Tesis doctorales

EL IMPULSO DEL PRESIDENTE DEL GOBIERNO ESPAÑOL, FELIPE GONZÁLEZ, A LOS PROCESOS DEMOCRÁTICOS Y DE PAZ EN NICARAGUA Y EL SALVADOR, 1982-1996

Belén Blázquez Vilaplana

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A. La Internacional Socialista.

A.1. Su apertura hacia América Latina.

La importancia de la presencia de Felipe González en los foros internacionales, queda claramente puesta de manifiesto con las reiteradas llamadas que se le hicieron en sus últimos años al frente del Gobierno para que abandonase la actividad que llevaba a cabo en la vida política española y se encargara de presidir la Comisión Europea como sucesor de Jacques Delors. Solicitudes que una vez tras otra se negó a aceptar. Dicha relevancia internacional continúa incluso tras dejar la Presidencia del Gobierno y la Secretaría del Partido, por los requerimientos efectuados para que interviniese como mediador en algunos de los numerosos enfrentamientos existentes en el mundo. Entre ellos, la Organización para la Seguridad y la Cooperación Europea (OSCE) le designó como mediador en Serbia en un conflicto que surgió como consecuencia de un fraude electoral, recibió también llamadas para que actuase como mediador en el conflicto greco-chipriota559, en el bosnio o entre el gobierno colombiano y la guerrilla donde las autoridades “no se acordaron” de consultar a Aznar y pensaron en González560 . En fechas más recientes, se le hizo un ofrecimiento para que aceptase la Presidencia de la Internacional Socialista o, en relación de nuevo con la vida política española, para encabezar la lista a las elecciones europeas por su partido, el PSOE561. Acerca de las múltiples salidas u opciones que se le planteaban, opinaba sarcásticamente González, tras su salida de la vida política activa, que no necesitaba una salida, ya estoy salido en el mejor sentido de la palabra, ya saben cuál es. He contratado a uno para que me mande Viagra a toda pastilla562.

Esta importancia que en el ámbito internacional alcanzó la figura del Presidente del Gobierno, se convierte en uno de los principales elementos a tener en cuenta en el análisis del liderazgo alcanzado por González, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Siendo su contacto y estrecha relación con la Internacional Socialista563, uno de los principales factores, cualitativa y cuantitativamente hablando por ser el comienzo de su proyección internacional. En la actualidad es Vicepresidente del Presidium. Fue ésta, y especialmente su Presidente, el Premio Nobel de la Paz, Willy Brandt, al cual conoció en diciembre de 1974 en el Congreso de los socialistas portugueses564, los que alzaron en un primer momento al poder al “grupo sevillano” en el partido socialista español. No sólo por el reconocimiento explícito que hicieron del partido al cual representaban en aquellos años, frente a otras líneas también autocalificadas como socialistas, sino por el apoyo financiero que brindaron al mismo y por la influencia ideológica565. Como expone José María Maravall, la influencia de la socialdemocracia europea fue esencial en la reorientación ideológica del PSOE desde 1979 en adelante. Felipe González, en particular, estaba muy influido por Olof Palme y Willy Brandt, por el debate ideológico del SPD alemán a raíz del Congreso de Bad Godesberg de 1959, y por algunos Amoderados@ del Partido Laboralista británico566. Esta opinión se ha visto reafirmada por diversos autores y políticos. Entre ellos, Múgica afirmaba que la moderación del Agrupo de Sevilla@ se debió por encima de otros factores al contacto con el SPD alemán567.

Pero a su vez, fue no tanto la relación a nivel del partido, sino la amistad personal de González con Brandt568, lo que le permitió ir alcanzando posiciones en los distintos foros internacionales. En este sentido, Julio Feo, comenta en sus memorias que a Brandt le tienen que estar agradecidos los socialdemócratas del mundo, pero sobre todo los españoles. Porque su apoyo a Felipe González y al PSOE, contribuyó a que fuéramos aceptados rápidamente en la comunidad internacional y, de alguna manera, a que nos convirtiéramos en la fuerza hegemónica del socialismo español569 . La IS no sólo le brindó el apoyo de manera explícita de la organización como tal, sino también de los partidos calificados como socialdemócratas que formaban parte de la misma. Entre ellos, merecen destacarse dos: el Partido Social Demócrata Alemán (SPD)570 del mencionado Willy Brandt y la Alianza Democrática Venezolana (AD) de Carlos Andrés Pérez. Este último tendrá un papel crucial en la proyección iberoamericana de González y en especial en las negociaciones de la Paz centroamericana571. Como afirmaba el Presidente español, España siempre jugó un papel muy activo en América Latina, incluso se nos acusaba de tener demasiada presencia e influencia, nunca necesitamos marketing para que nuestra política fuera visible572.

Así mismo, fue determinante la presión que ejercieron de manera directa o indirecta sobre los gobiernos de sus países, los partidos que conformaban la IS. Como expone Charles Powell573 , en 1975, estos partidos solos o en coalición gobernaban seis de los nueve países miembros de la CE y ellos, fueron los que convirtieron a González, en el aduanero que debe comprobar nuestro pasaporte democrático para ser admitido en la referida Organización. Es el momento de retroceder un poco en el tiempo, y analizar dónde comienza el interés de la IS por España y el papel que desempeñó Felipe González en ello. Lo cual, será el primer paso, para comprender cuándo comienza Iberoamérica a formar parte de la agenda de la referida Organización.

Este interés por España, es ya apreciable en el manifiesto fundacional de la misma, de 1951, donde se indica que toda dictadura, donde quiera que esté, representa un peligro para la libertad de las naciones574 . Ahí, se encuentra el primer punto de apoyo para la lucha contra el franquismo, el cual se vería afianzado en el Congreso de Suresnes, en 1974, donde como ya se ha mencionado, el PSOE (r) recibió el apoyo de la IS a través de la presencia de su secretario general, Carlsson.

