Contribuciones a las Ciencias Sociales
Julio 2011

LA AGRESIVIDAD Y LOS TRASTORNOS AFECTIVOS Y DE LA CONDUCTA



Dulaina Pineda Ramos (CV)
dulayna@ucp.sc.rimed.cu
Gladys Ester Melián Aroche
gladisma@ucp.sc.rimed.cu




RESUMEN

El trabajo que se presenta se centra en la labor educativa con los menores que presentan diversas alteraciones afectivo conductuales y en específico lo que manifiestan rasgos de agresividad. Se muestra un estudio realizado sobre las características psicológicas de menores con conducta agresiva como parte de los rasgos de los trastornos de la conducta, las condiciones que conlleva a su aparición, los recursos psicológicos, pedagógicos y sociales que repercuten en su tratamiento a través de un conjunto de acciones destinadas a este propósito.

Las acciones que se proponen están en correspondencia con las manifestaciones conductuales y sus causas; la influencia terapéutica de un especialista preparado con el dominio de diferentes técnicas y de la patología en cuestión para que se pueda obtener os resultados esperados. Resulta imprescindible el conocimiento de escolar, de su problemática, necesidades y potencialidades
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Pineda Ramos y Melián Aroche: La agresividad y los trastornos afectivos y de la conducta, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, julio 2011, www.eumed.net/rev/cccss/13/

INTRODUCCION

En Cuba, dentro de la Educación Especial, existen las escuelas para la Educación de alumnos con Trastornos de la Conducta, tiene como objetivo el tratamiento de los escolares con disímiles alteraciones o desvia¬ciones en el desarrollo de su personalidad y en especial, como una conducta predominante se puede encontrar la agresividad, sobre la que se pretende realizar un análisis y se sugieren un sistema de accio¬nes psicopedagógicas encaminado a dar tratamiento a dicha manifestación y poder lograr su adecuada reincorporación a la vida escolar y social.

Es una necesidad actual, por la práctica pedagógica en este tipo de institución, profundizar y trabajar en el desarrollo de acciones concretas encaminadas al logro de los objetivos de esta especialidad, siendo reflexivos en las causas y condiciones que propician las alteraciones y un constituye un problema a dar solución teniendo en cuenta los avances de la ciencia y la tecnología más moderna.

Es por ello que en el presente trabajo no se pretende dar una conclusión acabada, sólo una propuesta de acciones de intervención para el tratamiento de la agresividad que presentan algunos escolares y se propone la necesidad de que pueda ser comprobada su efectividad en la práctica.

El término que se aborda en este estudio sobre la agresividad, sus las causas y modos de actuar de los alumnos en correspondencia con su diagnóstica, es el de Trastornos de la Conducta Segunda Categoría; teniendo en cuenta que como término se define que la agresividad: “implica provocación o ataque. Propenso a ofender.” Pero al identificar el término OFENDER se ve como: “hacer daño a uno físicamente, denostar injuria de palabras, fastidiar, enojar, picarse, enfadarse, resentirse”.

Dándole aplicación a los términos mencionados, la agresividad se expresa como una tendencia de algunos niños a dañar físicamente o moralmente a los demás niños.”(1)

En el diagnóstico emitido por el Centro de Diagnostico y Orientación (CDO) el 100 % de los alumnos con Trastorno de da Conducta se le atribuye como rasgo de su conducta dicha manifestación; pero no se le ofrecen otros elementos relacionados con el lugar donde se manifiesta; escuela - hogar - comunidad; aspecto que es esencial para el adecuado y eficiente tratamiento y el logro del objetivo correctivo - compensatorio, pues sobre la base de lo que los alumnos ubicados en la segunda categoría del Trastorno de la Conducta hayan interiorizado, la significación de lo que él considera sea negativo o no, la instauración de un patrón familiar o social en correspondencia con las normas sociales correctas que rigen en nuestra sociedad, serán las acciones a desarrollar por el colectivo pedagógico de las escuelas, sobre la base de una estrategia de intervención adecuadamente elabora¬da y bien fundamentada.

Las escuelas, (refiriéndose al personal docente del centro) deben estar conscientemente preparados en que pueden existir dos tipos de alumnos agresivos:

1. Los que muestran una agresividad burda, grosera y en cierta forma sin mala intención.

2. Los que expresan en formas más refinadas, pero de implicación más negativa.

Esto, el colectivo pedagógico, no lo detecta o logra determinarlo por lo que refiere el informe de diagnóstico emitido por el CDO ( pero que en el proceso del mismo debe precisarse ) sino por un conjunto de métodos investigativos como las encuestas, entrevistas, la observación, el empleo de experimentos con obje¬tivos bien definidos, cuestión que permite plantear que al elaborar la caracterización psicopedagógica de cada estudiante por parte de la comisión de apoyo al diagnóstico, si se hace de acuerdo con lo establecido, se obtiene toda la información requerida para el establecimiento de una estrategia de intervención adecuada para cada caso.

