LA ECONOMÍA MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

LA ECONOM?A MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

Hilario Barcelata Chávez

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LOS PROYECTOS DEL NEOLIBERALISMO NO HAN TENIDO RESULTADOS POSITIVOS

1993

El proyecto neoliberal encabezado por Estados Unidos e iniciado por Ronald Reagan hace doce años ha tenido similares resultados en todos los países en que se ha implantado y, por desgracia, no han sido buenos; de este modo vemos que los rasgos más agudos de la crisis económica que vive nuestro país son, en realidad, una constante de la crisis del proyecto internacional.

En reciente aparición pública, el presidente Clinton declaró justamente en este sentido. Según él, la filosofía republicana provocó mayor pobreza y desempleo. Los mismos resultados que en México, Brasil y demás países latinoamericanos que optaron o se vieron forzados a seguir esta vía. Sólo que para ellos el precio a pagar ha sido más alto que el de Estados Unidos. En Latinoamérica, México incluido y a la cabeza, la instrumentación del proyecto ha significado también, la renuncia a los principios y valores que regían un proyecto histórico nacionalista. esto último puede sonar obsoleto en plena época de globalización total pero no hay que olvidar que, hasta el momento, nuestro socio comercial norteño piensa y actúa en defensa de un proyecto nacional también. Esta situación no hace sino agudizar los problemas que de todos modos ha traído el mentado proyecto neoliberal. Pero al mismo tiempo ha creado condiciones tales que han vuelto muy difícil un proceso reversible.

En lo que inicia el TLC los niveles de desempleo crecen en nuestro país, los niveles de ingreso caen de la mano de la demanda interna. El libre mercado y el libre cambio no han demostrado aún (ya les queda poco tiempo) las bondades que les atribuyen los economistas de la nueva era. La invisible mano Smithiana no ha sido capaz de crear los ajustes a nivel mundial y país a país para generar la riqueza de las naciones. Pero más grave que el que estos problemas existan y se agudicen es que no haya soluciones alternativas. A la fecha sólo se conoce una solución: profundizar el proyecto neoliberalizador y creer, con fe ciega, que al final efectivamente terminará por resolver sus propias contradicciones. En el espectro político y económico no hay más propuesta. Hay mucha crítica, pero a nivel propositivo no hay un proyecto alternativo concreto y viable de desarrollo del país. La disputa electoral en 1994 pondrá en evidencia estas cuestiones para que de una vez quien tenga que proponer lo haga.