Contribuciones a las Ciencias Sociales
Abril 2012

LA PARTICIPACIÓN Y SU IMPORTANCIA PARA EL DESARROLLO CULTURAL EN LA COMUNIDAD DE GASTÓN EN EL MUNICIPIO DE MAJIBACOA

 

Ana Margarita Gómez Aguilera (CV)
ana@ult.edu.cu
Rafaela Macías Reyes (CV)
Universidad de las Tunas Vladimir Ilich Lenin

 

 

RESUMEN
La participación es un elemento indispensable que hace posible poner a prueba y desarrollar las capacidades humanas y estructuras, para desde la comunidad producir cultura para esta. Así se convierte en el elemento que posibilita un verdadero desarrollo endógeno en tanto proceso de cambio y transformación. Al proporcionar cauces de participación sociocultural, se estimula el desarrollo de determinadas relaciones y modos de actuación entre los individuos, lo que potencia el desarrollo cultural en la comunidad, convirtiéndose en el eje transversal de cualquier modelo de desarrollo cultural. El estudio del tema constituye un problema actual y  útil  a las personas que deseen mejorar las comunidades, la iniciativa, la creatividad y las libertades individuales, que favorezca la autorrealización personal y una alta calidad de vida en sus habitantes. El trabajo recoge la experiencia de la investigación desarrollada en la comunidad de Gastón en el Municipio de Majibacoa, tiene como objetivo profundizar en la importancia de la participación para potenciar el desarrollo cultural de esta comunidad, partiendo de la concepción que ellos son objeto y sujeto de su propia transformación.




Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Gómez Aguilera, A. y Macías Reyes, R.: "La participación y su importancia para el desarrollo cultural en la comunidad de Gastón en el Municipio de Majibacoa ", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, Abril 2012, www.eumed.net/rev/cccss/20/

INTRODUCCIÓN

Toda comunidad tiene su propia cultura y en correspondencia con ello se establece su política cultural; más, la cotidianidad demuestra que se requiere de una política estructurada a partir de la institucionalización del sector cultural y la interacción de los actores sociales de dicha comunidad.
De ahí que las políticas culturales son acciones dinámicas, dirigidas a lograr mayor desarrollo cultural en tanto satisfacen necesidades de esta índole, a partir de una realidad concreta en cada territorio brindan oportunidades para actuar, reflejando la importancia de estas para el enriquecimiento espiritual y material de los hombres y con ello la transformación de la sociedad.
A pesar del esfuerzo y los debates que se realizan aún se aprecia como dificultad que no en todos los lugares se considera al hombre como centro del desarrollo. De este modo se conciben acciones encaminadas a lograr el desarrollo cultural de las comunidades.
Es conocido que la categoría Desarrollo Cultural ha estado asociada, en su acepción más elevada con diferentes enfoques que transitan desde el economicismo, hasta la tendencia actual de la sustentabilidad.
Se conoce además que la comunidad es portadora de un amplio y rico caudal de conocimientos, habilidades, experiencias, mitos, leyendas, tradiciones que han sido acumuladas por los individuos y transmitidos de una generación a otra a través de diversas vías. Resulta elemental desarrollar en estas sentimientos de pertenencia, identificación de los individuos con su barrio, sus habitantes, sus normas, costumbres, formas de relacionarse, pues es un factor poderoso para lograr la participación de los pobladores en el cumplimiento de metas comunes y  trabajar por alcanzarlas, solucionar sus problemas y con ello elevar su desarrollo cultural, teniendo como base la cohesión y cooperación de todos.
Por tanto, un proceso de desarrollo cultural en las comunidades siempre asume al hombre como sujeto y objeto de ese desarrollo, bajo el principio de equidad y el fomento de la participación activa. 
Las limitaciones a consecuencia del derrumbe del socialismo, el recrudecimiento del bloqueo y la guerra económica por parte de los EE.UU., han limitado la capacidad del estado cubano de solucionar los problemas sociales y materiales al ritmo deseado, esto obligó que en las comunidades se haya desarrollado un movimiento social de solución de los problemas comunitarios con esfuerzos propios, potenciando la participación  activa de sus miembros.

