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La Empresa es su Resultado
El Beneficio editorial y la Contabilidad del Conocimiento.

Francisco Luis Sastre Peláez

 

 CONCLUSIONES FINALES

1. - “La Empresa es su Resultado”

Como decíamos en la introducción, en su título se resume lo esencial de nuestra tesis a condición de que, admitida la simplificación cognitiva de representar a una cosa por su símbolo, se establezcan correctamente los significados tanto de una como del otro. Y es a esta tarea, esencialmente, a la que hemos dedicado nuestro esfuerzo durante la presente investigación.

1. - La Empresa: Afirmamos que la empresa constituye una entidad definida, esencialmente, por su capacidad de producir valor mediante la organización social. Creemos, en consecuencia, que en su definición deben evitarse los errores siguientes:

a) confundirla con uno u otro de sus componentes y, ni siquiera, con un subconjunto de éstos. En especial, la Empresa no es un universo cuantificable de individuos y medios sino, más bien, una forma de relación (institucionalizada) entre elementos innumerables, tanto interiores como exteriores al ámbito ortodoxo de la firma.

b) concebirla como algo definido en sí mismo, susceptible de ser aislado del entorno. No puede realizarse una separación tajante entre Empresa y Sociedad o, más precisamente, entre Empresa y Mercado. Todo límite establecido entre ellos es convencional, es decir, dependiente de la estructura conceptual del modelo utilizado.

c) tampoco “empresa” y “actividad empresarial”, lo mismo que “vida” y “ser vivo”, son conceptos disociables, salvo a nivel teórico. La “foto fija” de una empresa estática es sólo el producto de un modelo excesivamente simplista de la realidad. La empresa es acción y se manifiesta esencialmente por medio de flujos en los que actúa la retroalimentación (feedback).

Como consecuencia de lo anterior, la empresa en actividad sólo puede definirse de una forma, a la vez, simplificada y relativa; primero mediante la selección de ciertos parámetros representativos, y luego, poniendo estos parámetros en relación con algún referente que permita medir su cambio. Finalmente, y dependiendo de la naturaleza del referente, la cuantificación podrá ser valorada de forma distinta por los sujetos interesados (“grupos de interés” o “grupos clave”).

Afirmamos, pues, que el objeto del Resultado es tanto la identificación de las variables que definen a la Empresa en actividad, como el seguimiento de su variación relativa (medida).

2. - El Resultado: Siendo coherentes con lo expresado en el párrafo anterior, a la hora de definir el Resultado entendemos que hay que abordar tres cuestiones distintas: su naturaleza, su medida y su valoración.

a) Concebimos el Resultado Empresarial como el fruto (valor creado) de la Empresa en actividad. Dicho valor puede ser medido de dos formas distintas y complementarias:

-el “valor entregado” o bienestar social inducido, principalmente, por la comercialización de los productos/servicios y la retribución de los factores.

-el “valor recibido” o Resultado en sentido estricto; contraprestación o remuneración del factor productivo empresarial, que se incorpora a la propia empresa permitiéndola sobrevivir a través de un proceso de “crecimiento competitivo”.

b) Las posibles medidas del Resultado son numerosísimas, a causa de la diversidad de opiniones acerca de los elementos significativos en la definición de la Empresa y del referente en relación con el cual han de ser determinadas las variaciones que en aquéllos produce la actividad empresarial.

La Cuenta de Pérdidas y Ganancias, por ejemplo, considera a la corporación como un conjunto predeterminado de activos tangibles y, en mucha menor medida, intangibles cuya variación, en un periodo anual, se mide (de forma incompleta) en relación con el valor creado para el dueño del capital.

Pero si la Empresa no debe confundirse con sus componentes, tampoco su Resultado. En especial, pensamos, el beneficio de la empresa no es el de sus accionistas.

Sin negar el valor de otras medidas, afirmamos que el Resultado debe establecerse en relación con la capacidad relativa de la empresa para crear valor; es decir, para sobrevivir creciendo (en competitividad).

c) La medida del resultado es necesaria para el conjunto de individuos y “grupos clave” (stakeholders) en la Empresa. Éstos valorarán aquella medida en relación con la obtención o no de sus objetivos particulares, es decir, con el hecho de que la Empresa les aporte “valor suficiente” (rentabilidad).

Proponemos, como objetivo básico de los “grupos clave”, la óptima remuneración de los factores que aportan a la actividad empresarial y postulamos que dichos individuos se integrarán en una organización en la medida en que, con una actividad socialmente concertada, obtengan sus objetivos personales mejor (más rápido, con menos coste) que con una actividad puramente individual. La organización específica elegida será “la más competitiva”, dentro de las posibilidades del propietario del factor.

Consideramos que una empresa está constituida por la interrelación entre cuatro “grupos clave” y existirá en la medida en que sea no sólo un medio útil, sino el más útil, para que cada uno de ellos alcance sus objetivos. Estos grupos, y los factores que aportan, son los siguientes:

- socios: capital

- empleados: trabajo

- proveedores: recursos (naturales/artificiales)

- sociedad (Empresas/Clientes/Estado) : organización

Así pues, la valoración del Resultado es realizada por los grupos clave en relación con la idoneidad de la empresa para satisfacer sus objetivos particulares (retribución de los factores aportados).

3. - El Resultado Empresarial

Una vez reconocida la relatividad del Resultado y su valoración, pensamos que cabe encontrar un objetivo empresarial común (a los grupos clave) que pudiéramos denominar objetivo básico de la Empresa y que no es otro que la propia supervivencia de la organización.

Postulamos que la organización cumplirá su objetivo básico (la supervivencia), sólo si cumple también (condición necesaria) los objetivos de los grupos clave. En función de dicho objetivo deberá valorarse su Resultado.

Afirmamos que la idoneidad de la empresa para satisfacer los objetivos particulares de sus grupos clave depende de su “posición estratégica”, es decir, de su capacidad de crear y recibir valor social con preferencia a sus competidores. Propugnamos, por tanto, como su objetivo básico la supervivencia, es decir, “el crecimiento competitivo”.

Entendemos por Resultado Empresarial, en sentido estricto, a una medida y valoración del Resultado de la Empresa de acuerdo con el objetivo esencial de ésta, y que resumíamos en el párrafo anterior. Dicha medida se denomina “Beneficio Potencial” y, en definitiva, intenta determinar la capacidad de la empresa para crear valor social.

Conclusión: Definir a la Empresa, un ente dinámico y sometido a continuo cambio, supone la selección de un conjunto de variables significativas (es decir, directamente relacionadas con su capacidad de supervivencia) y susceptibles de ser analizadas en su evolución temporal.

Siendo el Resultado, desde el punto de vista que se propone en este trabajo, la determinación, medición y valoración de la “potencia competitiva” vinculada a aquéllas variables afirmamos que, al menos desde el punto de vista del gestor empresarial: “la Empresa es su Resultado” o, lo que es lo mismo, “la Empresa es la capacidad de supervivencia vinculada a su propia estructura”. Afirmamos, en fin, que ese valor de supervivencia es lo que intenta medir el Resultado, siendo el “valor de mercado” una primera aproximación al mismo.


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