Contribuciones a las Ciencias Sociales
Febrero 2012

CARÁCTER TRIDIMENSIONAL DE LAS SITUACIONES SOCIALES CONFLICTIVAS

 

Diosveldy Navarro Lores (CV)
diosveldy@fcs.cug.co.cu
Universidad de Guantánamo, Cuba.

 

 

Resumen
Los objetos tangibles son tridimensionales. Poseen las dimensiones: largo, ancho y alto. Por estas razones ocupan un espacio físico, que a su vez es tridimensional.
En el medio social, hay procesos que son considerados desde diferentes perspectivas teóricas con carácter bidimensional o multidimensional. En este sentido, los teóricos consideran dimensión las diferentes facetas, partes o aspectos que conforman el objeto o proceso.
Las situaciones sociales conflictivas constituyen un proceso en el que interactúan múltiples factores. Por el hecho de que intervienen factores psicológicos, sociológicos, antropológicos, filosóficos, lingüísticos, etc, los análisis y abstracciones pueden conducir a confusiones teóricas que conllevan a análisis densos y complejos de situaciones que requieren de cierto nivel de exactitud, para evitar la disgregación, divagación y ambigüedad.
Como proceso, las situaciones sociales conflictivas anteceden al conflicto social y tanto este como aquellas, se abordan con una perspectiva que consideran su carácter multidimensional, pues se tienen en cuenta todos los aspectos que inciden en la gestación y aparición de los y las mismas. Desde nuestra consideración, abordarlos con una perspectiva que considere su carácter tridimensional, puede favorecer procesos de comprensión, anticipación, negociación y mediación, a partir de la concreción y precisión de las dimensiones que las definen. Así, para facilitar su comprensión, las demás dimensiones han de considerarse variables concomitantes, ajenas o intervinientes, que es necesario controlar, pero que no son las activas.
El ojo avisor de la comunidad científica debe proyectarse a estudiar las dimensiones activas que caracterizan a las situaciones sociales conflictivas, para no caer en el abismo de la teorización densa y supercompleja que puede conducir a los mediadores y negociadores por un laberinto intrincado e indescifrable.

 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Navarro Lores, D.: "Carácter tridimensional de las situaciones sociales conflictivas ", en Contribuciones a las Ciencias Sociales, Febrero 2012, www.eumed.net/rev/cccss/18/

