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Mercados Itinerantes - tianguis: La lógica de los mercados.
Ricardo Contreras Soto
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Mercados Tradicionales: una reconstrucción oral del tianguis del lunes, en Celaya Guanajuato

MC. Adolfo R. Rodríguez Santoyo

Junio de 2007.

Palabras clave: tianguis, mercado itinerante, por que consumir en un tianguis, lo bueno de un tianguis, lo malo de un tianguis.

El presente trabajo es el resultado de una investigación de campo realizada durante los meses marzo y abril de 2007, atendiendo a la duda sobre la importancia que tienen los mercados itinerantes para la vida de los habitantes de la ciudad de Celaya Guanajuato y el papel que juega en la economía de las familias.

Se manejó el supuesto de que los mercados itinerantes están en decadencia y su tendencia es a desaparecer, es a ser desplazados por las nuevas ofertas globalizantes que han invadido la ciudad.

Los cuestionamientos considerados fueron los siguientes:

1.- ¿Cuál es el origen del tianguis?

2.- ¿Cuál es la oferta en el tianguis de los lunes?

3.- ¿Cómo está configurado comercialmente el tianguis de los lunes?

4.- ¿Qué compran los clientes del tianguis?

5.- ¿Qué buscan o desean encontrar en el tianguis, los clientes?

6.- ¿Qué significa el tianguis para los clientes?

7.- ¿Cuál será la opinión de los comerciantes del tianguis?

El método

Se diseñó un guión para entrevista in situ, cara a cara a una muestra por asalto de 20 personas seleccionadas de manera aleatoria en el interior del tianguis.

Para el caso de los comerciantes se realizo una prueba de grupo de enfoque con 8 comerciantes que aceptaron participar con la condición de mantener secreta su identidad. Para la prueba de grupo de enfoque se diseño un guión ex profeso a partir de los cuestionamientos originales, se realizó en el laboratorio Gesell de la Facultad de Ciencia Administrativas.

El plan de muestreo se decidió por conglomerados, sin sistematización, usando asalto a discreción del encuestador en el interior del tianguis.

El reclutamiento de los comerciantes se realizo por Interpósita persona que es conocida en el medio y se estimuló la participación con un obsequio.

Se realizaron entrevistas domiciliarias por el método de aproximaciones sucesivas, a vecinos de las calles periféricas del mercado 5 de Febrero, con un guión sobre la aparición y evolución del tianguis.

Los resultados obtenidos se vaciaron en el formato de relatoría del presente documento.

Antecedentes

Los mercados informales organizados, datan en nuestro país de la época precolombina, tal es el caso del tianguis de Tlatelolco, el cual estaba constituido por una gran explanada rodeada por caminos y canales navegables por los cuales llegaban los clientes a demandar los variados productos que ahí se expendían al aire libre, (Existe una recreación física, a escala de este tianguis en el museo Nacional de Antropología e Historia de México).

Para dar una idea clara de lo que es un tianguis desde sus orígenes hago una cita textual Díaz del Castillo22 (1632) cuando narra su encuentro con el tianguis de Tlatelolco, considerado el más grande del mundo prehispánico:

“Cuando llegamos a la gran plaza, como no habíamos visto tal cosa, quedamos admirados de la multitud de gente y mercaderías que en ella había y del gran concierto y regimiento que en todo tenían. Los principales que iban con nosotros nos lo iban mostrando. Cada género de mercaderías estaban por si, y tenían situado y señalados sus asientos. Comencemos por los mercaderes de oro y plata y piedras ricas, plumas y mantas y cosas labradas, y otras mercaderías de indios esclavos y esclavas. Traían tantos de ellos a vender a aquella plaza como traen los portugueses los negros de Guinea, y traíanlos atados en unas varas largas con colleras a los pescuezos, porque no se les huyesen, y otros dejaban sueltos.

Luego estaban otros mercaderes que vendían ropa más basta y algodón y cosas de hilo torcido, y cacahuateros que vendían cacao, y de esta manera estaban cuantos géneros de mercadería hay en toda la Nueva España, puesto por su concierto, de la manera que hay en mi tierra, que es Medina del Campo, donde se hacen las ferias, que en cada calle están sus mercaderías por sí. Así estaban en esta gran plaza, y los que vendían mantas, de henequén y sogas y cotaras, que son los zapatos que calzan y hacen del mismo árbol, y raíces muy dulces cocidas, y otras rebusterías, que sacan del mismo árbol, todo estaba en una parte de la plaza; y cueros de tigre, de leones y de nutrias, y de adives y venados y de otras alimañas y tejones y gatos monteses, de ellos adobados y otros sin adobar, estaban en otra parte, y otros géneros de cosas y mercaderías”.

