José Luis Muñoz Corvalán  (CV)
            joseluis.munoz2@murciaeduca.es
             IES San Juan Bosco
                                 
		      
			
			
			 
			
RESUMEN
La comunicación es útil herramienta para hacer valer nuestras intenciones frente a los demás, respetando a la vez, las opiniones ajenas. Conocer las estrategias que nos permitan su uso adecuado, van a fortalecer nuestra autoestima, relajar posibles tensiones y evitar malos entendidos.
Con estas líneas pretendo transmitir unas pequeñas pautas que nos permitan una aproximación a determinadas estrategias comunicativas que nos van a permitir llevar un estilo de vida más asertivo y por tanto más saludable.
Para ello comentaré brevemente qué se entiende por comunicación y las barreras u obstáculos cotidianos que perturban la misma, importancia de la escucha activa en el proceso comunicativo (para ser un buen comunicador, es imprescindible escuchar a nuestro interlocutor evitando juicios de valor). Finalmente describo las principales estrategias comunicativas haciendo hincapié en los mensajes yo, como un posible comienzo hacia la asertividad.
PALABRAS CLAVE: Comunicación, barreras comunicativas, empatía, escucha activa, roles comunicativos, estilos de comunicación, asertividad, comunicación no verbal.
¿QUÉ ES LA COMUNICACIÓN?
Entendemos  la comunicación, como el proceso  mediante el cual dos o más interlocutores realizan un intercambio de  informaciones en un contexto determinado.
                  Dentro  de esta definición, es importante establecer una 1ª diferencia entre lo que es  comunicar y lo que es informar.
                  En  la comunicación, se da la retroalimentación  o feedback, o respuesta que el receptor hace al emisor para hacerle ver  que ha entendido su mensaje, cosa imposible en la mera transmisión de  información.
                  Por  ejemplo, si estamos viendo el telediario y no comprendemos algo, no podemos preguntar  a la TV que es lo que ha dicho (información) cosa que sí podemos hacer si un  profesor nos está explicando un tema (comunicación).
                  Algunos  trucos para favorecer la retroalimentación o feedback son:
La función principal de la comunicación es mejorar las relaciones interpersonales. Además de esta función principal, se dan las conocidas como “las tres c”:
Barreras u obstáculos en la comunicación.
Por  barreras comunicativas, entendemos el conjunto de elementos o circunstancias  que no nos permiten llevar a buen puerto y desarrollar el proceso de  comunicación.
                  Este  tipo de obstáculos generan, tanto en la empresa como en nuestra vida diaria,  tensiones malentendidos y enfados.
                  Son  tres, los tipos de barreras que encontramos en la comunicación y que estudiamos  a continuación
a) Barreras físicas.
Son las producidas por el ambiente en el que se da la comunicación. En este sentido podemos citar como ejemplos los ruidos pasando por las interferencias que podemos encontrar en la TV o radio, funcionamiento defectuoso de algún aparato de comunicación (fax, telégrafo, PC…) incluso la distribución del mobiliario puede ser motivo de interferencia, haciendo que parte o toda la comunicación se pierda en el camino.
b) Barreras semánticas.
Son  las que se producen por el mal uso de las palabras o por la mala interpretación  que de las mismas hacen emisor y receptor. En este sentido podemos poner como  ejemplo el vocabulario típico de una auxiliar de enfermería que no será el  mismo que el de una auxiliar de oficina, también se dice por eso que emisor y  receptor deben usar el mismo código y evitar así estas barreras, o que para  solucionar este problema, lo mejor es cuando surge poder dar feedback y  explicar las cosas para evitar malentendidos.
                  Algunos  de los errores más importantes son:
c) Barreras psicológicas
Se  producen por nuestras creencias, nuestros malos hábitos de escucha, nuestros  prejuicios, cabezonería… y son la principal fuente de problemas dentro de los  tres tipos de barreras que acabamos de ver.
                  Por  ejemplo, cuando prejuzgamos a una persona, o mentalmente la etiquetamos…
HERRAMIENTAS  PARA POTENCIAR UNA COMUNICACIÓN EFICAZ. 
                  La escucha activa.
                  Uno  de los principios más importantes y difíciles de todo el proceso comunicativo  es el saber escuchar.  La falta de comunicación que se sufre hoy día se debe en gran parte a que no se  sabe escuchar a los demás. Se está más tiempo pendiente de las propias  emisiones, y en esta necesidad propia de comunicar se pierde la esencia de la  comunicación, es decir, poner en común, compartir con los demás. Existe la  creencia errónea de que se escucha de forma automática, pero no es así. Escuchar requiere un esfuerzo superior al que se hace al hablar y también del que se  ejerce al escuchar sin interpretar lo que se oye. Pero, ¿qué es realmente la  escucha activa? 
