Cuadernos de Educación y Desarrollo

Vol 1, Nº 7 (septiembre 2009)

PERFECCIONAMIENTO DEL DISEÑO CURRICULAR DE LA LICENCIATURA EN DERECHO EN EL MODELO SEMI-PRESENCIAL EN CUBA


 

Ildreis Sainz Ayarde (CV)
Universidad de Granma, Cuba
isainza@udg.co.cu
 

 

Resumen

En el presente trabajo nos detendremos a realizar el análisis del currículum como diseño del programa de estudio y como plan de estudio para analizar la relación que existe entre los objetivos reales que en teoría tiene el diseño curricular de una ciencia determinada y las consecuentes modificaciones que debe sufrir este en relación con los nuevos cambios que operen en la sociedad y el funcionamiento de este fenómeno en los estudios de la licenciatura en derecho en el modelo semipresencial en Cuba.

La intención de que los planes y programas de estudio reflejen de forma objetiva y coherente la proyección de la universidad de formar profesionales más capaces, competentes, creativos, comprometidos con sus realidades, es reconocida permanentemente por directivos y docentes de las instituciones de educación superior en todo el mundo. Ahora lo que tendríamos que analizar es si el diseño curricular de nuestra especialidad está acorde con esas exigencias que la sociedad en que vivimos necesita, si ese profesional del derecho una vez egresado de la universidad es capaz de solucionar los acuciantes problemas que en materia jurídica tendrá que enfrentar en su desempeño como profesional en el ejercicio de nuestra profesión.

No siempre se atribuye a las reformas curriculares la verdadera importancia que esta tiene en correspondencia con la calidad de los egresados y la idoneidad que ellos deben ser capaces de demostrar una vez que se insertan en el mundo laboral donde van a demostrar lo que durante cinco años estuvieron recibiendo en el pregrado.

Las actividades que se realizan en las facultades, departamentos y en las sedes universitaria municipales en torno a la actualización y perfeccionamiento del curriculum, muchas veces están impregnadas de ciertas improvisaciones producto del predominio del empirismo y la repetición de prácticas no renovadoras, no como resultado de la aplicación de métodos científicos que respondan a las necesidades reales del dinámico mundo en que nos ha tocado vivir.

1.-Diseño curricular de la carrera de derecho en el modelo semipresencial en Cuba.

El presente trabajo titulado “Perfeccionamiento del diseño curricular de la Licenciatura en Derecho en la enseñanza semipresencial en Cuba” nos hace reflexionar sobre algunos tópicos relacionados con los elementos teóricos del diseño curricular y del currículo, en su aplicación al desarrollo de la carrera de derecho en el modelo antes mencionado. Analizando si el diseño curricular y los correspondientes procesos de perfeccionamiento del currículo dan respuestas a las necesidades y los problemas que en materia jurídica se nos dan en la práctica y si realmente se satisfacen con los diseños de los planes de estudios y programas de estudios, las actuales relaciones jurídicas que como parte del proceso transformador que vive nuestra sociedad y el mundo, avanza mucho más rápido que los modelos de diseños curriculares y sus correspondientes planes de estudios que aun y modificados recientemente no se atemperan a las actuales condiciones que vive nuestro país.

El diseño curricular en la educación superior debe ser entendido como la disciplina de la Didáctica que, a partir de sus regularidades, se ocupa del proceso de concepción y estructuración del curriculum, desde sus aspectos más generales y estratégicos hasta los más específicos, caracterizándose por su previsión científica, en la intención de que exprese las cualidades esenciales que se aspiran a formar en el estudiante universitario, en respuesta a las necesidades, expectativas e intereses de la sociedad en desarrollo.

La formación del profesional constituye, el proceso en el que los sujetos desarrollan el compromiso social y profesional, la flexibilidad ante la cultura, la trascendencia en su contexto, toda vez que elevan su capacidad para reflexionar divergente y creativamente para la evaluación crítica y autocrítica, para solucionar los problemas que les puedan presentar en el ejercicio de nuestra profesión, tomar las decisiones correctas tal y como lo establezca la norma aplicable y adaptarse flexiblemente a un mundo tecnificado y cambiante como el que nos ha tocado vivir.