Desarrollo
Los objetos tangibles son tridimensionales. Poseen las dimensiones: largo, ancho y alto. Por estas razones ocupan un espacio físico. Por tanto, el espacio desde el punto de vista físico, es tridimensional.
En el medio social, por ser tan denso, hay procesos que son considerados desde diferentes perspectivas teóricas con carácter bidimensional o multidimensional. Tal es el caso de la comunicación, las contradicciones filosóficas, los conflictos, el proceso de enseñanza aprendizaje, la teoría del conocimiento, etc. En este sentido, los teóricos consideran dimensión las diferentes facetas, partes o aspectos que conforman el objeto o proceso.
En este orden de análisis, las situaciones sociales conflictivas constituyen un proceso en el que interactúan diferentes factores. Por el hecho de que intervienen factores psicológicos, sociológicos, antropológicos, filosóficos, lingüísticos, etc, los análisis y abstracciones pueden conducir a confusiones teóricas que conllevan a análisis densos y complejos de situaciones que requieren de cierto nivel de exactitud, para evitar la disgregación, divagación y ambigüedad.
Como proceso, las situaciones sociales conflictivas anteceden al conflicto social y tanto este como aquellas, no se abordan con una perspectiva que considere su carácter tridimensional. Se aborda su estudio considerando todos los aspectos que inciden en la gestación y aparición de los y las mismas. Desde nuestra consideración, abordarlos con una perspectiva que considere su carácter tridimensional, puede favorecer procesos de comprensión, anticipación, negociación y mediación, a partir de la concreción y precisión de las dimensiones que las definen. Así, para facilitar su comprensión, las demás dimensiones devienen en variables concomitantes, ajenas o intervinientes, que es necesario controlar, pero que no son las activas.
Toda situación social conflictiva tiene carácter tridimensional1 , lo que presupone que en toda situación social conflictiva intervienen tres elementos. Para facilitar el análisis, haremos referencia a las dimensiones por separado.
I. Una dimensión corresponde a la existencia de al menos dos partes.
En los casos en que están involucradas dos partes la situación social conflictiva es bilateral. En los casos en que estén involucrados más de dos partes se consideran trilaterales, multilaterales. Estas partes pueden ser instituciones sociales, organizaciones, individuos aislados, grupos pequeños, medianos o grandes, comunidades, localidades, países, regiones, etc. Ejemplo: desavenencias entre el Grupo de los 8 y el Fondo Monetario Internacional, tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur, discrepancias entre los padres sobre la responsabilidad de cada uno ante la atención a la educación del hijo, etc.
II. Una segunda dimensión corresponde a la existencia de un objeto, que constituye el núcleo de la situación social conflictiva.
Este objeto o núcleo reúne determinadas características que lo convierten en algo tentador, o atractivo, o necesario, o imprescindible, etc para una de las partes o para las partes en discrepancia. Puede suceder que un individuo desee consumir una fruta que pertenece a un vecino y este se niegue, porque la quiere consumir también. 
Por otro lado, el objeto que constituye el núcleo de la situación social conflictiva pertenece al menos a una de las partes o se encuentra ubicado físicamente en los límites2 establecidos legalmente como propiedad de al menos una de las partes. Por ejemplo: puede suceder que una comunidad perteneciente a una nación utilice irracionalmente un recurso natural (agua) de un río cuyo curso afecta las fronteras pertenecientes a otra nación vecina y lo contamine con desechos de alguna industria.
En torno al objeto se desenvuelven las tensiones que paulatinamente van ganando en potencia y atravesando diferentes momentos. Atendiendo al nivel de intensidad que adquieran estas tensiones puede desencadenar en conflicto social.
El nivel de intensidad puede aumentar atendiendo a dos cuestiones:
1º. En la medida en que aumentan las incomprensiones, dudas, ira, desavenencias, discrepancias, desacuerdos, discusiones, malentendidos, etc… por las fallas en los procesos de diálogo, negociación, mediación.
2º. Si interviene una tercera parte creando rumores, maquinaciones, manejos, conspiraciones, etc.
III. Una tercera dimensión corresponde a los  intereses de las partes en torno a ese objeto.
Estos intereses pueden ser divergentes, convergentes, antagónicos, excluyentes, pero el objeto es uno y los interesados son varios.
Ejemplo: una naranja, agua, animales, alimentos, medicina, tierra, energía, bienestar, éxito, posición social, dinero, etc.
La aparición de estos intereses puede generar una situación de desavenencias, discrepancias, incomprensiones, desacuerdos, discusiones, malentendidos, al no utilizarse adecuadamente recursos para mediar, negociar o compartir. De esta manera, se crean condiciones para que la situación transite por una serie de etapas desde que se inicia la incomprensión, hasta desencadenar en actos de violencia.
En este orden se coincide parcialmente con José Doreste quien considera que en los conflictos sociales se implican cuatro elementos entre los que hace referencia a “(…) más de un participante, intereses opuestos, sentir o percibir la oposición y un objeto materia de la discordia (…)”3 Por tanto, existen al menos dos actores sociales y un objeto (núcleo) que moviliza intereses hacia él, dirigidos a satisfacer necesidades y deseos no cubiertos de estos actores.
Las situaciones sociales conflictivas, atendiendo a la cantidad de objetos (núcleos) que constituyen entidades de interés para las partes pueden ser simples o complejas. Como vimos anteriormente, atendiendo a las partes implicadas pueden ser bilaterales o multilaterales. Por tanto, una situación social conflictiva puede ser simple y bilateral, simple y multilateral, compleja y bilateral, compleja y multilateral. Atendiendo a los espacios geográficos pueden ser locales, nacionales, regionales o internacionales. De la misma manera una situación social conflictiva puede ser simple, bilateral y local; o compleja, bilateral y regional, etc.
Estas situaciones sociales conflictivas se caracterizan por la acción interrelacionada de diversos factores, entre ellos: sociológicos, antropológicos, psicológicos, culturales, gnoseológicos, filosóficos, biológicos, etc. Para su atenuación y control se requiere, por un lado,  un accionar multidisciplinario y por otro lado, es preciso que se implementen mecanismos de negociación con carácter prospectivo y anticipatorio.

Bibliografía consultada

  1. Doreste, José. Conflictos sociales.  http://www.monografias.com/trabajos81/conflictos-sociales/conflictos-sociales.shtml.

1 De los autores. 2011

2 En los casos en que el objeto no se encuentra ubicado físicamente en los límites de las partes, entonces el conflicto es creado deliberadamente, táctica utilizada por potencias o personas demasiado poderosas que inventan pretextos, o utilizan a terceros y cuando las condiciones son propicias intervienen como gendarmes de la libertad y la paz. Es el caso de lo que hace EEUU en la era moderna con los países del Medio Oriente y en etapas anteriores con otras naciones débiles.

3 José Doreste. Conflictos sociales.  http://www.monografias.com/trabajos81/conflictos-sociales/conflictos-sociales.shtml. página 1