Tesis doctorales de Ciencias Sociales

LA AUTORREPRODUCCIÓN DEL SISTEMA DE LA CIENCIA EN EL CAMPO ACADÉMICO DE LA COMUNICACIÓN EN MÉXICO. UNA REFLEXIÓN A PARTIR DE NIKLAS LUHMANN

Juan Soto del Angel



 

Esta página muestra parte del texto pero sin formato.
Puede bajarse la tesis completa en PDF comprimido ZIP (416 páginas, 752 kb) pulsando aquí

 

 

b. Los paradigmas hegemónicos.

El primer trabajo fijó el rumbo del segundo, se había dicho. Esto se consigue a través de una condicionalización metódica que se aprecia en el párrafo citado. El análisis de los enfoques empirista y crítico o dialéctico se hace depender de un paso anterior, el descubrimiento de que resultaron los más influyentes. La forma del análisis tampoco es casual. Es posible plantearlo “críticamente” gracias a la condicionalización teórica ya citada: el avance de la ciencia se produce sólo si al mismo tiempo hay uso de la crítica. Pero no se conforma con cimentarse a sí mismo, hace “un llamado para abandonar los maniqueísmos” con base en otra condicionalización teórica conquistada: “se nos ha colocado en una posición de apertura al diálogo y de mayor búsqueda de integración teórica y metodológica”, ya que simultáneamente se vive una “situación de crisis” (Cf. Sánchez, 1991: 28).

El propósito del segundo capítulo o trabajo, analizar “los dos principales enfoques metodológicos que han influido en las ciencias sociales latinoamericanas y que, por lo tanto, han guiado también los estudios sobre medios de difusión en nuestro subcontinente” (Sánchez, 1991: 31), pues, ha quedado firme.

Para recorrer el camino, inmediatamente se proveen unidades estructurales. La primera se presenta bajo un concepto que recibe tres denominaciones distintas. Helas aquí: “escuelas” (Nun, 1979, citado en Sánchez, 1991: 31), “paradigmas” (Kuhn, 1979, 1977, citado en Sánchez) y “tradiciones de investigación”.

Una tradición de investigación es un conjunto de presupuestos generales acerca de las entidades y procesos en un dominio de estudio, y acerca de los métodos apropiados a ser utilizados para investigar los problemas y construir las teorías en tal campo. (Laudan, 1978: 81, citado en Sánchez, 1991:31)

Dicho concepto es puesto en relación con otro, “comunidades científicas” (Kuhn, 1970, citado en Sánchez, 1991: 32), para dar lugar a una condicionalización teórica que puede reconstruirse del siguiente modo: hay escuelas, paradigmas o tradiciones de investigación, puesto que al mismo tiempo comunidades científicas “generan, mantienen y desarrollan en común” “prácticas concretas, tanto investigativas como educativas” (Cf. Sánchez, 1991: 31-32).

Esta condicionalización teórica sirve de base a una condicionalización metódica. En efecto, si se amarra el concepto “tradiciones de investigación”, es posible caracterizar con el mismo los enfoques delimitados para el análisis. Hecho lo cual, con base en González Casanova (1977, citado en Sánchez, 1991: 32), a los enfoques empirista y crítico o dialéctico se les atribuye respectivamente “el experimento” y la “praxis”, en calidad de “formas ideales de verificación, o corroboración (o de ‘falsación’, si se adopta un enfoque popperiano) del conocimiento producido” (Cf. Sánchez, 1991: 31-32).

Estas unidades estructurales orientan los siguientes pasos del trabajo, cuyo propósito es delimitar “Los paradigmas hegemónicos en la investigación social”. Cosa que se hace bajo la diferencia objetiva preliminar de empirismo/enfoque crítico o dialéctico. Uno y otro lado caracterizado ya como escuela, paradigma o tradición de investigación. Lo que hace posible distinguirlos también desde la forma de verificación del conocimiento, que introduce paralelamente una segunda diferencia: experimento/praxis. En síntesis, el empirismo quedaría constituido en calidad de tradición de investigación que verifica por medio del experimento el conocimiento que produce; la corroboración del enfoque crítico o dialéctico, en cambio, apelaría a la praxis. Los dos enfoques reciben un mayor número de especificaciones.

Al empirismo se atribuye el control de variables a través del experimento o de la medición en el análisis estadístico. Se agregan los diseños cuasi-experimentales, que se han destacado por la “búsqueda de ‘amenazas’” a fin de “contrarrestarlas”. “La epistemología subyacente” “es la del positivismo lógico”, cuya teoría metódica queda expuesta en algunas condicionalizaciones relacionadas con la “verificación” y que a continuación se reconstruyen. La “aceptación de hipótesis y teorías” depende de su “contenido empírico”, de “su poder predictivo” y de que “pasen la ‘prueba’ de la significación estadística”. La “garantía de ‘cientificidad’, o lo que es lo mismo, de objetividad, supone “‘alejarse’ valorativamente de los fenómenos y procesos estudiados” que, a su vez, sólo es posible con “la medición precisa, la cuantificación, la manipulación y el control estadístico o experimental”. (Cf. Sánchez, 1991: 33-35)

Para delimitar el enfoque dialéctico, con base en Kuhn (1970, citado en Sánchez) y Laudan (1978, citado en Sánchez) se introduce un nuevo concepto: “’matriz disciplinaria’, a través de la cual los científicos, siguiendo un paradigma en común, intentan resolver los problemas cognoscitivos que surgen de su enfrentamiento profesional con la compleja realidad” (Sánchez, 1991: 37).