Diseño Curricular es una metodología que cuenta con una serie de pasos, organizados y estructurados, con el fin de conformar el currículum de una carrera o especialidad determinada.

En el presente trabajo nos detendremos a realizar el análisis del currículum como diseño del programa de estudio y como plan de estudio para analizar la relación que existe entre los objetivos reales que en teoría tiene el diseño curricular de una ciencia determinada y las consecuentes modificaciones que debe sufrir este en relación con los nuevos cambios que operen en la sociedad y el funcionamiento de este fenómeno en los estudios de la licenciatura en derecho en el modelo semipresencial en nuestro país, además del proceso de perfeccionamiento del currículo de la carrera de derecho en nuestro país.

La intención de que los planes y programas de estudio reflejen de forma objetiva y coherente la proyección de la universidad de formar profesionales más capaces, competentes, creativos, comprometidos con sus realidades, es reconocida permanentemente por directivos y docentes de las instituciones de educación superior en todo el mundo. Ahora lo que tendríamos que analizar es si el diseño curricular de nuestra especialidad está acorde con esas exigencias que la sociedad en que vivimos necesita, si ese profesional del derecho una vez egresado de la universidad es capaz de solucionar los acuciantes problemas que en materia jurídica tendrá que enfrentar en su desempeño profesional ejercicio de nuestra profesión.

1.1.- Concepción de curriculum y diseño curricular.

Ante la gran complejidad de los tiempos actuales, caracterizados por las desiguales situaciones económicas, los vertiginosos cambios tecnológicos y la amplia diversidad social y cultural, las universidades enfrentan el reto de ampliar sus capacidades de respuesta a las exigencias sociales, a las crecientes demandas de que los profesionales que egresan de ellas sean capaces de insertarse competentemente en los procesos sociales, productivos y científicos.

“Las condiciones del mundo actual y el nuevo valor del conocimiento le confieren una significativa importancia a la educación superior como generadora y difusora del mismo. De este modo se estrecha aún más el vínculo entre educación, conocimiento, formación de fuerza de trabajo altamente capacitada y progreso científico-técnico.” (1)

Asociar estas circunstancias con el desarrollo de las universidades, con el interés de que ellas como instituciones de creación, preservación y promoción de la cultura, mantengan sus acciones de vanguardia en la transformación de nuestras realidades, implica inevitablemente incidir en la calidad de los procesos a través de los cuales se forman los profesionales, lo que implica revisar los criterios con los que se proyectan, planifican, diseñan y estructuran los planes (2) y programas de estudio en la carrera de derecho en nuestra educación superior y específicamente en enseñanza semipresencial.

Se reconoce el proceso de formación de los profesionales como un espacio de construcción de significados y sentidos que implica el desarrollo humano progresivo, lo que se puede explicar desde un modelo pedagógico que reconozca este proceso como un proceso consciente, complejo y dialéctico.

Desde esta perspectiva, las proposiciones didácticas pretenden disminuir cada vez más la distancia entre los modelos y concepciones teóricas y la práctica enriquecedora, que es en última instancia donde se desarrolla la formación de los profesionales.

El diseño curricular en la educación superior debe ser entendido como la disciplina de la Didáctica que, a partir de sus regularidades, se ocupa del proceso de concepción y estructuración del curriculum, desde sus aspectos más generales y estratégicos hasta los más específicos, caracterizándose por su previsión científica, en la intención de que exprese las cualidades esenciales que se aspiran a formar en el estudiante universitario, en respuesta a las necesidades, expectativas e intereses de la sociedad en desarrollo (3)

Diseño Curricular es una metodología que cuenta con una serie de pasos, organizados y estructurados, con el fin de conformar el currículum.