Para comprender cuándo comienza el giro de la IS hacia Iberoamérica, hay que situarse en el momento en que Willy Brandt accede a la Presidencia de la IS en el Congreso de noviembre del 76 en Ginebra. Cargo que ocupará hasta 1992, año en que es elegido, el ex Primer Ministro Francés Pierre Maruoy para sustituirle575. En ese momento, hará un llamamiento para llevar a cabo tres iniciativas: organizar la paz; conciliar los intereses entre el Norte y el Sur, y actuar en favor de los derechos humanos. En este sentido, se puede interpretar la llamada que hace en Ginebra, al señalar que la IS no es sólo una organización; es ante todo una idea (...) Sólo una ofensiva para asegurar la paz puede asegurar el futuro. Ya es tiempo de un esfuerzo por nuevas relaciones entre Norte-Sur576 . Todo ello, buscando la comprensión de un mundo menos simplificado, preocupado por la influencia que en ese momento y en etapas posteriores podía provocar la política del grupo conservador - republicano de Estados Unidos577. Esta contraposición será determinante en el momento de tomar posiciones con respecto al conflicto centroamericano, por cuanto el punto de partida de ambos será radicalmente opuesto. Para Estados Unidos, las causas de los conflictos eran resultado del enfrentamiento Este-Oeste, mientras que para la IS devenían del fracaso del capitalismo internacional, es decir, de las diferencias socioeconómicas existentes en el interior de estas sociedades. Siendo la consecuencia directa de ello, el considerar que la crisis tendría no tanto una base ideológica, sino económica. Por ello, sería en este sentido en el que habría que buscarle solución y no como un elemento de enfrentamiento entre la Unión Soviética y los EE.UU. De ahí, el apoyo que se prestó a los revolucionarios nicaragüenses en los primeros años. Intentando con ello, sobre todo, superar la ceguera norteamericana en la zona, cuya Administración pretendía doblegar al gobierno sandinista utilizando la fuerza, la presión y la amenaza578 .

Principios que como se han referido, no eran aceptados por la IS ni como causa del conflicto, ni como solución al mismo. Pero, estas discrepancias con los norteamericanos no siempre fueron así, como ahora se va a exponer.

La consecución de estos principios en los países que se encontraban en conflicto fuera del ámbito europeo, se convirtió en una de las prioridades de acción de la IS y entre estos conflictos destacaba como zona preferente la actuación en Centroamérica. Convirtiéndose las acciones emprendidas, tanto con relación a debates teóricos en el seno de la IS, como después en hechos concretos en estos países, en uno de los primeros frutos del acercamiento entre los países europeos y los iberoamericanos en el seno de la IS. Los cuales alcanzaron mayor virulencia dentro de los parámetros de la IS, tras los asesinatos en 1978 y 1979 de Fuentes Monh, ex ministro de Relaciones Exteriores y líder del PSD de Guatemala y de Colom Argueta, líder del FUR, respectivamente. En palabras de Brandt, había que encarar el “genocidio de la miseria”579 cuya ejemplificación se encontraba en el Tercer Mundo y cuya espoleta de advertencia en América Latina fueron los sucesos que ocurrieron en Chile en 1973. Estos llevaron al derrocamiento y asesinato posterior del Presidente Salvador Allende, tras el golpe de Estado auspiciado y realizado por el General Pinochet. Suceso que acabaría con uno de los últimos bastiones de la izquierda latinoamericana y que daría lugar a una de las dictaduras más sangrientas y duraderas que se han conocido en el continente. Siendo, por ello, como ya hemos expresado, las razones de carácter político el motor de sus actuaciones y no tanto las económicas, en cuanto a la necesidad de buscar salida a otros mercados de los productos por parte de los países europeos, como algunos autores han querido mantener, las que movía a la socialdemocracia europea a encarar sus actuaciones en esta zona geopolítica. Estos partidos respondían a la visión romántica que esta nueva generación de políticos socialistas y socialdemócratas tenía sobre el Tercer Mundo, y a la actuación en los mismos de movimientos revolucionarios de liberación nacional que lucharan contra el poder del imperialismo580. En este sentido, Willy Brandt menciona a Centroamérica como la primera área del mundo donde la IS invirtió sangre y prestigio en la búsqueda de la paz y dentro de esta zona geopolítica a Nicaragua. Llegando a afirmar que todo lo que se hacía bajo la responsabilidad de los comandantes sandinistas podía contar con nuestro aplauso581 . Era un modo de reafirmar una idea que los partidos socialistas y socialdemócratas europeos habían olvidado tras los sucesos de 1914: el potencial de soñar, de crear idealismos e ilusiones582, tales como la pacificación o la solidaridad internacional. Como expone Eusebio Mujal-León583, estos partidos compartían ciertas actitudes acerca del llamado Tercer Mundo y de los Estados Unidos, a saber:

1. El creer que las consecuencias de la brecha entre naciones pobres y ricas sería la cuestión social del siglo XX.

2. Que los EE.UU no podían llegar a entender qué estaba ocurriendo en el Tercer Mundo.

3. Que la mayoría de los conflictos en el Tercer Mundo estaban localmente generados y tenían causas económicas y sociales.

4. Que los EE.UU querían llevar el conflicto Este-Oeste al Tercer Mundo, porque de ese modo le era más benéfico para mantener la hegemonía sobre la Alianza Atlántica.

UCHOA CAVALCANTI, PEDRO CELSO; “La Internacional Socialista y América Latina” en Documentos de Trabajo del Programa FLACSO - Santiago de Chile; Nº 26; Octubre 1984.

5. Que existía un grave problema en la lucha Este-Oeste, cuando se trasladaba al Tercer Mundo, porque dificultaba las negociaciones sobre temas particulares, fundamentalmente sobre el control de armamentos.

Estas actividades en Iberoamérica tuvieron un precedente inmediato en el propio continente europeo: la inclusión en la IS de los países mediterráneos, como fue el caso de España y Portugal. Ésta se concibe como la primera acción emprendida de cara a la apertura hacia los países de la nueva área.