La comunidad de Gastón no ha quedado exenta de estas oportunidades, antes del triunfo revolucionario la situación era precaria, no se contaba con las instituciones, ni los recursos humanos preparados para tan grande empeño, así tampoco con las organizaciones necesarias para representar los intereses de los diferentes segmentos de la sociedad. Hoy cuenta con las estructuras requeridas para potenciar la participación activa y creadora de los ciudadanos dirigido a que sean actores de la transformación sociocultural de la comunidad. Esto sin dudas, posibilita potenciar el desarrollo cultural deseado.
Para la continuidad de su desarrollo y enriquecimiento se confiere a la participación de los ciudadanos, un relevante papel en la producción y reproducción de su propia cultura, por lo que el objetivo del trabajo es profundizar en la importancia de la participación para potenciar el desarrollo cultural de esta comunidad, partiendo de la concepción que ellos son objeto y sujeto de su propia transformación.

DESARROLLO

Algunas concepciones teóricas sobre la participación y el desarrollo cultural.
La cultura ligada a todas las manifestaciones de la vida y que es para cada pueblo la expresión de sus valores más altos, aparece como algo que debe orientar el crecimiento económico y social.
Esta juega un importante papel con respecto al desarrollo, pues este solo puede prosperar, ser satisfactorio y sostenible, cuando está arraigado en la cultura y tradición de cada pueblo o comunidad y por ende tiene en cuenta los estilos de vida, sistema de valores, tradiciones, creencias, conocimientos y aptitudes de la comunidad que a su vez exige la participación activa de los individuos como beneficiarios de este proceso.
En tal sentido en la actualidad cobra fuerza la idea del desarrollo, unido estrechamente al desarrollo de las potencialidades humanas, por lo que resulta natural que incluya un mensaje positivo en sí mismo. Visto así, un auténtico desarrollo solo puede ser empresa suscitada desde dentro, querida y realizada conjuntamente por toda la fuerza viva de una nación.