En el párrafo anterior reaparece, invertida, una condicionalización. Antes se sostuvo: hay escuelas, paradigmas o tradiciones de investigación, puesto que al mismo tiempo comunidades científicas “generan, mantienen y desarrollan en común” “prácticas concretas, tanto investigativas como educativas”. Ahora se comenta: “los científicos, siguiendo un paradigma en común, intentan resolver los problemas cognoscitivos”. De manera más recortada: hay paradigmas porque se desarrollan prácticas en común y hay prácticas en común porque los científicos siguen paradigmas.

La inversión de la condicionalización abre paso al concepto de “matriz disciplinaria”. Ésta no sería otra cosa que el conjunto de lineamientos que conforman el paradigma que sigue una determinada comunidad científica. O, con mayor precisión, “un conjunto de principios, presupuestos y patrones de razonamiento, mediante los cuales el científico liga la teoría, los conceptos y los datos de la experiencia” (Sánchez, 1991: 35). Y, tratándose del enfoque dialéctico, ha de quedar claro que “no se postulan como muestra casi única de cientificidad y objetividad la técnica, la medición y la cuantificación, sino en todo caso éstas en su relación pertinente con la teoría y la práctica” (Sánchez, 1991: 36). He allí una distinción de importancia entre la teoría metódica del empirismo y la del enfoque dialéctico. La primera hace depender la cientificidad de “la técnica, la medición y la cuantificación”; la segunda suma una “relación pertinente con la teoría y la práctica”.

A las referencias de Kuhn y Laudan se agrega una de Marx (1974). A partir de allí, en la dimensión social, se hace una atribución a los partidarios del enfoque dialéctico. “Hay un cierto consenso entre quienes siguen este método en la necesidad de producir, mediante el trabajo de abstracción, los conceptos que se refieren a lo concreto y múltiple” (Sánchez, 1991: 37). Y se resume: “es el punto de vista el que crea el objeto” (Saussure, 1975 citado en Sánchez). Se atribuye, pues, una condicionalización de la teoría metódica del enfoque dialéctico. Aquélla que hace depender el método del trabajo de abstracción o, si se prefiere, de la siguiente máxima: el punto de vista crea el objeto.

Pero esto no se refiere al objeto real, sino al objeto de estudio (al modelo que se genera, mismo que se espera corresponda en sus rasgos fundamentales pertinentes, en algún grado, a tal “objeto real”). Tampoco significa esto tomar una posición epistemológica idealista, sino describir una estrategia racional normal que los científicos más productivos han seguido (una “lógica de la construcción”). (Sánchez, 1991: 37)

Luego, es posible reconstruir de un modo más puntual la condicionalización atribuida: el método tiene lugar si el punto de vista crea el objeto de estudio, es decir, el modelo que se genera y que se espera corresponda en algún grado al “objeto real”. O de otro modo: el método tiene lugar si se trata de una estrategia de los científicos más productivos.

Y el punto de vista o estrategia de los científicos más productivos o método dialéctico se caracteriza como “estructural, histórico y crítico” (Sánchez, 1991: 35). A fin de ejemplificar se recurre a Cardoso y Faletto (1979), de cuya cita se reconstruyen las siguientes condicionalizaciones de la teoría del método en cuestión. El primer paso en “el análisis de la vida social” es “la presuposición de que existen estructuras globales relativamente estables”; “aun cuando sean perdurables, las estructuras sociales pueden ser, y de hecho son, transformadas continuamente”, porque al mismo tiempo hay “movimientos sociales”.

Consecuentemente, nuestra aproximación es a la vez estructural e histórica: Esta enfatiza no sólo el condicionamiento estructural de la vida social, sino también la transformación histórica de las estructuras por el conflicto, movimientos sociales y la lucha de clases. Entonces, nuestra metodología es histórica-estructural (Cardoso y Faletto, 1979, citado en Sánchez, 1991: 36-37)

En este sentido, a la teoría metódica del enfoque dialéctico se atribuye una nueva condicionalización, la cual hace depender el método de una diferencia de la dimensión temporal: estructura (duración)/transformación (cambio). Esta distinción “no sólo representa una mirada al pasado y al presente, sino también a las posibilidades del futuro. De ahí su naturaleza crítica, como veremos adelante” (Sánchez, 1991: 38).

