Antonio Gil da Costa Júnior	  (CV)
         antonio.gil@gmail.com 
         
    Universidade Federal do Rio Grande do Norte 
          
		      
		
			
            
Resumen
Este estudio tiene como objetivo analizar las relaciones de poder y dominación en la industria de la caña de azúcar en Brasil. Como procedimiento metodológico hay seguido un estudio exploratorio descriptivo, donde se recogieron los datos a través de la búsqueda bibliográfica con libros, artículos científicos, documentos y sitios de Internet. Los resultados muestran que las características extremadamente insalubres de la profesión, además de un telón de fondo de la falta de lugar adecuado para el descanso y la alimentación, el saneamiento básico, la substitución del PPE, vestimenta adecuada y sin respeto a los descansos; revelan que la relación asimétrica de poder y la dominación ideológica en la industria de la caña de azúcar tiene un papel esencial para fortalecer la dominación y aumentar la explotación de los trabajadores, así como enmascarar las relaciones sociales de producción.
Palabras clave: Gestión de personas. Relaciones de poder. Dominación ideológica. Recursos Humanos.
Abstract
This study aims to analyze the relations of power and domination in the cane sugar industry. The methodological approach followed a descriptive-exploratory study, where data were collected through literature searches in books, papers, documents and internet sites. The results show that the extremely unhealthy characteristics of the profession plus a backdrop of lack of proper place to rest and eat, lack of basic sanitary conditions, lack of PPE replacement, lack of appropriate dress and no respect to rest breaks; shows that the relationship of asymmetrical power and ideological dominance in the cane sugar industry has an essential role to strengthen the domination and increase the exploitation of workers, as well as mask the social relations of production.
Keywords: People management. Power relations. Ideological dominance. Human Resources.
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Introducción
La línea entre la organización y el poder es cíclica y acciones  específicas tienden para ciertos propósitos. Los pensamientos de Aristóteles,  con su capacidad de observación, la experiencia y la formulación sistemática de  los resultados, así como también Maquiavelo, por su real forma de enfrentar el  verdadero poder, la tiranía, e el principado; se parecen en el sentido de que  las ideas no entran en el composición de los seres del mundo sensible, sino de  una manera puramente extrínseca, mientras que sirve de modelo para la formación  del universo.
                                          Para Aristóteles, lo universal no se opone a lo particular, pero es  posterior. Sin embargo, el análisis del mundo de la política de su tiempo, en  un estudio comparativo, el filósofo sentó las bases del conocimiento científico  del poder. "[...] La organización es una forma de acción colectiva y que  no hay razón para considerar a priori como una forma de acción de segunda clase  con respecto al sujeto" (Clegg, 1996, p.49).
                                          Cuanto al ser, para Maquiavelo, la naturaleza humana seria  esencialmente maligna y los seres humanos querrían obtener el máximo provecho  de menor esfuerzo, simplemente haciendo el bien cuando se ven obligados a esto.  La naturaleza humana también no se alteraría al curso de la historia por tener  sus contemporáneos actuando del mismo modo que los antiguos romanos y que la  historia de esa e de otras civilizaciones sirviesen como ejemplo.
                                          Para Weber (1993), el poder representa la probabilidad de que un actor  en una relación social puede sostener su propia voluntad, a pesar de la  resistencia, independientemente de la base sobre la que descansa esta  probabilidad. Se trata, en este caso, del poder ilegítimo con perturbaciones,  lesionando así, la estructura de dominación.
                                          En la perspectiva de las ciencias humanas y sociales, hay diferentes  capacidades de los actores dentro de un sistema para asegurar las ventajas y  los valiosos recursos escasos. No es necesario que el receptor del acto de  poder sea dependiente o consienta para que el poder sea ejercido.
                                          Ya en el enfoque del control, acentúa el predominio de la voluntad de  unos sobre los otros, implica inevitablemente, en conflicto y resistencia, por  lo que domina la voluntad del detentor del poder. Se ve como una forma de  control social, donde su efectividad es mayor cuanto más se evita el conflicto  y más sumisión se obtiene de los receptores del acto de poder.
                                          Por último, el poder visto desde el punto de vista de la relación de  dependencia, magnifica las tales entre los actores sociales y enfatiza los  tipos y formas de cómo se obtén y mantienen las relaciones de dependencia entre  el sujeto y el objeto del acto de poder, también enfatiza en por qué y cómo el  objeto se somete al sujeto. Así, la racionalidad se considera constructiva en  las organizaciones.
