Tesis doctorales de Ciencias Sociales


PERIODISMO AMBIENTAL Y ECOLOGISMO, TRATAMIENTO INFORMATIVO DEL VERTIDO DE AZNALCOLLAR EN EL PAÍS, EDICIÓN DE ANDALUCIA 1998-1999

Rogelio Fernández Reyes



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2.2.- Conceptualización

La designación de periodismo ambiental se ha consensuado en la corta vida de la especialidad en los profesionales de la información. Otras alternativas presentadas fueron periodismo ecológico, medioambiental o verde.

Sobre el porqué prevaleció el término ambiental sobre su más cercano competidor, el vocablo ecológico, el periodista Joaquín Fernández apunta que se ha tratado de una preferencia de los sectores técnicos, profesionales y organismos administrativos:

“Lo ecológico, en cambio, resulta más conflictivo pues se asocia a ideología, compromiso, adoctrinamiento, dogma, militancia, lucha, etc. Es sin duda, un término cargado de intencionalidad y hasta de resonancias revolucionarias para muchos” (Fernández, 1995: 12).

Benigno Varillas recoge en su trabajo “Los movimientos ecologistas” (Varillas, 1985: 23) que en los años de la transición se llegó a celebrar una pequeña reunión de periodistas dedicados en sus respectivas redacciones de prensa diaria y radio a la información ecologista, con el objetivo de constituir el colectivo Periodistas Ecologistas, pero la idea no llegó a prosperar nunca.

A finales de 1994 ya apareció el vocablo fijado en la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA). Con ello, los profesionales de la especialidad se desvinculaban de las confusiones que podía acarrear el nombre “ecológico” por su carga ideológica y se reafirmaban en lo ambiental como un ejercicio profesional.

Otras instituciones que tienen acuñados los términos de información ambiental son SinambA y CEIA. SinambA es un Sistema de Información Ambiental de Andalucía ubicado en la Isla de la Cartuja sevillana y dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. CEIA es un Centro de Estudios de Información Ambiental del Instituto Catalán de Tecnología.

Por otro lado, también es cierto que en los numerosos cursos, master y premios sobre periodismo ambiental tienen otros títulos que no acaban de acuñarse de una manera homogénea: Curso de especialización en Información Ecológica y Medioambiental, organizada por la Universidad Politécnica de Madrid en 1995; Diploma Universitario de Postgrado en Comunicación Medioambiental, del máster en Comunicación Científica programado por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona en el curso 96-97; Jornadas sobre Periodisme i medi ambient organizadas por la Unió de Periodistes en 1997; Curso Naturaleza y medio ambiente en televisión, impartido en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra en 1998 (Montaño, 1999: 69 y 70); I Seminario sobre Periodismo y Medio Ambiente celebrado en Palma del Río en 1998; Curso de Verano Comunicación y Medio Ambiente organizado por la Universidad de Córdoba en julio de 2000 y que no se llegó a celebrar; o el II Certamen de “Joven Periodismo Ambiental”, convocado en febrero de 2001.

En el ámbito académico aún no hay una definición unánime: los investigadores Esteve y Fernández del Moral designan el área como periodismo medioambiental (Esteve y Fernández, 1998: 298), mientras que en la reciente tesis de Miguel Montaño aparece como periodismo ambiental (Montaño, 1999).

Según Alberto Gómez y Antonio Machín, hay confusión en los términos medioambientales debido a que se dan significados diferentes a vocablos idénticos “según la profesión o nacionalidad de quienes los usan”. El medio ambiente es un ámbito de estudio multidisciplinar por lo que “llegar a conocer y emplear bien todo ese caudal léxico es tarea harto difícil”. (Gómez y Machín, 1997: 91). Un ejemplo de los diferentes significados queda reflejado en la definición que el profesor Angel Benito realiza de los términos ecología de la comunicación:

“la disciplina que estudia los medios de comunicación, su distribución espacial y su organización, con relación al medio ambiente político, económico, cultural y social , con el fin de descubrir los desequilibrios comunicativos y proponer los correctivos pertinentes”(Benito, 1991: 401)

Sobre los términos ecología, naturaleza y medio ambiente encontramos en el Espasa-Calpe que el vocablo ecología expone: “se denomina así, modernamente, la parte de la biología que estudia el modo de vivir de los animales y las plantas y sus relaciones con los seres que los rodean”. (Espasa-Calpe, 1989: 2808). Realmente es un término moderno ya que el primero que lo utilizó fue el biólogo alemán Haeckel en 1868, unificando dos palabras griegas que significa ciencia del hábitat (Dreux, 1986: 3).

María Moliner lo define como “estudio de los organismos en relación con el medio”(Moliner, 1988: 1051). La Real Academia de la Lengua varía la definición en dos ediciones. En la vigésima propone “ciencia que estudia las relaciones existentes entre los seres vivientes y el medio ambiente en que viven” (VVAA, 1984: 522); en la vigésimo primera lo ajusta a “ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su entorno” (VVAA, 1992: 555).

