TURyDES
Vol 5, Nº 13 (diciembre/dezembro 2012)

Respuesta al Dr. Escalona a su ¨SOBRE EL ANÁLISIS MARXISTA DEL TURISMO¨

Antonio Díaz Medina (CV)

 

La Habana, 3 de septiembre de 2012
He sostenido un intercambio con el Dr. Munoz Escalona a raíz de mi trabajo sobre “Turismo y conocimiento científico” publicado en Turydes, donde critico varios de los trabajos del Dr. que tocan el tema. Después de varios correos, deje de contestar el ultimo por razones personales, de trabajo y mas importante aun, pues me veía en la necesidad de estudiar un libro que no había leído de Karl Popper, sin lo cual no creía serio responder este ultimo correo. Pero el Dr. Escalono escogió publicar toda la correspondencia (Sobre el análisis marxista del turismo), sin consultarme, aunque me parece que la transparencia esta primero en ciencia, junto con este trabajo que ahora respondo.

Pues ya el ¨Preámbulo¨ merece comentario, pues el Dr. Escalona nos dice:
¨Fueron los hablantes quienes espontáneamente derivaron turismo de turista y turista de tur, entendiendo por tur un paseo, una vuelta, un desplazamiento (solo por gusto), por turista quien hace un tur y por turismo el colectivo aficionado a salir por gusto de su casa para volver después¨.
Pues acabo de hacer turismo, saqué a ¨Nano¨ (mi Pekinés) a hacer sus necesidades. Pero eso no fue ¨por gusto¨, aunque, bueno, la frase ¨por gusto¨ tiene en español dos acepciones importantes, al menos las que conozco: a) por darse un placer; b) por ninguna razón. Realmente me tiene que aclarar cual de las dos. En mi concepto, pues tiene que ser la primera para ser turismo, tiene que ser fuera de su localidad o residencia para ser turismo. Lo que digo es que la cantidad es decisiva en el advenimiento o invención del turismo, tanto en cuanto a cantidad de personas que lo practican e inciden en un lugar, como a la distancia de que se mueve de su lugar de residencia.
Más adelante parece cometer un lapsus al enmarcar en el siglo XIX cosas del XVIII y agrega:
¨Así pues, no solo las clases burguesas consiguieron aumentar su bienestar sino que también las clases obreras lograron participar de las ventajas de la revolución industrial y de los transportes. Un siglo después, a mediados del siglo XX, cuando todas las clases sociales tuvieron derecho a vacaciones pagadas en su contrato de trabajo por cuenta ajena, una proporción creciente pudo aprovechar ese tiempo de libre disposición o vacacional para salir de su lugar de residencia y pasar unos días de asueto en lugares más atractivos por alguna razón. Porque el aumento de la demanda y el subsiguiente de la oferta que estuvo teniendo lugar desde un siglo antes terminó por posibilitar un flujo creciente de vacacionistas, que es a lo que se le ha dado finalmente el nombre de turismo como fenómenos social generalizado¨.
No voy a meterme en el tema social, donde lo primero sería preguntarnos porque demoró tanto a ¨las clases obreras¨ montarse en el turismo y hasta donde, a pesar de tener el fenómeno más de 200 años, según mi modesta cuenta. Pero tengo que citar al historiador del turismo, al francés Marc Boyer:
¨Toda la sociedad no se vio implicada en este fenómeno, ya que en el siglo XIX fueron sólo los rentistas los que practicaron el turismo. Es más, en el año 2000 se constata que el turismo es una distracción que continúa teniendo un «non-public», tal como dicen los sociólogos¨
Además, llamar la atención, de paso, que aquí el Dr. Escalona tropieza con su misma piedra, pues, aquí asegura que, la generalización del fenómeno social del turismo se produce solamente desde la ¨demanda¨, perspectiva que considera inapropiada. No se da cuenta que el fenómeno se generalizó en el siglo XIX por todo el mundo y en dicha generalización han participado y siguen participando, como desde su surgimiento, todas las clases sociales aunque con un distinto papel. El sujeto principal del turismo es el turista, pero no es el único, toda la oferta de bienes y servicios asociada al turismo esta integrada por ¨las clases obreras¨ desde un principio de su nacimiento, aunque en el lado de ¨doblar el lomo¨ como diríamos en Cuba. A ellos se suman, del lado de la oferta los dueños de las empresas donde se emplean estas ¨clases obreras¨. La oferta estimado Dr. Escalona, la tiene delante, aquí mismo, su preferido punto de vista y la ignora. Tiene que entender que, desde cualquier punto de vista hay que ver el turismo como lo que es, y se logra ver, saltan dentro de sus esencias tanto el turista, como el destino y los protagonistas de la oferta, tanto en origen como en destino, para hablar en jerga turística. Aferrarse a decir que como fenómeno social el turismo siempre se aborda desde la demanda tiene tanto sentido como esta “respuesta” a mi trabajo del Dr. Escalona.
Más aún, desde cualquier enfoque, desde cualquier ciencia que se mire, aborde o investigue el turismo y se sea consecuente con este fenómeno, sus esencias y elementos fundamentales, no tiene otra opción que hacerlo integralmente, si es en economía, igualmente, desde la antropología, igualmente. Si lo hacen, entonces aparece tanto la demanda como la oferta, y el papel de cada una.
Si alguien, científico o no, aborda el fenómeno turismo sin tener en cuenta lo que en economía denominamos oferta, pues lo hace simplemente mal, no porque desde ese enfoque sea necesario abordarlo así. Si alguien lo aborda desde la microeconomía y no entiende a derechas que es turismo, entonces no sabe lo que esta haciendo. Pero desde la microeconomía el tema es complicado porque tiene que descartar, en cualquier industria que este analizando lo que se produce para el turismo y lo que se produce para otros clientes, si eso es lo que quiere estudiar. Si lo que quiere estudiar es la industria de que se trate, entonces el segmento de demanda asociado al turismo, es uno más y tiene que estudiarlos todos, o verlos todos como un total porque no le interesa investigar dicha industria para cada segmento.
Si se quiere estudiar la ¨industria del turismo¨, entonces tiene que definir primero esto, como veremos más adelante.
Sigue destacando el fenómeno y el interés en él, incluidos ¨los científicos sociales, entre ellos los sociólogos, los geógrafos, los antropólogos, los historiadores y los economistas entre otros¨ y nos dice:
¨Todos ellos se acercan al turismo concibiéndolo  con visión fenoménica, es decir, centrando su interés en sus efectos externos ya que es lo único que podemos aspirar a conocer del turismo como fenómeno¨
Aquí hay un agnosticismo gratuito, no se justifica porque esta afirmación agnóstica. Parece ser que el dogma de la oferta lo lleva a esta posición absurda. Esto hay que negarlo, como hacemos en nuestro trabajo. Si, el turismo como fenómeno social es conocible, definiendo su origen, factores que condicionan su nacimiento o invención, factores que influyen y condicionan su desarrollo a lo largo de su historia y situación actual y mas importante aun, sus elementos esenciales, turistas, desplazamientos, destinos, servicios de traslados y en destinos, la “oferta” para que se entienda por un economista, que siempre esta en el fenómeno turismo, se nombre con palabras de la economía o de cualquier tipo.
Después el Dr. Escalona pasa a lo que subtituló ¨El “acercamiento” al turismo desde el marxismo¨ donde habla de un segundo acercamiento mío al tema que dice estará en mi Tesis de Doctorado, lo que no será así, sino en un trabajo más modesto que preparo previo a la Tesis.
Recomienda al lector que, antes de seguir, lea con detenimiento la correspondencia que mantuvo conmigo, recomendación que subscribo pues, primero, es muy ético de su parte, aunque no me consultó para hacerlo, como ya dije, y segundo, da una idea del intercambio previo que ya da fe de lo impropio de algunas de las acusaciones que me hace. Sigue achacándonos ¨incongruencias¨ y  ¨anomalías¨ que dice están fundamentadas en ¨la aplicación de una visión del turismo desde el turista, un consumidor desplazado, para, en función de él, identificar los servicios que consume durante su desplazamiento, sobre todo en el país que visita. Esos servicios son un conjunto heterogéneo, al que se llamó oferta turística básicaindustria turística y sector turístico¨ y agrega:
¨Esa causa no es otra que. Al llamar a ese conjunto industria se da la impresión de que es eso, una industria, no un conjunto de industrias, y al llamarlo sector, se refuerza la idea al hacerlo equiparable a los demás sectores productivos de la economía del país visitado. En definitiva, así fue como se terminó invadiendo el campo de la microeconomía, una disciplina metodológica que se ocupa de la asignación óptima de recursos a través de su transformación en bienes y servicios (producción), sin abandonar la visión desde el consumidor, la cual obliga a permanecer en el campo de la sociología o, como mucho, de la macroeconomía (cuantificación de los efectos del gasto). Con esa forma de designar a la contrapartida del gasto de los turistas, la llamada oferta, se oculta que el turismo no es una industria sino un conjunto de industrias. Tampoco es un sector de industrias semejantes entre sí, sino un conjunto de ramas productivas de todos los sectores que conforman la economía del país anfitrión.¨
