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F.J. Blancas Peral y E.M. Buitrago Esquinas
CAPÍTULO VI. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.
Como hemos podido comprobar a lo largo de todo el trabajo, el turismo se ha
convertido en una de las actividades económicas más importantes de la ciudad
de Sevilla (según las estimaciones recogidas en el Plan Estratégico Sevilla
2010, el turismo aporta el 11% del PIB del municipio) y en uno de los
centros de turismo urbano más relevantes a nivel nacional (es la tercera
ciudad de España tras Madrid y Barcelona y la primera de Andalucía).
A lo largo de las últimas décadas, el turismo en el municipio se Sevilla ha
experimentado grandes cambios. Sevilla ha sido un destino turístico
tradicional en los circuitos de turismo urbano. Durante el modelo clásico se
benefició de la proximidad de la Costa del Sol, así los turistas que
viajaban a estas playas solían realizar excursiones, de breve estancia, a
Córdoba, Granada y Sevilla. Era, por tanto, un turismo muy estacional,
fundamentalmente extranjero y dominado por los grandes tour operadores. El
modelo clásico entra en crisis a finales de los ochenta motivado
principalmente por cambios en la demanda que no son correspondidos, de forma
inmediata, por la oferta. Estamos ante un turista más experimentado, al que
no le importa pagar un mayor precio si ve satisfechas sus expectativas;
exige, por tanto, mayores niveles de calidad en los servicios, de
autenticidad en cultural y de respeto medio ambiental. Busca un turismo
menos masificado, más personal y, sobre todo, más activo y diversificado.
Sevilla afrontó esta crisis en mejor situación que otros destinos debido a
la celebración de la Exposición Universal de 1992. Este evento proporcionó
los fondos y motivos necesarios para agilizar los cambios en la oferta
turística y permitió transmitir internacionalmente la imagen de una ciudad
moderna, diversa y con servicios de calidad. De todos los acontecimientos
que hemos analizado, sin duda, este ha sido el que mayores repercusiones ha
tenido sobre el turismo de la ciudad de Sevilla. Al terminar la Expo`92, fue
necesario reconvertir las instalaciones, en algunos casos,
sobredimensionadas, para garantizar un aprovechamiento óptimo de las mismas.
Esto se ha conseguido, como hemos podido constatar al analizar los datos de
oferta y demanda de los últimos años. Hoy tenemos una ciudad en la que se
pueden desarrollar un amplio abanico de tipologías turísticas, tenemos un
turismo menos estacional, que permanece más días en el municipio y con un
mayor gasto medio. Podemos afirmar que el nuevo modelo turístico diverso y
de calidad está plenamente consolidados en Sevilla.
Con respecto a las rentas de situación que han hecho y hacen posible el
desarrollo del turismo en Sevilla, cabe destacar: aspectos físicos y
naturales, aspectos culturales y socioeconómicos.
- Entre los aspectos físicos y naturales, contamos con: un clima suave
durante prácticamente todo el año, que permite el desarrollo de numerosas
tipologías al aire libre; una situación geográfica privilegiada que ha
permitido que en Sevilla hayan convivido una gran cantidad de
civilizaciones; y unos recursos naturales que, aunque menores por estar ante
un turismo urbano, sirven de complemento para el desarrollo de tipologías
turísticas tradicionales.
- Con relación a los aspectos culturales, hemos podido constatar como son
los que tradicionalmente han servido de factor de atracción principal hacia
Sevilla. Dentro de estos se incluyen: un patrimonio histórico-artístico
diverso, amplio y en buen estado de conservación; fiestas y folklore de
repercusión internacional; unos habitantes de carácter abierto, espontáneo y
tolerantes; y una gastronomía a la que aún le queda un gran potencial por
explotar.
- Finalmente, de entre los aspectos socioeconómicos hemos querido resaltar:
las buenas infraestructuras de transportes y comunicaciones que, en general,
quedaron tras la Expo`92, la capitalidad de Andalucía y el hecho se ser una
economía tercializada, lo cual permite a los turistas disfrutar de servicios
que de otra forma no encontrarían (compras, instalaciones deportivas,
teatros, cines, etc.).
