LA ECONOMÍA MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

LA ECONOM?A MEXICANA. CRISIS Y REFORMA ESTRUCTURAL. 1984-2006

Hilario Barcelata Chávez

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DESEMPLEO Y CRISIS. EL FRACASO DE FOX

26 de julio de 2003

La realidad se muestra implacable frente al discurso oficial irresponsable y cínico, que ofrece un panorama económico optimistamente engañoso.

Apenas a unas semanas de que el presidente Fox declarara que durante su sexenio no se ha incrementado el desempleo y de que el país “marcha y marcha bien” y de que “errores, ninguno”, las cifras del desempleo ofrecidas por INEGI, desnudan la verdad.

La tasa de desempleo abierto (TDA) para el mes de junio, alcanzó un nivel sin precedente en los últimos doce meses, al llegar a 3.2%, lo cual representa un incremento considerable comparada con la de junio del año pasado que fue de 2.4%. Esto significa que en este período se perdieron 427,000empleos.

Sin embargo, la situación es más grave, ya que la TDA es una medida engañosa, pues considera como empleados a las personas que hayan trabajado, al menos una hora a la semana, lo cual, evidentemente, es una medida muy laxa del empleo, pues no refleja las ocupaciones reales, ni se refiere a un tipo de empleo con calidad, es decir, bien remunerado, permanente y con prestaciones.

Para una mejor definición de la situación que se vive en materia de desempleo hay que recurrir a otras mediciones ofrecidas por el propio INEGI, como la Tasa de ocupación parcial y desocupación (TOPD1) Esta tasa considera desocupadas, tanto a aquellas que no tienen trabajo, como a aquellas que lo tienen, pero que no llega a quince horas a la semana. Mediante esta tasa, sabemos que en el país existen 3.6 millones de personas en esta situación, de las cuales 1.7 millones están desocupadas o trabajan cuando más una hora y las restantes 1.8 millones trabajan cuando más, quince horas.

Para tener una dimensión más real de la situación del empleo hay que recurrir a otra de las tasa calculadas por el INEGI, que es la Tasa de condiciones críticas de ocupación (TCCO) que considera desempleados a aquellos se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, que laboran más de 48 horas semanales ganando de 1 a 2 salarios mínimos o que trabajan más de 35 horas semanales con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo. Es decir, considera como empleados, sólo a aquellos que tienen un empleo digno o bien remunerado, y deja fuera a aquellos que reciben un salario muy bajo o que no tienen prestaciones. La tasa de desempleo en este caso es del 8.9%, lo cual significa que 6.3 millones de personas se encuentran en esta situación. Lo más grave es que de junio del año pasado, al mismo mes de este año, la cantidad de personas en esta situación, creció en 1.9 millones.

De hecho, mediante estas tasas es posible medir el empleo en el sector informal, y este suma una cantidad de 4.5 millones de personas.

La situación del país es grave y riesgosa y no va a solucionarse con los 100 millones de pesos que el presidente Fox ha destinado a combatir el desempleo. Para generar más empleo se requiere una política económica destinada a tal fin. No es la falta de recursos para promover el empleo, lo que imposibilita al gobierno a crear más empleo, es su política económica que, a lo mejor sin proponérselo, y a lo mejor sin quererlo, ni darse cuenta, produce masivamente desempleados.