                                          El poder reside en las normas y procedimientos que establecen  relaciones de significado y asociación simbólica preparados por los miembros de  la organización. Estos procedimientos implican códigos de conducta, la  vestimenta y el lenguaje, determinados por las normas sociales existentes. Por  lo tanto, se percibe la adherencia y la resistencia entre los miembros de la  organización. Se cree que este enfoque permite el reconocimiento de los  movimientos de la articulación, la formulación y reformulación de alianzas  entre agentes organizacionales.
                                          Como afirman Pagès et al. (1987), las organizaciones desarrollan estrategias diferenciadas y cada vez más  amplias para regulación de conflictos. Bajo diferentes líneas de análisis,  estrategias organizacionales han sido investigados en un intento de observar  sus manifestaciones, sus contradicciones y sus impactos sobre los empleados  (Segnini, 1986; Pagès et al., 1987; Lima,  1995). Sin embargo, en las relaciones laborales, tanto las organizaciones  cuanto los individuos desarrollan sus propias estrategias que conducen a la  regulación de los conflictos.
                                          El choque de las fuerzas resultantes de esta interacción refleja los  efectos persistentes no sólo de adhesión o resistencia ni se forma en un  conjunto coherente de acciones que se opone como antagonista a la práctica  dominante, que puede ser conflictos locales por autonomía de poder.
                                          Así surge el propósito de este artículo, que es el de promover un  debate de naturaleza teórica acerca de las relaciones de poder en las usinas de  caña de azúcar, especialmente en las plantaciones de caña de azúcar. Con este  fin, se busca profundizar en los debates sobre el tema, tomando el concepto de  poder en la gestión de personas. Se busca reconocer sus efectos en las  relaciones e interacciones entre los individuos y en las prácticas y discursos  organizacionales con el fin de promover y fortalecer las simetrías y asimetrías  en la industria de caña de azúcar. La perspectiva adoptada admite la existencia  de puntos de adherencia y resistencia al poder, capaces de justificar o negar  su acción, se comprendiendo las organizaciones.
Fundamentación Teórica
El poder se puede dividir en dos categorías, la simétrica y  asimétrica. Cuando el primero enfatiza el carácter benigno y común y cree en la  capacidad para el trabajo colectivo y armonioso. Ya asimétrica presupone  relaciones sociales y políticas con signos de resistencia y conflicto.
                                          La simetría de poder se refiere a la idea de "Polis" de  Platón y Aristóteles cuanto a la detención del poder político. Ya la asimetría,  que es la categoría más frecuentemente adoptada por los científicos sociales,  se enfatiza el control, la relación de dependencia y desigualdad. Para  Aristóteles, la organización social se corresponde con la naturaleza del hombre  que es la polis, es decir, las ciudades-estado de la antigua Grecia. En este  sentido, la ciudad (polis) es una de las realidades que existen de forma  natural, y el hombre es por naturaleza un animal político. Por lo tanto, tomase  un fenómeno social característico de la Grecia como un modelo natural para toda  la humanidad.
                                          Para este filósofo, los hombres no son naturalmente iguales, porque  algunos nacían en la esclavitud y otros para el dominio. Su pensamiento reflejaba  la realidad social que se encontraba en la antigua Grecia.
Según Aristóteles y Platón, la marca de la tiranía es la ilegalidad, es decir, la violación de las leyes y las normas pre-establecidas por la ruptura de la legitimidad del poder; una vez en el mando, el tirano deroga la legislación, superponiendo con reglas establecidas de acuerdo con las conveniencias para la perpetuación de este poder. También de acuerdo con Aristóteles y Platón, la intimidación, el terror y el desprecio por las libertades civiles son algunos de los métodos utilizados para obtener y mantener el poder (Xavier, 2008).
En la teoría de las organizaciones se puede acercarse al concepto de  poder, basado en la perspectiva de Weber (Weber, 1968), la obra de Galbraith  (1984), Mintzberg (1984), Krausz (1991), Chanlat (1996) y Hardy y Clegg,  (1996), entre muchos otros autores que se han aventurado a percibir, definir,  explicar e interpretar este tema diverso. En términos de Weber, la autoridad en  las sociedades antiguas estaba en la tradición y, por tanto, en obediencia a  aquellos en el poder, siendo la fuerza la forma de ejecución del poder; y la  autoridad representada una forma de poder, que no sea a través de la fuerza.