Sobre el concepto naturaleza hay consenso entre La Real Academia (VVAA, 1992: 1012) y el Espasa (VVAA, 1989: 1203): “conjunto, orden y disposición de todas las entidades que componen el universo”.

La composición medio ambiente es una expresión acuñada en 1800 por el danés Jens Baggesen, e introducida en el discurso biológico por Jakob von Uexküll (Boff, 96: 15). El Espasa lo define de manera imprecisa dejando fuera el sector de la flora: “elemento en que vive o se mueve una persona, animal o cosa”(VVAA, 1989: 148). La Real Academia de la Lengua lo define como “conjunto de circunstancias físicas que rodean a los seres vivos”(VVAA, 1992: 953). Como novedad, en la vigésima primera edición dicha institución reconoce un vocablo nuevo: Medioambiental.

Podemos concluir, pues, que los vocablos ecología, medio ambiente y medioambiental, son palabras recientes en su uso generalizado. Y naturaleza está adquiriendo una acepción referida a los animales, plantas y medio natural.

El periodista ambiental Joaquín Fernández aclara cómo son utilizados dichos conceptos en el ejercicio de la profesión:

“Prescindiendo de toda ortodoxia conceptual, en los medios de comunicación utilizamos la palabra naturaleza para referirnos casi en exclusiva a la fauna y a la flora, y medio ambiente cuando se trata de cuestiones más relacionadas con el entorno urbano y los problemas derivados del desarrollo industrial y tecnológico. Ecología es un término global que usamos indistintamente para referirnos al ámbito científico, a los problemas de contaminación, al pensamiento ecológico o a los movimientos sociales que luchan contra la degradación del planeta”. (Fernández, 1995: 12)

Los profesores Esteve y Del Moral apuntan como definición de esta área de especialización como

“la sección periodística que se ocupa de todas aquellas noticias relacionadas con la Naturaleza y su defensa”(Esteve y Fernández, 1998: 296)

Nosotros, a la hora de definir periodismo ambiental preferimos proponer que se trata del ejercicio o especialidad periodística que atiende la información generada por la interacción del hombre o de los seres vivos con su entorno. De esta manera, se recogería la información que parte de la interacción del hombre/mujer con los espacios artificiales que ha creado, dado que la palabra Naturaleza está adquiriendo la connotación de medio natural.

2.3.- Periodismo Ambiental Internacional y Nacional

El internacionalismo verde, según el periodista ambiental Joaquín Fernández, ha contribuido decisivamente a la consolidación del periodismo ambiental:

“Se ha dicho incluso que la Cumbre de la Tierra ha significado su puesta de largo y algo de cierto hay en ello porque, para quienes creían que las reivindicaciones ecologistas eran cosa de cuatro románticos zarrapastrosos (casi todos los responsables de medios de comunicación en España lo han creído así, probablemente hasta Río) ver reunidos a los principales mandatarios del mundo discutiendo asuntos tan pocos convencionales, fue como una caída del caballo”. (Fernández, 1995: 81)

Si a la Conferencia de Estocolmo de 1972 asistieron en torno a 1.000 periodistas, la verdadera dimensión internacional se dispara con la Cumbre de Río con más de 2.000 profesionales de la información.

El incremento de la información ambiental nacional, por tanto, tiene relación con la escala internacional. Ello ha motivado que se haya ido fraguando un nuevo periodista especializado en medio ambiente y que hayan surgido agrupaciones de profesionales de la información en torno a esta materia.

La primera asociación nacional de periodistas ambientales nació en Francia en 1969. “Los periodistas-escritores por la naturaleza y la ecología” es una entidad cuyo objetivo es “agrupar a aquellos que difundiendo información pueden contribuir a la defensa de la naturaleza”. Posteriormente han surgido numerosas agrupaciones nacionales en otros países como veremos a continuación. (Pérez de las Heras, 1995: 99)

En 1993, se reunieron representantes de varias asociaciones en Dresden, Alemania, y se constituyó la Federación Internacional de Periodistas Ambientales (IFEJ). En los estatutos, aprobados en 1994, se marcaba como principal objetivo de la Federación “reunir a periodistas, autores y profesionales de la información de todos los países y medios de comunicación con el fin de difundir, por cualquier medio, información exacta y libre de toda presión, relativa a la ecología, administración ambiental, conservación de la naturaleza y desarrollo sostenible”.

La Federación Internacional de Periodistas Ambientales está formada por miembros de 90 países que pertenecen a :

- Redes regionales:

*Foro Asiático-Pacífico de Periodistas Ambientales, Red de Periodistas Ambientales de América Latina

*Red de Periodistas Ambientales del Caribe, Red de Periodistas Ambientales del Norte de Africa y Oriente Próximo

- Asociaciones nacionales:

*Alemania, Austria, Bangladesh, Corea, China, Dinamarca, Finlandia, Fiji, Filipinas, Francia, Ghana, Hungría, India, Indonesia, Italia, Japón, Kenia,Malasia, Maldivas, Mauricio, Nepal, Noruega, Pakistán, Papúa, Polonia, Rumanía, Rusia, Singapur, Sri Lanka, Suecia, Tailandia, Tonga, Uruguay, Estados Unidos-Canadá, Zambia.