El turismo es el turismo, un fenómeno social, y las industrias que brindan servicios y productos consumidos por la demanda que genera este fenómeno social es algo que participa en el turismo pero también oferta bienes y servicios a otra demanda ajena al turismo como veremos más adelante. Tengo que agregar que aquí confunde enfoque con objeto de estudio y le endiña a todos los que hablan del turismo el sambenito del ¨enfoque desde la demanda¨, al parecer por su estrecha visión del mundo desde la llamada ¨mainstream economics¨ de la cual hablaré en otra parte. Sería demasiado extenso meternos en lo que significa esta simplificación de la economía en micro y macro, descartando la economía política. Le había recomendado al Dr. Escalona un libro al respecto, pero lo tomó como algo impropio que un modesto y humilde Licenciado le haga este tipo de proposiciones a un Dr. Sin ningún ánimo de ofender niveles jerárquicos en la ciencia, reitero esta proposición, pues allí podemos aclararnos lo que quiero decir con enfoque estrecho en economía de la llamada ¨mainstream economics¨.
Reitero, Dr. Escalona, que se puede hablar del turismo como fenómeno social sin problema alguno y ya ahí tienen que aparecer tanto la demanda como la oferta, usando las palabras de la jerga económica. De lo contrario se está viendo al turismo superficialmente, sin descubrir sus esencias. En términos menos económicos, el turista, su traslado e impacto en el destino, en este último aparece su necesaria ¨oferta¨ económica y no sólo esta, como los que hacemos turismo sabemos. Y si lo anterior fuera poco, el Dr. Escalona dice  textualmente de nuevo:
¨Como decimos, el lic. Díaz no ha quedó convencido de nuestra crítica de la economía turística, y mucho menos de la propuesta derivada de ella, que no es otra que la sustitución del enfoque de demanda (la visión desde el turista) con el que se estudia el turismo por el enfoque de oferta, que es el habitual en la economía para estudiar las actividades productivas.¨
De la inconsecuencia del Dr. Escalona con su propia conclusión dimos muestra mas arriba, cuando concibe la generalización del fenómeno turismo sólo desde la ¨demanda¨. Pero sigue la ofensiva:
Respeto la libertad pero no ciertas formas de ejercerla. Si se lee el anexo I se llegará a la conclusión de que el debate se asemeja a un diálogo en el que uno de los dos interlocutores parece sordo. Porque si el lic. Díaz hubiera entendido correctamente nuestra crítica se habría percatado de que no éramos su interlocutor más adecuado ya que no iba a encontrar ayuda quien está fuertemente anclado en la concepción convencional del turismo, la que se basa en la visión fenomenológica del mismo. Una visión a partir de la que se lleva a cabo su “acercamiento” al fenómeno turístico con ayuda del método marxista.
Acusar de sordera al interlocutor no tiene sentido, siempre y cuando este responda. De no entender, pues si, tiene algún sentido. Pero lo importante es que el no entender es compartido, pues es todo lo contrario, nuestra crítica a su trabajo es precisamente que no se puede emprender camino alguno científico con respecto a un fenómeno sin antes entenderlo a derechas, o científicamente. Compárelo con el origen del Universo, la ciencia lo rechazaba y se lo dejaba a la religión, hasta que por fin tenemos una teoría científica sobre el mismo, incluso media santiguada por el Vaticano, según leí en Hawking.
Que se puede tener una idea de los efectos de un fenómeno sobre lo que sea, ok, pero que la ciencia esta mejor parada si entiende ¨de donde sale y como nació¨ el bendito fenómeno, pues se eliminan miles de disparates como el que sigue.
¨Desde nuestro primer comentario, escrito inmediatamente después de leer el artículo del lic. Díaz (lectura que a él le pareció insuficiente en tiempo y comprensión), le expusimos con meridiana claridad que sus críticas a nuestro pensamiento parten de una incorrecta interpretación. Lo demuestra con su insistencia en concebir el turismo como un fenómeno social cuando lo que nosotros proponemos es concebir el turismo en sí mismo, no en función de quien lo consume.¨
Esto si no la sabía, que el ¨turismo¨ se ¨consume¨. A como está la libra de turismo en el mercado? Me pregunto. De que forma puede entenderse esto. De que forma puede ¨concebir el turismo en si mismo¨ sino como fenómeno social? De que habla? De tours? De paquetes turísticos? O de turismo como fenómeno social? Las palabras importan y lo que se dice con ellas también. En jerga turística se habla de ¨hacer turismo¨, no consumirlo.
Aquí está claro el problema que no entiende el Dr. Escalona, quiere abordar al ¨turismo¨ desde la oferta, pero para ello asegura que ¨lo que nosotros (Escalona) proponemos es concebir el turismo en si mismo¨.  ¨
Creo que en algún lugar abordé este problema comparándolo con la adicción. Es un ¨fenómeno social¨, pero no existe la industria de la adicción. Sino la de drogas, psicofármacos, legales e ilegales, el juego, el tabaco, el alcohol, etc. Es posible entender esto?. Porque se pretende hablar de la industria del turismo en general sin antes entender el fenómeno primero y después abordar lo que pudiera llamarse así, si pudiera ser.
Buena parte de los problemas de la ciencia con relación al tema son por abordar al turismo como cualquier cosa y no abordarlo como lo que es y después de resuelto esto ver que impactos tiene en cualquier otra cosa.
El Dr. Escalona sigue hablando sobre micro y macroeconomía y si se puede o no abordar el “ turismo como fenómeno social con el instrumental propio de la microeconomía” pero de esto nos ocuparemos en otro lugar y momento, pero será desde la economía política sobre todo. Con relación a lo que entiendo o no, no vale la pena discutir, salvo que lo valga por otras razones del conocimiento.
Sigue con más invectivas sobre mi incomprensión, retoma elementos de mi currículo práctico como turoperador, del cual me siento orgulloso, así como de ironías sobre mi “acercamiento al turismo desde el método marxista”, del cual soy orgulloso seguidor y concluye:
“Lo que no parece haber entendido es que los turoperadores reales, los que existen en la realidad, se diferencian de los turoperadores de nuestra teoría, los del modelo basado en ella. Mientras que los reales son, en efecto, verdaderos intermediarios entre los oferentes de servicios básicos y los demandantes, lo turoperadores modélicos llevan a cabo una función productora consistente en ensamblar servicios básicos (facilitadores en mi terminología) y servicios complementarios (incentivadores) de acuerdo con diseños previos de programas de visita con contenido.”  
Pues, Dr. Escalona, perdone la malinterpretación a su trabajo con relación a los turoperadores. Y, como es natural, me quedo con los turoperadores reales, que son reales productores y lo dejo a usted con sus ¨turoperadores modélicos¨, cualquier cosa que esto sea. Como se comprenderá, no tiene sentido echar a pelear turoperadores reales contra ¨turoperadores modélicos¨ sacados de la mente de un académico. Pero aun hay más sobre su realmente magnifica cronología histórica incluida dentro de su Tesis doctoral que bien puede ser usada por cualquiera que pretenda estudiar seriamente el turismo, aunque acompañadas de más invectivas sobre mi interpretación marxista sobre su trabajo histórico cronológico y termina lapidariamente como sigue:
“Para un marxista como él, la progresiva mejora de los servicios que facilitan el fenómeno del turismo es un proceso que se explica científicamente por la mecánica determinista de la historia, como parte del modo de producción de la burguesía.”
Pues ni mecánica ni determinista. Dialéctica, si entiende lo que esto significa. Materialista histórica, por demás. Que dice, sencillamente, que son las condiciones materiales de existencia las que rigen el desarrollo del hombre y su sociedad. Debe leerse los trabajos de Federico Engels al respecto, ridiculizando tanto al determinismo como al mecanicismo extrapolado a otras ciencias. De paso adelantar que el Dr. Popper tampoco parece haber estudiado o leído a Engels, pues dice de los marxistas estas mismas comparaciones mecánicas.
Y continúa con esto:
¨Repito: el turismo visto como fenómeno social (visión desde el turista o demanda) ha de ser estudiado por métodos sociológicos pero si se quiere estudiar con el herramental de la microeconomía ha de ser visto como una única actividad productiva objetivamente identificada (visión desde el productor u oferta)
Hay que identificar si puede hablarse de ¨industria turística¨ en el sentido de productores exclusivamente dedicados a producir, bienes o servicios, para el turismo. Y si, creo que si hay algo de esto, pero son sólo ideas adelantadas que tengo que verificar y profundizar. Lo que puedo adelantar es lo siguiente:
Creo que hay que ir, industria por industria, de las que producen o sirven el turismo y definir cuales son y cuales no son propiamente de lo que pudiera llamarse ¨industria turística¨. Lo que analizamos en nuestro trabajo es, resumiendo:

