BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

Mercados Itinerantes - tianguis: La lógica de los mercados.
Ricardo Contreras Soto
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Introducción a los Tianguis

Estudiar los mercados itinerantes urbanos, también llamados mercados sobre ruedas, pulgas, rastros, tianguis, mercados populares, mercados informales, etcétera. Son objetos de atención interesantes por el complejo cultural, social, histórico y económico que los configuran. Desde las modalidades históricas distintas como por ejemplo las ferias en Europa, hasta otras modalidades de comercio han sufrido transformaciones en los procesos de intercambio, negociación y consumos, aunados a circuitos integrados en territorios y sistemas productivos determinados.

Se había planteado teóricamente, que este tipo de comercio (el tianguis) como comercio tradicional poco a poco se iría extinguiéndose, para ser sustituido por “mercados más modernos” como son los centros comerciales. Cuestión que esta en duda, ya que en muchos de los países están concientes del papel que realiza o que potencializa este espacio social:
1. Al impulsar la economía regional este tipo de comercio en la distribución de los productos en los consumos locales.
2. Evita y debilita los arbitrios de los casi monopolios mercantiles “centros comerciales” y de algunos productores trasnacionales4.
3. Por las demandas de calidad de los productos que se ofertan, como son los productos tradicionales, ya que tienen en muchos casos una calidad artesanal muy buena, no industrial (que solo busca abaratar los costes y maximizar ganancias).
4. Se ha impulsado este espacio por ciertos movimientos ecológicos y ligas de consumidores, por ejemplo: en el repudio a la comida chatarra y a productos compuestos por transgénicos, y/o químicos, propios de la producción masiva en el capitalismo. Donde se pretende reorientar y conservar sobre todo los cultivos tradicionales, evitando así la privatización o exterminio de la diversidad genética de los productos agrícolas tradicionales. Es el caso de productores agrícolas que no utilizan productos transgénicos en Europa y que se promueven los productos “tradicionales” en mercados locales y al detalle donde son bien recibidos.
5. Su carácter potencial es el de reforzar estas modalidades para impulsar el comercio más justo con los pequeños productores directos.
6. También ha sido motivo de atención como mercados laborales, donde en muchos países posibilitan tener una forma de empleo y ciertas derramas económicas sociales a un mayor número de participantes. Ante un trasfondo económico de poco empleo y bajos salarios. El sector informal en México es el 28.3% en el 2005. (Ver Aguayo 2007: 78).
7. En los países periféricos los mercados itinerantes juegan un papel importante en las formas de abastecimiento material de las unidades familiares para su subsistencia.
8. Los mercados itinerantes también son espacios de socialización en donde se dan relaciones no solo económicas sino vinculadas a un amplio tejido de redes de capital social y de la cultura popular5.
9. Por todo esto y sobre todo por la potencialidad estratégica regional y local que prometen como respuesta ante la globalización y el intercambio desigual6 los mercados itinerantes son objeto de atención.

Los problemas dados en el fenómeno de la rápida tercerización de la economía en los países periféricos7, donde poco a poco se han desplazado y aniquilado las actividades productivas nacionales estratégicas como la agricultura, la industria (muchas de ellas micro, pequeñas y medianas empresas), por las grandes empresas trasnacionales, limitando solo a la participación a la maquila, y en el caso del comercio a la venta de ciertos productos en varios casos de las grandes empresas. En general como ya se ha dicho sobre las periferias las posibilidades solo de vender suministros de materia bruta y prima de los recursos naturales, así como mano de obra barata. En una economía constreñida donde las personas ordinarias requieren de ingresos para satisfacer sus necesidades, a falta de empleos, trabajan en las actividades mercantiles o complementan sus ingresos con actividades comerciales, principalmente en la economía informal.

Llama la atención las modalidades de los mercados de segundas8 (principalmente dado en los tianguis), donde se venden productos usados que pueden servir otra vez a las personas, ya sea por el acceso económico restringido de ciertas clases bajas.
Pero también en el fondo existe una lógica de reciclaje muy interesante, porque va mucho más allá de la racionalidad económica del capitalismo al romper y ampliar el “ciclo de vida útil” de la mercancía (muchas veces, con otra racionalidad alterna que satisface de la misma o de otra manera las necesidades). También en su forma de intercambio ya que va desde mercancía por dinero y en algunos casos por trueque9.