Al ser una zona tradicionalmente turística, la mayor parte de estas rentas
ya están siendo explotadas. No obstante hemos detectado algunos puntos
negativos que consideramos necesario reorientar. Así, el clima extremo del
verano y las precipitaciones irregulares del otoño y primavera pueden
limitar las visitas durante dichos periodos. Para paliarlo, recomendamos:
potenciar actividades nocturnas (apertura más amplia de los establecimientos
turísticos y programar actividades diversas en esta franja horaria), ofrecer
una oferta complementaria para las horas centrales del día acorde con las
altas temperaturas (en este sentido, los parques temáticos, los centros de
compras y ocio o la organización de actividades dentro de los recintos
elegidos como alojamientos pueden ser una buena alternativa). Por otro lado,
la situación geográfica puede ser un problema de no existir buenas
comunicaciones por estar en la periferia de Europa. No obstante, esta
limitación está bastante superada tras las obras realizadas con motivo de la
Expo`92, únicamente podemos señalar la necesidad de mejorar las conexiones
del aeropuerto de San Pablo con los circuitos internacionales, acelerar la
construcción del AVE a Málaga y solucionar algunos problemas de congestión
en los accesos a la ciudad (construcción de S-40 y tren metropolitano). Con
relación a los aspectos culturales, creemos necesario potenciar los recursos
menos explotados y la creación de rutas alternativas a las tradicionales.
Todo ello con un doble objetivo: evitar la posible saturación del nudo
Catedral-Giralda-Alcázar e incrementar la estancia media de los turistas al
ofrecer nuevas posibilidades durante su visita. Por otro lado, seguir
potenciando la gastronomía, en especial la cultura de la tapa como elemento
menos explotado turísticamente. En cuanto a los habitantes, se debe
incrementar la seguridad ciudadana y evitar la picaresca con los turistas ya
que son dos de los elementos que más deterioran la imagen que de la ciudad
se tiene en el exterior. Finalmente, aunque con motivo de la Expo`92 se
construyó una infraestructura turística diversa, abundante y de calidad,
creemos necesario poner los medios para que esta siga siendo acorde con las
crecientes y cambiantes exigencias del nuevo turista.
La demanda turística que visita Sevilla ha seguido una tendencia
continuamente creciente tanto en número de viajeros como en pernoctaciones.
Del análisis realizado podemos concluir que el perfil del turista de nuestra
ciudad se caracteriza por:
- Ser mayoritariamente de origen nacional (principalmente andaluces,
madrileños y catalanes) aunque el porcentaje de extranjeros es creciente y
superior a la media de Andalucía. También es mayor la presencia de viajeros
procedentes de destinos lejanos (norteamericanos y japoneses).
- La renta de estos turistas es media-alta y el gasto es creciente y
superior a la media andaluza. Así, en el año 2001, un visitante de Sevilla
representa, en términos de gasto medio diario, lo que en 1997 representaban
1,6 visitantes. Por otro lado, los turistas que más gastan son los
procedentes de destinos más lejanos y los que vienen motivados por la
asistencia a ferias, congresos o negocios, principalmente.
- La estancia media del turismo urbano es inferior a la de otras tipologías,
por ello esta variable es inferior en Sevilla que la media de Andalucía. No
obstante, es creciente y esta en línea con los datos de otras ciudades de
similares características.
- Otro rasgo diferencial del turismo urbano es su menor estacionalidad (por
depender menos del clima que el turismo de sol y playa). Aún así, la demanda
del municipio de Sevilla presenta una importante estacionalidad,
concentrándose la mayor parte del turismo en primavera y otoño (coincidiendo
con las fiestas mayores, con un clima más suave y la temporada alta en la
actividad congresual). Los principales cambios que se han producido con
relación a esta variable son: una ligera tendencia hacia la
desestacionalización y un cambio en los meses de máxima afluencia ya que
durante el modelo clásico estos coincidían con los meses estivales al
aprovecharse del turismo de la Costa del Sol.
