Pulse aquí para acceder al índice general del libro. Esta página carece de formato, tablas y notas. Pulsando aquí puede acceder al texto completo en formato DOC comprimido en ZIP (239 páginas, 550 Kb) |
F.J. Blancas Peral y E.M. Buitrago Esquinas
CAPÍTULO I: CONCEPTUALIZACIÓN, EVOLUCIÓN Y RENTAS DE SITUACIÓN DEL TURISMO EN SEVILLA.
I.2.ORIGEN Y EVOLUCIÓN DE LA ACTIVIDAD TURÍSTICA
El turismo tal y como lo conocemos hoy día, es bastante reciente en el
tiempo. Los primeros desplazamientos turísticos se realizaron por motivos
religiosos: peregrinaje. El turismo moderno nace en Europa, en el S. XVIII,
de la mano de la aristocracia inglesa, que practica el "tour" atraída por el
conocimiento de recursos histórico-culturales para incrementar su cultura.
En este siglo también comienza su aparición el turismo de montaña, creándose
la primera estación en Francia. La invención del ferrocarril en el S. XIX
provocó la expansión de las zonas turísticas y de la demanda ya que, al
abaratarse los costes de transporte, se amplían las posibilidades de viaje a
la burguesía. En estas fechas los flujos turísticos seguían una línea
contraria a la existente en la actualidad: se dirigían al mar en invierno y
a la montaña en verano, puesto que la moda era la palidez. Es durante este
siglo cuando surge el turismo termal, siendo España uno de los lugares
escogidos para realizarlo. La democratización del turismo no se producirá
hasta bien entrado el siglo XX, cuando los avances técnicos (avión,
autopistas, generalización del uso del automóvil, etc.), los avances
sociales (mejoras en las condiciones de trabajo y el consiguiente incremento
del tiempo de ocio) y los incrementos de renta en los países
industrializados permitan la generalización de la demanda. A partir de
entonces pasa de ser un bien de lujo a presentar los rasgos de un bien de
primera necesidad para amplios sectores de la población, manifestando una
demanda creciente y una resistencia a la baja en su consumo a partir de
ciertos niveles de renta (fundamentalmente, clases media y alta de los
países industrializados).
En España el "boom" turístico comienza en los años 50, cuando, después de la
Guerra Civil y de un largo periodo de autarquía posterior, comienza un
proceso de apertura al exterior que permite la entrada de ese gran flujo de
visitantes que se había generado en Europa y Estados Unidos como
consecuencia de los factores anteriormente expuestos. Desde entonces,
España, en general, y Andalucía, en particular, han sido uno de los destinos
preferidos por la demanda turística internacional. Ésta ha seguido una
tendencia continuamente creciente hasta la actualidad, con la única
excepción de los últimos años de la década de los ochenta y primeros de los
noventa, en los que el sector vivió una grave crisis al agotarse el modelo
que había existido hasta ese momento. Con el desarrollo de la actividad
turística como fenómeno de masas, el turismo de sol y playa se convirtió en
el pilar fundamental de la actividad turística de nuestro país, y sobre todo
de la región andaluza, que supuso un cierto eclipsamiento de las ciudades
históricas como destinos turísticos. Esta actividad estaba basada
principalmente en un modelo de sol y playa caracterizado por una cuantiosa
concentración en el litoral, un turismo pasivo y de precios muy baratos sin
oferta complementaria específica ni calidad. No obstante, Sevilla durante
este periodo siguió configurándose como un destino turístico de cierta
relevancia en lo que respecta al desarrollo del turismo cultural.
Concretamente Sevilla era uno de los enclaves de los circuitos que se
desarrollaban en el eje Sevilla-Córdoba-Granada, controlados y organizados
por los touroperadores internacionales. Además, como veremos posteriormente,
Sevilla era un importante destino de los turistas de la zona del litoral que
realizaban visitas por un día o dos, a lo sumo, en la ciudad.
Toda esta configuración del sector turístico experimentó un gran auge hasta
finales de la década de los ochenta, como veremos posteriormente en este
trabajo. A partir de entonces sufrió unos años de crisis debida al
agotamiento del modelo descrito y a los cambios que se estaban produciendo
en las preferencias de la demanda turística por: una oferta y por unos
servicios de mayor calidad, más diversificados y adaptados individualmente a
las necesidades y preferencias de los turistas, de más alternativas al
binomio sol-playa, mayor preocupación por las cuestiones ambientales y, en
definitiva, una mayor segmentación de la demanda turística. Cambios a lo que
la oferta tuvo que ir adaptándose para la configuración de lo que vamos a
denominar el nuevo modelo turístico diverso y de calidad, en cuya
instauración Sevilla se configuró como uno de los destinos prioritarios,
como analizaremos cuando procedamos a la descripción de las actuaciones de
las administraciones públicas turísticas. La celebración de la Exposición
Universal de 1992 en Sevilla permitió que la crisis del modelo clásico se
viviera con menor intensidad y duración que en otros lugares e impulsó la
rápida consolidación del nuevo modelo. De este modo, el turismo receptor de
Sevilla ha sabido aprovechar el citado evento, al menos, en un doble
sentido. Por un lado, ha sabido reconvertir las diversas infraestructuras
turísticas y generales que se construyeron para la Expo`92. Y por otro, se
ha aprovechado de la proyección mundial de este acontecimiento para
promocionar la imagen de una Sevilla moderna plenamente adaptada a las
nuevas tendencias de la demanda.