La racionalidad del reciclaje topa con una serie de supuestos representacionales que hay sobre la “vida útil de las mercancías” por ejemplo la “valoración social” que hay en la durabilidad del producto (por ejemplo las modas), de las materiales que están hechas las mercancías, la obsolescencia de tecnologías, la asepsia que debe tener ella (que se da en el proceso de entrega del productor al consumidor, al garantizar cierta higiene en determinados productos), ritos de innovación en el sistema social de objetos, etcétera.

Pero la importancia existente en el sistema capitalista la lógica de las mercancías es tener una vida corta, para una rápida rotación de mercancías y generar una mayor tasa de ganancia. Es decir, mientras los productos duren menos en su “vida útil”, se consuman más seguido, generan más ganancia al productor y al distribuidor, entonces se las ingeniaron para que los productos tuvieran una vida más corta en el mercado (recordemos que actualmente muchos de los productos son desechables: relojes, autos, ropa, etcétera), de esta manera se garantiza un constante consumo con un supuesto crecimiento económico, esto ha llevado a pensar en la mayoría de casos lo absurdo de esta lógica al pensar en la “irracionalidad de la racionalidad capitalista”10. Donde no importa el conjunto de daños sociales y ecológicos que se generan: depredación de los recursos naturales, explotación social, problemas de obesidad – hambre en las asimetrías sociales, costes sociales ocultos, rompimiento de redes sociales importantes, orientaciones de consumo selectivos ostentosos, extinción de especies, alta contaminación por la generación de abundante basura de mercancías fuera de circulación, etcétera, aunado con las implicaciones e impactos existentes sociopsciológicas de tener “consumidores compulsivos” que se realizan como personas en los actos de compra – consumo en sus vidas vacías.

Una primera lectura de los mercados de segundas muestra las asimetrías del sistema de clases donde las personas requieren de ciertos objetos para satisfacer sus necesidades de manera directa o indirecta, y que recurren a ciertos mercados para abastecerse de ellos11, pero en una segunda lectura nos obliga reflexionar en la economía moral o en la ética política sobre las mercancías y los consumos. En una tercera lectura volteamos a ver en las culturas de reciclaje una manera responsable para hacer frente a la depredación, para posiblemente reeducar al ciudadano con otra visión crítica y propositiva de accionar ante “el desperdicio” y de reformular la importancia de la conservación, cuidado y cierta reutilización de los productos, como formas de otras racionalidades en los productos, consumos y sistemas productivos.

En México existe una enorme gama de formas de vida social (diversidades y desigualdades) manifiestas en los desniveles culturales: que va desde las opulentas minorías de las clases altas, hasta las masivas clases pobres; cada una de ellas se abastece en diversos mercados. Existen lugares como los (tianguis12), en contraparte de los grandes centros comerciales multinacionales. Aunque en realidad hay ciertos cruces en los circuitos de consumo.

Aún cuando en esta ciudad empiezan a abundar las cadenas de tiendas comerciales de grandes dimensiones, los tianguis se han venido diversificado y “especializando”, como se expondrá en los diversos capítulos. También se encuentra en estos espacios además de ciertos productos necesarios, una tradición de folclor popular y color (que en términos socio culturales nos interesa).

Investigaremos ciertas especificidades de los siguientes tianguis de los miércoles de la colonia Emiliano Zapata. Tianguis del viernes de la colonia Valle hermoso. Tianguis nocturno de la colonia San Juanico. Tianguis de los lunes de la colonia Centro. Tianguis de los sábados de la colonia Insurgentes. Tianguis nocturno de la colonia el Fovisste. Tianguis de los domingos de la colonia Centro (Cañitos). Tianguis de la colonia Valle de los Naranjos. Tianguis de Valle hermoso.

El estudio esta más orientado a entender la “lógica de los mercados”, que enfocarse a aplicar “técnicas de venta”13, así como a tratar de entender el contexto social, cultural y económico de las relaciones sociales que se dan en el entramado de este espacio.
 


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