                                          Sobre la base de una dominación carismática / tradicional centrada  principalmente en los propietarios de las primeras organizaciones capitalistas,  las relaciones de poder pasaran a se amparar en una dominación del tipo legal,  basada en la burocratización de las empresas.
                                          Para sistematizar su enfoque en el poder, Clegg (1993) y Hardy y Clegg  (1996) muestran la evolución de sus principales conceptos, comparándolos entre  seguir la trayectoria de los estudios de Hobbes a Lukes, centrándose en el  poder como absoluto y personificado. Las perspectivas en el pensamiento de  Maquiavelo desafían la concepción causal y mecanicista del poder y defienden la  idea de que se debe entender en la forma de las relaciones que está insertado,  dando lugar a una consideración más contingente, ya que trata de demostrar cómo  las estrategias del poder se articulan en situaciones específicas.
La naturaleza política de la estructura de dominación o sistemas de autoridad, de la ideología y de los conocimientos aplicados como fenómenos, estructuralmente sedimentados, saturados e impregnados con el poder, no es una perspectiva dominante en la literatura sobre las organizaciones, a pesar de todas las afirmaciones en contrario (Donaldson, 1995 apud Clegg, 1996 p.51).
Hardy y Clegg (1996) se centran en las formas en que la ideología  opera a través de conceptos de hegemonía, por lo tanto, se refieren  principalmente a la retención del poder. Sin embargo, el concepto de ideología  también se puede analizar en un espectro que enfatiza tanto en la ideología y  la hegemonía no como un estado mental, sino como un conjunto de prácticas  (Foucault, 1979, 1987, Melo, 1985; Motta, 1986; Segnini, 1989, Fischer, 1989;  Clegg, 1992, 1993; Pagès, et al.,  1993;. Misoczky y Vieira, 1998; Brito et  al., 2000). Basándose en los principios de Maquiavelo y su intento de  interpretar las estrategias de poder.
                                          En el análisis de Foucault, el control y la dominación en las  organizaciones se interpretan como un proceso de disciplinar a las personas,  así como a toda la sociedad. En la estructura antigua de la primera mitad del  siglo XIX, el ejercicio del poder se centraba en la figura de los dirigentes,  en que los empleados eran monitoreados y controlados directamente por sus  "maestros", como en una especie de feudos locales. Foucault (1979)  cree que la verdad está en torno de sistemas de poder que la producen y apoyan,  y efectos de poder que reproducen y son inducidos por ella. Examina cómo el  castigo y el poder de castigar se materializan en las instituciones locales,  regionales y materiales, pudendo ser caracterizados como micro-poder o  sub-poder. Además, indica cómo funciona este proceso de sometimiento y  dominación de los individuos.
                                          Según Bobbio (1986), el poder se concibe como la capacidad de actuar  del individuo, sino también la capacidad de determinar el comportamiento de  otra persona. El poder es el ejercicio del poder del hombre sobre el hombre.  Por lo tanto, se refiere a la capacidad del individuo para actuar junto con la  capacidad para determinar el comportamiento de cualquier individuo. Destacando  el pensamiento de Bobbio, Carvalho (1998) conceptualiza diciendo que "es  el ejercicio del hombre sobre el hombre." Se debe considerar el papel de  los actores colectivos como el ejercicio del poder, que como un fenómeno  social, puede ser abordado como ser entendido como la relación entre los  hombres y entre los grupos que las componen. "El poder es un acto"  (Hall, 1984, p.95). Tales actos pueden causar fenómenos que pueden generar  conflictos o la obediencia.
                                          De acuerdo con Carvalho (1998) el poder en lo enfoque de las  desigualdades de los atores existe independientemente de la acción del  receptor, mientras que cuando se trata de relaciones de dependencia, el  concepto se reformula porque las relaciones de dependencia entre los actores  pasan a ser potenciados; y por último, el control es el predominio de la  voluntad de unos sobre la voluntad de los demás a través de la resistencia y  conflicto. Por lo tanto, "el poder es visto como una forma de control  social donde su efectividad es mayor cuanto más se evita el conflicto y más  aquiescencia se obtiene de receptores del acto de poder" (Carvalho, 1998,  p. 11).