En Celaya, Guanajuato dio inicio a la tradición de los tianguis con el famoso “Tianguis de los lunes”.

“Aproximadamente en el año de 1950, la costumbre y la demanda de los lugareños de las calles de Manuel doblado, Albino García, Cuauhtémoc, Andrés Quintana Roo y algunas otras pertenecientes al barrio de la Merced, vieron con beneplácito la formación de un mercado itinerante, en torno al mercado fijo llamado 5 de Febrero o como se le conocía en ese entonces “El parque”. Los días lunes de todas las semanas empezaron a “bajar”, comerciantes que ofrecían fruta fresca y alguna poco conocida como la pitaya, la “tuna de tasajo”, y algunas otras mercancías de producción casera tales como limones, limas, aguacates criollos, huevos de rancho, garambullos, cacahuates tostados y horneados, y algunos subproductos del maguey como el quiote horneado, el dulce de mezcal en rebanadas, miel en penca, guajolotes (ahora conocidos como pavos), productos de barro como ollas, cómales, jarritos, aunque también se podían encontrar de peltre, un conjunto de productos que en la normalidad no se encontraban en el mercado fijo de todos los días” (Narrativa de la señora Soledad S. Curíntzita, vecina de calle Manuel Doblado).

El alcance de la memoria es limitado, (Celaya tiene más de 400 años de existencia como ciudad), pero es necesario los diversos testimonios para su reconstrucción. La configuración de los mercados se ha desarrollado en diversos contextos, sin embargo la modalidad de mercado itinerante ha permanecido por largo tiempo.

Los puestos o lugares ostentaban unas sombrillas de lona compuestas por un gran vástago de madera con brazos también de madera articulados que se abrían como las actuales sombrillas pero de aproximadamente 3.5 metro cubriendo un circulo de 1.5 metros de radio proporcionando sombra. Poco a poco empezó a crecer la oferta, como respuesta a la populosa clientela, dado que cada lunes se podía contar más gente de las proximidades del barrio, por ello se incremento la oferta en ropa, calzado, utensilios de cocina, enceres de plástico y la insustituible comida de antojitos, así como un grupo de “fierreros” que son personas que se dedican a la venta de partes usadas, de metal, herramienta, etc., (Narrativa del señor Modesto Ochoa, vecino de la calle Quintana Roo).

Como podemos observar las sombrillas y las mercancías junto a otros objetos, demarcaban los diferentes puestos del mercado itinerante.

“Llegó un tiempo en el que ya no cabían en la calle de Quintana Roo, pues los puestos llegaba por el oriente hasta cerca de la calle Emeteria Valencia y por el poniente llegaban hasta la calle de Abasolo, Se podía encontrar de todo, regalos, artículos para la cocina, ropa, zapatos, tenis, empezaba la “fayuca”, pues en esta época el proteccionismo del gobierno a las empresas mexicanas era exacerbado y no se importaba prácticamente nada que no fuera insumos para la producción por ello las novedades que había de los pocos artículos importados atraían a un gran número de clientes . Por ese tiempo (aproximadamente en el año de 1974) se cambio a sus actuales instalaciones entre las calles de Gómez Farias, Ma. Teresa Bustos, Batallón de San Patricio, León Guzmán y Privada de León Guzmán. En este lugar tuvo un comienzo tímido pero con el transcurso del tiempo se convirtió en el modelo de mercado informal que es en este momento”. (Comenta el señor Francisco Díaz, vecino de la calle Quintana Roo).

La reconfiguración urbana demográfica va acotando, reubicando, sustituyendo o abriendo los espacios de los mercados itinerantes.

Los productos generan sensaciones en las personas, la fayuca (productos de importación de consumo cotidiano, generalmente evadiendo impuestos), llamaron la atención por su novedad e innovación tecnológica en la época de la sustitución de importaciones en México.

Estructura del tianguis de los lunes.