Aunque en América Latina no se llegue a realizar su primer Congreso oficial la IS hasta 1986, concretamente en Lima584. En este punto hay que hacer una advertencia en cuanto a la utilización del término socialdemócrata en América Latina, por cuanto dicha denominación debe considerarse como un cajón de sastre donde buscaron acomodo partidos cuyas ideologías no correspondían en todo los casos con la idea occidental de socialdemocracia, pero que se sentían identificados con los principios que ésta postulaba. De este modo, no todas las organizaciones iberoamericanas que formaban parte de la misma eran ni son socialdemócratas585, en el sentido estricto y tradicional del término, aunque sí defiendan o se opongan a los mismos ideales. No es baladí esta afirmación, ya que la misma puede ayudar a comprender algunas de las diferencias que surgieron en el interior de la IS y entre los partidos miembros con relación al proceso revolucionario sandinista.

Esta correlación que realizó la IS entre Portugal y España, tendría a su vez una repercusión directa en la trayectoria política de González, por cuanto la trascendencia de la figura política de éste en América Latina habría que analizarla en un primer momento en unión a la figura del líder político portugués: Mario Soares. Su relación, personal y de partido, fue crucial en los movimientos efectuados durante los primeros años por el PSOE en el contexto internacional. Pero, como en otros casos, los lazos personales influyeron más que los intereses del partido y estas relaciones se enfriaron hasta el punto de distanciarse de manera notoria en los comienzos de la democracia y quedarse en punto muerto hasta años después.

Sobre ello, Julio Feo llama la atención sobre la ausencia del líder portugués en el Congreso del 76 en España, al cual acudió su “segundo de a bordo”. Según este autor, la razón era o bien porque Soares no quería desairar al Gobierno español o lo más creíble, que no quería desairar a Tierno Galván líder en aquel entonces del PSP, al cual le unía una estrecha amistad. Como sigue diciendo, Mitterrand y Soares han sido los dos socialistas europeos que más tiempo han necesitado para establecer una relación franca con Felipe González y con el PSOE586. Pero la IS seguía apostando por ambos partidos y el papel que ambos estaban alcanzando en su proyección iberoamericana, derivada del triunfo en sus respectivos países de la opción democrática. Por ello, en 1976, en la “Reunión de Dirigentes Políticos de Europa y América en pro de la Solidaridad Democrática Internacional”587, a la que asistieron entre otros líderes, Brandt, Palme, Kreisky, Soares y González, se aprobó la siguiente resolución: la reunión envía un fraternal saludo a los partidos socialistas de Portugal y España y sus afines ideológicos por la gallarda y valerosa tarea que han venido realizando conduciendo así a la desaparición de la dictadura de Portugal y España, por la continuidad en la lucha del establecimiento de un sistema democrático pluralista que protagoniza la continua acción democrática del organismo unitario de la oposición española588 . Nos encontramos ante un modelo, que debido a las singularidades de América Latina, permitía utilizarlo como referente del rumbo que podían tomar las dictaduras existentes en esas latitudes geográficas. En esta línea, en una entrevista realizada a Felipe González en 1977, exponía que se había barajado como opción dentro del partido, la posibilidad de que España se convirtiera en un foro de encuentro de aquellas fuerzas políticas latinoamericanas que buscaban la liberalización de sus territorios de las dictaduras militares589. Para lo cual, contaban con el apoyo incuestionable de los partidos socialistas europeos encuadrados en la IS y especialmente del SPD alemán590. Tal y como se había expresado en la reunión referida de la organización en territorio venezolano591. Soares, al igual que el Presidente español, tomaría partido por estos principios y, en este sentido, encabezó una delegación de la IS que visitó Nicaragua tras el triunfo de los sandinistas, mencionando en aquel momento, la importancia de ayudar al país en su reconstrucción, de trabajar contra la intervención exterior y de romper el aislamiento internacional592.

De lo anterior, se desprende que la consideración de que América Latina era la “región más Europea”, por sus instituciones, valores culturales, y problemas políticos similares, de todas las áreas geopolíticas que comprendían el Tercer Mundo, origina y al mismo tiempo sirve de explicación del interés despertado en los partidos socialistas y socialdemócratas europeos. Puesto que permitía la apertura al diálogo y entendimiento que se veía dificultada en otras áreas geográficas, tales como la asiática o la africana. Era, en definitiva, el lugar idóneo para comenzar a desarrollar una actividad que permitiera equilibrar la balanza del poder internacional alcanzado y desplegado por Estados Unidos a escala mundial. El cual, dejaba fuera de muchos escenarios a otros actores que pretendían tener, también, determinado peso en el concierto internacional. Tras el éxito conseguido en los países ibéricos, en los comienzos de la década de los setenta, el modelo estaba listo para su exportación.

A dicha reunión asistieron representates de la República Federal Alemana, Bélgica, Dinamarca, Austria, Francia, España, Italia, Portugal, Inglaterra, Filandia y Suecia. Por América Latina, participaron los representantes de los partidos socialistas de Argentina, Brasil, Costa Rica, El Salvador, Bolivia, Ecuador, Jamaica, Perú, Paraguay, Chile y Venezuela.

Con posterioridad a la mencionada reunión, será crucial en este proceso de apertura y expansión, la celebrada en Canadá, en noviembre de 1978593. En ella, y con la presencia de 29 organizaciones de América Latina594, y 10 africanas, será elegido Felipe González Vicepresidente de la IS junto a otros diecisiete dirigentes socialistas y socialdemócratas595. Además, allí se plantean explícitamente las bases para la construcción de una zona de influencia de la IS en América Latina. Brandt resumiría los trabajos realizados en cinco tesis:

1. Contraponemos nuestro principio de la autogestión de los ciudadanos al colectivismo capitalista y su alineación, y al colectivismo comunista con su dictadura enemiga de la libertad.

2. Contraponemos nuestra defensa de la paz al determinismo de la violencia.

3. Contraponemos nuestra lucha por los derechos humanos concretos a las exigencias de poder que se basan en la injusticia y la debilidad.

4. Contraponemos nuestra civilización al sometimiento, a la desesperación, que, hasta ahora, siempre han sido derrotados por la historia.

5. Contraponemos la razón a la racionalización de lo irracional. La alianza entre la razón y la voluntad de vivir, entre la moral y la autoafirmación entre la misericordia y la autodeterminación, es lo que constituye la humanidad del hombre596.