- La principal motivación de los turistas que visitan Sevilla sigue siendo
las vacaciones y ocio, aunque en los últimos años ha ido perdiendo
importancia a favor de los negocios/ferias/congresos y de otros; lo que
constata las nuevas tendencias de la demanda hacia un turismo más
diversificado y, por lo tanto, la necesidad de segmentar la oferta turística
para satisfacer a todas las formas de demanda.
- La satisfacción del turista de nuestra ciudad es muy similar a la de la
media andaluza. Aunque, en los últimos años, encontramos algunas diferencias
al desagregar los motivos de dicha satisfacción: Sevilla obtiene menor
puntuación en seguridad ciudadana, en trato-atención y en relación calidad
precio; y mayor en ocio y diversión. En esta línea, lo más valorado por los
turistas extranjeros son los monumentos, el clima y el conjunto de la ciudad
y los aspectos que causan insatisfacción son la suciedad y el mal olor, el
tráfico y deficiencias en algunas infraestructuras y servicios públicos. No
obstante, el 99,3% recomendaría la visita a la ciudad.
- En cuanto al alojamiento preferido es el hotel, aunque la categoría
elegida varía mucho en función del motivo del viaje: los hoteles de 3 o
cuatro estrellas para el turista que busca conocer la Sevilla cultural y,
los hoteles de 4 o 5 estrellas para los visitantes por motivo de congresos,
trabajo o incentivos.
Una vez analizadas la evolución y principales características de la demanda
turística de Sevilla consideramos que los retos más importantes que
presentan estas variables de cara al futuro son: continuar incrementando la
estancia media y el gasto del turista, desestacionalizar las llegadas y
tratar de atraer a los diversos segmentos con productos diferenciados y de
calidad.
Con relación a la evolución y composición de la oferta tanto de alojamiento
como complementaria, ha estado totalmente marcada por la celebración de la
Expo`92 ya que, como hemos señalado anteriormente, este evento fue
aprovechado por la ciudad para dotarse de una oferta más diversa y de mayor
calidad.
- La principal tipología de alojamiento existente en Sevilla es el hotelero
como ocurre en la mayor parte de las ciudades turísticas. El alojamiento
hotelero (hoteles, hostales y hoteles-apartamentos) ha supuesto un 80% del
total de los establecimientos y un 81% de las plazas disponibles en la
provincia en 2001. Por otra parte, de este tipo de alojamiento destacan los
de categoría superior: en 2001 el 78% de las plazas ofertadas en
establecimientos hoteleros correspondían a hoteles y, dentro de estos, el
66% tenían 4 o 5 estrellas. Como venimos señalando, ha sido con motivo de la
Expo`92 cuando se ha producido el mayor incremento de plazas y
fundamentalmente de categorías superiores.
- En cuanto a la oferta complementaría primaria, es destacable la menor
presencia de restaurantes en Sevilla respecto de otras áreas, en especial,
los de mayor categoría. Ello se debe a la preferencia de la demanda por los
bares de tapas dada su importante tradición. En los últimos años, la apuesta
de la ciudad por un turismo de mayor calidad que deje mayores ingresos, se
ha visto reflejada en un notable incremento de los restaurantes de mayor
categoría. Por su parte, la importancia relativa de las cafeterías es
también menor, lo que se debe fundamentalmente a las buenas condiciones
climáticas que permiten la vida al aire libre prácticamente durante todo
el año.
- La oferta complementaría específica se ha centrado tradicionalmente en el
turismo cultural y de circuitos. En la actualidad, aunque siguen siendo las
tipologías más importantes, la tendencia ha sido hacia la diversificación,
tanto de las tipologías tradicionales (se aprovechan recursos culturales aún
no explotados turísticamente y se crean nuevas rutas y eventos) como por la
creación y potenciación de nuevas tipologías. En este sentido cabe destacar:
el turismo de congresos, reuniones y negocios y el turismo temático. Con
todo ello, se pretende fundamentalmente ampliar las posibilidades del
turista que visita Sevilla y, con ello: conseguir un mejor aprovechamiento
de los distintos segmentos de demanda, incrementar la estancia media y el
gasto en la ciudad y desestacionalizar. Exactamente los retos que tiene
planteados la demanda y que señalábamos anteriormente. Cada vez se concede
menor importancia a la cantidad de turistas y más a los impactos
(económicos, sociales y medioambientales) que estos pueden provocar.
