos.

Considerando la intervención de éste, promotora y facilitadora en el proceso de construcción, modificación, diversificación y enriquecimiento progresivo de los esquemas de reflexión de los estudiantes, en la actividad autoestructurante, de la construcción del conocimiento y por lo tanto del aprendizaje significativo.

La intervención pedagógica vislumbrada la necesidad de instaurar una comunicación eficaz con la situación compartida; asumiendo la organización con ciertas metodologías para crear esa comunicación; para esto es imperioso entablar una negociación con los estudiantes, crear una definición intersubjetiva de la situación que obedezca a la utilización apropiada de mediación del lenguaje.

APRENDIZAJE SIGNIFICATIVO

Los antecedentes del aprendizaje significativo son innumerables, afirmado en ideas y connotaciones de distintos enfoques; por ejemplo la concepción humanista apuntada en el alumno, caracteriza la educación adaptada a las necesidades de cada individuo, lo sitúa en el centro del proceso educativo, teniendo como fin el funcionamiento integral de la persona, que aprenda a percibir, a conocer, encuentre su identidad particular. Incluso también se pueden localizar estudios de la curiosidad epistémica y la actividad exploratoria en el marco de las teorías de la motivación, según los postulados de la activación, la motivación por explotar, descubrir, aprender y comprender está ofrendada en mayor o menor grado.

La actividad exploratoria se convierte en un poderoso instrumento para la adquisición de nuevos conocimientos; ello conduce a confrontar al alumno con una serie de situaciones de novedad, complejidad, ambigüedad, incongruencia, capaz de activar la motivación interna, de este modo provocar su curiosidad por el conocimiento.

Como ya se había citado varios teóricos comparten el principio de la autoestructuración, visualizan al estudiante el artesano de su construcción, como el último responsable de su propio proceso de aprendizaje. La tesis por descubrimiento tendida en los años sesenta define el postulado de la adquisición de los conocimientos por sus propios medios, o como lo señala Bruner con el uso de su mente; por tal motivo comprender es inventar y reconstruir es reinventar.

El conjunto de las teorías y modelos educativos, se apoyan en una concepción extrínseca del aprendizaje, excluyendo los valores, fines, sentimientos y actitudes del sujeto; de la misma manera es común encontrar una práctica escolar calculada solo para enseñar, directiva e intrascendente para las necesidades.

Habría que revisar al respecto esta orientación y cambiar la brújula, para que los estudiantes decidan por si mismos cómo quieren aprender, solo ellos saben lo que se adapta mejor a su personalidad y necesidades, poner como primera intención educativa “aprender a aprender” y desplegar la autoevalución como una apreciación específica.

El aprendizaje significativo ha tomado cierta moda, es común encontrar esta noción con innumerables definiciones, muchas veces no se ponen de acuerdo en como abordarlo, no se trata tampoco de establecer una fórmula única; sino más bien de afrontarlo como un instrumento de análisis y de reflexión, en el transcurso de construcción de significados, como elemento medular metodológico; el alumno aprende la explicación de un fenómeno, cuando es capaz de atribuirle un significado; aunque también puede aprender sin atribuirle significado alguno, esto sucede cuando asimila memorísticamente y es capaz de repetirlo o de utilizarlo mecánicamente, sin entender lo que esta haciendo o diciendo.

Puede atribuirle significados parciales a lo aprendido; pues no representa exactamente lo mismo para el profesor que lo ha enseñando durante muchos años, que para el alumno, no tiene las mismas implicaciones ni el mismo poder explicativo para ambos, no pueden utilizarlo o aplicarlo en igual extensión y profundidad.

Por lo tanto la significatividad del aprendizaje no es una cuestión de todo o nada, más bien de grados, en lugar de proponer que los estudiantes realicen aprendizajes significativos, es más adecuado intentar que los aprendizajes en cada momento de la escolaridad, sean lo más significativos posible.

Construyen significados, si son capaces de establecer relaciones sustantivas y no arbitrarias con lo que se aprende y lo conocido; por ende la mayor o menor riqueza de significados aplicados, dependerá el grado de complejidad establecido con el objeto de conocimiento, de aquí resulta, los estudiantes que poseen conocimientos previos construirán percepciones distintas a los que no cuentan con ellos, como lo rotula Ausubel y sus colaboradores.

El nuevo material de aprendizaje, deberá ser potencialmente significativo, o sea susceptible de dar lugar a la construcción de significados, el alumno no podrá construir ideas si el contenido de aprendizaje es impreciso, si no está debidamente constituido, así como se le ofrende. Para poder relacionar el nuevo con el que ya conoce y lo inserte en redes de significados (semánticas), ya construidas en el trascurso de sus experiencias previas de aprendizaje; el conocimiento previo juega un papel determinante en el momento de adquirir nuevos.

Los condicionantes anteriores junto con una actitud favorable del estudiante, son necesarios para producir el aprendizaje significativo, si esa actitud es limitada se restringirá posiblemente a memorizar lo aprendido, sin reflexionar; en tanto si muestra una actitud abierta producto de una buena motivación establecerá referencias críticas y reflexivas de lo nuevo con lo que conoce; implica la memorización comprensiva, el almacenamiento de los significados en una red ampliada y extendida constantemente; incrementando la capacidad para construir nuevas relaciones en cada situación, útil para generar nuevos conocimientos, para establecer conexiones con problemas cotidianos del mundo.

Concibiendo tal forma, no únicamente como la influencia del profesor y de la metodología, de los procedimientos instruccionales y didácticos; tomando en consideración todo lo anterior con los conocimientos previos del alumno y sus procesos de pensamiento.

Concurren otros aspectos actuantes en la mediación de la enseñanza y los resultados del aprendizaje: la percepción de los alumnos sobre la institución, del profesor y de sus actuaciones; sus expectativas ante el proceso; la motivación, creencias, actitudes y atribuciones, los métodos de instrucción utilizados entre otras.

Para Piaget, se construyen los significados integrando o asimilando el nuevo material de aprendizaje con los esquemas; aquí el aprendizaje nuevo se inserta y se asimila a las representaciones previos existentes y lo que no se puede implantar a ninguno carece totalmente de significado.