Ello equivale reconocer que este debe tener por objeto y sujeto  al hombre en sí mismo, es decir, armonizarle con un espacio que magnifique su existencia, reconocer su heterogeneidad, diversidad y originalidad para que surjan soluciones reales a los problemas que los afectan y se sientan parte de una comunidad que resulte solidaria, además de un trabajo que le confiera dignidad y libertad.
Afortunadamente en Cuba, al triunfar la Revolución sus objetivos se integraron a las transformaciones que en las diferentes esferas de la vida social este propició, ocupándose el gobierno revolucionario de convertir en realidad el desarrollo social y cultural, con oportunidades para las grandes mayorías. Así en 1961 en el discurso Palabra a los Intelectuales, el Comandante en Jefe Fidel Castro dejó definido el propósito de la Revolución de desarrollar la cultura, al respecto afirmó: ¨ Nosotros hemos sido agentes de esta revolución, de la revolución económico social que esta teniendo lugar en Cuba… a su vez esa revolución económico social tiene que producir inevitablemente también una revolución cultural en nuestro país ¨ (Colectivo de Autores, 1986: 23)
¨Esta dimensión cultural del desarrollo estimula la acción colectiva de los diversos grupos sociales en las comunidades en las diferentes esferas de la vida ¨ (Pérez – Maló y Carcassés Legrá, 2004:124), considera la cultura como parte integral, como instrumento y objetivo esencial de una adecuada concepción de desarrollo, considerando el bienestar material y espiritual de todos como su razón de ser y como una poderosa fuerza interna de la sociedad. 
En la década de 1990 se manifiestan condiciones poco favorables para materializar el papel de la cultura en los procesos de desarrollo, consecuencia de la caída de la economía que sufrieron los países pobres o en vías de desarrollo. No obstante, se aprecian intentos, por llamar la atención hacia el Desarrollo Cultural, el cual asume la aceptación del carácter global y abarcador de la cultura. 
Lógicamente, esto exige el replanteamiento y alcance de la política cultural, establecer objetivos, construir voluntades, asegurar recursos para crear las condiciones que favorezcan la plena realización del ser humano, a fin de que cada cual pueda desarrollar sus potencialidades, si tenemos en cuenta que ¨ la esencia del desarrollo humano es la realización cultural y social de las personas ¨. (Carnaza Valdés, 1999: 37)
De este modo se entiende que el desarrollo reviste características de proceso, debiendo actuar todos los factores implicados, que tengan influencia en las decisiones, donde la participación como elemento esencial, hace posible que las personas se involucren de forma activa y creadora en la vida cultural de la comunidad, lo que emerge como derecho y a la vez deber de todos los individuos, así la participación es el eje transversal de cualquier modelo de desarrollo cultural.
Víctor Arrogante resume en cuatro elementos los indicadores que conforman el concepto, reconociendo que devienen en regla para hablar de desarrollo cultural: - la cultura vista como factor de desarrollo personal, social y económico; - como garantía para la creatividad; - como espacio de participación y solidaridad y - como definidora de la identidad de los pueblos. (Arrogante, 1992: 9)
Se aprecia una proyección al desarrollo integral del individuo y la comunidad, a través de la interacción y la participación activa y creadora de todos los factores implicados en el proceso de cambio, dirigidos a mejorar la calidad de vida y el logro del autodesarrollo individual y colectivo que se nutre y enriquece a partir de la igualdad de oportunidades, respeto mutuo y aceptación de la diversidad cultural.
Por tanto, toma al hombre como centro de la actividad cultural en su sentido más amplio, considerando la misma como un derecho del ser humano, visualizando el desarrollo con énfasis en el factor social, tienen en cuenta a la comunidad como impulsora del desarrollo social desde una dimensión más amplia que la económica. Se destaca la importancia de  la participación popular que tiene por finalidad integrar a la gente para mejorar el orden social a través de la autogestión.
Al proporcionar cauces de participación social, en la comunidad se estimula el desarrollo de determinadas relaciones y modos de actuación entre los individuos involucrados en este accionar sociocultural, lo cual  trae consigo el desarrollo de valores, no sólo de los que tienen que ver con la personalidad individual (valores morales, sinceridad, cooperación, amor a la familia, solidaridad, colectivismo, etc.) sino de aquellos que encierran una connotación social en relación con algunos fenómenos que son parte importante de ese sistema multifuncional y multifacético que es la cultura, en su sentido más amplio.
Hace posible la creación de espacios y contextos donde los individuos comparten procesos de desarrollo individual y grupal. Visto así, la participación es un elemento indispensable que hace posible poner a prueba y desarrollar las capacidades humanas y estructuras, para desde la comunidad producir cultura para esta.
´ En este contexto la participación se convierte en el prerrequisito que posibilita un verdadero desarrollo endógeno, en tanto proceso de cambio, transformación y apropiación autónoma de la sociedad, que se deriva como resultado de enfrentar y resolver sus contradicciones y conflictos a través de  la intervención consciente y activa de todos sus integrantes ¨. (Linares, P. E. Mora y S. Correa, 2003: 57)