Siguiendo esta línea argumental, si comparamos las tendencias de la oferta
con las de la demanda podemos afirmar que existe un nivel de coherencia muy
superior en Sevilla al que hemos encontrado en otros destinos estudiados.
Ello se debe a que la mayor parte de las nuevas exigencias de la demanda
(mayor calidad en los servicios, autenticidad cultural, respeto ambiental,
turismo más diversificado, más activo y menos masificado) están siendo
correspondidos por la oferta. Esto ocurre tanto en los aspectos más
cualitativos como en los cuantitativos; así, el grado de ocupación de los
alojamientos, la satisfacción de los turistas y los ingresos que generan son
cada vez mayores y menos estacionales. No obstante, consideramos fundamental
seguir muy de cerca las tendencias de una demanda cada vez más cambiante
para que la oferta se pueda seguir adaptando como lo ha hecho hasta ahora.
En este sentido, cabe señalar que en el pasado se contó con la Expo`92 y
que, previsiblemente, en los próximos años no tendremos un evento de tal
magnitud; por lo que tendrán que ser los agentes locales (públicos y
privados) los impulsores de los futuros cambios. Esperamos que este trabajo
pueda servir para facilitar esta tarea.
A la configuración y desarrollo del mercado turístico en Sevilla ha
contribuido de manera importante el desarrollo de una política turística,
bajo nuestro punto de vista, bastante adecuada.
Como hemos podido comprobar, Sevilla constituyó un caso excepcional y
pionero en cuanto a la puesta en marcha de medidas de planificación
dirigidas al sector turístico. Aprovechando la celebración de la Expo´ 92 en
Sevilla y la transformación que el citado evento traería para la ciudad, se
puso en marcha el denominado Plan de Ordenación Turística de 1988. Con este
plan se pretendía organizar lo mejor posible el sector turístico para
afrontar con la máxima eficiencia la celebración del evento y aprovechar el
mismo como plataforma de lanzamiento de la nueva oferta de la ciudad. En la
práctica, lo que se pretendió fue conseguir el máximo aprovechamiento
turístico de todas las infraestructuras y recursos con los que se dotó a la
ciudad para la Expo´ 92. A nuestro juicio, la principal repercusión de todas
las medidas que se pusieron en marcha fue la promoción que se realizó de la
imagen nueva de la ciudad, cuestión fundamental para la explotación
turística que se presentía conseguir y la consolidación del nuevo modelo
turístico en Sevilla. La nueva imagen que se debía ofrecer al mundo es la de
una ciudad bien organizada, capaz de afrontar con éxito un gran reto como
era la celebración de Expo´ 92, una ciudad que desde el punto de vista
turístico empezaba a ofrecer una oferta cualificada, de calidad y
diversificada, con un gran potencial de mejora. En definitiva, Sevilla se
adelantaba, como decíamos anteriormente, a todos los planes estatales y
autonómicos, que posteriormente se desarrollarían en España y Andalucía a
partir de 1993 y que iban encaminados a la instauración de un modelo
turístico diverso y de calidad. Nos referimos, en el caso de España, a los
Planes FUTURES I (1993-1995) y II (1996-1999) y al PICTE (2000-2006); y en
el caso de Andalucía, al Plan DIA y al Plan General de Turismo de Andalucía.
Después del éxito de 1992, Sevilla dedicó el año 1993 a la necesaria
redefinición de los usos de suelos, infraestructuras y servicios creados con
motivo de la Expo´ 92 y que, en principio, resultaron sobredimensionados
respecto al ritmo normal de utilización de la ciudad. De esta forma, se
pusieron en marcha una serie de actuaciones tendentes a obtener su máxima
utilización y rentabilizar adecuadamente las inversiones efectuadas; de tal
manera que se incorporarían a la vida normal de la ciudad.