       La  escucha activa significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de  vista del que habla. ¿Cuál es la diferencia entre el oír y el escuchar? Existen grandes diferencias.  El oír es simplemente percibir vibraciones de sonido. Mientras que escuchar es  entender, comprender o dar sentido a lo que se oye. La escucha activa se  refiere a la habilidad de escuchar no sólo lo que la persona está expresando  directamente, sino también los sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen  a lo que se está diciendo. Para llegar a entender a alguien se precisa asimismo  cierta empatía, es decir,  saber ponerse en el lugar de la otra persona.
  a)  Elementos que facilitan la escucha activa: 
                  - Disposición  psicológica: prepararse interiormente para escuchar. Observar al otro:  identificar el contenido de lo que dice, los objetivos y los sentimientos.
                  - Expresar  al otro que le escuchas con comunicación verbal (ya veo, umm, uh, etc.)  y no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).
  b)  Elementos a evitar en la escucha activa: 
                  - No distraernos, porque distraerse es fácil en determinados momentos. La  curva de la atención se inicia en un punto muy alto, disminuye a medida que el  mensaje continúa y vuelve a ascender hacia el final del mensaje, Hay que tratar  de combatir esta tendencia haciendo un esfuerzo especial hacia la mitad del  mensaje con objeto de que nuestra atención no decaiga.
                  - No interrumpir constantemente al que habla.
                  - No juzgar. Dejando a un lado nuestras impresiones subjetivas sobre lo  que nos están contando
                  - No ofrecer ayuda o soluciones rápidamente. Sin dejar que el  interlocutor se explique
                  - No negar lo que el otro esté sintiendo, por ejemplo: "no te  preocupes, eso no es nada".
                  - No contar "tu vida" cuando el otro necesita hablarte,  retomar la conversación con lo que te ha pasado a tí
                  - No contra-argumentar. Por ejemplo: el otro dice "me siento  mal" y tú respondes "y yo también".
                  - Evitar el "síndrome del experto": ya tienes las respuestas  al problema de la otra persona, antes incluso de que te haya contado la mitad.
  c)  Algunos aspectos que mejoran la comunicación: 
                  - Al criticar a otra  persona, hablar de lo que hace, no de lo que es. Las etiquetas  no ayudan a que la persona cambie, sino que refuerzan sus defensas. Hablar de  lo que es una persona sería: "te has vuelto a olvidar de sacar la basura. Eres un desastre";  mientras que hablar de lo que hace sería: "te has vuelto a olvidar de  sacar la basura. Últimamente te  olvidas mucho de las cosas".
                  - Discutir los temas de  uno en uno, no "aprovechar" que se está discutiendo,  por ejemplo sobre la impuntualidad de la pareja, para reprocharle de paso que  es un despistado, un olvidadizo y que no es cariñoso.
                  - No ir acumulando  emociones negativas sin comunicarlas, ya que producirían un  estallido que conduciría a una hostilidad destructiva.
                  - No hablar del pasado.  Rememorar o sacar a relucir los “trapos sucios” del pasado, no sólo no aporta  nada provechoso, sino que despierta malos sentimientos. El pasado sólo debe  sacarse a colación constructivamente, para utilizarlo de modelo cuando ha sido  bueno e intentamos volver a poner en marcha conductas positivas quizá algo  olvidadas. Pero es evidente que el pasado no puede cambiarse; por tanto hay que  dirigir las energías al presente y al futuro.
                  - Ser específico.  Ser específico, concreto, preciso, es una de las normas principales de la  comunicación. Tras una comunicación específica, hay cambios; es una forma  concreta de avanzar. Cuando se es inespecífico, rara vez se moviliza nada. Si  por ejemplo, nos sentimos solos/as y deseamos más tiempo para estar con nuestra  pareja, no le diga únicamente algo así: “No me haces caso”, “Me siento solo/a”,  “Siempre estás ocupado/a”. Aunque tal formulación exprese un sentimiento, si no  hacemos una propuesta específica, probablemente las cosas no cambiarán. Sería  apropiado añadir algo más. Por ejemplo: “¿Qué te parece si ambos nos  comprometemos a dejar todo lo que tenemos entre manos a las 9 de la noche, y  así podremos cenar juntos y charlar?”.