Aplicar la economía para estudiar el turismo significa comenzar por determinar primero si existe una industria de turismo, algo que pensé que tenía claro el Dr. Escalona, pero ya veo que lo malentendí y no es así, pues de lo que habla es de ¨turoperadores modélicos¨ que no conozco. Conocí y dirigí turoperadores reales, de ¨carne y hueso¨, de los que existen como los explicados brevemente más arriba. Seria interesante aprender medicina o experimentar medicina con maniquíes o robots.
Reitero, lo que digo es que si existe una industria cuya única oferta es para el turismo, para turistas. La he descrito varias veces al Dr. Escalona como acabo de hacer de nuevo. A eso es a lo que el Dr. Escalona se refiere cuando dice que no quiero enfrentar su crítica. No amplío más sobre el tema, pues no lo tengo terminado aún. Realmente, enfrento lo que vale la pena, ahora no tengo otra opción que repetirme aunque cada vez espero que con alguna mejoría.
Y ahora viene lo que titula ¨El dogma marxista aplicado al turismo¨. Vale la pena citarlo en extenso para tener una idea más completa de su pensamiento. Nos dice lo siguiente:
¨El marxismo es un corpus de pensamiento que se ha consolidado como una forma pretendidamente científica de explicar la evolución de las sociedades humanas a lo largo del tiempo, en especial la transición desde la sociedad de clases del primer capitalismo a una sociedad sin clases y, por tanto, libre, próspera, justa y feliz. …..
La dialéctica hegeliana (tesis-antítesis-síntesis) aplicada a las bases materiales, el modo de producción, (materialismo dialéctico) explica científicamente el proceso a través del cual la sociedad burguesa da paso a la sociedad comunista, la sociedad gobernada por los obreros unidos en beneficio de toda la humanidad.
Es cierto que el turismo como tal fenómeno social, aun no ha sido estudiado con ayuda del método dialéctico – histórico acuñado por Marx y Engels y desarrollado por Lenin. ¿Es necesario hacerlo?, ¿tiene sentido?, ¿aporta algo al conocimiento del fenómeno que no pueda ser alcanzado sin el concurso del análisis marxista?
Expliquemos ante todo el método.
Marx, en el prólogo de su obra Contribución a la crítica de la economía política, viene a decir que los hombres, al organizar su modelo de sociedad, generan unas relaciones de producción independientes de su voluntad. El modelo de sociedad es función de las relaciones de producción, o sea, de la estructura económica. Marx habla de establecimiento de esas relaciones de producción por los hombres pero que su establecimiento es independiente de la voluntad de los hombres, con lo que cae en una flagrante contradicción, tan grande que no cabe predicarla de una inteligencia como la suya. Lo que parece que quiere decir es que las relaciones de producción se forman como consecuencia del desarrollo de las fuerzas productivas, las cuales son independientes de su voluntad. Su teoría social es determinista.
Esto si no me sorprende, es el esquema de pensamiento poppereano, que además, dice, no cita, lo que supuestamente dice Marx y después lo ¨destruye¨. Es lo mismo que ví en el libro que me sugirió del Dr. Popper ¨Miseria del Historicismo¨. Los subrayados son nuestros, el primero de ellos pura retórica poppereana, el segundo da risa. Las relaciones sociales de producción son hechas por el hombre, él único sujeto que puede relacionarse socialmente para producir, pero las establece no a su voluntad, sino condicionado por la situación material de su existencia. Voluntad condicionada por las condiciones materiales. A seguidas el texto de Marx para los que quieran comparar con el original.
¨El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar tampoco a estas épocas de transformación por su conciencia, sino que, por el contrario, hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando mejor, se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso en la formación económica de la sociedad el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por lo tanto, la prehistoria de la sociedad humana.
Puede repasarse el tema con el pueblo español, o el cubano ahora mismo. Puede confrontar la voluntad de cada individuo, sus deseos, etc con lo que puede, materialmente hacer.
Hay una fórmula de plantearlo más sencilla, que define también la filosofía a la que nos adscribimos como seres pensantes. El hombre piensa como vive, no vive como piensa. Engels tiene una frase más hermosa que las mías, pero no la encuentro ahora para citarla textualmente, prometo hacérsela llegar.
Me viene ahora a la memoria un pasaje de mi vida. Era diplomático en Zimbabwe y teníamos un Circulo Consular donde coincidíamos los que atendíamos este tema en cada embajada acreditada allí, corrían los últimos años 80 del pasado siglo. Teníamos conversaciones bien interesantes y discusiones enconadas de todo tipo, en particular entre 4 de nosotros que hicimos buena relación: un norteamericano un inglés, un polaco y un servidor. En una de esas discusiones, de las finales y después de casi 2 años de intercambios donde por ejemplo dedicamos varias sesiones a discutir el famoso libro de Orwell ¨Animal Farm¨, el norteamericano me confesó honestamente que de todo lo que yo decía defendiendo mis puntos de vista la única idea con la que estaba de acuerdo era esta precisamente: ¨El hombre piensa como vive, no vive como piensa¨. Me pareció entonces que no era tan difícil de entender esta esencia del materialismo dialéctico.
Más adelante el Dr. Escalona hace un resumen bastante coherente con Marx, pero de nuevo salta su falta de entendimiento del materialismo dialéctico.
¨Marx añade que ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen totalmente las fuerzas productivas en las que se basa, que jamás aparecen nuevas y más elevadas (sic, Marx creía plenamente en el progreso, como todos sus coetáneos) relaciones de producción antes de que las existentes hayan madurado, habida cuenta de que la humanidad solo se propone los objetivos que puede alcanzar (hay aquí un reconocimiento de la supremacía de las ideas en Marx que choca frontalmente con su materialismo declarado) ya que los objetivos solo surgen cuando ya se dan (nueva contradicción marxista) o, al menos cuando se están gestando (pero quien o quienes sean el gestor o gestores es un algo que Marx no explica).¨
Los comentarios del Dr. Escalona que pongo en negrita dejan clara la oscuridad de entendimiento de lo que se dice, o las ganas de refutar lo que no se puede. Simplemente no entiende la sencilla verdad ya apuntada que el hombre piensa como vive y no a la inversa, que el voluntarismo esta subordinado a la realidad objetiva. Simple materialismo.
El siguiente comentario si requiere un tratamiento aparte.
¨No olvidemos el énfasis que en el modelo marxista se hace de la producción y de las fuerzas productivas materiales. Es un aspecto crucial para enjuiciar la capacidad del análisis marxista usado para explicar el turismo visto como fenómeno social, un corpus de pensamiento en el que no existe la producción sino tan solo el consumo en desplazamientos placenteros. La contrapartida del consumo son servicios, los cuales carecen de naturaleza productiva para Marx ya que este es un economista de la escuela clásica como Smith y Ricardo¨.
No es que no exista tal producción, sino que esta esfera de la economía, los servicios, no es vista por Marx como creadora de valor y plusvalía. Marx vivió una época en que los servicios no tenían el peso que hoy tienen en la economía. Sólo consideró plenamente al transporte como parte del capital productivo en tanto que creador de valor. Descartó el comercial por asociarlo a la circulación como extensión del ciclo del capital para realizarse en el mercado.
Esta exclusión, que aparece también en su proyección de como sería el socialismo, en el trabajo ¨Critica al Programa de Gotha¨ donde llama ¨rodeo¨ al mercado, la vida ha demostrado, la práctica, que no podía ser así.
Los servicios son parte de la economía como cualquier otro sector. Crean valor como cualquier otro, tanto valor de uso, como valor de cambio. Generan plusvalía como cualquier otro, pero aquí no podemos adentrarnos en este tema, aunque trabajamos también el mismo basados en el análisis de la mercancía servicio, en particular los servicios turísticos. Esto llegará también.
Y sigue un buen resumen del materialismo dialectico, por el Dr. Escalona. Sólo agregar aquí que fue Engels quien mejor definió el tema con relación a la historia en el Prólogo que hizo al mismo libro de Marx que comenta Escalona:
¨Esta Economía Política alemana se basa sustancialmente en la concepción materialista  de la historia, cuyos rasgos fundamentales se exponen concisamente en el prólogo de la obra que comentamos.¨
Escrito: Por Engels del 3 al 15 de agosto de 1859. En Das Volk,en los números 14 y 16, del 6 y 20 de agosto de 1859.
Lo que sigue parece tomado del Dr. Popper al pie de la letra. El Dr. Escalona califica de ¨epígonos¨ a todos los seguidores del marxismo, aunque alguno de los que menciona si claramente lo son, pero lo importante es que da esta flamante conclusión:
¨Por ello, el análisis marxista, de haberse aplicado al estudio del turismo, admitiría de buen grado que es un fenómeno social, un hecho de consumo masivo y un gasto de renta, algo que nadie discute, pero lo que no admitiría nunca es la contrapartida empresarial del turismo, es decir, la prestación de una serie de servicios productivos entre los que destacan los de transporte, hospitalidad y otros sin los que su consumo no tendría sentido. En puridad, el marxismo, si se aplicara al estudio del turismo, lo haría amputando su parte objetiva (los productores) dejándolo reducido a su parte subjetiva (los turistas) Contemplar la componente empresarial en un intento de análisis marxista del turismo supone salirse del marxismo y traicionarlo por la espalda. A lo más que puede llegar un eventual análisis marxista del turismo es a incluirlo explícitamente como una característica de la sociedad burguesa y como un hecho más de su ineluctable evolución hacia la meta, la tierra prometida de una sociedad sin clases, en la medida en que incorpora un potencial evidente como instrumento adormecedor de la conciencia de clase. 
El Dr. Escalona, como ya vimos, describe al marxismo hasta donde lo entiende, con limitaciones básicas, como ya vimos, pero aquí pone en evidencia que no lo entiende en lo absoluto, al menos en lo que vale realmente. Se toma el derecho de, sin ser marxista, decir como es  el marxismo, léase el materialismo dialéctico, asume el turismo y como incluso puede ¨traicionarlo por la espalda¨.
Muy común en los que no entienden la dialéctica, en los que la simplifican en aquello de ¨tesis, antítesis y síntesis¨, en los que no entienden la dialéctica de la naturaleza, que incluye a la sociedad.
Pues el materialismo dialéctico, Dr. Escalona, al menos el de Antonio Díaz Medina, asume la práctica como criterio de la verdad. Asume la realidad material y su movimiento, que tiene un significado y esencia distintas en cada nivel de lo material a que se refiera y que en biología y sociedad se define como crecimiento y desarrollo,  y sus contrarios, que hay de todo el la viña del señor.
Considera que Marx no incluyó a los servicios dentro del capital productivo, salvo el transporte, motivado por la realidad material del capitalismo que vivió. Que esto tiene que ser superado, sencillamente, y abordarlo como lo hicimos más arriba. Y esto no es traición al marxismo, algo que, por demás podría aceptar viniendo de quienes al menos entienden el marxismo básicamente, no de los que no lo entienden.
Agrego aquí fragmentos de mi ¨Proyecto de Tesis de Doctorado¨ que creo dejan claro lo que pienso al respecto:
¨El comercio es milenario, surgió de la descomposición de la comunidad primitiva, el plus producto obtenido del desarrollo de nuevas técnicas para el dominio de la naturaleza por el hombre, en primer lugar la agricultura y la ganadería. Se extendió con las sucesivas divisiones del trabajo hasta hoy y el hoy tiene la intención de decir que hasta el socialismo se mantiene la misma situación con relación a la división del trabajo entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el manual, con las mismas implicaciones que en la anterior sociedad con relación a lo imprescindible del mercado para el funcionamiento de la economía y por tanto de la sociedad.
Para Marx la Circulación de mercancías no aporta valor, pues considera que el trabajo realizado en esta esfera ¨no crea valor alguno¨. Esto es así pues, según Marx, ¨el tiempo empleado en la compra y en la venta no crea tampoco en este caso ningún valor¨. Capital Tomo II. Capitulo VI, Los gastos de Circulación, pag 123.
Marx continúa argumentando sobre lo improductivo del tiempo y el capital que hay que necesariamente¨ invertir en la Circulación para poder realizar al capital productivo, porque sencillamente este tiempo de trabajo no participa en el proceso productivo que es, para él, el ¨verdadero¨ creador de valor. Dice más, dice que: ¨Este desembolso de capital no crea un producto ni un valor. Disminuye por tanto el volumen en que el capital desembolsado funciona productivamente. Es como si una parte del producto se convirtiese en una máquina destinada a comprar y vender la parte restante de dicho producto. Esta máquina representa una merma del producto.¨ Y concluye esta idea como sigue ¨Constituye, simplemente, una parte de los gastos de circulación¨. idem pag 125.
Pero esto no demuestra nada que no sea la necesidad de la circulación sin la cual el producto, la plusvalía y todo el proceso productivo no se realiza, ni como valor, ni como valor de uso. Los ejemplos en Cuba son diversos demostrando esta realidad. Los campesinos producen una cantidad considerable de productos del agro que simplemente se pierden por los problemas de comercialización. Este desprecio a “la esfera de la circulación’ nos ha costado muy caro a los países que hemos emprendido el camino socialista.
El enfoque marxista sobre la improductividad de la esfera de la Circulación llevado a lamentable dogma por los que hicieron el socialismo nos ha llevado a esto. Un ejemplo antrópico es más elocuente aún en este caso. Que haría nuestro organismo sin sistema neurovegetativo automático que regula toda la digestión, asimilación de nutrientes, oxígeno y demás.
Marx pone de ejemplo a la contabilidad, el tiempo de trabajo invertido en ella, el papel, tinta. ¨Esta función consume, por tanto, de una parte, fuerza y, de otra, medios de trabajo. Ocurre con esto exactamente lo mismo que con el tiempo invertido en comprar y vender¨. idem pag 126.
Y continúa definiendo la diferencia entre esta y ¨el tiempo que se emplea en comprar y vender. Estos corresponden simplemente a la forma social concreta del proceso de producción, a su carácter de proceso de producción de mercancías. La contabilidad, en cambio …… cuanto más carácter social adquiere este proceso y más pierde su carácter puramente individual, es más necesaria, ….. , y más necesaria todavía en una producción de tipo colectivo que en la producción capitalista.¨ idem pag 127
Lamentablemente esto se tomó al pie de la letra. Hoy sabemos que: ni podíamos botar la contabilidad, como pretendimos en Cuba a finales de los 60 y principios de los 70, algo que rectificamos a tiempo, ni podíamos botar al mercado, imposible sustituirlo en el nivel actual de desarrollo tecnológico como mecanismo automático, aunque defectuoso, de distribución de mercancías o productos de cualquier sociedad, y ahora estamos inmersos en su rescate.
La intermediación de productos es lo que compone el comercio, tanto minorista como mayorista. Hoy da empleo a cientos de millones de personas en el mundo y es uno de los sectores más importantes de los servicios que en tiempos de Marx era considerablemente menor. Hoy tanto el valor como el valor de uso de cada rama de los servicios es vista en igualdad de condiciones que cualquier sector productivo. La llamada ¨industria turística¨ mundial es mucho mayor económicamente hablando que la de toda la energía, para compararla con una de las más grandes e importantes.
Lo que produce la sociedad socialista, sus productos, no tienen otro asidero común que no sea su valor, o el trabajo socialmente necesario para producirlos. La pretensión de utilizar exclusivamente su valor de uso para manejarlos ha resultado siempre, en cualquier sociedad socialista, infructuosa e inoperante, provocando todo tipo de deformaciones productivas y de consumo, desde la pésima calidad hasta producir productos inconsumibles.
Por otra parte son bien profundas y decisivas las diferencias entre la contabilidad y ¨comprar y vender¨ la producción en una sociedad, hoy incluso en el nivel de desarrollo de su globalización que era imposible de prever desde mediados del siglo XIX.
Las intenciones de Marx son bien claras, definidas por la posición ideológica de negar la “eternidad” del capitalismo y sus instituciones claves. Pero esto que puede ser bien loable ideológicamente por la intención socialista del poder obrero y campesino, es un error utilizarlo económicamente en el nuevo organismo socio-económico socialista. Que haya mercado, comercio, relaciones monetario-mercantiles en el socialismo es un hecho práctico y no tiene que incluir a aquellos actores “claves” del capitalismo, comerciantes burgueses y banqueros burgueses, sino comercios socialistas y bancos socialistas.
Su obra cumbre es ¨El Capital¨, no ¨El Mercado¨.
La vida demostró en todos los países socialistas conocidos que el mercado es un instrumento imprescindible para el poder obrero y campesino que tiene que saber utilizar y controlar, de la misma forma que un cuchillo, que en manos de un loco, un asesino en serie o un niño es un grave peligro. El mercado en manos de capitalistas es capaz de convertirlo todo en mercancía, desde la dignidad humana hasta su salud, educación y bienestar. Pero no botemos el sofá, digo, el cuchillo, que en manos de un campesino o de un carnicero es de una utilidad insustituible.
No hay sociedad hoy sin dinero, bancos, comercios, sistemas de distribución comercial. El enemigo de la clase obrera es el Capital, no el Mercado y aún siendo su enemigo ideológico y político la clase obrera en el poder ha tenido que aprender a vivir con él, a utilizarlo para sus propósitos por razones histórico objetivas.
En la distribución del PIB (Producto Interno Bruto) en el socialismo Marx ya previene sobre el burocratismo al señalar una ¨reducción considerabilísima¨ de los ¨gastos generales de administración¨. Por el contrario prevé el crecimiento de los gastos en salud y educación. (9) Crítica al Programa de Gotha.
Donde falla el pronóstico de Marx es en la posibilidad de evadir el ¨rodeo¨, según su expresión, para lograr la distribución de los productos. Ni uno sólo de los intentos socialistas ha podido eliminar el ¨rodeo¨ (léase mercado) para distribuir los productos. En los párrafos siguientes al del ¨rodeo¨ el propio Marx da varios de los elementos de la necesidad del mercado aunque sea ya un mercado diferente, socialista, regulado centralmente. El capitalismo actual, para sobrevivir, es consecuente con esta necesidad de regulación. No existe cosa más regulada en el mundo que el mercado, por más que se hable de liberalismo y neoliberalismo y la crisis actual nos lo reitera cada año que pasa desde que comenzó