Tras estas actuaciones en 1994, empezarían a desarrollarse en Sevilla una
serie de proyectos enmarcados dentro de las líneas estratégicas recogidas en
el Plan DIA a través de las órdenes de subvenciones destinadas a entes
privados y entes públicos locales respectivamente, con las limitaciones que
este procedimiento presenta como ya analizamos en su momento.
- Los esfuerzos de los entes privados se concentraron en: la realización de
un importante número de proyectos dedicados a la modernización y renovación
de la oferta de alojamiento ya existente, la modernización de los
equipamientos de dichas instalaciones y mejora de servicios ofrecidos, la
creación de nueva oferta de alojamiento, de agencias de viajes, de
restaurantes, acciones de promoción y patrocinio de eventos culturales y
deportivos así como proyectos tendentes a la mejora de la formación
turística y los relacionados con los centros educativos. En definitiva,
realizaron una importante contribución a la mejora de la calidad de la
oferta turística sevillana, haciéndola más moderna y competitiva, y en
proceso de adaptación continua a las exigencias cada vez mayores de la
demanda y, a la vez, se dio un gran paso en la creación de una oferta
complementaria cada vez más rica.
- Por su parte, el ente local destinó sus proyectos a: la señalización
turística urbana, el establecimiento de Oficinas de Información Turística a
lo largo de toda la ciudad, sobre todo en aquellas zonas eminentemente
turísticas; el embellecimiento y mejora de los entornos turísticos, con
especial referencia a la ordenación de los espacios naturales, puesta en
valor de recursos y rutas turísticas e iluminación de enclaves y conjuntos
monumentales, así como la dotación de oferta complementaria y animación
turística. A todo esto se unió la importantísima puesta en marcha de planes
de promoción turística, los cuales concentraron un importante número de
proyectos materializados mediante la presencia en las Ferias Internacionales
de Turismo, organización de Fun Tryps y la elaboración de multitud de
folletos y publicaciones repartidos a través de las Oficinas de Información
Turística.
La puesta en marcha de nuevas líneas estratégicas del denominado Plan
General de Turismo de Andalucía no ha supuesto para Sevilla más que una
continuación de antiguos proyectos y convenios ya iniciados con el Plan DIA,
ante el proceso actual de revisión que el citado Plan General está viéndose
sometido. Un ejemplo de ello es el Programa de Grandes Ciudades de Sevilla.
A pesar de todo, como ya analizamos, la actuación en Sevilla ha cambiado por
los compromisos que el ente local tiene atribuidos en virtud del artículo 3
de la Ley de Turismo de Andalucía que se han circunscrito fundamentalmente a
la promoción, a través del Consorcio de Turismo de Sevilla, y a la tan
importante labor de los servicios públicos. Respecto a estos servicios
públicos ya señalamos, en su momento, que un aspecto fundamental en cuanto a
la determinación de la relación calidad precio de Sevilla como destino
Turístico. Este aspecto, a pesar del importante esfuerzo presupuestario
realizado por el municipio de Sevilla, es uno de los peor valorados por
parte de los turistas; lo que pone de manifiesto la necesidad de intentar
conseguir una mayor eficiencia y eficacia en estas prestaciones. La mayoría
de estos problemas son debido a la gran descoordinación que afecta a la
actuación de las distintas instituciones públicas con competencias directas
o indirectas en materia de turismo.
En la actualidad se está elaborando una planificación estratégica e
integrada de la ciudad a través del Plan Estratégico de Sevilla 2010, que ha
supuesto un importante paso para afrontar los grandes retos del turismo en
Sevilla. Este plan sitúa al turismo dentro del proyecto denominado Sevilla
Capital del Turismo Urbano Europeo, enmarcado en la línea estratégica para
modernizar la estructura productiva y de empleo en la ciudad. En este ámbito
se pretende, sobre todo, la potenciación de dos segmentos claves y en auge
como son: el Turismo de Ferias y Congresos y el Turismo Cultural, para los
que se establecen una serie de proyectos y medidas a realizar que colocaran
a Sevilla en una situación competitiva a nivel mundial en dichos segmentos.