La formación del profesional constituye, el proceso en el que los sujetos desarrollan el compromiso social y profesional, la flexibilidad ante la cultura, la trascendencia en su contexto, toda vez que elevan su capacidad para reflexionar divergente y creativamente para la evaluación crítica y autocrítica, para solucionar los problemas que les puedan presentar en el ejercicio de nuestra profesión, tomar las decisiones correctas tal y como lo establezca la norma aplicable y adaptarse flexiblemente a un mundo tecnificado y cambiante.

El curriculum (4) universitario es tema de discusión frecuente en estos tiempos. No son pocos los estudiosos de esta problemática que abordan la manera en que las propuestas curriculares expresan de la mejor manera la problemática actual.

Margarita Pansza (1988) define al currículo como una serie estructurada de experiencias de aprendizaje que en forma intencional son articuladas con una finalidad concreta: producir los aprendizajes deseados.

Estructura del curriculum

El Currículum está constituido por un conjunto de elementos que lo representan que van a ser los siguientes:

• El Plan de estudios.

• Los contenidos de cursos.

• El Temario de clase.

• El diseño de programas de estudio.

• La organización de experiencias de aprendizaje.

En nuestro caso nos detendremos a realizar el análisis del currículum como diseño del programa de estudio y como plan de estudio.

1.2.-Criterios acerca de la teoría Curricular.

La teoría curricular y su práctica evidencian la existencia de múltiples enfoques o metodologías, situación de la cual derivan los diversos modelos de diseño cuyas fronteras en ocasiones no se delimitan claramente. También la definición de diseño curricular se asocia a disímiles criterios que reflejan tanto la formación del investigador como las condiciones sociales del medio social para el cual deberá operarse con tal concepto. Todo lo anterior implica que esos diseños estén consustanciados con una concepción del mundo particular y consecuentemente con una afiliación filosófica, pedagógica y psicológica determinadas. (5)

En la literatura científico-pedagógica se constatan diferentes conceptos y clasificaciones de modelos y metodologías sobre diseño curricular, así como numerosas definiciones del propio concepto de curriculum (6) fundamentadas sobre diversas bases. Por esta situación se tiende a identificar diseño curricular con curriculum, o a suplantar unas definiciones por otras, lo que conlleva la necesidad de esclarecer la filiación conceptual del trabajo en el campo de la teoría curricular y contextualizar los conceptos fundamentales en las condiciones en que estos se operan.

Los distintos referentes del diseño curricular y del curriculum tomados en función de un criterio u otro, determinan los elementos presentes en los procesos de construcción de ambos. Las fuentes, los supuestos, los fundamentos y las bases, pueden presentarse como conceptos de un mismo contenido, sin establecer el límite que debe existir entre unos y otros, así como la relación que entre ellos se establecen y el lugar que ocupan en ese marco teórico. En muchos de los autores estudiados, no queda clara la distinción entre fuente y fundamento, ya que se tratan como condicionantes necesarias, pero identificándolas con las perspectivas teóricas en las que debe apoyarse el fenómeno educativo dada su trascendencia social.

Estos criterios no excluyentes, al fundirse no precisan el alcance de cada uno de estos elementos teóricos; por ello se explicarán y delimitarán más adelante los conceptos que constituyen categorías analíticas fundamentales en el trabajo.

1.3- Formación y transformación del curriculum de la carrera de Derecho en el modelo semipresencial.

El dinamismo que caracteriza al conocimiento contemporáneo, el convencimiento acerca de que la sociedad actual está definitivamente orientada por la información y el conocimiento, la necesidad de que las universidades marchen a la vanguardia en los procesos transformadores de nuestros tiempos, condicionan la forma en que deben ser trabajados los procesos de perfeccionamiento curricular y no solo los planes de estudio, aunque estos son una parte importante, sino en realizar un análisis concreto de las necesidades objetivas que subsisten en el sector jurídico y en la sociedad en general y para determinar si con la curricula aplicada hasta ahora se ha podido más que enfrentar, resolver las cada vez más complejas relaciones sociales que sean de interés del estado y la sociedad.