Como ven el turismo los marxistas hay que dejárselo a estos. Cualquier crítica de fuera como de dentro del marxismo es bienvenida. Estimula la mente y desarrolla el pensamiento.
Con relación a los socialismos que han sido, pues sus problemas son debidos a esa misma realidad material que apunta el Dr. Escalona sobre el atraso relativo de los países que lo han llevado a la práctica. En ningún caso se consolidaran como tales socialismos hasta que no lleguen al nivel de desarrollo de las fuerzas productivas que así lo permitan. De la misma forma que no podrá sustituirse al mercado como ´tecnología¨ imprescindible de la sociedad hasta que surjan tecnologías que lo permitan y la necesidad objetiva de sustituirlo, no el deseo subjetivo de un individuo o un estado.
De la violencia, mejor no hablar, al menos por el momento. En todos los casos mencionados por el Dr. Escalona el ´pecado original¨ de la violencia provino del exterior y las soluciones que encontraron todos esos países, salvo a los que le fue impuesto desde fuera, fue el socialismo, ya científico ya bien avanzado en cuanto a proyecto.
Y continúa el Dr. Escalona:
¨Finalmente conviene apuntar que explicar el turismo por medio del materialismo dialéctico – histórico supone olvidar la fuerza de otros muchos factores explicativos, entre ellos la innata propensión del hombre al conocimiento de nuevos territorios unido a la búsqueda de recursos y experiencias inexistentes o imposibles en el asentamiento permanente y la fuerza de las ideas propuestas por los grandes pensadores.¨
Aquí Escalona parece no estar de acuerdo con Popper y acusa al materialismo dialéctico de reduccionista. Popper lo acusa de holístico, primero lo convierte en en historicista, en virtud de sus propias ideas, y pretende demostrar sobre esa base su ¨pobreza¨. Marx utiliza la abstracción científica para evadir el holismo y después de desentrañar las esencias encuentra el factor principal, que no el único. Esto no contradice, sino presupone abordar integralmente el fenómeno a estudiar, despejando lo intrascendente y aferrándose a lo esencial que resulta ser lo material, lo objetivo. En este proceso unos triunfan y otros, pues ya sabemos.
Sobre los grandes pensadores, ya hablamos que los hombres piensan, incluidos los grandes pensadores, como viven, influidos por su tiempo, el que les toco vivir y dentro de este, en que posición objetiva social, que tiene mucho que ver con lo cultural e ideológico.
A continuación el Dr. Escalona pasa a lo que llama ¨Crítica del análisis marxista del turismo del Lic. Díaz¨ y nos acusa de ¨rechazar la crítica¨:
¨Lo que hacemos aquí no es para el Lic. Díaz habida cuenta de que rechaza la crítica. Se hace para conocimiento de la comunidad de estudiosos que puedan estar interesados y también porque sirve de pretexto para aclarar ideas.
Los propios anexos incluidos por él ya desdicen su afirmación. A quien intenté por todos los medios de hacerle llegar mi trabajo fue al Dr. Escalona, antes de presentarlo al evento en que vio la luz. Quería confrontarlo con él, pues fue la inspiración y referencia de mi crítica. Lamentablemente me demoré en contestarle su último correo, y le envié hace unos días uno explicándole las razones. Espero que esto que escribo le permita desdecir la acusación, nada más lejano en mí que ¨rechazar la crítica¨, que agradezco de su parte y de todas las partes, siempre que sea realmente crítica.
Esta pincelada conceptual no podía dejarla de comentar:
¨pero Díaz parece ignorar que, aunque la historia del pensamiento turístico muestra una evidente falta de unanimidad hasta la década de los noventa, la Conferencia de Ottawa de 1991 propuso una definición de turismo tan amplia que superó la obsesión por las motivaciones que se había mantenido hasta entonces.¨
No se si dicha Conferencia ¨resolvió el problema¨, tengo que ver sus resultados que desconozco. Pero lo que si tengo es el trabajo del Dr. Escalona, de noviembre del 2011 donde reitera el llamado a encontrar finalmente un concepto aceptado de turismo. Y después nos informa lo siguiente:
¨Parece que Díaz desconoce que hay dos escuelas en lo relativo al origen del turismo. Para una de ellas, el turismo es tan antiguo como la humanidad, con lo que sostienen que el turismo se practica desde hace unos dos millones de años. Frente a esta escuela, muy concurrida, se encuentra la muy minoritaria liderada por J. Dumazedier, que sostiene que el turismo tiene su origen a mediados del siglo XX. La primera escuela se basa en la demanda mientras que la segunda lo hace en la oferta masiva de servicios de transporte y hospitalidad. Nosotros no aceptamos ni una ni otra. Nos basamos en que el turismo (como demanda) existe desde que se desarrollaron ciudades populosas (hace unos tres mil años) y como oferta desde que los conflictos bélicos desarrollaron las infraestructuras del transporte terrestre (caminos, puentes, ventas) y marítimo (naves y técnicas de navegación).
Pues tomamos nota de estas dos escuelas, que no conocía como tales escuelas, pero que si conocía como ideas o ¨teorías¨ sobre el nacimiento del turismo, que aparecen tanto en el trabajo de Escalona como en otros consultados.
Pero parece que el Dr. Escalona desconoce una tercera escuela, que sinceramente yo desconocía cuando hice el trabajo. En ¨Historia Contemporánea 2002(II) – Número 25¨ sobre Historia del Turismo, se presentaron al menos dos trabajos realmente importantes para entender el turismo y su historia. Este es el sitio donde pueden encontrarlo:
 http://www.ehu.es/p200-content/es/contenidos/boletin_revista/00021_revista_hc25/es_revista/indice.html
Se los referí al Dr. Escalona en uno de mis correos, pero obviamente no los ha tenido en cuenta al afirmar esto de dos escuelas, sin contar la mía, compartida modesta y humildemente por el que suscribe y donde aparecen otros trabajos de historiadores de varios países, Francia, España, Argentina y Reino Unido, trabajos sólidos sobre la aparición, creación, surgimiento o invención del turismo en el siglo XVIII.
El más importante de estos trabajos es el del historiador francés Marc Boyer, ya mencionado. Su currículo vale la pena tenerlo en cuenta, pues estamos hablando de historia y por aquello de ¨zapatero a tu zapato¨. Esto es tomado de ¨Historia Contemporánea 25, 2002, 419-424¨
¨Es catedrático de instituto en la especialidad de Historia, doctor con una tesis de Estado sobre historia del turismo, Catedrático de Universidad y ex vicepresidente de la Universidad Lumiere-Lyon n. Fue el fundador del Departamento de Turismo de la Universidad de Lyon. Es miembro del Consejo Nacional de Turismo de Francia (2000-2005) y presidente de la Asociación Mediterránea de Sociología del Turismo, con sede en la Universidad de Bolinia. Entre sus obras sobresalen L 'invention du tourisme (1996), Histoire du tourisme de masse (1999), Histoire de l'invention du tourisme dans le Sud-est XVle-Xlxe siec/es (2000) y Le tourisme en France (2002).
Los remito a su trabajo ¨ EL TURISMO EN EUROPA, DE LA EDAD MODERNA AL SIGLO XX¨ de donde tomamos la anterior pincelada sobre las ¨clases obreras¨ y agregamos estas dos que siguen, que resumen sus conclusiones sobre lo que el llama momento de ¨la invención del turismo¨.
¨Algunos espíritus originales, guardianes culturales, «gate-keepers», como R. Nash, Windham, Smolett, Sterne, etc. propusieron ya en el siglo XVIII prácticas de ociosidad, migraciones codificadas y lugares de excepción. Estos descubrimientos hechos por los británicos constituyen lo que yo propongo llamar la «Revolución turística», porque es contemporánea de otras grandes revoluciones que se dieron también en Gran Bretaña.
Y esta otra que puede servirle a muchos de los que abordamos el tema desde otros campos del saber, como la economía:
¨El turismo fue algo inventado, por lo que hay que ponerse en guardia de esa tendencia de los historiadores aficionados a hacer remontar el turismo hasta la época romana. La permanencia geográfica no es una prueba. La historia regresiva y anecdótica no instituye una continuidad.
Durante siglos los viajeros han utilizado los mismos caminos y atravesado los mismos collados para acercarse a Italia, los enfermos han ido a beber las mismas aguas, los creyentes han caminado hacia los mismos lugares de culto que fueron paganos en un primer momento y después se convirtieron en centros de peregrinaje cristianos. Es. pues, un abuso del lenguaje calificarlos como turistas. A. Siegfried tenía razón cuando afirmaba que «c'est le mobil qui fait le touriste». Los motivos de las personas que se desplazaban antes del siglo XVI, o incluso en el XVIII, eran diferentes.¨
Y aquí viene otra de las esencias del fenómeno que desde los académicos hasta las organizaciones de todo tipo que abordan el turismo y hacen congresos, etc, o niegan o ¨moldean¨ a los intereses u objetivos que persiguen: ¨los motivos de las personas¨ que viajan.
Por su parte, el trabajo del historiador británico John K. Walton ¨APROXIMACIÓN A LA HISTORIA DEL TURISMO EN EL REINO UNIDO, SIGLOS XVIII-XX¨,  Catedrático de Historia Social en la Universidad de Central Lancashire, Preston, Reino Unido, que encontramos también en¨Historia Contemporánea 25, 2002, 419-424¨ aporta los elementos concretos y objetivos que definen al siglo XVIII inglés como el nacimiento del turismo.