Como se aprecia la vida cotidiana necesariamente lleva implícita una acción que le brinda sentido a los hechos, sucesos, acontecimientos en los diferentes sectores poblacionales, donde para que se genere cultura es indispensable la participación activa y conciente de todos los comunitarios.
Aroldo Dilla Alfonso en sus razonamientos  considera que esta es: ¨ un proceso de involucramiento activo de los ciudadanos, percibidos en su diversidad real, en las distintas fases de los procesos de toma de decisiones, ante todo mediante prácticas sistemáticas y de democracia directa, reuniones deliberativas, referendos, etc¨ .(Dilla Alfonso, 1996:102)
Analiza la participación como condición incluyente, como parte de los derechos que dignifican al hombre, abriendo las puertas a las mayorías para ejercer de modo activo, el control sobre los problemas que afectan su vida cotidiana y como un punto de partida que les permite ser parte de los procesos de su comunidad y que por ende debe ser gestora del cambio social y con ello del desarrollo cultural.
Por tanto, la participación es la estrategia, esencia en toda acción comunitaria donde los individuos son parte del todo, ello nos lleva a inducir que impulsa y promueve el compromiso, la responsabilidad individual donde todos son importantes y tienen una función.
De esta manera se potencia una concepción de desarrollo que no significa sólo el avance en el sentido económico y utilitario sino que contempla también como aspecto necesario e imprescindible el desarrollo de los aspectos espirituales que forman parte de la herencia cultural de los seres humanos como principales protagonistas del desarrollo cultural en las comunidades.
A partir de 1990, se gana en conciencia de la necesidad del conocimiento, reconocimiento y solución de los problemas comunitarios con la participación creativa, activa y protagónica de los pobladores en sus respectivas comunidades, ahora organizados en consejos populares.
Ello motiva el estudio del tema como un problema actual de las ciencias sociales y sin dudas útil a todas las personas que deseen mejorar las comunidades.
Para materializar el desarrollo cultural comunitario deben integrarse los esfuerzos del pueblo con los de las autoridades para mejorar las condiciones económicas, sociales y culturales de la comunidad, para integrarlas a la vida nacional. De forma tal que contribuya también al desarrollo de la nación, este conjunto de procesos está constituido por indicadores fundamentales donde es esencial la participación de los habitantes en los esfuerzos por mejorar su nivel de vida, en dependencia de sus ideas, iniciativas y propósitos.
Fundamentado en que la participación es un elemento sustancial a toda actividad de carácter económico, político – ideológico, social y cultural en la que participa el hombre como actor principal de las transformaciones que se producen en estas esferas. No se concibe ninguna actividad humana en la que no esté presente el proceso de participación. De ahí que esta es una condición indispensable para alcanzar el objetivo planteado mediante una determinada actividad planificada y organizada con ese fin.
Los elementos expuestos anteriormente, reflejan por qué en Cuba a partir de década de 1990 la participación activa de los pobladores en la solución de sus propios problemas se ha convertido en un método para la solución de las necesidades de los comunitarios. Fundamentado en la democracia socialista, estimula este tipo de participación para que  sean actores protagonistas de los cambios que demanda la sociedad cubana actual.
Las palabras de Miguel Limia, son fiel reflejo de las aspiraciones de la sociedad cubana actual y de todas las investigaciones que en el ámbito cultural comunitario se realizan.
¨ La sociedad cubana actual exige un nuevo modo de participación, específicamente comunitario, con un nuevo sentido que surja desde abajo, vinculando a los actores sociales con los individuos concretos  y partiendo siempre  de sus necesidades, aspiraciones, deseos, gustos, preferencias, intereses …Así lograremos situarlos como promotor  de derechos y obligaciones imbuido en el propio desarrollo cultural de la comunidad, se promoverá la solidaridad y la dignificación del hombre como protagonista de su propia historia y transformación.  (Limia David, 2005: 216)
Por tan grande empeño y a pesar de las limitaciones que padecemos, en las comunidades el pueblo  trabaja y produce en su condición de dueño, en las que está organizado el Grupo de Trabajo Comunitario, estructura ideal para llevar a cabo las transformaciones socioculturales desde la base; en este grupo liderado por el delegado de la circunscripción e integrado por los representantes de las organizaciones de masas, sociales, políticas y estatales se concentra el núcleo fuerte de los actores comunitarios y cuenta con posibilidades reales de lograr la más alta participación de los miembros de la comunidad, para con su aporte, revolucionar el entorno sociocultural comunitario, estas organizaciones convertidas en correas transmisoras de la política cultural nacional, portadoras de nuestra tradiciones culturales, son expresión de otra de nuestra fortalezas para el desarrollo sociocultural desde las comunidades.

