Los países en vías de desarrollo dependen cada vez más del transporte internacional, la calidad de la infraestructura nacional de este sector y el acceso a las comunicaciones para mantener su economía, por su parte los países desarrollados mejoran cada día sus redes de transportación y comunicación. Para mantener su competitividad es necesario que los países mejoren el rendimiento de sus sistemas de transporte ante un desarrollo voraz del comercio internacional, de otra manera quedarían rezagados y serian poco competitivos frente al panorama económico mundial que se les presenta.
El crecimiento de las economías, principalmente de los países desarrollados, ha aumentado las cantidades y modalidades de carga y ha requerido de avances en los servicios de transporte de mercancía. Cada vez aumentan más las empresas industriales internacionalmente, las transnacionales han establecido centros de producción en todo el mundo y requieren de medios de transporte para trasladar estas producciones masivas a los mercados mundiales.
Se piensa que dentro de unas décadas la producción económica mundial aumente de manera estrepitosa, lo cual puede sobrecargar peligrosamente los sistemas de transporte de mercancías, y elevar sus costos mucho más que en la actualidad.