LA ECONOMÍA MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

LA ECONOM?A MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

Hilario Barcelata Chávez

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POBREZA Y DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO

28 de julio de 2003

La reciente presentación de los resultados de la Encuesta de Ingreso-Gasto de los Hogares, ha desatado una gran euforia en los medios oficiales. El festín publicitario del presidente Fox hace parecer que la pobreza ha sido erradicada de manera definitiva. Sin embargo, todo es infundado, nada han mejorado las cosas y nada hay que celebrar. El gobierno federal ha recurrido –otra vez- al usado esquema de acomodar los datos estadísticos para presentar como un logro lo que es una vergüenza.

Las declaraciones del Presidente han sido en el sentido de que ha disminuido el número de pobres, que ha mejorado la distribución del ingreso a favor de estos y que en unos diez o quince años se erradicaría la pobreza en México. Veamos que hay de cierto en todo esto.

Esta encuesta mide el reparto del ingreso nacional entre el total de habitantes del país, por lo que permite conocer el nivel de ingreso por persona y la forma en que este se distribuye entre ricos y pobres.

De acuerdo con los resultados de la misma, el ingreso diario de 50 millones de personas que se encuentran en la línea de la pobreza o por debajo de ella (deciles del I al V con un ingreso promedio de 27 pesos diarios) se incrementó en promedio, de 2000 a 2002, un 5.3%. De igual modo, los no tan pobres (30 millones de personas en los deciles VI al VIII cuyo ingreso promedio diario es de 66 pesos diarios) incrementaron su ingreso en un 2.3%, mientras que la clase media y los ricos (20 millones de personas en los deciles IX y X con un ingreso promedio diario, de 115 y 275 pesos respectivamente) vieron disminuir sus ingresos en un –0.6 y –10.5%.

Esto significa que en dos años, los más pobres incrementaron su ingreso personal -en promedio- un peso con treinta centavos, es decir, 65 centavos cada año. Hay que hacer la aclaración que este grupo de los más pobres, está conformado por cinco grupos de muy bajo ingreso (deciles del I al V) cada uno, compuesto por un total de 10 millones de personas, existiendo importantes diferencias de ingreso entre uno y otro. Los que se encuentran en el primer decil –los más pobres de los pobres- tienen un ingreso diario de 11 pesos diarios. Y en ellos el incremento del ingreso fue mucho más reducido que el promedio, pues sólo creció en cincuenta y cuatro centavos en estos dos años (es decir 27 centavos de incremento anual) En el resto, el incremento anual fue mayor, sin embargo, en ningún caso la mejoría del ingreso es relevante. Es decir, quien recibía 10.80 pesos en 2000, ahora recibe 11.34; quienes recibían 18.80 pesos, ahora reciben 20.16; quienes recibían 25.64 pesos, ahora reciben 27.03; quienes recibían 32.69 pesos, ahora reciben 34.09 y quienes recibían 40.58 ahora reciben 42.41. Esto significa que, prácticamente todos siguen en las mismas condiciones, esto es, todos siguen siendo pobres. Dicho en otras palabras, la mejoría, es tan ínfima, que apenas es notoria.

Sin embargo, si se pretende erradicar la pobreza a esta velocidad, el gobierno federal tendrá que invertir una gran cantidad años. Para que los pobres dejen de serlo -de acuerdo con las mediciones de Sedesol- deben estar por encima del ingreso de 41.80 pesos, que es la línea de la pobreza. Suponiendo que efectivamente al sobrepasar ese nivel ya no se es pobre (lo cual es muy dudoso) para erradicar la pobreza se requiere que los 50 millones de personas que se encuentran debajo de esa línea la superen. Para ello se debe igualar su ingreso actual a un ingreso de al menos, 41.90 pesos. Para lograr esto en las 10 millones de personas que conforman el decil I, se requiere incrementar su ingreso en 30.56 pesos, pero considerando la velocidad a la que el gobierno foxista está “mejorando” las cosas, se requeriría de 113 años, para lograr ese objetivo. Las 10 millones de personas que conforman el decil II, requieren un incremento de 21.74 pesos, para ello se necesitarían, en las actuales circunstancias. 32 años. Para el tercer decil se requiere un incremento de14.87 pesos y esto tomaría 21 años realizarlo. El decil IV, sólo requiere incrementar 7.81 pesos y eso sí, sólo requeriría de once años. El decil V no requiere tanto, porque prácticamente con un incremento igual al anterior, ya estaría por encima de la línea de pobreza, esto es, requiere, al menos de 2 años.

Esto significa que, en promedio, se requieren, 36 años para superar la línea de pobreza, lo cual es tres veces más el tiempo que el Presidente Fox ofreció para tal fin.

Por otra parte, es importante destacar, que efectivamente se observa un mejoramiento en la distribución del ingreso en el país, pero ese mejoría es tan pequeña, que prácticamente sigue existiendo una muy grave concentración del ingreso en pocas manos.

Así, mientras en el año 2000 el 10% de la población más pobre, recibía apenas el 1.5% del ingreso nacional, el 10% más rico, recibía el 38.7%. Una distancia abismal que se sigue manteniendo en el 2002 a pesar de la “mejora foxista”. Ahora el 10% más pobre recibe el 1.6% y el 10% más rico recibe el 35.6%, como se ve, una ganancia muy reducida. De hecho la concentración del ingreso sigue siendo tan grave que el 90% de la población en el país recibe el 65% del ingreso, en cambio el 10% (los más ricos) reciben el 35.6%.

El cambio en la concentración puede observarse a través de la Curva de Lorenz que he construido para mostrar como se distribuye el ingreso entre la población agrupada en deciles. A medida que la curva se acerca a la línea de igualdad absoluta, la distribución es más equitativa, a medida que su curvatura se acerca al origen, muestra una mayor desigualdad., Como se observa en la gráfica en donde se muestran las curvas para 2000 y 2002, la de éste último año muestra más equidad, pero se observa, también, que la variación es demasiado pequeña para tomarlo festinarlo.

Por desgracia, la gran publicidad que recibieron estos resultados no obedece a su importancia o al impacto que representan en términos del mejoramiento de la población. Más bien responde a la oportunidad, a los tiempos electorales, al temor del PAN de una gran derrota electoral. Por eso el anuncio fue atropellado y burdo, electorero y –como acostumbra el presidente- sin sustancia, sin fundamento.