Gastón: antecedentes históricos y situación actual.

El territorio ocupado hoy por el municipio de Majibacoa ha conformado su identidad con matices de diferentes etapas de nuestra historia patria. Una vez devenido municipio, luego de la división político administrativa a partir de 1976, y en aras de implementar en el territorio el cumplimiento de la Política Cultural cubana, surge en 1986 la Dirección Municipal de Cultura, que en estos momentos cuenta con varias instituciones básicas como: un complejo cultural, ubicado en la comunidad de Calixto, dos casas de cultura, un cine, un museo, dos librerías, una banda municipal de concierto y cuatro agrupaciones profesionales, las que a su vez son instituciones culturales.
Las características singulares del municipio, determinadas por la existencia de varias comunidades importantes como Calixto, Las Parras, Omaja, Gastón, Comunidad Majibacoa, La Posta y Ojo de Agua, hace que a raíz del periodo especial la utilización de estas en interés de todas las comunidades se vea limitada, pues no todos pueden disfrutar del cine ubicado en Omaja, o realizar la visita al museo municipal ubicado en Calixto, por solo citar dos ejemplos, ello obliga que se aprovechen las potencialidades de cada comunidad, a través de la acción conjunta de los actores sociales.
Esta situación impuso exigencias en lo económico, social y cultural en el sentido de continuar profundizando la democratización de la sociedad, determinada por la necesidad de autodesarrollo y autoperfeccionamiento como rasgo de nuestra identidad nacional.
En el año 1991, el IV Congreso del Partido Comunista de Cuba aprobó un grupo de resoluciones que crearían las condiciones para propiciar la ampliación del proceso de fortalecimiento del sistema político cubano y buscar alternativas que garanticen la participación  real y efectiva de sus ciudadanos en la dirección de los procesos sociales.
De este modo, en el mes de mayo del año 1991, surge el Consejo Popular de Gastón en el municipio de Majibacoa, inspirado por la línea programática permanente del sistema de nuestra democracia socialista y en la búsqueda de mayor participación popular en la gestión local, respondiendo al modelo de desarrollo social cubano, aunque la comunidad que nos ocupa en la investigación existe mucho antes.
La misma cuenta con cuatro circunscripciones del Poder Popular, como institución básica fundamental de cultura un círculo sociocultural, a través del que se realizan todas las actividades comunitarias, además de un promotor cultural y un grupo de danza integrado por niños y niñas, además de otras instituciones educacionales, de salud y otros sectores para responder a los intereses y necesidades de los comunitarios.
La implementación de la política cultural se realiza a través de la realización de diversas acciones a partir del programa de desarrollo sociocultural del municipio, las que se han visto limitadas dada las dificultades materiales que se enfrenta el país y que repercute directamente en el municipio, por lo que no son suficientes, ni satisfacen todas las necesidades espirituales de los miembros de esta comunidad, lo obligó la realización de estudios socioculturales para potenciar un desarrollo endógeno, aprovechando las características, posibilidades y potencialidades de sus pobladores y actores sociales decisores.
Luego de constatar que existe conciencia por un número importante de comunitarios de Gastón, de la necesidad de llevar a cabo transformaciones a través de la participación popular que contribuya al desarrollo sociocultural de la comunidad, el reconocimiento de contar con una estructura que puede facilitar el cumplimiento de este objetivo y que existe potencial humano capaz de realizar los cambios que demanda la comunidad en los momentos actuales para elevar el nivel de vida, además de la posibilidad del apoyo de las instituciones existentes en el municipio, se procedió a la realización de variadas acciones para estimular el impacto y efectivo despliegue de estas potencialidades como factores facilitadores del desarrollo sociocultural de la comunidad e incrementar el accionar cohesionado de los actores sociales para convertirse en protagonistas o auto gestores de su propio desarrollo cultural .
En la orientación en el diseño y desarrollo de planes de trabajo y de apoyo a los actores sociales decisores, pretende unificar criterios que incidan de forma coherente en el desarrollo de la localidad y generar un contexto de colaboración en el que los valores, las actitudes y las actuaciones converja de forma coherente en todas las personas a lo largo de la vida. 