En nuestra opinión, si realmente llegan a desarrollarse las líneas
establecidas en el citado Plan, el avance que experimentará Sevilla en
materia turística será muy importante, lo cual está aún por ver puesto que
dependerá del empeño y la eficacia que la Administración local demuestre en
su desarrollo y la acogida que reciba por parte de los agentes privados.
Tras la realización de este estudio sobre la estructura del mercado
turístico sevillano y de la política que sobre él se ha realizado, creemos
que Sevilla debe seguir apostando por el desarrollo de su turismo urbano, el
cual presenta, bajo nuestro punto de vista, importantes potencialidades,
entre las que cabe destacar:
- Gran cantidad de recursos, fundamentalmente culturales, susceptibles de
generar una mayor oferta de productos turísticos.
- Alta posibilidad de complementariedad de la oferta de la ciudad con el
turismo de los municipios de toda la provincia de Sevilla y con el turismo
de litoral.
- Buen sistema de comunicaciones, aunque mejorable, con el resto del país,
Europa y el mundo.
- Demanda creciente, fiel, exigente y de mayor poder adquisitivo.
- Creciente desestacionalización.
- Una oferta turística de alojamiento creciente, de mayor calidad y adaptada
a las necesidades de los visitantes.
- Gran potencial de diversificación de la oferta complementaria de la ciudad
(actividades culturales, congresuales, deportivas, rutas, etc.).
- Buena imagen exterior de Sevilla como destino turístico.
- Capacidad de atracción de nueva demanda de larga distancia a través de una
buena promoción en nuevos mercados que empiezan a abrirse.
- Gran capacidad de ajuste ante las variaciones del mercado turístico, como
se ha demostrado a lo largo de la última década.
- Existencia de un plan integral (Plan Estratégico Sevilla 2010) para el
conjunto de la ciudad muy en línea con la planificación global que
consideramos más adecuada para la política turística.
Todas estas potencialidades se verán favorecidas, a su vez, por las
megatendencias que la Organización Mundial de Turismo prevé para un futuro
próximo. Estas impulsarán los centros urbanos y Sevilla tiene grandes
posibilidades. En este sentido, cabe señalar:
o Por un lado, el progresivo envejecimiento de la población en los países
desarrollados, aumentará la edad de los turistas; así, incrementarán los
turistas jubilados que, a su vez, tendrán más tiempo, más renta, más salud,
más cultura y experiencia turística que el mismo segmento en la actualidad.
Estos turistas muestran una clara atracción por el turismo urbano y de
circuitos siempre que este le ofrezca las suficientes garantías de
seguridad, accesibilidad y calidad.
o Por otro lado, también según la OMT, la nuevas tecnologías propiciaran un
abaratamiento de los transportes que permitirán un incremento de los viajes
de larga distancia. Los turistas procedentes de países lejanos suelen viajar
atraídos por el descubrimiento de nuevas culturas y eligen mayoritariamente
el turismo cultural y de circuitos. En esta línea, es interesante potenciar
la promoción de Sevilla en el mercado chino, ya que es el que se prevé tenga
mayor la expansión.
o También estamos asistiendo a en las últimas décadas a un fraccionamiento
en las vacaciones que favorece el desarrollo de esta tipología turística. La
mayor flexibilidad laboral hace que se tienda a dividir más las vacaciones:
en lugar de pasar un mes de verano en la playa, cada vez más, se reduce ese
tiempo a dos o tres semanas y, el resto se disfruta en puentes, Semana
Santa, Navidades, etc. Es en estos periodos cuando la visita a ciudades se
convierte en un alternativa más que factible.
o Finalmente, uno de los segmentos de mayor crecimiento en los últimos
tiempos ha sido el turismo de congresos, reuniones y negocios, y las
ciudades se convierten en un lugar idóneo para su celebración si cuentan con
las instalaciones necesarias. Así mismo, la OMT también confirma la
existencia de factores que potenciaran el turismo de cruceros. Esto podría
ser aprovechado por Sevilla si se confirmara la viabilidad económica y medio
ambiental de la ampliación del Puerto.