Postulados que se ven reafirmados en la Reunión que el Comité para Iberoamérica realiza en Caracas en 1980597, donde manifiestan:

1. La condena a las transnacionales aliadas con las burguesías nacionales.

2. La condena a la violación de los derechos humanos en El Salvador y en Guatemala.

3. La condena a la escalada golpista de parte de las FF. AA en Bolivia.

4. La condena a la intervención norteamericana y de la Democracia Cristiana Internacional en los asuntos de América Central.

5. La defensa de la insurrección armada cuando no hay otros medios.

6. El apoyo al Socialismo Democrático Pluralista en reemplazo de la democracia formal.

En ese mismo año tuvo lugar uno de los actos en el ámbito internacional que mejor reflejan la concreción del giro hacia Iberoamérica de la IS: la reunión de una treintena de partidos europeos con representantes de los movimientos políticos iberoamericanos y caribeños. La cual se celebró en marzo de dicho año en Santo Domingo, denominada “Primera Conferencia Regional de la IS para América Latina y el Caribe”598. Los acontecimientos quisieron que la misma tuviera lugar un día después del asesinato de Monseñor Romero en El Salvador599. De dicha reunión, cabe destacar su Declaración Final, por la repercusión negativa que la misma tuvo en el Departamento de Estado norteamericano y que permitió la apertura de un diálogo cara a cara entre la IS y dicho gobierno. Además, será en ésta donde la IS decida por los acontecimientos referidos, apoyar el proceso revolucionario en El Salvador. Según Pierre Shori, es entonces cuando se consolida la entrada de la socialdemocracia en el escenario latinoamericano600.

Siguiendo esta línea, González expondrá en una entrevista concedida al diario El País, en 1980, que en el caso español, la presencia del PSOE se había intensificado en los últimos años debido a que nuestro peso específico ha crecido en el seno de la organización en los últimos años y a que la Internacional se ha reanimado en los últimos años, sobre todo desde que Willy Brandt asumió la presidencia en 1976. Ha salido de su eurocentrismo y se ha proyectado sobre otras zonas del mundo, como los países árabes y Latinoamérica, donde los españoles tenemos mucho que decir601. Valgan como ejemplo de este “peso específico” dos acciones en las cuales se hizo un llamamiento explícito a Felipe González como líder político y no al PSOE como organización política, a través de la IS. En 1978, el representante de la central obrera boliviana, Edgar Tapia, le dirigió una carta pidiéndole que actuara por la vuelta a la democracia en Bolivia602. Ese mismo año, aunque cambiando de horizonte geopolítico, también recibió demandas de apoyo de los representantes de la República Democrática del Sahara603 . Sobre este particular, el SPD alemán, que no mantenía los mismos puntos de vista que el PSOE, comprendía que éstos mantuvieran sus propios postulados sobre las reivindicaciones saharauis y no interfirió en las decisiones del partido español. Como es bien sabido, años más tarde, los socialistas españoles acabaron suscribiendo las mismas tesis que la socialdemocracia alemana604. Por otra parte, y aún lo anterior, la identificación de González con la IS no suponía automáticamente su aceptación en toda América Latina.

Así, en 1979, una delegación de la IS que él encabezaba, recibe la prohibición de Uruguay, Argentina, Paraguay y de Chile de entrar en su territorio. Su misión era la de informarse sobre la situación de esos países y mantener diversas entrevistas con los dirigentes de la oposición sindical y política, así como con miembros de organizaciones de defensa de los derechos humanos, familiares de desaparecidos y otros.

En Uruguay, se consideró que su entrada en el país “afectaba a la soberanía nacional”605, declarándolo junto al resto de los miembros de la delegación de la IS persona non grata, lo cual también realizó el Gobierno del General Pinochet en Chile. ¡El tiempo da y quita razones...!.

Todo lo anterior nos da una idea de cuáles eran los principios propugnados por Willy Brandt. Así como del apoyo que brindó a Felipe González dentro de la IS y de cómo influyó en su actividad en tierras centroamericanas. Como se analizará con más detenimiento en posteriores capítulos, uno de los actos claves fue su elección en 1980 como encargado del Comité de Defensa de la Revolución en Nicaragua606 .

Lo cual tuvo lugar con ocasión de la celebración en Madrid del Congreso de la IS, donde en palabras de González, se iba a iniciar un proceso de adaptación a procesos completamente nuevos que en 1864 no podían haber sido pensados por Carlos Marx607. Esta reunión tuvo como origen inmediato las continuas agresiones fronterizas contra Nicaragua, fundamentalmente tras la llegada al Gobierno de EE.UU en 1981, de Ronald Reagan608. El principal objetivo de la misma era fortalecer la reconstrucción del país y actuar en favor de la independencia y la democracia nicaragüense. El apoyo a la revolución sandinista tenía su respaldo formal desde que en 1978 la oposición nicaragüense acude a la reunión de Vancouver, Canadá. Desde ese momento participa en todas las reuniones que la IS fue celebrando, habiendo enviado su primera delegación al exterior a Bommersvik, en Suecia, tras el triunfo de la revolución en julio del 79. En la reunión de Madrid, el comandante de la revolución presente, Bayardo Arce, manifestó que se estaba produciendo un proceso de radicalización y de agresividad política de los sectores más radicales hacia los sectores revolucionarios609. En apoyo de esa afirmación, y del proceso revolucionario sandinista, Felipe González diría al semanario Newsweek que cuando se dice que no hay libertades en Nicaragua, debe decirse realmente que hay más libertades ahora como nunca las ha habido antes. También debe decirse que la revolución nicaragüense ha sido extraordinariamente generosa desde un punto de vista humano. Por primera vez en la historia los sansculottes han alcanzado el poder sin eliminar físicamente a aquellos que han derrocado610. Siguiendo con estos planteamientos, Willy Brandt, en la citada reunión de Madrid, en donde por vez primera había más representantes no europeos que europeos, haría un llamamiento a los congresistas reunidos para que no defraudasen a los países latinoamericanos que esperaban de la IS un mayor aporte en la lucha por la democracia y la libertad (...) Nunca nos reconciliaremos con la regla del cinismo y la falta de la ley. Nunca nos reconciliaremos con una posición unilateral de influencia. El apoyo a Nicaragua suponía, no sólo la solidaridad con fuerzas políticas anti dictatoriales, sino también radicalmente antiimperialistas, con frentes políticos formados por diferentes corrientes políticas, pero con hegemonía de los revolucionarios marxistas partidarios de la lucha armada.