Para el logro de mejores resultados en el proceso sociocultural comunitario se han realizado talleres, seminarios, reuniones de orientación educativa a los actores sociales decisores y líderes no formales, con amplia participación de delegados de circunscripción, dirigentes de los CDR, FMC, ACRC, Organizaciones políticas, Adultos Mayores y representantes de objetivos económicos importantes, que ha posibilitado mayor comunicación y acción de todos los factores y la población en su conjunto.
Se presta especial atención a la educación de los ciudadanos en general, y de manera especial a las nuevas generaciones, más del 98 porciento de los jóvenes están vinculados al estudio, por diferentes vías, en ello los Cursos de Superación Integral para Jóvenes han tenido un papel protagónico, pues aquellos que se encontraban desvinculados de la vida social activa, han encontrado una nueva motivación para seguir adelante y aportar a la sociedad. Y es que de ello depende el éxito en la construcción de un ciudadano capaz de convertirse en un agente transformador activo que haga viable la persistencia del propio sistema, teniendo en cuenta que la educación transmite los rasgos fundamentales de la cultura, por lo que todo proyecto educativo es ante todo un acto sociocultural.
De ahí que la participación activa y conciente de los comunitarios, forma parte de la cultura concebida en su sentido amplio. Es importante tener presente que no hay exclusión, pues la Constitución de la República recoge la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, por eso se considera todos los segmentos poblacionales donde cada uno tiene sus funciones específicas.
Hoy la comunidad muestra resultados notables, dando mejor y mayor utilidad a los medios audiovisuales que la Revolución ha puesto a su disposición, las salas de TV prestan servicios a un gran número de pobladores, además de las minibibliotecas, que son un importante eslabón en la posibilidad de elevar la cultura general integral, se realizan cine debates, barrio debates sobre las Mesas Redondas, discursos de los principales dirigentes, artículos de la prensa, la radio entre otros, en ellos participan deferentes segmentos de la población.
Se ha derivado de las distintas actividades desarrolladas la realización de eventos comunitarios como La Comunidad y su Historia; con resultados muy positivos, eventos de FORUM y Talleres sobre las más variadas temáticas, así como en el marco de la Jornada Cucalambiana se exponen resultados de los creadores y artistas de la comunidad, con variados espacios de exposiciones y muestras, reflejo de su identidad y posibilidades, todo ello siempre en función de dar respuestas a las problemáticas de la localidad.
Ello ha contribuido a profundizar la consolidación de valores solidarios y profundamente humanistas, en momentos en que gobiernos al servicio de Estados Unidos pretenden desde posiciones oficiales desarmar este escudo protector de la nación que es la cultura.
El trabajo realizado en esta localidad con la participación de todos, llama a divulgar los ejemplos positivos; buscando las alternativas necesarias para enfrentar diferentes tareas y lograr con ello un ciudadano capaz de valorar adecuadamente los procesos socioculturales bajo el prisma de sus intereses, para continuar potenciando, en correspondencia con estos la participación real que conduzca inevitablemente a fortalecer y elevar su desarrollo cultural.
Lo que hace comprender con mayor claridad que la participación tiene una importancia fundamental en la sociedad cubana actual, esencialmente en las comunidades donde se potencia el desarrollo individual y colectivo que hacen grande e indestructible a la nación.
Ello confirma que el desarrollo cultural en las comunidades implica que no se impongan patrones ajenos a determinados grupos o segmentos poblacionales, y que necesariamente se debe tener en cuenta sus necesidades, intereses y aspiraciones. Es entonces la cultura quien puede servir para explicar y comprender aquello del pasado que continúa impidiendo en el presente un desarrollo, un desenvolvimiento más cabal, más pleno y, además, para ayudar a los actores sociales a conocer sus verdaderas capacidades creadoras y  a lograr su realización cultural y social.

CONCLUSIONES:

  • La integración de los actores sociales decisores con los pobladores es esencial para materializar el desarrollo cultural en las comunidades.
  • La Participación es una vía factible para potenciar el desarrollo cultural endógeno en las comunidades.
  • La participación activa de todos los factores en la comunidad de Gastón ha posibilitado materializar acciones encaminadas a potenciar su desarrollo cultural.

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