Todos estos elementos beneficiaran de modo indudable al turismo que se
desarrolla en Sevilla, aunque para ello deberá seguir preparándose con el
objetivo de afrontar los múltiples retos que se le plantean:
- Seguirán apareciendo nuevos competidores. Las nuevas tecnologías de
transportes y comunicaciones permiten el acceso a ciudades que antes no se
incluían en los circuitos internacionales de turismo.
- Se refuerza el turismo desarrollado en gran parte de los competidores
tradicionales, ya que éstos también están reconvirtiendo su oferta.
- El turista se hace más exigente tanto en la calidad del servicio como en
la autenticidad de lo social y el respeto medioambiental. Es un turista al
que no le importa pagar un mayor precio, pero siempre a cambio de ver
satisfechas sus expectativas.
- Es necesario una planificación flexible, que permita la adaptación a los
continuos y rápidos cambios tecnológicos que modifican a gran velocidad las
ventajas competitivas del sector turístico.
De este modo, el turismo urbano, en general y el que se desarrolla en la
ciudad de Sevilla, en particular, también presenta importantes debilidades
que hay que tratar de superar, entre ellas destacamos las siguientes:
- Una clara subexplotación de algunos de los recursos de la ciudad que
sustentan su turismo, sobre todo de los patrimoniales.
- Significativa concentración de las actividades turísticas en las zonas
tradicionales: necesidad de expansión de la oferta a otras zonas de la
ciudad.
- Saturación en la explotación de los recursos más atractivos de la ciudad:
insatisfacción de la demanda en este aspecto.
- Irregular cuidado y conservación de las infraestructuras y recursos de la
ciudad.
- Incipiente oferta complementaria de calidad en comparación con la
existente en otros centros importantes de turismo urbano europeos.
- Escasez de productos turísticos integrales de la ciudad.
- Problemas de gestión y prestación de servicios públicos de forma
satisfactoria.
- Deficiente coordinación administrativa local entre los entes con
competencias directas o indirectas en materia turística.
- Recursos humanos, aún, con falta de una mayor cualificación para la
prestación de servicios de mayor calidad.
Tras analizar las principales potencialidades y debilidades que tiene ante
sí el turismo sevillano de cara al futuro, concluimos resumiendo algunas de
las recomendaciones que, a nuestro parecer, consideramos más interesantes.
1. En primer lugar, consideramos imprescindibles una Planificación Integral
de la Ciudad en un triple sentido:
- Una planificación que considere al turismo como un producto global;
ofreciéndose el municipio, en su conjunto, como un producto turístico en si
mismo, en el que, a su vez, se pueden desarrollar un amplio abanico de
tipologías turísticas.
- Una planificación turística integrada en la planificación global de la
ciudad, ya que el estado general del municipio influye de manera muy
significativa en la satisfacción del turista. De este modo, los servicios
públicos y el estado de las infraestructuras son básicos para un turismo de
calidad.
- Una planificación turística del municipio coordinada con el resto de las
administraciones competentes de la provincia y Comunidad Autónoma.
En la actualidad, la cuidad de Sevilla sigue esta orientación con la
elaboración del Plan Estratégico Sevilla 2010. No obstante, consideramos
necesario incrementar los esfuerzos en la coordinación administrativa, tanto
intra como supramunicipal y de los agentes públicos y privados. Así mismo,
es importante cuidar la correcta prestación de servicios públicos y el
estado de las infraestructuras, ya estos aspectos son uno de los elementos
que más inciden en la imagen exterior de la ciudad.