Aun cuando estas condiciones son reconocidas de forma general, no siempre se formulan, revisan y actualizan los planes y programas de estudio en consonancia con estos imperativos. No siempre se atribuye a las reformas curriculares la verdadera importancia que esto tiene en correspondencia con la calidad de los egresados y la idoneidad que ellos deben ser capaces de demostrar una vez que se insertan en el mundo laboral en el desempeño profesional donde van a demostrar lo que durante cinco años estuvieron recibiendo en el pregrado.

Las actividades que se realizan en las facultades, departamentos (7) y en las sedes universitaria municipales en torno a la actualización y perfeccionamiento del curriculum, muchas veces están impregnadas de ciertas improvisaciones producto del predominio del empirismo y la repetición de prácticas no renovadoras, no como resultado de la aplicación de métodos científicos que respondan a las necesidades reales del dinámico mundo en que nos ha tocado vivir.

Se reconoce así la necesidad de que el curriculum diseñado contenga las cualidades que se aspiran a formar en los estudiantes universitarios, con lo cual se puede precisar cuál es el tipo de profesional que se quiere formar y cómo se estructura esta aspiración en todo el curriculum. Es necesario que desde el curriculum se revelen cuáles son esas cualidades formativas, con lo que entonces cumplirá su encargo de orientador de la dinámica de la formación de los profesionales sobre la base de dichas cualidades, careciendo de sentido que se impongan de manera exógena al proceso.

En definitiva, el curriculum es el texto que contiene el proyecto de la reproducción social y de la producción de la sociedad y de la cultura deseables y como tal se convierte en el campo de batalla en el que se reflejan y se libran conflictos muy diversos.” (8)

Es decir que, independientemente del cúmulo de conocimientos, técnicas y aplicaciones que a cada instante se incrementan en el mundo, la época contemporánea exige la formación de profesionales en un período corto de tiempo, lo que trae como consecuencia que todo el caudal de contenidos con que es concebido cualquier plan de estudio para una carrera, al concluir su aplicación, constituirían elementos caducos y por tanto se habría formado un profesional desactualizado e inoperante en muchos casos. Por lo anterior se requiere entonces, en igual período de tiempo, formar en los futuros egresados aquellas capacidades de acción e interacción que le posibiliten desempeñarse exitosamente en una actividad determinada, con énfasis en el modo de ser que el sujeto configura y proyecta, para desenvolverse en el mundo con una visión y una identidad propia.

Nos referimos a un profesional de perfil amplio como es el caso que nos toca, cuyo desempeño profesional esté en correspondencia con las características del desarrollo de la sociedad en que desempeñará sus funciones, como ciudadano responsable de las transformaciones cualitativamente superiores que habrán de producirse.

Este empeño obliga a profundizar en el diseño curricular e introducir el concepto de competencias profesionales como aquellas cualidades esenciales que permiten un cabal desempeño de los profesionales, no sólo en los contenidos específicos de su profesión, sino en general en todos los aspectos sociales y humanísticos que conformen su acervo cultural; para ello es necesario establecer programas de estudio que fomenten la capacidad intelectual de los estudiantes, mejoren el contenido interdisciplinario y multidisciplinario de los estudios y apliquen métodos pedagógicos y didácticos que propicien una efectiva inserción de los egresados en su ejercicio profesional.

Lo anterior lleva a la necesidad de disponer de modelos curriculares que posibiliten a través de sus metodologías el perfeccionamiento de los planes y programas de estudio de la educación superior, convirtiendo el proceso curricular en un trabajo científico, conducente al logro de estos propósitos.

Pero esto reclama del proceso docente educativo, la remodelación de las tareas, objetivos, métodos, contenidos y problemas.

1.4.- Aplicación del diseño curricular en la praxis del derecho.