FIGURA 1.1. ELEMENTOS DIFERENCIALES ENTRE EL MODELO CLÁSICO Y EL NUEVO
MODELO TURÍSTICO.
A modo de resumen, en la figura 1.1 recogemos los aspectos fundamentales que
conforman los dos modelos vividos por el turismo en España, Andalucía y
Sevilla desde la década de los cincuenta hasta hoy:
a. Modelo clásico de sol y playa barato : desde los años cincuenta hasta
finales de los ochenta.
b. Nuevo modelo diverso y de calidad: que comienza a consolidarse a partir
de la segunda mitad de los noventa.
Sin duda, la sociedad actual está viviendo una nueva época en la que el
turismo ya no puede ser considerado como una práctica social residual, sino
que, por el contrario, se hace progresivamente más imprescindible. Y, de
este modo, en todos los segmentos del mercado turístico se percibe una
fuerte expansión difícil de frenar, con un creciente protagonismo de los
centros urbanos, donde Sevilla está siendo un destino cada vez más
significativo. En este sentido, los centros urbanos se verán favorecidos en
el futuro por las tendencias que, según la Organización Mundial de Turismo,
presenta la demanda:
- Por un lado, el progresivo envejecimiento de la población en los países
desarrollados, aumentará la edad de los turistas; así, incrementarán los
turistas jubilados que, a su vez, tendrán más tiempo, más renta, más salud,
más cultura y experiencia turística que el mismo segmento en la actualidad.
Estos turistas muestran una clara atracción por el turismo urbano y de
circuitos siempre que este le ofrezca las suficientes garantías de
seguridad, accesibilidad y calidad.
- Por otro lado, también según la OMT, la nuevas tecnologías propiciaran un
abaratamiento de los transportes que permitirán un incremento de los viajes
de larga distancia. Los turistas procedentes de países lejanos suelen viajar
atraídos por el descubrimiento de nuevas culturas y eligen mayoritariamente
el turismo cultural y de circuitos.
- También estamos asistiendo a en las últimas décadas a un fraccionamiento
en las vacaciones que favorece el desarrollo de esta tipología turística. La
mayor flexibilidad laboral hace que se tienda a dividir más las vacaciones:
en lugar de pasar un mes de verano en la playa, cada vez más, se reduce ese
tiempo a dos o tres semanas y, el resto se disfruta en puentes, Semana
Santa, Navidades, etc. Es en estos periodos cuando la visita a ciudades se
convierte en un alternativa más que factible.
- Finalmente, uno de los segmentos de mayor crecimiento en los últimos
tiempos ha sido el turismo de congresos, reuniones y negocios, y las
ciudades se convierten en un lugar idóneo para su celebración si cuentan con
las instalaciones necesarias.
Todos estos elementos beneficiaran de modo indudable al turismo que se
desarrolla en Sevilla, aunque para ello deberá seguir preparándose con el
objetivo de afrontar los múltiples retos que se le plantean:
- Seguirán apareciendo nuevos competidores. Las nuevas tecnologías de
transportes y comunicaciones permiten el acceso a ciudades que antes no se
incluían en los circuitos internacionales de turismo.
- Se refuerza el turismo desarrollado en gran parte de los competidores
tradicionales, ya que éstos también están reconvirtiendo su oferta.
- El turista se hace más exigente tanto en la calidad del servicio como en
la autenticidad de lo social y el respeto medioambiental. Es un turista al
que no le importa pagar un mayor precio, pero siempre a cambio de ver
satisfechas sus expectativas.
- Es necesario una planificación flexible, que permita la adaptación a los
continuos y rápidos cambios tecnológicos que modifican a gran velocidad las
ventajas competitivas del sector turístico.
A lo largo del libro iremos desarrollando todas estas ideas para,
finalmente, tener una visión clara de la estructura del mercado turístico
sevillano, de las actuaciones de la administración pública y, con ello,
poder concluir con las recomendaciones que consideramos más adecuadas para
superar estos retos y aprovechar con éxito las buenas tendencias existentes
de cara al futuro. Para comenzar, en los siguientes apartados analizaremos
las rentas de situación con que cuenta el Área Metropolitana de Sevilla para
el desarrollo de la actividad turística.