Siendo este viraje novedoso en la postura de la IS en su “ofensiva” iberoamericana. Esto provocó el recelo de algunas fuerzas políticas de la región, fundamentalmente del Partido Liberación Nacional (PLN) de Costa Rica611.

Con relación a El Salvador, la resolución adoptada fue la siguiente: la IS emplaza al Gobierno de Estados Unidos a terminar su apoyo político y militar a la actual Junta de El Salvador y a reconocer que no ha conseguido evitar más derramamiento de sangre. Rechazamos la tesis de que el problema salvadoreño es el de una Junta que está luchando contra la extrema derecha e izquierda. Se trata, más bien, de un régimen despótico cuyas acciones han llevado a un estado de guerra civil. Depositamos nuestras esperanzas más profundas y la más activa solidaridad en el FDR en El Salvador, del cual nuestro partido miembro el MRN, es parte612. En definitiva, lo que se planteó en dicha reunión fue la reafirmación de la identidad nacional de determinados países que luchaban contra la dominación extranjera, identificada con EE.UU, en una época de descolonización de las grandes potencias coloniales. En el momento de realizarse la citada reunión, el semanario alemán Stern publicó que existían informes sobre supuestas presiones norteamericanas para que los socialistas, especialmente los alemanes federales, españoles, portugueses y británicos, cambiaran su actitud en relación con las dictaduras latinoamericanas. Sobre todo, estas acciones se dirigieron hacia la Junta Militar de El Salvador613. Fuentes del PSOE afirmaron no conocer la noticia y mostraron de nuevo su apoyo incondicional al pueblo salvadoreño. Como posteriormente analizaremos, las cosas fueron virando en el sentido propuesto por EE.UU y lo único en que se “equivocó” el diario alemán, fue en las fechas del citado cambio, puesto que éste finalmente se llegó a realizar.

Por su parte, Felipe González, acudiría en marzo de 1981 a una conferencia de la IS celebrada en París y en abril se reuniría en Amsterdam con los líderes de la misma, donde se le entregó el premio al político más relevante de Europa614. Era el espaldarazo explícito de la organización a sus acciones en favor de la democracia en España y de la paz en Centroamérica. Pero a su vez, era una manera directa de mostrar a la sociedad internacional, dónde y en quién creía la IS que estaba la salida a la problemática vida política española. No por menos, en España acababa de tener lugar el intento de Golpe de Estado del General Tejero y el Gobierno de UCD se encontraba inmerso en una importante crisis interna e institucional. Mientras, el apoyo de la IS a los movimientos revolucionarios en Centroamérica siguió manifestándose en diversas acciones, tales como en la aprobación de ayuda económica y financiera a Nicaragua y otras ayudas a los partidos socialdemócratas de El Salvador y Guatemala, aprobadas todas ellas en la reunión de Estocolmo en 1981. Así mismo, se aprobó el rechazo de la IS a las solicitudes de afiliación del Movimiento Democrático Nicaragüense de Alfonso Robelo y del Partido Socialdemócrata de Nicaragua. Siguiendo con estos planteamientos en relación con el triunfo sandinista y la postura ante la administración Reagan, en una reunión de la IS en Madrid, en noviembre del 81, tras adoptarse la decisión de que González viajaría a Nicaragua para informar sobre la situación de Centroamérica615, se hizo un comunicado público donde se rechazaba cualquier tipo de interferencia extranjera en la zona, tanto si ésta era bélica como si se realizaba a través de un bloqueo. Al tratar de nuevo el tema nicaragüense, se defendió el pluralismo político y el sistema de economía mixta, es decir, los planteamientos revolucionarios originales de los sandinistas. Con relación a la evolución de la problemática en El Salvador, se unían al plan de paz que habían propuesto conjuntamente México y Francia616. Según Jorge García Castañeda, el Partido Socialista Francés, cuyo apoyo había comenzado incluso antes de alcanzar el gobierno en mayo del 81 tras dos décadas en la oposición, era el sector más simpatizante, sensible y bien situado de la izquierda europea para vincularse con América Latina y la Asegunda ola A de la izquierda armada, especialmente sandinistas, guatemaltecos y salvadoreños.

Realizando lo que algunos han calificado como la política de los beau geste. La cual fue considerada por Ronald Reagan como una política hostil e irresponsable. Calificación del Presidente, consecuencia de que la misma nunca se dejó amilanar ante los ataques norteamericanos617, defendiendo siempre que Nicaragua era un país soberano. En este sentido, Mitterrand, opinaba en octubre de 1981 sobre el particular que To all combatants for liberty, France sends its message of hope. She sends her salute to men, women and even children who... in this moment fall throughout the world for a noble ideal.

Salutations to the humiliated, to the emigres, to the exiles in their own lands who want to live free... To all France says: Courage! Liberty shall overcome618. Los socialistas franceses siempre defendieron que la única manera de buscar una salida a la situación de la región era mediante un desarrollo comunitario. El partido socialista español que en teoría era el más idóneo para llevar a cabo estas reivindicaciones, había abdicado, al menos para los franceses, por muchas razones, desde la necesidad interna a la arrogancia ibérica619. Dos años después de llegar el PSF al gobierno, sus acciones comenzaron a ser más discretas.

Aquí, como en otras cuestiones, los socialistas españoles fueron a la zaga de lo realizado por los socialistas franceses. O mejor dicho, de lo realizado por Mitterrand, puesto que fue él, el que dirigió y decidió en la política exterior francesa desde 1981 hasta 1986620, tal y como González hizo en España.

Pero ello no debe llevar a menospreciar en ningún momento el tándem que se creó en Europa entre Francia y España en defensa de la Revolución sandinista.