                  - Evitar las  generalizaciones. Los términos "siempre" y  "nunca" raras veces son ciertos y tienden a formar etiquetas. Es  diferente decir: "últimamente te veo algo ausente" que "siempre  estás en las nubes". Para ser justos y honestos, para llegar a acuerdos,  para producir cambios, resultan más efectivas expresiones del tipo: “La mayoría  de veces”, “En ocasiones”, “Algunas veces”, “Frecuentemente”. Son formas de  expresión que permiten al otro sentirse correctamente valorado.
                  - Ser breve.  Repetir varias veces lo mismo con distintas palabras, o alargar excesivamente  el planteamiento, no es agradable para quién escucha. Produce la sensación de  ser tratado como alguien de pocas luces o como un niño. En todo caso, corre el  peligro de que le rehúyan por pesado cuando empiece a hablar. Hay que recordar  que: “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”.
                  - Elegir el lugar y el  momento adecuados. En ocasiones, un buen estilo comunicativo,  un modelo coherente o un contenido adecuado pueden irse al traste si no hemos  elegido el momento adecuado para transmitirlo o entablar una relación. Es  importante cuidar algunos aspectos que se refieren al momento en el que se  quiere establecer la comunicación:
Comunicación asertiva.
  ¿Te  observas a ti mismo diciendo "Sí" en situaciones en las que en  realidad sentías que debías decir "No"? ¿Encuentras dificultad para  expresar tu descontento a un amigo o compañero, aun si crees que es  justificado? ¿Te cuesta aceptar un elogio?
                  Si respondiste afirmativamente a cualquiera de las anteriores preguntas podrías  no ser tan asertivo en tu forma de comunicar como desearías serlo.
                  Es  una habilidad social, consistente en poder expresar mis opiniones, ideas y  derechos sin agredir ni faltar a los de los demás.
   
  La  asertividad es un estilo de comunicación y de vida que  favorece y mejora las relaciones sociales de quienes lo practican frente a los  otros dos estilos de conducta más utilizados. Para desarrollar una conducta  asertiva, es necesario:
a) Los mensajes yo, un comienzo para ser asertivos.
b)  Técnicas. 
                  Comunicación  Asertiva
                  Haz valer tus derechos. Insiste en ser tratado de manera justa. Sea tan claro y  específico como puedas al expresar lo que quieres, piensas y sientes.
  Disentir  Pasiva y Activamente
                  Cuando no estés de acuerdo con alguien, no es recomendable fingir estarlo sólo  por "mantener la calma" sonriendo, asintiendo o prestando atención.  Sería más beneficioso a largo plazo cambiar el tema o expresar nuestro  desacuerdo más activamente.
  Preguntar  Por Qué
                  Si una persona te solicita hacer algo que te parezca poco razonable o  desagradable pregúntale "por qué" debes hacerlo. Como adultos  merecemos una explicación y es nuestro derecho insistir en una explicación  convincente.
  Hablar  de usted mismo
                  Si ha hecho algo que considera deseable de compartir hágalo, permita que los  demás se enteren. También permita que los demás conozcan su opinión y sus  sentimientos sobre cualquier cosa que le parezca de interés. Usa por tanto la  1ª persona y no la 3ª (“a mí no me gustan las injusticias”,  en lugar de “a la clase no le gustan las  injusticias”.
  c)  Algunas tácticas de comunicación asertiva.
d)  Tipos de acción asertiva:
                  Acción  Asertiva Básica
                  Está es una expresión simple y directa de tus creencias, sentimientos u  opiniones, de la forma "Yo quiero" o "Yo siento".
  Acción Asertiva por Empatía
                  Demuestra sensibilidad hacia la otra persona. Usualmente contiene dos partes,  un reconocimiento de la situación de la otra persona o sus sentimientos,  seguida de una exposición que hace valer nuestros derechos.
                  Ejemplo: "Yo sé que has  estado muy ocupado, pero me gustaría sentir que nuestra relación es importante  para ti. Me gustaría que hicieras tiempo para mí y para nosotros."
  Acción  Asertiva Progresiva
                  Esto ocurre cuando la otra persona no responde a nuestra aserción básica y  continua intentando violar nuestros derechos. En ese caso gradualmente  escalamos en nuestra aserción y nos mostramos progresivamente firmes. Esto  podría incluir el mencionar algún tipo de acción como consecuencia; realizada  sólo después de varias exposiciones asertivas básicas.                                                                                                                                    Ejemplo:"Si  mañana cuando vuelva mi computadora no está lista me veré forzado a acudir a la  oficina de protección al consumidor."
