FACTORES CRÍTICOS QUE AFECTAN EL POSICIONAMIENTO COMPETITIVO DE LAS PRINCIPALES CADENAS AGROALIMENTARIAS DE LA PROVINCIA DE LA PAMPA

FACTORES CR?TICOS QUE AFECTAN EL POSICIONAMIENTO COMPETITIVO DE LAS PRINCIPALES CADENAS AGROALIMENTARIAS DE LA PROVINCIA DE LA PAMPA

Gabriela Marina Iturrioz

Volver al índice

 

IV.2.3.2. Capacidad productiva y tecnológica

La capacidad productiva es una variable utilizada por la ONCCA para medir el tamaño de empresa . De acuerdo con este criterio, determina que en el país existen actualmente 37,5% de molinos pequeños, un 35,3% de medianos y el resto se reparte entre las categorías de los extremos, microempresa: 15,4% y gran empresa: 11,8%. (Lezcano; 2007). En la provincia de La Pampa, en función de esta clasificación existen tres molinos pequeños y uno mediano (cuadro 37).

En conjunto, los cuatro molinos presentan una capacidad de molienda de 206.277 ton/año (de acuerdo a datos de encuestas actualizados para 2007), lo que implica que La Pampa concentra el 2,7% de la capacidad nacional (7,6 mill. de ton/año). ONCCA (2007). El molino de mayor tamaño, concentra el 49% de dicha capacidad. Los cuatro molinos funcionan todo el año, entre 4 y 6 días a la semana, la mitad de ellos un total de 16 hs diarias, mientras que los otros dos aseguran trabajar las 24 horas del día en tres turnos de trabajo.

Entre las cuatro industrias procesan anualmente 130.752 ton de trigo, de las cuales un 78% (101.987 ton) proviene de producción provincial y el resto (28.765 ton) de otras provincias. La capacidad ociosa promedio es del 37%, por debajo de la media nacional (42% de acuerdo con datos aportados por FAIM, 2007), aunque como refleja el cuadro 36 una empresa alcanza hasta un 52% de capacidad ociosa, disminuyendo esta proporción al 28% en el caso del molino mediano.

En línea con los resultados presentados por Viteri y Ghezan (2006) en una investigación realizada en el 2002 (sobre el 39% de las firmas presentes en la provincia de Buenos Aires), las pequeñas empresas presentan una gran heterogeneidad entre ellas. En términos de producción anual estas empresas abarcan una franja que va desde los 17.000 ton/año hasta las 23.000 ton/año; esto depende fundamentalmente de las diferencias observadas en el uso de la capacidad instalada de la industria y en la productividad de la mano de obra, cuyos valores oscilan entre las 490 y 840 ton/ persona ocupada.

En la provincia de La Pampa, la empresa mediana posee una mejor utilización de su capacidad instalada que las tres pequeñas en conjunto; mientras que su productividad por empleado duplica y en algunos casos casi cuadriplica la productividad/empleado presentada por los otros molinos.

El principal producto elaborado es la harina 000 (80% de la producción total), mientras que las harinas 0000 concentran el 17% (excepto la mediana empresa que solo produce harina 000 y afrechillo). La producción de sémola y semolín es muy baja, alcanzado apenas el 3% de la producción total. Los molinos provinciales no producen en general premezclas listas para usar (formulaciones balanceadas que no requieren el uso de otros aditivos para su procesamiento, excepto agua), ni harinas especiales (con aditivos), más común entre el grupo de grandes empresas y algunas PyMEs nacionales que incursionan en un proceso de descommoditización. (Viteri y Ghezan; 2006)

Ninguna de las plantas cuenta con sistema de secado artificial de granos. Una de ellas posee sólo aireadores, uno por cada silo, con motores de 7,5 kw. La humedad promedio de entrada del grano en época de cosecha es de 13%, y en el resto del año varía de 11 a 12,5%. Los lotes que a cosecha llegan con 15–16% son enviados a molienda lo más rápido posible para evitar su ardido. Los procesos de acondicionamiento del grano incluyen limpieza y ventilado en todos los molinos.

Sólo el molino mediano tiene completamente automatizado el proceso de mezclado de trigo desde diferentes silos, mientras que en el resto lo común es el sistema manual o semiautomático. Las empresas pequeñas reconocen que existe tecnología de molienda más moderna que la que poseen, y que podría darles mayor competitividad, pero que por el momento no pueden adoptarla debido a su alto precio y/o escala insuficiente en su molino.

En cuanto al almacenamiento de harina, cuentan con sistemas a granel con capacidad diferentes que van desde los 130 hasta 1500 toneladas. Sólo una pequeña empresa hace almacenamiento en bolsa, con una capacidad total de hasta 6000 bolsas. En general el tiempo de almacenaje de la harina es muy corto, entre 1-2 días (lo más común) hasta 30 días en casos excepcionales.

El molino mediano es el único que cumple con normas de estandarización y control de la calidad de procesos y productos (ISO 9000 y HACCP). De los tres restantes, solo uno tiene proyectado implementar BPM (Buenas Prácticas de Manufactura) en un futuro cercano.

El destino más habitual de ventas (cuadro Nº 38) son las panaderías artesanales (52% de las ventas totales), seguidas por las panificadoras industriales que abarcan el 40% de los destinos de venta. Las fábricas de pastas concentran el 7% y los minoristas el 1% restante. Las tres industrias pequeñas comercializan la mayor parte de su producción (entre 60 y 100%) a panaderías de tipo artesanal, y el resto lo dividen entre fábricas de pastas y galletitas, panificadoras industriales y minoristas a los que venden harina fraccionada. El molino mediano coloca su producción principalmente en panificadoras industriales y fábricas de galletitas (70 %), y sólo abastece panaderías artesanales con compras limitadas a 600 bolsas de 50 kg (30%).

Las ventas son realizadas principalmente fuera de los límites provinciales (76%). Tres molinos (el mediano y dos pequeños) colocan una proporción baja de su producción (6 a 20%) en la provincia de La Pampa, y el grueso lo venden en otras provincias. El molino más pequeño vende alrededor del 50% de su producto dentro de La Pampa. En la actualidad, ninguna de las empresas está exportando harina, aunque una exportó en el pasado a Chile.

Las bolsas de 25 a 50 Kg es la forma más común de comercialización que utilizan los molinos para la venta de sus productos (80%), mientras que a granel apenas se vende el 16% de la producción de harina. Solo el molino mediano cuenta con tolvas para la distribución a granel a sus clientes (el 65% del producto es vendido bajo esta modalidad) y un 10% de su producción de harina es fraccionada en envases de 1 Kg.