Para el Dr. Hourrutinier una de las etapas del proceso de transformación curricular es sin duda su evaluación. Ella ha de tener lugar durante el proceso mismo de su aplicación, con el objetivo de evaluar sobre la marcha como van alcanzándose resultados parciales, y en consecuencia, tomar las medidas correspondientes para corregirlo. Unido a lo anterior, la evaluación demanda también, cuando concluya cada cohorte, hacer un análisis de los resultados de la formación de esos estudiantes, allí donde se desempeñan como profesionales que va ser el medidor por excelencia del trabajo realizado en las tres anteriores etapas. Por tanto la universidad no puede desatender el seguimiento de la actividad profesional de sus graduados, pues ello permite conocer en qué medida la formación obtenida garantiza un desempeño adecuado, en correspondencia con las demandas del mundo del trabajo, aun y cuando estemos convencidos de estar graduando jurista que nunca ejercerán la profesión.

La realización de estudios periódicos de este tipo, dirigidos a conocer la medida en que se asegura una adecuada pertinencia de los graduados, es un aspecto de vital importancia para todas las universidades, y debe formar parte de los estudios previos a realizar antes de formular cada nueva proyección estratégica.

La transformación curricular es un proceso continuo, iniciado con la preparación de los docentes y que no termina con el diseño; sino continúa con su aplicación y evaluación, la que incluso puede dar lugar a nuevos currículos.

En esta concepción de la transformación curricular como un proceso continuo es posible identificar dos niveles cualitativamente diferentes: el primero de ellos resultado de la aplicación de un currículo en la práctica, que como mencionaba antes es la medida de la eficacia del diseño que se está aplicando.

Es bueno analizar hasta que punto se tienen en cuenta el diseño curricular de la licenciatura en Derecho, específicamente en la modalidad semipresencial, pues en nuestro país todos los profesionales del Derecho independientemente del modelo, se forman teniendo en cuenta un plan de estudio que no es el mismo solo porque tiene algunos cambios en el orden de las materias que reciben pero el diseño curricular al que responde sin dudas que si es análogo.

Solo un por ciento muy bajo de los egresados de las universidades en la modalidad semipresencial ingresarán a los organismos que integran el MINJUS, o sea que la gran mayoría aun y cuando se gradúen en lo misma especialidad y se le esté aplicando el mismo plan de estudio no realizarán las mismas funciones en la sociedad. Entonces se impone preguntar ¿a cuáles necesidades y expectativas e intereses de la sociedad de las que están expuestas en el diseño curricular de nuestra carrera se van a dar respuestas con la formación de este por ciento tan elevado de profesionales que se están formando en esta enseñanza en la carrera de Derecho?

En las sedes universitarias, en nuestra carrera se forman un sin número de profesionales, provenientes de los muy oportunos y significativos programas de la revolución como son: los Cursos de Superación Integral para Jóvenes, los Trabajadores Sociales y de la TAR que están convencidos de que no van a ejercer como juristas pues ese es su criterio personal que solo quieren titularse como profesionales. Esto los aleja mucho de los planteamientos teóricos- doctrinales que sobre el diseño curricular se maneja en todo el mundo, si lo vemos como la intención de que expresen en él las cualidades esenciales que se aspiran a formar en el estudiante universitario, en respuesta a las necesidades, expectativas e intereses de la sociedad en desarrollo.

Los cambios curriculares en la educación superior deben ser expresión de la contextualización de las universidades según los escenarios en los que se desarrolla y las expectativas de utilidad que tenga el estado en el proceso de formación de sus educandos, siempre con un fin previamente determinado.

El curriculum debe atender lo científico, lo tecnológico y sobre todo las aplicaciones que se le aspira dar al producto de cinco o seis años de preparación que reciben los estudiantes en nuestra carrera.

Los centros educativos deben educar no sólo en el saber y en el saber hacer (profesionalizar y preparar para el trabajo), sino que deben desarrollar el ser. Es, pues, de vital importancia ofrecer procesos de formación integral que le permitan a la persona desarrollar sus naturales características, su axiología y sus dimensiones.” (9)

El entorno económico, político y sociocultural condiciona los procesos educativos en las universidades. La universidad no debe adaptarse al entorno, debe estudiarlo a fondo y generar los procesos de transformación.