                                          El control en las organizaciones burocráticas se ejerce por los  reglamentos, normas y notificación formal. La estructura donde se producen las  acciones establecen las condiciones de las relaciones de poder (Hall, 1994). El  análisis del control de las organizaciones está estrechamente relacionado con  el análisis de la estructura organizacional.
La burocracia se configura, de esta manera, como el primer modelo de organización que utiliza mecanismos de controles indirectos y menos visibles, al inscribir la regulación de las actividades, la especialización, la jerarquía y la división del trabajo en un conjunto de mecanismos estructurales objetivos e impersonales (Carvalho, 1998 p.35).
En la burocracia, el control consiste en una mayor especialización que ofrece una estandarización y niveles jerárquicos, haciendo que el subordinado tiene menos oportunidades para tomar decisiones. Estas organizaciones asumen una combinación diferente de tipos de control, dando lugar a una estrategia que se basa en el control estructural.
El poder, en cuanto control, revela su importancia para el análisis de la organización en la medida en que, en las organizaciones burocráticas, el control, a través de reglamentos, las normas y las comunicaciones formales, se perfila como un elemento clave de la estructura de poder (Carvalho, 1998, p.58).
El control de gestión se forma por la estructura y los procesos  empresariales en la búsqueda de conducir sus metas y objetivos con el fin de  lograr la eficiencia y la eficacia en la producción. Por lo tanto,  desarrollaran y modernizaran para adaptarse a las complejas necesidades de las  organizaciones modernas. La estructura de control de la organización se puede  desarrollar a través de órdenes de toma de decisiones sobre el curso de las  acciones futuras.
                                          La organización implica en el control y la organización social es una  disposición ordenada de las interacciones de los individuos. Procesos de  control contribuyen a delimitar las conductas idiosincrásicas y mantenerlos en  línea con el plan racional de la organización. La coordinación y el orden,  creados a los márgenes de los distintos intereses y comportamientos  potencialmente difusos de los miembros, son en gran parte una función del  control que es un correlato inevitable de la organización.
                                          El conflicto es inherente a la naturaleza de la sociedad. Ya el poder  y la dominación de los gerentes sobre los empleados se basan en las relaciones  interpersonales entre el detentor y el receptor de poder. En este contexto,  Carvalho (1998) fundamenta las principales bases de poder utilizadas como la  coacción, la recompensa, la legitimidad, la referencia, la experiencia y la  información. De este modo, a través de la estructura dotada de poder  coercitivo, se modela la acción, el pensamiento y el sentimiento propio de los  individuos.
                                          Hall (1994) propone las fuentes de poder como "la forma en que  las partes controlan ahora las bases de poder" (Hall, 1984, p.96) , por lo  tanto hace posible el ejercicio del poder en base a la tipología de Galbraith  (1996) que propone fundamentación basada en la personalidad, la propiedad y la  organización. Estos factores son influenciados por el autoridad formal, el  control de los escasos recursos, de la estructura organizacional, el control  del poder decisorio, del conocimiento e información, los límites y tecnologías  y la capacidad de hacer frente a la incertidumbre.
                                          Según Hall "las coaliciones se forman a medida que las partes  tratan de promover sus propios intereses" (Hall 1994, p.102). Y Carvalho  (1998) afirma que las organizaciones son coaliciones de intereses dispares, lo  que implica que también les entiende como coaliciones de múltiples objetivos.  Por lo tanto, los involucrados en el proceso, tratan de satisfacer los  intereses, ya sean personales, de grupo o los objetivos más amplios de la  coalición a la que pertenecen.
                                          Para Bobbio "existe un interés cuando se producen ciertas  actividades diseñadas para satisfacerlas" (Bobbio, 1986, p.563). Por lo  tanto, los intereses están relacionados con las necesidades, sean reales o  potenciales. Y "el ejercicio del poder no está en ordenar, tomar  decisiones, sino para limitar el campo, de estructurar el espacio en el que se  toman las decisiones" (Pagès et al.,  1987 p.51). Bobbio conceptualiza el conflicto como "una forma de interacción  entre individuos, grupos, organizaciones y coletividad que indica  perturbaciones en el acceso y la distribución de los recursos escasos"  (Bobbio, 1986, p.225). Para Hall el conflicto surge "cuando hay una  dependencia asimétrica o desequilibrada entre las unidades con respecto a una  tarea" (Hall, 1984, p.109).