El tianguis de los lunes esta configurado por 12 pasillos de norte a sur y 11 de este a oeste, con dos zonas especiales una para la ropa usada y otra para artículos importados de segunda mano. De igual manera se pueden localizar zonas tradicionales de ubicación de productos, por ejemplo en el extremo noreste se localiza los puestos llamados de fierros viejos y de plantas. En el extremo oriente se localiza la ropa usada también llamada ropa de “paca”, que normalmente llega de Estados Unidos. En el extremo suroeste se localizan los puestos de la electrónica, en ellos se puede encontrar desde baterías para reloj hasta pantallas planas de cristal líquido. En el extremo oeste se localizan los puestos de semillas, verduras y frutas. Por su parte en el extremo norte se encuentran las llamadas fritangas que consisten en comida de tipo antojitos, tales como enchiladas, sopes, tacos, flautas incluso se puede encontrar el tradicional mole con sopa de arroz. En el interior del tianguis en el corazón propiamente dicho se localizan por todo el área, ofertas de discos y DVD s piratas, ropa, electrónica, regalos, lentes, productos para los hipitecas, tenis, calzado y regalos.

Oferta e identidades de los consumidores

La oferta en este tianguis es lo mas variado que puede existir, dado que se pueden encontrar, prácticamente lo que sea, desde cámaras fotográficas, ropa de marca original, ropa de marca pirata, etcétera

Es famoso en este renglón la oferta de un señor conocido como don “Robert” que es poseedor de varios lugares continuos y oferta playeras tipo polo, y ropa para niños y jóvenes de la marca kiwi, así como pantalones y camisas para adulto. De igual manera hay oferentes tradicionales añejos que han logrado amasar a un mercado cautivo al cual incluso le proporciona crédito y pedidos especiales, otro personaje típico es el “Joni” famoso por vender calculadoras, relojes, reproductores de mp3, y demás artefactos electrónicos de moda. Los vendedores de lentes y armazones para cristales, el vendedor de jarritos refrescantes, la “señora de la fayuca para niños” con artículos muy caros con personajes infantiles de moda, El puesto de los lentes para “sol” y de “ver”, Playeras para Punketos, Darketos y Cholos. Vinos importados, perfumes y lociones, pantalones de mezclilla, discos, discos y mas discos de música pirateados, películas de todos lo géneros en todos los formatos, Relojes desde desechables de $30.00, hasta un reloj Rado suizo de cerámica de $23,000.00, en fin en el tianguis de los lunes se puede encontrar casi todo. (Narrativa del señor Antonio Pacheco, vecino de la ciudad con domicilio en la calle de Albino García).

Demanda

La demanda en el tianguis de los lunes, es variada, en él se puede encontrar gente de prácticamente todos los niveles socioeconómicos, de todas las edades, de la ciudad, de fuera de ciudad y del campo. Compradores asiduos, frecuentes, esporádicos y fortuitos. Para algunos celayenses se ha vuelto costumbre ir al tianguis de los lunes y si no pueden asistir sienten como que la semana empezó mal:

“En ocasiones no compro nada pero, me doy la vuelta para distraerme” Silvia Rodríguez, Licenciada en Comunicación entrevistada in situ.

“Aquí encuentro siempre brocas usadas en buenas condiciones y nada mas les saco filo y me ahorro una lana” José Núñez, herrero vecino de la ciudad de Celaya, Gto., entrevistado in situ.

“Compre un par de zapatos para mi chiquillo, son para la escuela, es que se los acaban bien pronto y aquí me ahorro un poco” señora Sabina, Nájera, ama de casa vecina de la comunidad de “Pela Vacas” entrevistada in situ.

“Quería comprar unos discos para mi Play Station, pero no tienen nada nuevo, a ver si la semana próxima llega algo nuevo”. Jaime Miranda, estudiante, vecino de Celaya, Guanajuato entrevistado in situ.

“Nada mas ando repasando a ver que veo, porque no traigo dinero, pero bueno si veo algo que me guste ya sé donde está y cuando tenga dinero lo compro”. Señorita María Montes, empleada domestica.

“Compre una playera del “TRI” está bien chida, tengo otra pero esta la quería con la virgen Lupita, Juanito ayudante de “matacuas” -¿Qué es matacuas?, albañil, macuarro… maistro pues. “Vine a echarme unos sopes, y a ver qué encuentro de novedad”. Javier Lozano, burócrata.

Respuestas a la pregunta ¿Qué anda haciendo aquí en el tianguis?

Dentro de las variadas respuestas encontramos:

* Ir al tianguis de los lunes es una necesidad de satisfacer la curiosidad sobre que novedades llegaron, el deseo de encontrar algo poco común a buen precio.