- Periodistas sueltos de países sin asociaciones nacionales

La sede de la Federación se encuentra en París, aunque existe otra oficina en Estados Unidos. Editan una publicación denominada La voz del planeta y ha establecido una red de correo electrónico de periodistas ambientales de todo el mundo. (Pérez de las Heras, 1995: 101)

Por otro lado, en el 2º Congreso de la Federación Internacional de Periodistas Ambientales, celebrado en Boston, se verificó la existencia de centros de estudios donde es posible estudiar periodismo ambiental:

- Universidad de Harvard (USA)

- Universidad de Stanford (USA)

- Universidad de Leig (USA)

- Universidad de Michigan (USA)

- Instituto de Formación de Periodistas Ambientales (Sri Lanka)

En España se comienza a trabajar la información ambiental de manera salteada en los años 60 y 70. Por entonces el accidente de aviones con carga nuclear en Palomares (1966), Almería, atraería la atención de la prensa nacional. Otros acontecimientos recogidos tienen que ver con la polémica suscitada con la preservación de espacios naturales que originó la intención de desecar las zonas húmedas de Daimiel o con la contaminación radiactiva del río Tajo, ambos a comienzos de los 70.

Un fenómeno comunicativo lo supuso la aparición del programa televisivo El Hombre y la Tierra, de Félix Rodríguez de la Fuente, que despertó el interés de muchos telespectadores sobre la fauna ibérica. Tal como recuerda el profesor José Antonio Valverde :

“El nacimiento de las facultades de Biológicas y el impacto mediático de Félix Rodríguez de la Fuente en parte se debe al resultado de la concienciación medioambiental de Bernis. Yo era pieza clave en el sentido de que hice a Félix, porque se hizo cetrero y conservador de la naturaleza conmigo. Pero el impacto en la sociedad no la tuvimos ni Bernis ni yo, la tuvo él. El era la persona más conocida de España después de Franco, incluso había personas que pensaban que antes que el Jefe del Estado. Cuando salió la televisión fue un arma tremenda al alcance de todo el mundo. Félix empezó a luchar en favor del lobo (...) El atrajo la atención de la sociedad de manera que la naturaleza empezó a interesar a la gente que veía la televisión. A partir de ahí mucha gente quería ser biólogo o zoólogo siguiéndolo. El no hizo ni los cuadernos de campo, ni tomó ningún apunte..., veía los míos. Jamás logré en mi vida que escribiera nada. Los cuadernos con dibujos los hacía un señor. Fue un invento editorial para vender un libro, nada más. El lo fiaba todo a una memoria que tenía magnífica. Era un excelente comunicador y estaba por encima de todas esas cosas”.

Con la transición se puede hablar de otra etapa en la que se consolida el ejercicio de esta especialidad en algunos profesionales, muy ligados entonces al movimiento ecologista: José Manuel de Pablos y Benigno Varillas en Madrid, Santiago Vilanova en Barcelona, más adelante Pedro Costa Morata, Mario Gaviria (Fernández, 1995: 88), o Joaquín Araujo.

Miguel Montaño fija en 1976 el inicio de la segunda etapa del periodismo ambiental en España con la aparición del diario El País, donde, a imitación del diario francés Le Monde, aparece por primera vez la palabra ecología encabezando una sección. Poco más tarde, en 1977, se crea en Barcelona el Colectivo de Periodistas Ecológicos, la primera iniciativa de asociacionismo en torno al periodismo ambiental en España. (Montaño, 1999: 90). En 1984 el diario El País publicó El Libro de la Naturaleza, un compendio de artículos de referencia imprescindible (Fernández, 1995: 119) para tener una perspectiva de la relación del movimiento ecologista con los medios de comunicación.

Una tercera fase se puede considerar con la aparición de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental en 1995. Montaño, en su trabajo de investigación, recoge cómo cuajó la iniciativa:

“Durante la celebración del Primer Congreso Nacional de Medio Ambiente en Madrid, el grupo de trabajo sobre medios de comunicación y medio ambiente llega a las siguientes conclusiones entre otras:

Respaldar la demanda de una actualización de los contenidos formativos en los programas de estudio oficiales de Ciencias de la Información, de forma que se garantice una mayor sintonía entre el estado de opinión social y el grado de preparación de los profesionales de la información.

Respaldar la creación de una Asociación de Periodistas de Medio Ambiente como instrumento para potenciar la defensa de los legítimos intereses profesionales de cuantos periodistas guardan relación con este ámbito informativo.

Poco después comenzaron las reuniones informales y las charlas de café y, al final – que fue el germen de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental de España -, un viaje a Doñana”.

La Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA) se ha convertido en la principal propulsora de estudios sobre el ejercicio de esta especialización profesional. Hasta el momento se han celebrado tres congresos, en los años 1995, 1997 y 1999 e informa a todos sus socios de jornadas, cursos o cualquier tipo de convocatorias que les puedan ser de interés.


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