                                          Volviendo al aspecto organizativo, Morgan (2007) considera el  conflicto de acuerdo con los niveles personales, interpersonales y de grupo,  así como señala sus fuentes de generación, como la estructura, las funciones  organizacionales, las actitudes, los estereotipos y los escasos recursos y que  ahora se denomina como "visión pluralista del conflicto", enfatizando  la naturaleza pluralista de intereses, los conflictos y las fuentes de poder.
                                          Pagès, et al., (1987)  señalan que la organización promueve y desarrolla la mayor parte del proceso de  abstracción, mientras que
Traduce y reduce el conjunto de relaciones existentes en su esfera de influencia a un código central, el dinero, que depende, como ‘cinturones de transmisión’, el control sobre los propósitos, valores y motivaciones. Este código molda las personas, las producciones, las lenguajes y las ideas (Pagès et al., 1987, p. 106-107).
A juicio de Morgan (2007), el poder influencia quién obtiene qué, cuándo y cómo. Por lo tanto, el debate sobre el modelo de gestión basado en los intereses, el conflicto y el poder, ofrece una manera práctica y sistemática de entender la dimensión política, así como el juego de poder y conflicto.
Metodología
Este artículo está dirigido a un enfoque complementario al estudio de  Pagès et al. (1987) en relación con  el modelo de organización analizado por los autores. Se trata de un estudio  descriptivo-exploratorio, tratando de capturar no sólo la aparición del  fenómeno, sino también su esencia. Según Selltiz (1987) esta investigación se  considera descriptiva porque tiene la intención de conocer la naturaleza, la  composición y los procesos que conforman el problema de investigación, o que se  lleva a cabo, permitiendo así la descripción de sus características.
                                          Se trata de un trabajo exploratorio que se caracteriza por el análisis  de datos, en el supuesto de que su investigación fomenta una comprensión de la  generalidad de los mismos o el establecimiento de bases para una mayor  investigación sistemática y precisa. El propósito de la investigación es  proporcionar una visión general del problema e identificar los posibles  factores que influyen o son influidos por él (Gil, 2000).
                                          Se trata de una investigación cualitativa, donde las ciencias sociales  adaptado este tipo de análisis con el fin de tratar de llegar a una comprensión  global del objeto enfocado; y también para desarrollar planteamientos teóricos  más generales sobre las regularidades del proceso y la estructura social. En  términos de análisis y la interpretación de los datos es importante indicar la  variedad de problemas que se encuentran típicamente en el análisis del material  de investigación y los medios por los que pueden ser resueltos (Becker 1999). La  recopilación, el análisis y la interpretación de los datos se realizó mediante  la búsqueda en libros, artículos científicos, documentos y el acceso a sitios  de Internet. Se presentan de manera descriptiva.
Discusión
Las plantas de caña de azúcar aumentan la producción mediante la  explotación de la fuerza de trabajo porque los salarios de los trabajadores son  bajos y el pago se calcula sobre la base de la producción. No hay una norma o  ley para la medición de de la producción hasta el punto de que los trabajadores  ni siquiera saben al cierto cuántas toneladas cortan por día.
                                          El corte manual de caña es un trabajo duro y que da empleo a muchas  personas en áreas donde hay escasez de empleo. Es importante destacar que de  acuerdo con estudios ergonómicos cualquier actividad de trabajo con ciclo de repetición  inferior a 30 segundos, tiene un gran riesgo de desarrollar lesiones. Para la  gran mayoría de los trabajadores en el cultivo de la caña de azúcar, el extenuante  día de trabajo es tolerado por aquellos que quieren, a cualquier costo,  asegurar la supervivencia de sus familias.
                                          Los trabajadores son manos de obra que tienen múltiples identidades  sociales pudendo ser características interconectadas tales como género, edad,  etnia, entre otros que pueden determinar su papel. Esta relación, desde el  punto de vista del empleado-patrón en las plantas no siempre es tan organizada,  ya que el factor de producción es la causa principal de la organización, a  través de complejas políticas de control que desfavorecen la aplicación de  gestión de recursos humanos.
                                          Por lo tanto cuando se trata de accidentes, las plantas prefieren no  comunicar a los órganos competentes la verdadera razón del alejamiento por  razones económicas, de lo contrario tienen que cumplir cabalmente el salario  del trabajador durante el tiempo de la recuperación. Así, prefieren transferir  el problema al Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) para que paguen  el subsidio de enfermedad, que se basa en los trabajadores de salario mínimo.
