EL PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN AMBIENTAL
LA PRÁCTICA ARGENTINA

EL PRINCIPIO DE PRECAUCI?N AMBIENTAL LA PR?CTICA ARGENTINA

Mirta Liliana Bellotti y otros

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CAPÍTULO 1. El principio de precaución en el Protocolo de Madrid y su necesaria aplicación al impacto de la presencia humana276.

Introducción

La Antártida posee un gran valor para la investigación científica en problemas de relevancia global. Si sus características naturales no son preservadas de la contaminación y de disturbios significativos, debidos fundamentalmente a la acción del hombre, la actividad científica se podría ver seriamente restringida.

La sensibilidad de los ambientes marinos y terrestres antárticos indica que deben tomarse precauciones especiales para conservarlos.

Argentina -tal como se señalara en la Introducción- ha ratificado el Protocolo al Tratado Antártico mediante la ley 24216, obligándose a la protección global del medioambiente antártico y los ecosistemas dependientes y asociados. El preámbulo del Protocolo señala la necesidad de incrementar la protección del medio ambiente antártico y reconoce las oportunidades únicas que ofrece la Antártida para la observación científica y la investigación de procesos de importancia global y regional. En el art. 2 del Protocolo las Partes designan a la Antártida como reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia.

Países vecinos a la Antártida como Argentina, que tienen sistemas ecológicos dependientes del ecosistema antártico, fueron los que mayor interés han manifestado en la protección de su medio ambiente, estos países propulsaron algunas de las más trascendentes iniciativas, que han constituido alguno de los logros más importantes277.

La protección ambiental de la Antártida tiene dos metas, una se relaciona con el mantenimiento de la alta productividad y relaciones ecológicas en el océano austral, y la otra con el mantenimiento del ambiente en condiciones prístinas. El principal valor a conservar en la Antártida es su carácter de fuente única de información prácticamente libre de contaminación u otros efectos humanos, para las ciencias geofísicas, geológicas y biológicas, útiles para la humanidad278.

El principio de precaución es uno de los principios reconocidos de Derecho internacional ambiental. “La precaución constituye un comportamiento de ‘buen gobierno’, en principio de carácter voluntario, llevado adelante en ejercicio del derecho de soberanía e imperio de un Estado u otro sujeto de derecho, el que, en su gestión, ante la duda de que una actividad pueda ser riesgosa para el medio ambiente, prefiere limitarla o prohibirla”. “(...) [P]odemos afirmar que la precaución basa su acción en el riesgo dudoso en tanto la prevención en el riesgo cierto (daño dudoso)”279.

Dado que la Antártida continúa en condición relativamente limpia, que todavía no ha sufrido las perturbaciones en gran escala causadas por los seres humanos, es la zona despoblada más grande de la tierra y sus condiciones especiales – ya señaladas ut supra –, la aplicación del principio de precaución en su ámbito es muy importante.