1.5.-Perfección del currículo.

“La escuela no debe ser a imagen y semejanza del medio en el que está, pues se quedaría estática; por el contrario, desde un diagnóstico real del contexto sociocultural debe definir unos fines que le permitan con axialidad encontrar respuestas nuevas a las condiciones nuevas del continuo devenir. Para esto debe educar en los centros de formación al ser humano en sus características de líder frente a la comunidad y la cultura; en la autogestión, el protagonismo, el compromiso, la laboriosidad, la productividad, la participación, la democracia, la emancipación, la crítica constructiva, la creatividad y la innovación.” (10)

Los procesos de perfeccionamiento curricular deben tener en cuenta estas situaciones del contexto para que, efectivamente, se puedan reflejar en el curriculum en toda su complejidad.

Debe ser a través de la investigación pedagógica que el perfeccionamiento curricular, sabiendo el hombre que se quiere formar y los entornos sociales a los que él va a contribuir a desarrollar, cuente con modelos pedagógicos que permitan dar respuesta a una concepción educativa y operacionalizarlos a través del curriculum, demostrando que la educación es un instrumento de cambio.

Lo que implica que un perfeccionamiento curricular que pretenda mejorar la calidad educativa, debe ponerse al día con los avances científicos y tecnológicos, redefinir o rescatar los valores humanos y sociales, algo que en nuestras centros universitarios debe priorizarse, pero con el apoyo de las enseñanzas precedentes. Centrar los procesos educativos en la formación integral de los educandos, hacer de los centros educativos verdaderos proyectos culturales, formar líderes para producir la transformación, partir de la realidad que ofrece el entorno y definir los cambios a la misma, investigar sobre los entornos socioculturales y definir alternativas de solución a los problemas encontrados, construir nuevos modelos pedagógicos que se acojan mucho más a las necesidades que tiene la sociedad de los nuevos profesionales que necesita y operarlos en los centros educativos mediante estrategias didácticas bien definidas y concertadas, transformar los modos tradicionales de administración de nuestros de altos centros de estudios, generar una cultura organizacional educativa y, el más importante de todos, responder adecuadamente al nuevo orden político, social y económico internacional desde la gestión curricular.

La educación superior cubana, desde los años previos a 1990, se empeñó en la aplicación de nuevos conceptos y métodos para elaborar los programas de estudio de las carreras universitarias. Fue en ese año que se implantaron los planes de estudios “C”, los cuales marcaron una nueva etapa en el perfeccionamiento curricular.

“El perfeccionamiento de los planes de estudio se concibe como un proceso continuo, como una labor ininterrumpida de la Educación Superior. Como consecuencia de ello, en determinados momentos, adquiere tal significación que se requiere modificar los planes de estudio vigentes.” (11)

No cabe duda que este proceso de perfeccionamiento ha permitido a lo largo de todos estos años, acumular importantes experiencias en el trabajo de las comisiones nacionales de carrera y los colectivos pedagógicos involucrados en tales tareas.

Teniendo en cuenta que el perfeccionamiento de los planes y programas de estudio de la educación superior es un proceso continuo que armoniza con los cambios y transformaciones que se van dando nivela social, se ha iniciado en Cuba una nueva etapa de transformaciones curriculares.

Diferentes investigaciones realizadas en la educación superior, entre ellas los estudios acerca de las tendencias actuales en el mundo y su comparación con la realidad cubana; las investigaciones periódicas acerca de la calidad de nuestros graduados, realizadas bajo la dirección conjunta del MES y del Centro de Estudios Para el Perfeccionamiento de la Educación Superior (CEPES) de la Universidad de la Habana; así como otras investigaciones similares, conducen igualmente a pensar en la necesidad de nuevos planes y se llegan a aplicar satisfactoriamente en algunas, no tanto en otras y un ejemplo importante de esta última es el aplicado a nuestra carrera, aunque no se esté aplicando en todavía en todo el país.