                                          El Ministerio de Trabajo está requiriendo a las plantas la  profundización de los exámenes de admisión. Para esto, es indispensable hacer  un seguimiento para ver si los trabajadores están perdiendo mucho peso para que  puedan investigar las causas. Como ejemplo de este problema, en 2007, cinco  trabajadores del cultivo de caña murieron por exceso de trabajo sólo en el  estado de São Paulo (Mendonça y Melo, 2008). El MTE también defiende la  reducción de la jornada laboral de ocho a seis horas debido a las  características extremadamente insalubres de la profesión.
                                          Las plantas se pueden configurar en esta investigación como los  lugares de tensión y de poder, lo que permite la comprensión de los flujos de  la exclusión de los trabajadores agrícolas de sus actividades diarias en los  campos de caña de azúcar, lo que indica una reflexión sobre el binomio trabajo  / exclusión, que combina en tramas de poder. Este proceso de exclusión se ve confirmado  al observar que las plantas, en cuanto instituciones de producción y de gestión  de puestos de trabajo, amenazan sustituir la mano de obra de los trabajadores  del campo por la mecanización.
                                          Los puestos de trabajo en el sector sucroalcoholero se han mantenido  estables en los últimos años, principalmente en la fabricación de azúcar y  producción de alcohol (Tabla 1). Ya el puestos de trabajo en el cultivo de caña  sufren variaciones debido principalmente a dos factores. El primero es el de la  zafra. Los problemas como la sequía elevada o las precipitaciones en exceso  pueden afectar la medida de la superficie plantada. El segundo factor es la  introducción de la mecanización de la cosecha que viene comprometiendo la  generación de empleo e ingresos en los campos de caña, alcanzando especialmente  los trabajadores no calificados.
El sol y sus efectos es otro factor preocupante. De acuerdo con la  Norma (NR) 15 del Ministerio de Trabajo y Empleo, toda la actividad de trabajo  pesado realizado en lugares con altas temperaturas ambientales requieren  descansos de 30 minutos por cada 30 minutos de trabajo. Esta situación es  prácticamente ignorada en las plantaciones de caña de todo Brasil. Junto a  esto, es la deficiencia nutricional que se agrava por el esfuerzo excesivo, el  aumento de los accidentes y la adquisición de enfermedades de las vías  respiratorias, dolores en la columna, tendinitis y calambres producidas por la  pérdida de potasio.
                                          La caña trajo como consecuencia una sociedad y un estilo de vida de  tendencias más o menos aristocráticas y esclavista. Según Mendonça y Melo  (2008) los trabajadores gastan cerca de la mitad de sus salarios para  sobrevivir en el campo. El salario mínimo es, en promedio, R$ 413,00 por mes,  siendo que los trabajadores gastan hasta R$ 250,00 por mes para cubrir los  gastos de comida, agua y abrigo en condiciones extremadamente precarias. Así,  en los campos de caña de azúcar, el "más o menos" dio paso a un  paroxismo. En este escenario, el empleador no ofrece sitio adecuado para el  descanso y la comida, condiciones sanitarias básicas adecuadas, no repone el  equipo de protección personal (EPP), no cumple con los descansos previstos en  las normas reguladoras 15 y 31; y no proporciona vestimenta adecuada para el  trabajo agotador (Mendonça y Melo, 2008).
                                          La idea de la producción y el lucro del cultivo de la caña de azúcar  se convierten en otra incógnita en esta trama, donde se funden los intereses,  lo que provoca preguntas sobre el presente y el futuro de los trabajadores  rurales. En este contexto, las relaciones de interés son establecidas por las  relaciones de poder que aumenta de acuerdo con la autoridad delegada a él.
                                          Los cortadores de caña cumplen un día medio de 8 horas con un día de  descanso después de cinco trabajados y son pagos solamente si cumplen con los  objetivos diarios de corte, calculados en toneladas. Por lo tanto, el ritmo de  trabajo es acelerado, causando numerosos problemas musculo esqueléticos,  deficiencias respiratorias y otros accidentes.
                                          El polvo y el hollín de la quema de caña causan alergias e infecciones  respiratorias, a menudo crónicas. Los accidentes más comunes incluyen cortes  con el machete en sus manos, antebrazos, pies y piernas. También de ataques de  animales venenosos, especialmente serpientes.