En el primer capítulo se garantizó el paso a las “síntesis creativas” a partir de que “la situación crítica nos ha colocado en una encrucijada a nivel substantivo, teórico, epistemológico y metodológico”. Ahora se hace valer. “Finalmente, ni el paradigma empirista ni el crítico están irreconciliablemente divorciados. En la medida en que el autoritarismo antes predominante ya no es un impedimento para caer en ciertas ‘impurezas’ de eclecticismo, surgen probabilidades de producir síntesis creativas” (Sánchez, 1991: 45). En efecto, el segundo capítulo, al concluir, propone la producción de síntesis creativas. Para ello, profundiza un poco más en la distinción entre los paradigmas analizados, valiéndose en lo general de la diferencia objetividad/valoración.

La objetividad “no es función solamente de la validación empírica y del dato cuantitativo, sino también de la complejidad de los modelos de la realidad y de los diseños y estrategias de investigación, finalmente de naturaleza cualitativa” (Sánchez, 1991: 38-39). Esta caracterización, puede verse, rechaza la del empirismo y acepta la del enfoque dialéctico. En el primero, se precisa, “el llamado ‘vector epistemológico’ va fundamentalmente de lo real-medido a la construcción racional, del registro de datos observables a la estructuración teórica del objeto” (Sánchez: 39). No obstante. “Siendo la razón la principal característica y actividad humana que opera cuando se realiza investigación científica, el ‘vector epistemológico’ va necesariamente de lo racional a lo real” (Sánchez: 41). O como se había dicho antes, citando a Saussure: “es el punto de vista el que crea el objeto”.

Ahora bien, en “las ciencias sociales en general, pero en particular en las que se ocupan de los procesos de desarrollo y del cambio social, es imposible sustraerse de tomar una posición valorativa y política” (Sánchez, 1991: 38). Aquí, una condicionalización es encadenada a otra que se atribuyó al enfoque dialéctico. Éste, se mencionó, hace depender el método de la diferencia estrutura/transformación. Ella permite delimitar estructuras y transformaciones sociales. O lo que es lo mismo, facilita distinguir “procesos de desarrollo y del cambio social”. Los cuales, en esta parte, se tornan fundamento de una directriz de las ciencias sociales: “tomar una posición valorativa y política”.

Al paso del tiempo, cada vez más investigadores llegan a la conclusión de que no es necesario dejar de sostener una posición política determinada, para sin embargo, tratar de minimizar los sesgos ideológicos intentando ejercer un cierto rigor en el proceso de investigación. (Sánchez, 1991: 40)

Esta atribución a los investigadores deja ver otra síntesis creativa. Se sugirió ya la reunión de aportes del empirismo y el enfoque crítico, ya que no “están irreconciliablemente divorciados”. Pues bien, tampoco están peleados una posición política (valoración) y un cierto rigor en el proceso de investigación (objetividad).

Es el momento de señalar la paradoja envuelta en la propuesta de síntesis creativas. Ella sugiere la reunión de aportes diferentes ¿Con qué criterio elegir aportes? ¿Con cuál reunirlos? La unificación se hace indispensable porque los métodos se consideran insuficientes ¿Cuál, pues, orientaría la unificación? Por supuesto, obviando la paradoja, las síntesis creativas se han venido amarrando desde el primer capítulo. Por tanto, es posible sostener: “el autoritarismo antes predominante ya no es un impedimento para caer en ciertas ‘impurezas’ de eclecticismo”. De igual modo, ante la consideración de que el vector epistemológico va de lo racional a lo real, se presenta un obstáculo que no puede resolverse sino de manera paradójica.

Pero, entonces, cabría preguntarse qué garantiza la adecuación de la teoría con los fenómenos y procesos estudiados. Desde luego, la respuesta tiene que apuntar a los datos disponibles, sean de naturaleza cuantitativa o cualitativa, aunque hay que hacer la precisión de que, de acuerdo con la consideración anterior, los datos no simplemente se recolectan, sino se producen (...). (Sánchez, 1991: 41)

¿Cómo los datos que se producen logran ser garantía de los datos producidos? Si los datos están en producción subsisten inconclusos y, como tales, no pueden ser garantía, menos de sí mismos. En fin, la “conclusión provisional es que no existen, entonces, ni recetarios fáciles, ni ‘fórmulas mágicas’, ni algoritmos para producir verdades absolutas o ‘reflejos’ de la realidad en la ciencia social” (Sánchez, 1991: 44). “La resolución a problemas como el de la validación del conocimiento en ciencias sociales, entonces, sólo se puede lograr relativamente y a través de un trabajo productivo y constante” (Sánchez: 45).


Grupo EUMEDNET de la Universidad de Málaga Mensajes cristianos

Venta, Reparación y Liberación de Teléfonos Móviles
Enciclopedia Virtual
Biblioteca Virtual
Servicios