Es evidente que los presupuestos sobre los que descansa la concepción del denominado Plan de estudio “D” en la carrera de derecho, indican que en nuestras universidades deben emprenderse acciones de gran rigor científico metodológico para dar las respuestas adecuadas a las intenciones de que los nuevos planes de estudio contemplen de forma explícita los profundos cambios que se vienen produciendo en nuestra sociedad. De lo que se trata es de adaptar nuestros estudios a los difíciles momentos que vive la humanidad; es preciso formar un jurista que ejerza en un mundo dominado por la unipolaridad política, el dominio comercial y deshumanizado del neoliberalismo sin embargo, se mantenga erguido y firme en una clara concepción profesional humanista, ética, martiana y socialista.

Uno de los factores claves en el proceso de formación de profesionales, es la determinación de modelos de diseño curricular que sean coherentes con las características que debe reunir tanto la profesión nuestra como el proceso mismo de la formación de los juristas y que además se dispongan de metodologías que sean consistentes con los presupuestos epistemológicos y el modelo pedagógico asumido en la formación de dichos profesionales.

Es necesario concebir un plan de estudio que para poder garantizar la calidad del egresado responda a determinadas exigencias como las emitidas en su momento por Follari (12):

• la demanda de profesionales que desarrollen actividades que también puede hacer ese egresado: en la práctica del derecho en nuestro país se requieren de profesionales con un nivel de preparación que realmente no alcanzan los egresados del modelo de enseñanza que estamos analizando, pues entre otras causas le falta el contenido práctico que se forma en los estudiantes del modelo presencial.

• la demanda posible, según un análisis de la proyección, siguiendo las tendencias de la economía y del mercado de trabajo hacia el futuro aun y cuando estamos convencido de que no existe la posibilidad real de que se le pueda ofrecer empleo en el sector jurídico a la mayoría de los potenciales egresados de los próximo cinco años de los Centros Universitarios Municipales (13)

• las necesidades sociales.

Además, cabe señalar que entre los criterios a tenerse en cuenta para revisar planes y programas de estudio, está definir claramente la profesión partiendo de la diferencia entre carrera y profesión, y evitar las confusiones con carreras colaterales, destacando no sólo las diferencias, sino también los elementos que la relacionan. Operacionalmente la diferencia entre carrera y profesión se evidencia al definir como carrera al proceso de formación de un sujeto apto para desempeñarse en una profesión dada; y por la profesión a una práctica laboral sistemática basada en competencias profesionales especializadas, que en un contexto cultural, histórico y geográfico específicos, se reconoce e identifica socialmente.

También vale aclarar – siguiendo a Bonilla (14)– que la práctica profesional no es el criterio definitorio de una profesión, pues la misma esta condicionada por las posibilidades y disponibilidades del mercado de trabajo. Aun y cuando son dos categorías distintas están muy ligadas una con la otra pues en el desarrollo de la carrera es donde deben alcanzar los objetivos que se quieren aplicar en el ejercicio de la profesión, por eso es que se debe realizar una revisión mas profunda en el diseño curricular de nuestra carrera pues en la modalidad semipresencial no existe una suficiente cantidad de horas clases por materias que permitan cumplir los objetivos planteados en cada uno de los programas analíticos que forman el plan de estudio de nuestra carrera en las sedes o centros universidades.

Todo lo analiza en este breve espacio nos lleva a plantear que en nuestra carrera se forman profesionales no por necesidades objetivas del ministerio de justicia, que es definitivamente quien debe recibir los egresados de nuestras universidades, sino por dar respuestas a determinados programas que lleva el país adelante con el serio propósito de resolver una situación social determinada que no tiene absolutamente nada que ver con los planteamientos teóricos del currículo de la carrera de Derecho.