Del nacimiento del turismo y sus dos escuelas, se pasa a un grupo de coincidencias que tenemos y otras desavenencias que no aportarían mucho discutir ahora y a continuación cita uno de los párrafos de mi trabajo referido a la ¨industria¨ de servicios que yo clasifico como anterior al turismo, como ya vimos: hotelería, restauración y transportes, que tienen antecedentes milenarios, tiempos en que no existía turismo de acuerdo a la ¨escuela¨ a la que me adscribo humildemente, ya mencionada lo que da pie a nuevas ¨críticas¨:
¨La frase anterior viene a decir que la industria del turismo es anterior al turismo. Es una interpretación desenfocada de lo dicho por nosotros en “El vencimiento de la distancia”. Como ya hemos apuntado, el turismo como demanda (consumo) es anterior a la disponibilidad de servicios facilitadores que surgieron y se desarrollaron como consecuencia de las necesidades de las expediciones bélicas. Estuvieron obviamente muy pronto al servicio de los (pocos) que hasta no hace tanto podían hacer turismo. Díaz cree que la demanda es más reciente que la oferta, una afirmación (errónea) que hace adelantando así  el resultado de su análisis marxista, que el turismo nació hace 200 años.¨
Aquí se pone en evidencia los ¨pequeños¨ problemas que el Dr. Escalona tiene con la historia y con la lógica. De aferrarse a combatir ¨el enfoque de la demanda¨ para analizar la historia no entiende ni al turismo ni a su historia. Menos aún puede definir cuando nació y porque, ni la pretendida ¨industria turística¨.
Cuando escribí mi trabajo estaba completamente sólo en mi conclusión, no conocía estos trabajo de Boyer y los demás historiadores del turismo,  ahora cuento con sólidos aliados a los que no tengo el gusto de conocer y que, por suerte para la ciencia son historiadores del turismo, nada más y nada menos, y que no comulgan con ninguna de las dos escuelas que nos refiere el Dr. Escalona, quien además, en este caso nos dice que no tiene escuela, sino que tiene dos, una de la demanda y otra de la oferta.
Pero recordemos lo que nos dijo sobre ¨las dos escuelas¨ del origen del turismo:
¨Nosotros no aceptamos ni una ni otra. Nos basamos en que el turismo (como demanda) existe desde que se desarrollaron ciudades populosas (hace unos tres mil años) y como oferta desde que los conflictos bélicos desarrollaron las infraestructuras del transporte terrestre (caminos, puentes, ventas) y marítimo (naves y técnicas de navegación).¨
O sea que para el Dr. Escalona el turismo es un fenómeno que ¨existe¨ primero en la demanda 3,000 años antes de ¨existir¨ en la oferta. Esto equivale a decir es que, por ejemplo que ¨el automovilismo existió desde hace unos 10,000 o 100,000 años en la ¨demanda¨ (estoy seguro que alguien en la edad de piedra soñó con un jeep con tracción en las 4 ruedas para perseguir mamuts) y solo a inicios del siglo XX existió en la oferta cuando se crearon los primeros automóviles¨. Esta ¨conclusión científica¨  si me libera definitivamente de seguir respondiendo nada más sobre el tema origen y sobre el tema industria. Demuestra bien a las claras lo que significa no entender que es turismo, sus esencias y cuando nació o se inventó.
Aunque lo que sigue esta claramente refutado tanto en mi trabajo como en los correos intercambiados vale la pena retomarlos pues aportan más luz sobre el ¨pensamiento¨ del Dr. Escalona sobre el turismo.
¨Pero Díaz debió haber hecho antes una crítica de nuestra postura, la cual no restringe el turismo a los desplazamientos de ida y vuelta por gusto, sino que incluye en el concepto todos los desplazamientos con tal de que sean de ida y vuelta habida cuenta de que a esta característica es a lo que alude el vocablo latino tur. Hemos repetido muchas veces que el hombre empezó a realizar viajes circulares antes de que derivara turismo y turista de tur pero eso no niega que tales viajes se estén haciendo desde que se hizo sedentario y aumentaron sus recursos para querer aumentarlos aun más con los lejanos.
Inserta a continuación un párrafo mío refutando esto, pues se le agregan ¨viajes circulares¨ por motivos distintos del ocio y placer al concepto turismo y agrega:
¨No. Los viajes circulares se empezaron a hacer por motivos negociosos, los de ocio se hicieron mucho más tarde, cuando la sociedad, al hacerse más compleja, se dotó de señores de la guerra que terminaron por ser los gobernantes, sometidos a un estatuto que les obligaba a realizar desplazamientos por motivos que hoy llamamos de ocio porque los hacían las clases ociosas. No han sido los empresarios los que han incluido a los hombres de negocio en el turismo sino que a partir de 1991 hasta la OMT tuvo que admitir que cualquier desplazamiento circular es turismo.¨
No importa quien los haya incluido, sigue siendo un interés instrumental para resolver problemas prácticos de estadísticas. Lo importante, Dr. Escalona, es que no tiene fundamento científico incluir los viajes que no son de ocio y placer al concepto turismo. Utilitariamente puede llamársele turismo hasta a un auto, eso no convierte al auto en turismo, sino a la ¨industria del automovilismo¨ que usted suele citar.
Tiene que entender que el motivo ocio-placer es parte esencial del concepto turismo, que viajes por millones de otros motivos se dieron siempre, incluso cuando el hombre esta llegando a ser hombre. Que resulta absurdo pretender cambiar la esencia conceptual del turismo para poder meter o sacar viajeros del concepto turismo, haga esto quien lo haga, sea la OMT, o el más encumbrado de los académicos del mundo. Lo remito de nuevo a Boyer que es sencillamente enfático en el tema y nos previene de ¨esa tendencia de los historiadores aficionados a hacer remontar el turismo hasta la época romana¨. Y quede claro que el apelativo de ¨aficionado¨ no es mío. No se puede meter a todos los viajes circulares dentro del concepto turismo salvo para distorsionarlo. Si, el viaje turístico es circular, es de ida y retorno, de nuevo cito al que acabo de hacer para ¨sacar a Nano a hacer sus necesidades¨, ese viaje no es turístico.
¨La segunda frase de Díaz es críptica. Queda claro que Díaz rechaza nuestro método. Sorprende que un historicista de filiación marxista rechace el análisis histórico. Por otra parte, ¿qué es eso de economía en sentido burgués y no en sentido de economía política? ¿Qué diferencias encuentra Díaz entre ambos sentidos? La economía que existe es economía política, es decir, economía de la polis, no del hogar o doméstica. Lo que se enseña en todas las universidades del mundo es economía política. No hay otra con aspiraciones científicas. No hace falta añadir política para saber que es política. Cuidado con las confusiones de los aficionados¨.
Si, no hay duda, rechazo el método de hacer cronologías históricas para no entender la historia. Historia significa desarrollo en el tiempo, esencia de la dialéctica. Para los que rechazan la dialéctica la historia es solo eso, una cronología sin sentido. Para la dialéctica es el movimiento objetivo, material, de la materia inorgánica, orgánica, los seres vivos, el hombre, la sociedad y el conocimiento de este de él mismo y de todo lo demás. Para los economistas la historia económica es uno de sus pilares, como nos dice Shumpeter, pero para los que rechazan la dialéctica están condenados a no entenderla, a estudiarla estérilmente.
Sobre ¨economía política¨ lo remito a estos pasajes del libro que le refería: ¨Introduction to Political Economy, Sixth edition, 2012¨ de Sackrey, Schneider y Knoedler y cito:
¨there is a critical distinction between all versions of mainstream economics and what we call political economy. This distinction is a matter of methodology, or ¨method of analysis¨. Mainstream economists are trained to limit the scope of their analyses that is to limit the scope of their analyses – that is to limit the breadth of knowledge they bring to bear on an issue – much more than so than do political economists. In choosing a relatively narrow focus, almost all mainstream economists have gradually and systematically excluded from their studies the political economy point of view.¨
Political economy is more concerned (than mainstream economics) with the relationships of the economic system and its institutions to the rest of society and social development. It is sensitive to the influence of non-economic factors such as political and social institutions, morality, and ideology in determining economic events. It thus has a much broader focus than mainstream economics.¨
Cuando me referí a burgués, me refería a lo que más arriba se llama ¨mainstream economics¨, la formula cuantitativa, marginalista, basada en el ¨economic man¨ que bien se describe en este libro. Y en economía no soy aficionado, como ya le aclaré en el correo anterior, soy Licenciado en Economía, graduado en la Facultad de Economía de la Universidad de la Habana.
No tengo que refutar el historicismo poppereano aquí. Es otra entrega que está por concluir. Puedo adelantar, no obstante, algo de lo ya escrito sobre el libro que me refirió el Dr. Escalona, ¨Miseria del Historicismo¨ la edición que pude obtener, del 1957, de las más recientes. Allí digo:  
¨Este estudio de Popper lo debía desde la primera vez que choque con una referencia a él cuando leía ese magnifico y popular libro del físico inglés Stephen Hawking, ¨Historia del Tiempo¨ quien por demás no puede coincidir con el austríaco-inglés pues acaricia los confines del saber humano y, además, pronostica lo que viene de la ciencia física lo que sería algo así como profanar el legado poppereano, aunque si coincide con el austriaco en sus válidas ideas sobre falsación.