* Encontrar algo que no este en las tiendas todavía para ser el primero en tenerlo.

* Es emocionarme con algún aparato que aunque no pueda comprar ya sé donde está y cuanto cuesta.

* -Es el morbo de ver quien viene. –

* Es comprar un producto que en las tiendas esta muy caro y aquí se puede ahorrar un poco.

* -Es comer enchiladas y gorditas de deshebrada hummm.

* -Vine a dar un abono para un mantel muy bonito, pero como esta carito traigo algo cada ocho días y yo creo que en dos semanas me lo llevo.

* -Es que vienen muchas chavas (mujeres).

* -Buscando oportunidades para comprar y luego revender.

* -Fríjol, vine a comprar fríjol.

* –Un regalo para mi jefe, es que mañana es su cumple y juntamos $400.00 entre todos y me toco a mi venir a ver que le compro.

Lo negro

En el tianguis de los Lunes, existen ilícitos, mafias, tolerancia, y desde luego corrupción. La más flagrante es la llamada “jaula” que son instalaciones separadas de la explanada de los puestos del tianguis por una calle, que sin embargo forma parte del mismo.

“En este sitio se expenden artículos que entran al país de contrabando, nuevos y usados muy variados, pues se puede uno encontrar desde discos usados de acetato, hasta relojes suizos usados, dicen a voces que esta mercancía también esta mezclada con mercancía robada” (narrativa del joven Carlos Zarate, cliente asiduo de la “jaula”).

Sin embargo el ilícito más flagrante es el de los discos y DVDs piratas, seguido de la ropa usada y los tenis de importación de marca y piratas, de estos existen casi 60 puestos y un poco mas de los de ropa usada, la tolerancia de las autoridades se explica porque cobran un “moche” o soborno para hacerse de la vista gorda y dar “pitazos” cuando habrá un operativo, de hecho cuando se da el “pitazo”, los locatarios esconden la mercancía buena y solo ponen lo que ellos llaman “basura”, que consiste en estuches si el CD, o productos pasados o en mal estado:

“es para la foto”, manifiesta el joven “X” (quien solicito no ser identificado con su nombre por razones obvias) comerciante del tianguis.

El moche consiste en $200.00 por locatario de ilícito, lo pasa a cobrar un individuo que le dicen “el chupacabras”, dicen algunos locatarios que el chupacabras manifiesta que “el dinero no es para mí es para el “Capi”, de hecho no todo se lo queda el capi él tiene que repartir a más gente”. Una anécdota repetitiva por los locatarios que aceptaron comentar al respecto es que en la navidad pasada el Capi pidió una pantalla de plasma de 70 pulgadas a pagar por los locatarios para que se la trajera Santa.

Existe otra mafia en la ventas de mascotas, está compuesta por aproximadamente 12 familias que se dedican a comprar cachorros y venderlos, sin ningún papel que avale la raza, el estado de salud, y los permisos para comerciar animales, desde luego también dan moche.

El futuro.

El futuro del tianguis es seguir creciendo, prácticamente es una tradición en la ciudad, es como un atractivo turístico mas, es fuente de ingresos para un impresionante número de familias, es centro de reunión, es esparcimiento, es una oportunidad para ahorrar en las compras, es una oportunidad para el desahogo de los esnobistas. El tianguis de los lunes ha servido de modelo para otros, como el de la Cruz en Querétaro, la pulga en León etc., El tianguis de los lunes de Celaya, Guanajuato ha servido a casi tres generaciones de Celayenses y lo más probable es que lo siga haciendo por muchas más generaciones.

Conclusiones

1. El tianguis de los lunes de la ciudad de Celaya Guanajuato es una tradición, tiene su origen en el mercado fijo llamado 5 de Febrero, nació como una alternativa para el comercio itinerante de productos especiales para el consumo y el uso, y poco a poco se transformó en el lugar con más variedad de productos en la región.

2. El tianguis obedece a un conjunto de necesidades de la sociedad tales como la curiosidad, el esnobismo, el ahorro, la distracción y el morbo.

3. Esta figura de comercio prolija el ilícito, la corrupción y la tolerancia.

4. Los supuestos manejados son denegados, toda vez que se encontró que no solo permanecerá el tianguis, sino que la demanda y la aceptación crece constantemente.

5. De igual manera las propuestas globalizantes atienden a otras necesidades, probablemente del mismo mercado, pero bajo otro esquema de decisión de compra.


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