2. Con el objeto de seguir consolidando el nuevo modelo turístico es
necesario continuar los trabajos para incrementar la calidad y diversidad de
los productos turísticos ofrecidos. Para ello hay que seguir impulsando el
desarrollo de las nuevas tipologías y renovando las tradicionales. En esta
línea proponemos, entre otras medidas, la creación y promoción de diversas
rutas turísticas:
o Por un lado, rutas que permitan el aprovechamiento de recursos turísticos
infrautilizados de la ciudad. En este sentido, podemos destacar: rutas
gastronómicas, rutas históricas (la Sevilla romana, árabe, judía, etc.),
rutas de pintores, escritores y otros artistas, ruta de los conventos e
iglesias, etc.
o Por otro, rutas que permitan unir la actividad turística con otras
actividades económicas relevantes para Sevilla. A modo de ejemplo
proponemos, la creación de una ruta de la industria artesanal ceramista
tradicional de Sevilla, que incluya desde el recorrido por la Plaza de
España (haciendo especial referencia a sus azulejos) hasta la visita a los
barrios y talleres con tradición en estas materias (Triana y Zona Centro,
fundamentalmente). Esto mismo podría desarrollarse con la industria
tradicional cofrade (orfebres, tallistas, escultores, bordadores, cererías,
etc.).
o Finalmente, rutas que incluyan la ciudad como parte de un circuito más
amplio, ya sea a nivel provincial, regional, nacional, o incluso
internacional.
Para la promoción de todas ellas, consideramos muy acertada la idea del
Museo de la Ciudad de Sevilla, que serviría como punto de inicio de muchas
de ellas y centro de interpretación de las mismas.
Por otro lado, creemos que es fundamental una correcta coordinación de los
diversos eventos y actividades que se pueden desarrollar en la ciudad; de
modo que se busque la complementariedad de actividades para tratar de
incrementar la estancia del viajero, de desestacionalizar sus visitas y, en
definitiva, incrementar su satisfacción. Así, proponemos: coordinar el
calendario de los distintos recintos (Palacio de Congresos, Teatro de la
Maestranza, Lope de Vega, etc.) y que la programación de los mismos sea
acorde con las características de los turistas que nos visitan en cada época
del año; y, en los meses estivales, potenciar la celebración de actividades
nocturnas al aire libre (un ejemplo de esto lo constituyen las Noches en los
Jardines del Alcázar, actividades culturales que se celebran durante los
meses de julio, agosto y septiembre en este recinto) y actividades acordes
con las temperaturas extremas de las horas centrales del día.
Finalmente, nos parece interesante continuar los esfuerzos que se están
realizando para atraer la celebración de grandes eventos de repercusión
internacional a nuestra ciudad; ya que contamos con grandes infraestructuras
que aún no han sido rentabilizadas (el Estadio Olímpico es un ejemplo de
ello).
Con todas estas medidas, se colaboraría a paliar algunos de los grandes
retos anteriormente señalados: mejor aprovechamiento de los recursos
existentes, evitar la saturación de algunos puntos, desestacionalizar las
visitas, aumento de la estancia media, aumento de las posibilidades de gasto
de los turistas y fidelización de los mismos.
3. Todas estas recomendaciones deben ser completadas con una correcta
promoción y comercialización de los productos creados. En este sentido,
proponemos: seguir reforzando la presencia de la ciudad en las Ferias
Internacionales de Turismo, continuar con la organización de Fun Tryps,
mejorar las Oficinas de Turismo, potenciar la creación de la Sevilla Card
y prestar especial atención a la información que de Sevilla ofrezca en
internet. Este último aspecto nos parece especialmente relevante por su
creciente utilización y por su repercusión internacional; así, un porcentaje
importante de los viajeros que organizan su visita de modo independiente
utilizan este medio. Por ello, recomendamos ofrecer una información
permanentemente actualizada y completa, en la que se incluyan las diversas
opciones que tienen los distintos turista que acude a la ciudad. Un ejemplo
de ello, podría ser incluir rutas y actividades diversas a realizar en
función de la época del año elegida y de la duración de la estancia.