Me leí el trabajo, con dificultad para ser sincero, pues resulta algo bien ajeno a lo que pienso y por lo tanto tuve que dedicarle doble de esfuerzo. Quise ir al documento original antes de intentar cualquier otra referencia de otros autores.

Que decirle?, no tenía otra opción a su bien clara afirmación que ¨las críticas al marxismo que hizo Popper en su Miseria del historicismo aun no han sido rebatidas¨.

Pues al principio no me podía creer lo que leía. La versión que tengo de 1957-58, mucho más reciente, ya tiene un prólogo que me dejó frío. El Dr. Popper arranca con una serie de postulados para negar al marxismo, a Marx a quien acusa de ¨historicista¨ y aclara bien que el nombre del trabajo no deja dudas al respecto, pues parafrasea el de Marx ¨Miseria de la filosofía¨ donde critica a Proudhon.

El propio Popper confiesa que su ¨prueba lógica puede lucir sospechosa¨ lo cual es meritorio, porque no sólo es sospechosa, sino ridículamente absurda.Este es el quid de la teoría de Popper: si pruebo que los sucesos históricos están basados en el crecimiento de nuestros conocimientos y estos a su vez son imposibles de pronosticar, entonces no se puede pronosticar en historia de la sociedad o en sociología.

Pero porque no podemos predecir los conocimientos?

Segundo, más importante, Como probar el determinismo de Popper ¨El curso de la Historia humana esta fuertemente influida por los conocimientos humanos¨?

Aquí huelo primero agnosticismo, segundo, determinismo, el mismo que se dice en el trabajo de Popper que está superado por el principio de incertidumbre de la mecánica quántica.

En la próxima página Popper define la proposición (2) como la clave. No se puede predecir lo que voy a saber mañana. Lo que puedo decir a esta altura es este fabuloso pensamiento de José Martí: ¨la ciencia demuestra lo que el espíritu presiente¨. Creo en eso, creo en la intuición científica que nuestro Martí describe tan sabiamente. Pero intuición no es ciencia.

Me viene a la mente también el primero que me refirió a Popper, Steve Hawking, el físico inglés. Pero el propio Hawking desdecía a Popper en todo su libro exponiéndonos como será la física del futuro cuando tengamos, por ejemplo, lo que el llama ¨una teoría quántica de la gravedad¨.

Lo que tal vez Popper nos quiera decir es que ¨la máquina del tiempo no es posible¨ esto me parece más serio, aunque no lo demuestre. Los científicos se proponen hipótesis que son la predicción de la futura ciencia, después la demuestran o no. Prueba y error y avanzamos.

La ciencia del conocimiento primero tiene que reconocer la cognoscibilidad del mundo, filosóficamente hablando, en base a esta premisa, estudiar la evolución del conocimiento y definir sus tendencias principales. Pero para esto hay que ser dialéctico, algo a lo que Popper ha renunciado, o no cree o simplemente no entiende o no quiere entender.

Estos postulados de Popper tienen una tremenda lógica, pero no es una lógica dialéctica. Esto no traspasa el umbral de la lógica elemental. En ese pantano se regodea y hace demostraciones de todo tipo. Eso esta superado por el conocimiento humano desde Hegel primero y desarrollado creativamente por Marx después al insertarlo en el materialismo.

Pero para entender lógica poppereana:

Si yo digo, o científicamente demuestro, que va a haber un eclipse tal día a tal hora. ¿Esto quiere decir que me monto en la máquina del tiempo y voy a tal día y tal hora y veo el eclipse? O, simplemente, que espero pacientemente a que llegue el eclipse y este felizmente tiene lugar, o no?

En conocimiento es exactamente igual:

Demuestro científicamente que vamos a tener un conocimiento del 90 % del genoma humano en 5 años? Pues, bueno, tengo que presentar como prueba ¨el 90 % del conocimiento del genoma humano¨ o simplemente esperar los 5 años para ver si mi predicción científica fue cierta.

La idea de Popper de falsación es interesante y tiene mucho de ayuda práctica en ciencia. Ser críticos con lo que pretendemos demostrar o creemos que hemos demostrado. Realmente Popper en esta misma ¨demostración¨ contra el marxismo se desdice seriamente de sus postulados sobre la ciencia. Esto es dialéctica, negación de la negación.

Popper es un buen agnóstico, que apela a trucos lógicos, de prestidigitador, para avanzar sus ideas, y sus diatribas realmente no tienen valor científico serio, salvo las del conocimiento científico con relación a lo válido de su falsación para verificarlos como tales.

Su declaración del ¨historicismo¨ acusándolo de ¨perniciosa influencia sobre la filosofía de la sociedad y de la política¨, deja bien  en claro su posición ideológica.

El otro problema grave de Popper es ético. No cita a Marx y si lo hace es irresponsablemente, o peor, oportunistamente a conciencia. Hace una ¨reconstrucción del marxismo al que llama ¨historicismo¨ que es, sencillamente falsa.

En ciencia resulta ¨muy conveniente¨ hacerse un enemigo de papel y subirlo al ¨ring¨ de la confrontación de ideas y conocimientos. Pero esto es, cuanto menos, poco serio. Hay que tener el valor de subir al ring al contrincante real y pelear con él mano a mano, limpiamente, según las reglas de rigor.