                                          Los cortadores manuales de caña son en su mayoría migrantes del  noreste que viven en casas con pésimas condiciones de higiene. Los problemas de  salud se tratan sólo en los puestos de salud y los hospitales públicos en las  ciudades cercanas. Mientras que algunos sean trabajadores registrados, es  difícil recibir ayudas por la discapacidad.
                                          Ya en el corte mecanizado, los trabajadores han completado la escuela  secundaria, tienen licencia de conducir y reciben un salario fijo. Sin embargo,  las máquinas trabajan 24 horas / día, con cambios de diez horas por operador. El  esfuerzo físico provoca problemas psicológicos como la tensión mental, la  fatiga y el estrés. Los accidentes más comunes son los vuelcos, colisiones e  incendios causados por el sobrecalentamiento de las máquinas.
                                          Los trabajadores manuales cortan de seis a doce toneladas / día de  caña de azúcar en una área de 200 metros de largo por 8,5 de ancho.  Aproximadamente el equivalente a decir que el trabajador camina 4.400 metros y  se gasta 50 golpes de machete para cada haz de caña, lo que corresponde a 183.150  golpes / día. Necesitan de bajarse y se torcer para sostener y golpear la caña,  llevando paquetes equivalentes a 15 quilos por un radio de 1,5 a 3 metros,  además de la necesidad de afilar el instrumento de corte varias veces al día.
                                          A partir de los años 90, con la creciente disponibilidad de mano de  obra debido a la introducción de la mecanización del corte, los trabajadores  aumentaran su productividad / día para hasta 12 toneladas, como una manera de  asegurar sus puestos de trabajo, así la productividad llegó duplicar sin que existiese  incremento salarial a clase. Con todo este esfuerzo físico, un trabajador llega  a perder 8 litros de agua / día.
                                          El Ministerio Público ha luchado en dos frentes principales. La  primera consiste en investigar los impactos de las condiciones ambientales  (exposición a un sol intenso, el calor, el polvo y la ceniza), y el uso de  plaguicidas en la salud de los trabajadores. Otra área de investigación es en  el cálculo de "pagamiento por la producción", porque los trabajadores  no tienen control del pesaje de la caña que cortan (Mendonça e Melo, 2008).
                                          También de acuerdo con la fuente citada, una de las principales  dificultades para castigar las plantas es el hecho de las contrataciones sean  realizadas por intermediarios o "gatos", cuya función es atraer  principalmente a los trabajadores migrantes, que a menudo no tienen ni el  conocimiento de quiénes son sus empleadores.
Conclusiones
El pago del cortador de caña permanece por producción, situación  denunciada por Adam Smith (XVIII) y Karl Marx (XIX) como una de las formas más  inhumanas y perversas de pago, porque el empleado tiene su salario condicionado  a la fuerza de trabajo dedicado / día. En el corte de caña los trabajadores no  saben referencia la ganancia recibida en proporción al trabajo realizado.
                                          Por lo tanto, se percibe en pleno siglo XXI un distanciamiento entre  el salario y el proceso de trabajo que es completamente controlado por las  propias plantas. La forma de pago es arcaica y perversa al cortador de caña,  porque además el agravante de tener que alcanzar el objetivo de producción, no  significa la adquisición del valor estimado como su pago, pues, para eso,  depende de otros factores externos, como se citó en la discusión.
                                          El sector presenta una aguda dicotomía, por un lado, utiliza lo último  en tecnología agrícola, y de otro lado, mantienen la gestión de las personas de  las plantas utilizándose el poder como dominación, que ya debería haber sido  prohibido en el universo organizacional.
                                          En general, se percibe que las leyes se están mejorando hacia el  empleado, pero aún carecen de una supervisión efectiva y más rígida sobre el  cumplimiento por los propietarios de las plantas. Además, la mecanización  excluye a los profesionales de sus puestos de trabajo sin dar condiciones de  (re) integración en otros sectores y profesiones, por lo que carece de políticas  públicas paralelas orientadas al entorno social para absorberlos en nuevas  actividades productivas.
                                          La conclusión es que las características extremadamente insalubres de  la profesión más un telón de fondo de falta de local adecuado de descanso y la  nutrición, condiciones sanitarias básicas, la substitución del PPE, vestimenta  adecuada, y sin respeto a los descansos muestran que la relación de poder  asimétrico y la dominación ideológica en la industria de la caña de azúcar  tiene un papel esencial para fortalecer la dominación y aumentar la explotación  de los trabajadores, así como enmascarar las relaciones sociales de producción.
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