Gerardo Arceo Moheno
Las PYME, en su mayoría, compiten entre ellas en eficiencia y flexibilidad en relación a la manufactura y entrega de productos relativamente estables. Esta fuente de ventaja competitiva apenas será viable en el futuro cercano debido a la irrupción de PYME de países (como China e India) que compiten con costos cada vez más bajos. La supervivencia en esta economía global se deberá a la habilidad que muestren las PYME para mejorar sus procesos y productos agregando innovación y capacidades aprendidas, lo que implica el desarrollo y explotación de su capital intelectual y la construcción de redes de conocimiento dentro y fuera de sus límites. En este contexto, las TI juegan un rol clave en este proceso, al facilitar el acceso a fuentes externas de conocimiento y establecer canales de comunicación más intensos con empresas similares, eliminando restricciones tradicionales para la innovación en las PYME.
El uso tradicional y exclusivo de las TI para incrementar la eficiencia operativa, está cambiando progresivamente hacia el fortalecimiento de la integración interfuncional e interorganizacional, con un fuerte acento en la creación y gestión del conocimiento.
Las TI proporcionan a las PYME oportunidades que hoy en día no se han explotado en su totalidad, sin embargo, a pesar del reconocido rol competitivo de las TI, es sabido ampliamente que la aplicación de TI en las PYME aun sufre un rezago, y en general, existe una seria deficiencia en la adopción y uso de herramientas TI (Corso et al., 2001a).
Además, hacen falta investigaciones que analicen y estudien esta situación. Existe literatura en la adopción e implementación de TI en la innovación de productos, aunque casi toda está basada en evidencia de grandes empresas. Panizzolo (1998) señala la debilidad de estas investigaciones en cuanto se refieren al uso de métodos de investigación concebidos principalmente para grandes organizaciones lo que propicia asunciones incorrectas e inadecuadas para las PYME.
Los pocos trabajos respecto a la adopción de TI en PYME normalmente se refieren al análisis de datos estadísticos de la adopción de ordenadores, uso del e-mail y accesos a Internet, suscribiendo los problemas a la falta de una cultura que permita entender las oportunidades que representan las nuevas tecnologías (Corso et al., 2001a).
Corso et al. (2001a) identifican cuatro escenarios en la adopción e implementación de las TI en las PYME:
- No tienen facilidades en relación a los recursos financieros y humanos. El bajo uso de sistemas de información en las PYME se debe a la falta de recursos financieros y personal capacitado (Montazemi, 1988; Lefebvre et al., 1996), y la falta de pericia y tiempo por parte de la dirección (Welsh y White, 1981; Berryman, 1983). En contraste a esta idea, Fuller (1998) documenta un incremento en la competencia técnica dentro de las PYME, así como un mayor compromiso de la dirección o gerencia.
- Las habilidades técnicas relevantes provienen del exterior. Este factor es derivado del anterior. Debido a que las PYME, en general, no están dotadas de expertos técnicos y la dirección o gerencia no está involucrada directamente en la planeación y control de los procesos de implementación de TI, el rol jugado por actores externos se vuelve crucial. El problema es la falta de un buen juicio externo. Los directivos de las PYME pocas veces piden asesoría a vendedores de TI o consultores externos, apoyándose normalmente en fuentes informales, como miembros de la familia, amigos y conocidos, quienes por lo regular no tienen ningún conocimiento en relación a la situación específica de la empresa y por tanto, no consideran sus necesidades (Fuller, 1998). Por tanto, la falta de adopción y el bajo uso de las TI depende, en muchos casos, de un pobre entendimiento de la situación específica de la empresa.
- No se hace uso de las TI de manera estratégica, sino para operaciones de corto plazo. Muchas investigaciones muestran que el uso principal de las TI es en tareas administrativas y de oficina, es decir, en solución de problemas administrativos y operativos a corto plazo, no involucrándolas en planes estratégicos a largo plazo (Harvey et al., 1992; Dutta y Evrard, 1998) lo que dificulta considerar los requerimientos en inversiones sistemáticas en TI (Fuller, 1998). Las decisiones de las PYME son tomadas considerando, principalmente, escenarios de corto plazo, por lo que se destaca la importancia de contar con una estrategia a largo o mediano plazo. En contraste, una ventaja que se observa en la flexibilidad de las PYME es la facilidad que puede haber para modificar los criterios de adopción de nuevas tecnologías adicionales al obtener éxito en la implementación de alguna TI.
- Una falta de cultura propicia el poco entendimiento y bajo uso de las TI. Esta falta de cultura se relaciona a la inhabilidad para valorar y dimensionar las oportunidades que las TI ofrecen (Rullani y Micelli, 1998). Corso et al. (2001) cuestionan este punto al considerar que la complejidad del producto es el factor que contribuye en mayor grado al adoptar herramientas TI, definiendo como complejidad del producto a los componentes y las tecnologías que lo integran.
5.5.1. LAS PYME CATALANAS Y LAS TI
En concordancia con Corso et al. (2001), existe escasa evidencia del uso estratégico dado a las TI en las empresas de Cataluña. La tabla 5.2 muestran los usos que se hacen de estas tecnologías en las empresas catalanas.
Notas: (1) Empresas con 10 o más empleados.
(2) Los datos de comercio electrónico hacen referencia al año 2004.
Como se observa en la tabla anterior, en el año 2005, las empresas con 10 empleados o más muestran los siguientes resultados: casi todas las empresas cuentan con acceso a Internet (94,2%), mientras que el 90,6% utiliza el correo electrónico. En relación al comercio electrónico, en el año 2004 se observa que el 15,3% de las empresas compran o venden por Internet, sin embargo, la mayor parte de estas empresas compran, ya que muy pocas (2,6%) son las que venden por Internet.
La tabla 5.3 muestra el mismo tipo de información que la tabla anterior, con la diferencia que se hace referencia únicamente a PYME (de 10 a 250 empleados).
Notas: (1) Empresas con 10 o más empleados.
(2) Los datos de comercio electrónico hacen referencia al año 2004.
Como se puede observar, los datos de las PYME son similares a los datos de todas las empresas en general. En el 2005, el 94,1% de las PYME tienen acceso a Internet (contra 94,2% del total de empresas). Respecto al comercio electrónico, en el año 2004 fueron el 15,1% de las PYME que compraron o vendieron por Internet, mientras que sólo el 2,4% vendieron por Internet.
5.6. CLASIFICACIÓN DE LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA
Las empresas que conforman el amplio espectro agroalimentario son muy variadas y podrían clasificarse con diferentes criterios, por ejemplo, si se trata de primera o segunda transformación, si es de origen agrícola, ganadero o mixto, etc. En este estudio, se hace uso de la Clasificación Catalana de Actividades Económicas (CCAE), la cual hace referencia a la División 15 (Industria de productos alimentarios y bebidas) estructurada en 9 grupos de actividades, los que se desglosan en 32 clases industriales, tal como se muestra en la tabla 5.4, haciéndose hincapié que en la investigación se hace referencia a la clasificación correspondiente al nivel de tres dígitos.