Marx no fue infalible, cometió errores como todo ser humano y todo científico. Pero éticamente es un gigante. No puede decirse lo mismo del Dr. Popper. Pero ojo, esto de falta de ética no lo digo para hablar en contra de la ¨ciencia¨ de Popper. No, contra su ¨ciencia¨ eso no hace falta.

Pensé, mientras leía el primer capítulo de este libro que usted me refirió, que Popper no entendía la dialéctica, pero después me di cuenta que no sólo no la entendía, sino que estaba en su contra y que incluso tiene un trabajo al respecto que he buscado infructuosamente, pues sería realmente interesante leer. Pero lo que resume en este libro y en su prólogo, es suficiente para tener claro esto.

La dialéctica es una lógica tremendamente útil para entender este mundo que vivimos. Me preguntaba como grandes físicos como Hawking no la referían y me di cuenta pronto de mi ingenuidad. Se trata de un problema ideológico serio de ¨intolerancia¨ a la dialéctica por ¨ciencia¨ como la de Popper que tuvo su momento y acogida a mediados del pasado siglo por las razones políticas que conocemos. La dialéctica esta asociada al socialismo, al comunismo y la elite científica del mundo es intolerante con esta realidad aunque científicamente todos le deben a este avance del conocimiento.

De todas formas, no hay escape a la dialéctica por los científicos que sean serios y consecuentes con la ciencia y el conocimiento científico. Ella está presente se reconozca o no, aunque creo sinceramente que ayuda a cualquiera que se aventure en el camino del saber y ahorra mucho en tiempo y en entendimiento. El propio Popper es consecuente con la dialéctica en infinidad de sus trabajos cuando realmente dice cosas con rigor científico. De hecho sus principios de falsación son pura negación de la negación. Lastima que parta de un presupuesto erróneo al negar que la acumulación de conocimientos sea partera de las ¨revoluciones científicas¨. Tendría que demostrar, lo que no hace obviamente, ¿por qué Einstein procede a Newton y no a la inversa?.

Pero en filosofía, para gusto se han hecho colores y para escogerlo flores y, como dialéctico que pretendo ser consecuentemente, creo en la necesidad de idealistas y materialistas, de agnósticos y dialécticos, porque es esa unidad y lucha de contrarios la que motiva el desarrollo de todo, y sobre todo, del conocimiento.

Y no tiene que ver nada esto con una posición pro-democrática en política, aunque la democracia no es más que la necesidad de reconocer la dialéctica en la sociedad humana. En política si defiendo la democracia, la que todavía tenemos que alcanzar, pues está aún en pañales, en algunos casos vendida al dinero, en otros maniatada desde arriba.

Se me antoja ahora decir más, creo que la física del siglo XX nos llevó a la física de un estado superior pues esta integrada por dos tendencias que se complementan para poder entender al mundo pero se niegan mutuamente. Creo que es una mejor física que cualquier ¨paradigma¨ anterior.  Esto es lo que Hawking nos dice más recientemente en su prólogo a la última edición de ¨La Historia del Tiempo¨:

¨También describo el progreso que se ha hecho recientemente encontrando "dualidades" o correspondencias entre teorías aparentemente diferentes de físicas. Estas correspondencias son una indicación fuerte que hay una teoría unificada completa de la física, pero ellas también sugieren que no pueda ser posible expresar esta teoría en una sola formulación fundamental. En cambio, nosotros podemos tener que usar reflexiones diferentes de la teoría subyacente en situaciones diferentes. Podríamos ser incapaces de representar la superficie de la tierra en un solo mapa y teniendo que usar mapas diferentes en regiones diferentes. Ésta sería una revolución en nuestra vista de la unificación de las leyes de ciencia pero no cambiaría el punto más importante: que el universo es gobernado por un juego de leyes racionales que nosotros podemos descubrir y podemos entender¨.

Una bella declaración contra el agnosticismo con tremenda carga dialéctica.

Con relación a lo que Popper llama ¨método experimental¨ discrepamos. Claro, hemos vivido algunos años más que él, tenemos mucha ventaja.

Todo experimento es artificial en el sentido que agrede la realidad que se quiere observar, conocer y en base a ello definir ¨leyes¨ que rigen su desarrollo en el tiempo. La mecánica cuántica, que Popper conoció y utiliza como fundamento gnoseológico generalizado de la materia, así lo establece. Este principio de la física es extremadamente obvio en la sociedad, en las ciencias sociales.

Pero, lo que no dice Popper, es que el análisis de la historia, el estudio de ¨lo que realmente pasó¨ en nuestras sociedades, son experimentos válidos, al menos tan buenos como los de los mejores experimentos de la física. Estos no tienen en lo absoluto agresión de tipo alguno por el observador, sólo pueden ser distorsionados por los ¨observadores¨ y ese problema es para todas las ciencias.

Y aquí me huelo un tratamiento inadecuado de Popper a la condición espacio-tiempo de la realidad, toda ella, física, social o espiritual, incluida la mantequilla. Hay que recordar que Popper fue un físico.

Todo cambio social, es un experimento. Todos, conscientes o no. Creo que esto Popper no lo entiende en Marx, al menos, que es el primero que menciona. Toda vida humana es experimento. Somos la experiencia, el solo vivir, como seres humanos, pensantes, incluye ¨experiencia¨. Estamos permanentemente experimentando. Eso no pasa en el ¨Universo Físico¨. La materia no tiene experiencia, no piensa. Nosotros podemos experimentar con la materia y con esta forma, desarrollada al máximo, que somos nosotros mismos.

Pero la materia si tiene ¨memoria¨ porque existe también en el tiempo. Esta por ver las implicaciones de que mis átomos tengan poco menos de 12 mil millones de años. Hoy sabemos que las moléculas tienen memoria, el agua la tiene, es ¨distinta¨ según donde fue creada y ha existido.

Por otra parte, la mención a Marx, es la primera donde anexa una referencia textual. Antes nos define y habla de los historicistas, pero no se refiere a ninguno ni a sus afirmaciones para probar o explicar lo que nos viene diciendo. Esto, en ciencia, no me gusta nada como apunté más arriba.

Pero no pretendo aquí hacer la crítica exhaustiva de los escritos de Popper, sólo adelantarle las ideas centrales de lo que pienso sobre lo leído.

El mundo era otro en el Big Bang, segundos después era un líquido bien complicado de elementos que nada tienen que ver con los actuales en su complejidad. Aquellos ladrillos primarios fueron agregándose hasta formar lo que hoy vemos, que nos incluye a nosotros, con formaciones tan gigantescas como las galaxias y elementos ¨primarios¨ tan complejos como una molécula de DNA.

En aquella sopa no había moléculas, ni las más elementales. Cambios cuantitativos en cualitativos. Ah, no había eclipses, porque no había soles y no había nadie para estudiarlos o predecirlos.

Que ideas tiene Hawking al respecto de las teorías científicas?:

¨Es muy difícil construir una única teoría capaz de describir todo el universo. En vez de ello, nos vemos forzados, de momento, a dividir el problema en varias partes,  inventando un cierto número de teorías parciales. Cada una de estas teorías parciales describe y predice una cierta clase restringida de observaciones, despreciando los efectos de otras cantidades, o representando éstas por simples conjuntos de números. Puede ocurrir que esta aproximación sea completamente errónea. Si todo en el universo depende de absolutamente todo el resto de él de una manera fundamental, podría resultar imposible acercarse a una solución completa investigando partes aisladas del problema. Sin embargo, este es ciertamente el modo en que hemos progresado en el pasado. El ejemplo clásico es de nuevo la teoría de la gravedad de Newton, la cual nos dice que la fuerza gravitacional entre dos cuerpos depende únicamente de un número asociado a cada cuerpo, su masa, siendo por lo demás independiente del tipo de sustancia que forma el cuerpo. Así, no se necesita tener una teoría de la estructura y constitución del Sol y los planetas para poder determinar sus órbitas¨.

Historia del Tiempo: Del Big Bang a los Agujeros Negros Stephen Hawking (18)

Parece que no son sólo las ciencias sociales las que tiene estos ¨problemitas¨ epistemológicos. Parece que el universo es uno sólo y que la ciencia es una sola, indivisible realmente por la dependencia de cada cosa de todo lo demás. Parece que es imprescindible aplicar el materialismo dialéctico a la historia.¨
Hasta aquí la referencia al otro trabajo sobre Popper. He leído otros documentos refutándolo, pero no he querido utilizarlos hasta concluir la crítica a este libro que me sugirió el Dr. Escalona.
El resto de su crítica, basada en el resumen de mi trabajo, no vale realmente la pena refutar pues el contenido hasta aquí de lo que expongo lo hace sobradamente. Como es natural, leí su sugerencia que deje el camino emprendido, a lo que respondo con este trabajo que espero entienda.



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