Los contactos siguieron. En 1984 se reunieron en Madrid, González con Brandt y Kreisky, reunión a la cual la prensa calificó como “Cumbre informal de la Internacional Socialista”. Entre los temas tratados, uno de los más significativos fue el nicaragüense, no sólo por la reciente visita de Alfonso Robelo a España, sino también porque el director de la CIA, William Casey había admitido que sus agentes habían minado los puertos nicaragüenses621.

Mas, el camino recorrido desde la década de los 70 hasta las últimas declaraciones de la IS no fue siempre de apoyo incondicional a los movimientos revolucionarios centroamericanos. Esto se aprecia en la actuación de la IS, en 1983, con la suspensión de la reunión que se debía celebrar en Caracas con motivo de las discrepancias entre los partidos socialdemócratas europeos y los iberoamericanos acerca de la dirección de la revolución nicaragüense. Entre estos últimos, tanto el PLN de Costa Rica ya mencionado, como AD venezolana, querían restarle apoyo a los sandinistas al considerar que los mismos avanzaban hacia formas “totalitarias marxistas”, las cuales no se correspondían con los planteamientos socialdemócratas que ambos partidos defendían. Lo cierto es que ambas fuerzas políticas mantenían una “particular” idea acerca de qué era la socialdemocracia y cómo debía avanzar ésta en Nicaragua622. Por su parte, los países europeos defendían que el apoyo de la IS debía continuar para de este modo evitar una progresiva radicalización y alineamiento del FSLN. Lo que en el fondo se barajaba era el miedo a la presencia de la aún omnipotente Unión Soviética en Nicaragua623. Aunque desde puntos de partida diferentes, tanto los socialdemócratas de la IS como los conservadores norteamericanos, luchaban contra el mismo fantasma: el comunismo que había dado sus primeros pasos en Cuba y cuyo peligro parecía acercarse cada día más.

De ahí, que en una reunión celebrada en Madrid en ese mismo año, se instara a Nicaragua a establecer una democracia pluralista y a adelantar las elecciones, pues de lo contrario, le retirarían el apoyo que le habían otorgado desde antes del triunfo de la Revolución sandinista624. Bajo esta argumentación, el Internacional Herald Tribune recogería un documento firmado por Willy Brandt, Felipe González, Daniel Odúber y Carlos Andrés Pérez, donde apoyaban la necesidad de que la Junta sandinista liberara su curso político. Lo que se buscaba, era una señal de los sandinistas, una muestra de apertura hacia otros sectores tal y como se recogía en sus postulados iniciales. Y ello, para que los partidos europeos pudieran utilizarla y así justificar su apoyo incondicional hacia el proceso nicaragüense. No ante su electorado, el cual siempre apoyó la revolución sandinista, sino ante la presión ejercida por Estados Unidos. Un difícil equilibrio el que tenía que jugar la IS, intentando poner en la balanza esta presión norteamericana y sus propios principios. En este sentido, habría que recordar la definición sobre qué entendían por Democracia, recogida en la Declaración de Principios de 1989, en donde se afirmaba que cada cultura desarrollará sus propias formas institucionales de democracia. Pero, cualesquiera que sean las formas que asuma la democracia, nacional e internacionalmente, debe respetar plenamente los derechos del individuo y de las opiniones de las minorías organizadas. Para los socialistas, la democracia es esencialmente pluralista, y este pluralismo constituye la mejor garantía de la vitalidad y creatividad de la democracia625. El sandinismo frente a los miembros de la IS había perdido todo atisbo de pluralismo, si es que alguna vez lo tuvo.

Con referencia concreta a estas ideas que movían a la IS, algunas de las cuales ya han sido mencionadas con anterioridad, hay que volver a incidir en la importancia que tuvieron la defensa de la paz y la búsqueda de la democracia en sus bases programáticas. En este sentido, éstas quedan recogidas de manera explícita en la referida Declaración de Principios de la IS aprobada en 1989626, que venía a modificar a la que se había aprobado en 1951 con motivo de su fundación en Frankfurt627. En las casi cuatro décadas de separación entre ambas Declaraciones, se puede apreciar la evolución y reorganización de la IS con vistas a incluir entre sus postulados y objetivos a países fuera de la órbita europea. Todo ello insertado en el escenario de la guerra fría, del enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética e indirectamente, pero no por ello menos trascendental, de los efectos y consecuencias del Plan Marshall para Europa y el abandono de la alianza antifascista entre la URSS y EE.UU. Pero, además, la Declaración de 1989 se produce en un momento en donde el apoyo a los movimientos revolucionarios se había vuelto secundario en la agenda de la IS628. Según un socialista chileno, hasta ese momento la socialdemocracia en América Latina habría adquirido especial vigor por tres aspectos, el primero de ellos por la acción organizada hacia Latinoamericana por la socialdemocracia europea; el segundo, por el papel “socialdemócrata” que asumieron muchos partidos importantes >populista= y nacional-conservador y, por último, por la importancia del concepto Ademocracia@ en el debate ideológico y político latinoamericano629.

Volviendo a la mencionada Declaración de 1989, denominada “Fines y Tareas del Socialismo Democrático”, la misma, viene a reflejar la importancia de González dentro de la IS, puesto que fue elegido Presidente de la Comisión630 encargada de discutir los preparativos para su adopción. En ésta, se recoge que: “En la actualidad, la IS combina su lucha tradicional por la libertad, la justicia y la solidaridad con un profundo compromiso por la paz, la protección del medio ambiente y el desarrollo del Sur. Todas estas cuestiones exigen soluciones comunes. Con este fin, la IS busca el apoyo de todos aquellos que compartan sus valores y su compromiso. No se va a exponer detenidamente este texto, pero sí dejar constancia del mismo, porque en éste se expresa de manera exhaustiva y de acuerdo a los valores auspiciados por Willy Brandt, el espíritu que guió las acciones de los distintos países miembros de la IS en Centroamérica, y, por tanto, también de España en la búsqueda de soluciones negociadas para los conflictos. Siendo su objetivo final una idea ya expresada en momentos anteriores, eliminar las causas sociales y económicas de estos conflictos631. Así mismo, y en esta misma línea, se encuentran años después las ideas contenidas en las Declaraciones del XX Congreso de la IS realizado en la Sede de las Naciones Unidas en septiembre del 96, claro ejemplo de la búsqueda por parte de la misma de la involucración en los debates y solución de problemas de la ONU. Éstas se exponían dentro de texto denominado “Construir la Paz, mantener la Paz”, en el apartado de América Latina. En ella, se decía que la IS acoge con satisfacción los esfuerzos de los pueblos de Centroamérica que han dado como resultado el establecimiento - de mayor duración en su historia- de gobiernos elegidos libremente. Durante el cumplimiento de esta tarea, la IS ha mantenido un apoyo activo a los movimientos comprometidos con la promoción de la democracia y la justicia social a través de América632.