Por esto se considera que debe realizarse un proceso de perfeccionamiento curricular que responda a las nuevas transformaciones de la saciedad para poder lograr un profesional más competente y que se pueda adaptar más fácil a las condiciones del momento histórico que nos ha tocado vivir.

Bibliografía

1.- Blanca Prieto Hilda. Revista “Itinerario Educativo”. Universidad de San Buenaventura, Santa Fe de Bogotá. D.C. No.34. Colombia.

2.-Carr Wilfred.-Prólogo al libro Desarrollo curricular y formación del profesorado.1989, Asturias, España.

3.- Colectivo de Autores. UO y CUG El Diseño Curricular en la Educación Superior Centro de Estudio de Educación Superior “Manuel F. Gran” Universidad de Oriente. Santiago de Cuba 2004.

4.- Documento anónimo. “Introducción al plan de estudio D en la carrera de Derecho”. En los documentos del Diplomado de Derecho Civil.

5.- García del Portal, J. Tendencias de la Educación Superior, Curso Pre evento No. 1. Convención Universidad 2002, La Habana, Febrero, 2002.

6.- Hernández Fernández. Herminia. “Diseño de planes y programas de estudios”. Centro de estudios para el perfeccionamiento de la educación Superior. Universidad de La Habana. Revista Pedagógica Universitaria. Vol.9. No.2. 2004.

7.- Horruitinier Silva. Pedro. La Universidad Cubana: el modelo de formación. Revista Pedagógica Universitaria. No.2. 2007.

NOTAS

1. J. García del Portal, Tendencias de la Educación Superior P:7

2. El plan de estudio es el documento que recoge y revela en síntesis, la selección, la estructuración y organización del contenido de estudio en un nivel de formación, los tipos de actividad a realizar y obligaciones curriculares a cumplir por los estudiantes para el logro de los objetivos previstos en el perfil profesional, así como una modalidad de estudios.

3. Colectivo de Autores. UO y CUG El Diseño Curricular en la Educación Superior Centro de Estudio de Educación Superior “Manuel F. Gran” Universidad de Oriente. Santiago de Cuba 2004.

4. Curriculum, palabra latina, significa "conjunto de estudios"; curricula es el correspondiente plural, que carece de acento ortográfico como toda palabra en dicha lengua.

Carr W. (1988) señala que el término "Currículum" es usado ordinariamente por los especialistas de dos maneras: 1) para indicar un plan para la educación de los alumnos/as; y 2) para identificar un campo de estudios; y añade:

“El Currículum como un plan para la educación es calificado como un Currículum o el Currículum... Pero como campo de estudio, al igual que muchos campos especializados, es definido tanto por el aspecto concreto del que versa (su estructura semántica), como por los procedimientos de investigación y práctica que utiliza (estructura sintáctica)" (Carr W, 191988).

En el primer sentido, el concepto de Currículum adquiere inevitablemente un significado prescriptivo. Currículum es entonces, aquello que debe ser llevado a cabo en las escuelas, es el plan o la planificación, por la cual se organizan los procesos escolares de enseñanza / aprendizaje.

5. Margarita Pansza. Pedagogía y Curriculum.

6. F. Addine y G. García. Formación permanente del docente, curriculum y profundización.

7. Se hace referencia a las facultades de derecho con que cuenta nuestro país y los departamentos en aquellas provincias donde existan las carreras de Derecho insertadas en otras facultades de las ciencias sociales.

8. J. Gimeno Sacristán. Políticas y prácticas culturales en las escuelas: los abismos de la etapa postmoderna. P:3

9. G. Ianfranscesco. Gestión curricular. P: 56

10.Ibid P: 61

11.MES. Documento Base para la elaboración de los Planes de Estudio D. P:6

12.R. Follari. Criterios e instrumentos para la Revisión del diseño de planes de estudio.

13.Nueva denominación que asumen las sedes a partir del curso 09-10

14.Rafael Bonilla Romero. Diseño Curricular. Información para Analizar y Elaborar Planes de Estudio
  


 

 
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