LA ECONOMÍA MEXICANA FRENTE A LA GLOBALIZACIÓN DEL PROTECCIONISMO AL LIBRE MERCADO

LA ECONOM?A MEXICANA FRENTE A LA GLOBALIZACI?N DEL PROTECCIONISMO AL LIBRE MERCADO

Hilario Barcelata Chávez

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INTEGRACIÓN ECONÓMICA Y BIENESTAR: ¿UNA CONTRADICCIÓN?

Agosto, 1993

El desarrollo capitalista plantea a todos los países un reto muy importante, la constante búsqueda de mercados donde colocar las mercancías que producen. Este reto es a la vez, condición necesaria de subsistencia de todas las economías y la forma en que se ha venido superando es a través de la presencia en mercados internacionales. Por este motivo actualmente se promueve con mucho interés en todo el mundo la necesidad de generar economías más abiertas al flujo comercial. De igual manera se promueve la creación de mercados comunes o tratados de libre comercio.

En nuestro país se ha dicho del Tratado de Libre Comercio que se firma con Estados Unidos y Canadá, que propiciará un importante crecimiento económico que será la base para tener una economía más estable, más competitiva y, sobre todo, que permitirá acabar los problemas del desarrollo económico y social.

En torno a este asunto un estudio realizado por Jordi Vilaseca (Doctor en Economía por la Universidad de Barcelona) revela interesantes conclusiones.

Vilaseca orienta su análisis para conocer cuales han sido los efectos generados por los procesos de integración económica durante los últimos treinta años en tres de los más importantes, la Comunidad Económica Europea (CEE), la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y el Mercado Común Centroamericano (MCC).

Vilaseca genera un índice de bienestar compuesto por una variable de desarrollo educativo, una de salud y nutrición, y una última de patrón de consumo. De igual manera mide el crecimiento económico a través de la medición del Producto Nacional Bruto per cápita (PNB pc). Mediante este índice pretende observar los efectos de la integración en el bienestar y por tanto en el desarrollo de cada país.. De acuerdo con el análisis de Vilaseca la tesis de que la integración económica debería cerrar la brecha entre países pobres y ricos no se corrobora. La presunta tendencia a la homogenización de los niveles de desarrollo, no se ve corroborada en su investigación. La heterogeneidad se vuelve más marcada sobre todo en el patrón de consumo de cada país.

Otra de las conclusiones a las que llega Vilaseca es que en treinta años de integración económica en América Latina no se ha modificado sustancialmente el desarrollo de los países asociados. Por el contrario, los países con menor interrelación comercial (es decir, los “menos integrados”) han aumentado más su posición en términos de bienestar y PNB pc que sus socios. Por otra parte, los países que han profundizado más su intercambio comercial regional son los que presentan una mayor pérdida en los niveles de bienestar y PNB pc. A este respecto valga decir que México, Uruguay y Brasil son países inmiscuidos en la ALADI y son los países que menores porcentajes de comercio intrarregional presentaron a partir de la creación de la asociación. A pesar de ello Brasil y México que en 1960 presentaban un PNB pc muy bajo en 1990 se colocan en las primeras posiciones en su asociación.

Bolivia y Paraguay son países que se integraron más (el comercio regional en el segundo representa actualmente el 60% de todo su comercio internacional). Ambos perdieron posición en cuanto a desarrollo y nivel de bienestar. En la actualidad Bolivia es el país con más bajo nivel de desarrollo y bienestar en toda la asociación. En otras palabras, existe una relación inversa (al menos en América Latina) entre comercio regional y desarrollo y bienestar. Pero lo mismo sucede en el MCC donde Costa Rica que es uno de los países con menores lazos comerciales regionales es el que mantiene los más altos niveles de bienestar en dicha asociación. De igual manera sucede en la CEE en donde el proceso ha generado consecuencias perniciosas ya que se han profundizado las desigualdades entre economías pobres y ricas. De manera que las segundas se han visto favorecidas ampliamente en su PNB pc mientras que las primeras han sufrido retrocesos.

En conclusión podemos decir que el análisis de Vilaseca revela que no existe relación entre integración económica y desarrollo o bienestar y que un mayor comercio regional no implica necesariamente un crecimiento económico. De aquí que podamos decir que el supuesto beneficio que traerá consigo el TLC no es sino un mito genial al que habrá que abordar con cuidado.

El análisis de Vilaseca invita a la reflexión puesto que es un trabajo serio y profundo sobre algo que nos atañe en este momento a todos los mexicanos. Sin la expectativa de un mayor desarrollo, de más bienestar para todos, de un futuro mejor ¿para qué integrarnos? Y la duda me asalta ¿conocerá el señor Serra Puche, Herminio Blanco, Córdoba Montoya y demás tecnócratas telecistas estudios como este en donde se demuestra la invalidez de las tesis gubernamentales? Digamos, ¿habrán hecho ellos un estudio de esta naturaleza para conocer lo que ha significado en términos de crecimiento y desarrollo la integración en donde ya se dio? No, al parecer es otra la realidad en la que ellos viven.