Lo que la IS buscó con todas estas aperturas hacia otras zonas geográficas diferentes a la europea, era superar precisamente ese eurocentrismo que muchos le criticaban y extender la solidaridad que propugnaban en su Declaración de Principios. Convirtiéndose, así, en una verdadera organización política en el ámbito mundial. Intentando de este modo ampliar su lucha contra el imperio capitalista y la opresión obrera a otros ámbitos que no fueran exclusivamente “occidentales”. Aunque precisamente es esta base obrera, o su carencia, uno de los principales obstáculos de la socialdemocracia en América Latina para configurarse como tal. Como afirma Jorge García Castañeda, esta forma de entender el mundo, la de la socialdemocracia, cuadraría perfectamente con las necesidades latinoamericanas, pero lo que no existe en la misma es la numerosa, organizada y homogénea clase obrera, que conformó casi una mayoría electoral desde el cambio del siglo hasta finales de los sesenta en gran parte de los países de Europa Occidental633. De ahí, que a pesar del impresionante desarrollo de la IS en América Latina, no haya sido posible el que surgieran partidos socialdemócratas semejantes a los que fueron sus bases en Europa. Este tipo de partido sería más un partido conforme al concepto de “tipo ideal” de Weber, un partido de corte populista, que se reclama del “pueblo” en general, más que obrero. Sería policlasista634 , sin apenas referencias ideológicas al socialismo, con mayor relación con el aparato estatal que con los sindicatos y cuyos dirigentes, la mayor parte de los mismos de clase media, tendrían relaciones más o menos privilegiadas con la patronal635. Estos partidos, además, habrían basado su legitimidad en la articulación de elementos tradicionales, burocráticos y carismáticos.

De las declaraciones efectuadas en el seno de la IS, se desprendía que Europa ya no era el único objetivo de sus acciones. Siendo esta diversificación el más claro ejemplo de la internacionalización del interés por el destino de la democracia dentro de la Organización. De este modo, Centroamérica se convirtió como hemos visto en el lugar donde ese destino se jugaba. Su objetivo, en palabras de Pierre Shori, sería contribuir a la solución pacífica, de acuerdo a las condiciones impuestas por los propios pueblos centroamericanos636. Por ello, se niega la posibilidad de recurrir a ninguna doctrina Monroe como reclamaban los norteamericanos637, cuando se trata de la protección de los derechos humanos, cuando se busca salvaguardar el más fundamental de todos, el derecho a la vida638 . Como expone este autor, cuando en el siglo XVI y XVII las naciones europeas entraron en el Caribe y Centroamérica, lo hicieron para colonizar y explotar, en la actualidad la vuelta de los europeos es con la esperanza de poder contribuir a la independencia nacional, a la paz y a la cooperación para el beneficio mutuo. Continúa en este sentido afirmando que la solidaridad con los pueblos de Centroamérica también se convierte en una protesta contra la política de superpotencia, y por la defensa del derecho de todas las naciones a la independencia y a tener sus propias opiniones e ideales639.

Sobre el particular es interesante destacar los textos que en 1986, con motivo del asesinato de Olof Palme, al cual González había calificado como un luchador infatigable por las libertades y la democracia, recoge el diario El País640. Estos son a su vez reproducciones de algunos de sus principales postulados o como el propio periódico denominó “Testamento Político” del político sueco. Los cuales se centran fundamentalmente en la lucha contra el armamentismo, por la paz, por los derechos humanos y por el respeto a la soberanía de las naciones pequeñas. Concretamente con relación a Centroamérica menciona lo siguiente: La IS siempre ha mantenido una posición muy clara sobre la cuestión de Nicaragua. Apoyamos la revolución a condición de que se mantenga una sociedad pluralista y un sistema de economía mixta. Pero no es posible entender la posición de los sandinistas si no se atiende a la presión a que se han visto sometidos. Un régimen que se siente atacado por enemigos de fuerza tiende a defenderse también con la represión en el interior. Nosotros hemos impulsado la negociación a través del Grupo de Contadora y todavía esperamos que algo pueda surgir de estos esfuerzos. Esta es la argumentación que presentan los dirigentes del Frente Sandinista sobre sus cambios, lo difícil de encuadrar en esta explicación fue entre otros factores, el enriquecimiento de los Comandantes de la Revolución y por el contrario, las medidas económicas impuesta al país641.

Lo realmente interesante en un análisis como el que aquí se plantea, es considerar que la actuación del PSOE vino, en cierto modo, a sustituir a la del SPD alemán en la zona. Desde el triunfo sandinista, Bonn ayudó a Nicaragua tanto simbólicamente con vistas a la imagen que la revolución proyectaba en el exterior, como con ayuda económica a través de la Fundación Friedrich Ebert642, ayuda que también se prestó a la coalición opositora de Guillermo Ungo en El Salvador. Pero esta posición se vio entorpecida por la presencia permanente de Estados Unidos en la zona, que instó a los alemanes a que abandonara la misma. Recordemos que en aquellos momentos aún no se había producido la caída del muro de Berlín y, por tanto, la República Federal Alemana tenía una posición de difícil equilibrio en la órbita occidental en plena guerra fría. Centroamérica, y concretamente Nicaragua, se habían convertido en uno de los objetivos prioritarios de la política exterior norteamericana, al considerar que esta zona era parte de su proyección exterior “natural”. Es decir, que en nombre del interés nacional norteamericano podían interferir en el tipo de régimen que en la misma se implantara, evitando en todo momento otro régimen comunista similar al cubano, ni en ningún modo, un régimen afín a los postulados soviéticos. Los alemanes, aunque fuese amparados por la IS, prefirieron abandonar el lugar de avanzadilla en la defensa de la Revolución Nicaragüense. La IS y el Partido Socialdemócrata alemán como cabeza de dichas propuestas, colocaron como eje de sus actuaciones la búsqueda pacífica de solución a los conflictos, pero sin pretender en ningún momento un enfrentamiento directo con Estados Unidos por una zona geográfica que no les reportaba beneficios económicos ni repercutía directamente en su interés nacional. Para Silvio Prado, miembro del DIR nicaragüense, el comienzo del cambio provino del hecho de que el triunfo de la Revolución coincidió en el tiempo con la pérdida del poder por parte del SPD alemán643.