  RECUERDA QUE: Sólo leer  estas líneas no te convertirán en una persona más asertiva, pero el poner en  práctica la información que te ofrecen si podría hacerlo. De ser posible ponte  de acuerdo con un amigo o familiar para ayudaros mutuamente.
                  Al  practicar con un amigo o familiar podemos obtener su ayuda y escuchar su  opinión sobre como lo estamos haciendo. A la larga el comunicarnos honestamente  puede beneficiar nuestras relaciones.
                  Al  principio es preferible probar cambiar nuestro comportamiento en las  situaciones de menos riesgo, con la práctica podremos asumir una actitud  asertiva como nuestro comportamiento natural.
  f) Otros estilos de comunicación: 
                  Frente  al estilo de comunicación asertiva, se encuentran aquellos que más utilizamos y  que son más negativos que son:
Que es la defensa de  los derechos personales, sentimientos, opiniones… de manera impositiva, es  decir por la fuerza y menospreciando y sin respetar la opinión y deseos de los  otros.
                  Elementos comunes de  este tipo de personas son el mal humor constante, gritar sin motivo,  insultar para defender el punto de vista,  agresiones físicas…
Que es la incapacidad  de expresar nuestros propios derecho, deseos, opiniones… y si lo hacemos no son  del todo sinceros. Son personas victimistas y derrotistas, que no soportan  recibir el rechazo de los demás y que son capaces de decirte cualquier cosa que  quieras oír o de callarse con tal de agradar.
                  Elementos comunes a  estas personas son el mirar al suelo mientras hablan, no opinar nunca antes que  tu de un tema por si  no pensáis igual,  evitar siempre las discusiones…
COMUNICACIÓN VERBAL Y NO VERBAL.
En una empresa será tan importante una como la otra, por lo que no debemos olvidar que lo importante es mantener una perfecta combinación de todos los tipos de comunicación que comentaremos en este tema.
1.1. Comunicación verbal
Dentro de la cual podemos distinguir entre comunicación oral o escrita.
Como su propio nombre indica, es aquella que utiliza la palabra hablada, es de gran importancia, por ser el medio más utilizado de transmisión de información.
Principalmente se  emplea para dar instrucciones, explicar algo a un compañero, opinar sobre un  tema, intervenir en una reunión… es decir para las situaciones en las que se  requiere rapidez y favorecer las relaciones personales y laborales.
                  Es importante que al  utilizar este tipo de comunicación tengamos en cuenta:
1.2. Comunicación no verbal.
Se define como aquella que no emplea los signos lingüísticos y que facilita información sobre la personalidad y el estatus social del emisor o hablante.
Es tan importante que gracias a ella, es imposible no comunicar. Se podrá hablar o no, pero jamás se podrá no comunicar.
Según Mehrabian, estudioso de la comunicación no verbal, el impacto del mensaje depende de:
Se transmite información no sólo con la forma de vestir, de maquillarse, de perfumarse, de peinarse…sino también con el tipo de coche, casa, móvil… que pueda o no tener.
Brecha de credibilidad de la comunicación: está relacionada con la importancia de la comunicación no verbal, en el sentido de que la acción vale más y es más fiable que las palabras, siendo más fiable lo que se hace que lo que se dice (puedo mentir y decir que no estoy nervioso, pero mi lenguaje no verbal me delata si estoy moviendo la pierna y comiendo las uñas mientras lo digo).
Para  que el mensaje sea coherente debemos por tanto trabajar nuestra comunicación no  verbal y adecuarla a la verbal, siendo la una complementaria y no  contradictoria de la otra.
                  Dentro  de la misma vamos a estudiar el lenguaje corporal.
El lenguaje corporal.
Refiriéndonos con esto al conjunto de movimientos del cuerpo, conscientes o inconscientes, que refuerzan o perjudican la información verbal. Destacamos:
Este lenguaje es difícil de controlar ya que va acompañando a las emociones. Por ello es importante, por ejemplo dominar los nervios, haciendo un esfuerzo consciente para sonreír y relajar los músculos, o mirar directamente a los ojos o hablar pausado y seguro, mantener una distancia aceptable.
BIBLIOGRAFÍA.
Principios de comunicación persuasiva.   Javier de Santiago guervos . Arco  libros, 2005 
                  Ramirez M.S. Dinámicas de grupo y animación  sociocultural. Ed Marsiega. 
                  Silvia Castillo Manuel Sánchez. Animación y  dinámica de grupos. Ed. Altamar