Como se pretende demostrar al exponer el estudio de caso, el PSOE siguió también esta línea de abandono paulatino en los siguientes años. Mientras estuvo en la oposición, defendió firmemente la causa sandinista, pero una vez que llega al Gobierno, y especialmente cuando se ratifica mediante referéndum la permanencia en la OTAN y se produce el ingreso en la CEE en 1986, era más benéfico para los intereses españoles no inmiscuirse demasiado en los asuntos norteamericanos, en lo que el gobierno de EE.UU. consideraba su “patio trasero”644. Sobre todo, porque en esos años España tenía otras preocupaciones en política exterior, las cuales no se verían beneficiadas con un enfrentamiento directo con el gobierno norteamericano. En especial, con el gobierno de Ronald Reagan. Tema sobre el que se incidirá con mayor detalle en el estudio de caso. De ahí, los cambios que se pueden apreciar en la política hacia la zona. Cambios que, en honor a la verdad, no siguen una línea recta de acción, pues están salpicados de continuos altibajos en las relaciones entre el Gobierno socialista español y los distintos gobiernos de la zona. Pero que son a su vez el fiel reflejo de los cambios ocurridos en el propio seno de la IS hacia esta área geopolítica, en donde se pasó de una política imaginativa y de reclamo, a una política prudente y de concesiones, por tanto, caracterizada por su retórica y sus pocos resultados. En este sentido, el gobierno español recorrió también la misma senda que el francés con el abandono relativo de las propuestas de la “Tercera Vía”; del socialismo democrático y de la democracia pluralista que les había llevado años antes a situarse a la cabeza de los países occidentales que apoyaban las causas revolucionarias centroamericanas645. El poder los convirtió al igual que al resto de los partidos europeos en acomodaticios y dejaron de luchar por esas causas románticas que habían sido la bandera de la IS durante la década de los setenta y comienzo de los ochenta. Aunque según González, el gobierno español siempre mantuvo la misma postura hacia estos países: su objetivo fue la pacificación y la democratización de Centroamérica646.

Como se pretende exponer en el estudio de caso, consideramos que el PSOE utilizó durante estos años y especialmente Felipe González, la causa centroamericana, y concretamente la nicaragüense, para darse a conocer en el ámbito internacional y conseguir ese plus de legitimidad que necesitaba un partido que estaba refundando sus estructuras organizativas. En este sentido, el apoyo de la IS y de sus líderes, fue uno de los elementos diferenciadores más trascendentales entre el partido socialista y el resto de los partidos que realizaron la transición política española. De ahí, la deuda contraída por González y su equipo con esta organización. Aunque el Presidente del Gobierno español, afirmara que este contacto no influyó en la Política Exterior español, la cual respondió siempre al interés de nuestro país. Yo participaba en las reuniones de la IS, al igual que otros colegas míos que estaban en el Gobierno de otros países, y le puedo asegurar que nadie trató nunca de influir en la política de Estado (...) Nunca confundí la diplomacia de partido con la diplomacia de Estado, aunque coincidiera casi siempre647.

Aunque en el siguiente capítulo se hará un análisis detallado de las propuestas programáticas en diferentes documentos del Partido Socialista Obrero Español, con vistas a una mayor claridad expositiva se recogen aquí algunos de los cambios más significativos, reflejo de lo que hemos venido exponiendo en las páginas precedentes, en relación con las propuestas del PSOE hacia el conflicto centroamericano.

Cuando se encontraban en la oposición postulaban:

1. Convocatoria de un proyecto multilateral que fomentara el crecimiento económico y la estabilidad de la región.

2. Apoyo a la negociación directa entre la guerrilla salvadoreña y el gobierno.

3. Oposición a todo proyecto de desestabilización de Nicaragua.

4. Apoyo a Contadora.

A su llegada al gobierno, propondrá:

1. Debido a que España forma parte de la Defensa de Occidente, se deberá tener en cuenta con sumo cuidado, las relaciones en materia de defensa y cooperación con Estados Unidos, así como se llevará a cabo una revisión de las cuestiones adoptadas con relación a la OTAN.

2. Apoyo al despliegue limitado de fuerzas nucleares de mediano alcance en Europa.

3. Importancia de un buen sistema de defensa de Occidente como garantía para España por su posición geoestratégica.

No son propuestas baladíes, porque la trascendencia que esta temática siempre tuvo en la vida del Presidente648, fue más allá del compromiso que en los primeros momentos hubiera podido alcanzarse entre el partido socialista español y los miembros de la IS. González lo convirtió en su propia cruzada, al menos cuando aún no se había producido una distorsión clara y evidente entre lo que pensaba y lo que hacía. Un claro ejemplo de la importancia que este tema tuvo en su trayectoria personal y política, es la siguiente reflexión que efectuara con relación al papel de los militares en la vida democrática española: A. Años más tarde, el que hoy es uno de los máximos responsables de las Fuerzas Armadas, pero que era coronel o comandante entonces, hombre de familia militar, elegante, un militar de esos de película, me pidió audiencia después de haber venido de cumplir la misión de paz en Nicaragua. Y me traía en un marco de este porte (...) Un fusil ametrallador quebrado por la mitad que le habían dado a él, ya enmarcado, las partes en conflicto, como agradecimiento a su labor en favor de la paz. Y me dice: “Esto es suyo, presidente”. Eso ya es la satisfacción total, a chorros. Ese fusil lo tengo yo, es de las cosas que no dejé en la Moncloa”649.


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