Los alumnos agresivos muestran características muy propias que en oportunidades pueden estar presentes en otros estudiantes, pero es necesario tener la magnitud o significación de cuando aparecen varias características que conforman la entidad que nos ocupa, en estos momentos podemos significar algunas:

• Poco control de sus impulsos.

• Resuelven sus problemas por la vía del ataque físico o verbal.

• No son reflexivos.

• Estudian o preparan la agresión.

• Se muestran cínicos.

• Sienten placer al agredir.

• No sienten culpa ante los agredidos.

• Mantienen malas relaciones con sus compañeros.

• Crean muchos conflictos.

• Pueden ser abusadores.

• No siempre muestran arrepentimiento, etc.

Lo expresado anteriormente es importante que se estudie con pro¬fundidad, se debe hacer énfasis que un solo rasgo no es distin¬tivo de una entidad diagnóstica, es necesario tener algunas cuestiones presentes como: la magnitud o significación, la fre¬cuencia o regularidad con que se observa; es necesario valorar las causas, los motivos, la situación que provoca la acción, (aunque no lo justifique), teniendo en cuenta otras características que acompañan el Trastornos de la Conducta.

Se realizó un estudio para caracterizar el comportamiento de escolares diagnosticados con trastornos de la conducta que presentan manifestaciones de agresividad encaminado a proponer un sistema de acciones educativas para a com¬pensar y/o corregir estas conductas agresivas

Para el desarrollo del presente trabajo se tomó como muestra a 33 alumnos de la escuela especial “Osvaldo Socarrás Martínez” de la especialidad de Trastornos de la Conducta segunda categoría, escogiéndose del total de la matrícula los 33 alumnos que en su diagnóstico se hace referencia a una conducta agresiva como parte de los rasgos de su Trastornos de la Conducta; dentro de la muestra del sexo femenino 7 y el resto son varones; las edades están comprendidas desde los 10 años hasta los 16 años.

A todos lo alumnos pertenecientes a la muestra (33) se les aplicó una encuesta donde se plasman conductas agresivas que se pueden manifestar tanto en la escuela como en el hogar y en la comuni¬dad, agrupándolas en 16 aspectos cada uno, en los que se manejó un vocabulario comprensible para los alumnos y se empleo una terminología propia de cada medio, evitando en lo posible repetir las preguntas.

En la encuesta se recogen aspectos como sexo, edad y grado, además en la introducción se aclara que es confidencial y que su único objetivo es buscar las vías que permitan modificar estas conductas.

Las instrucciones sobre las respuestas a dar se aclaro de forma insistente que deben ser en orden de prioridad del 1 al 5 en la frecuencia en que se presentan las conductas.

Para el análisis de los resultados las manifestaciones conductuales plasmadas en la encuesta se agruparon teniendo en cuenta las características de ellas por ejemplo: todas las referidas a “riñas” se unieron sin tener en cuenta el medio donde se producen para poder hacer un análisis de la magnitud de su manifestación. Además se procesaron en primer lugar teniendo en cuenta la prio¬ridad dada por los alumnos por cada una de las manifestaciones.

La observación del comportamiento de los alumnos en la escuela, durante las clases, matutinos y otras actividades que reflejan o corroboran algunas de las conductas plasmadas en la encuesta. Además el estudio de los expedientes clínicos - pedagó¬gicos de los alumnos, en el historial que es la parte donde se anotan las manifestaciones conductuales de los mismos.

Análisis de los resultados obtenidos:

Comenzaremos el análisis por conocer las causas que contribuyen a la formación inadecuada de la agresividad, es por ello que se analizaron los expedientes del CDO y para precisar las causas de la problemática que son más notables en la familia:

-. Discusiones entre los familiares (59%)

-. Ausencia de la figura paterna. (85%)

-. Inestabilidad de pareja. (18%)

-. Familiares del núcleo cumpliendo sanción penal (43%)

-. Métodos educativos inadecuados. (89%)

-. No control de las actividades del menor. (93%)

-. Escasa comunicación padre - hijo. (87%)

-. Ofensas constantes entre padres e hijos. (63%)

-. Falta significativa de afecto entre padres e hijos (92%)

-. No satisfacción de necesidades materiales y espirituales. (67%)

Es notorio que estas familias han recibido la educación del proceso revolucionario cubano, pues nacieron dentro de ella, y podemos preguntarnos: ¿Ha sido efectivo el proceso de influencias educativas aplicado por la sociedad con este tipo de familias?, respuesta que puede ser objeto de otra investigación.

Es de señalar que en el seno familiar no son estas las únicas conductas impropias que influyen y que no es esta la única responsable de las desviaciones; la escuela tiene su significación dadas las conductas impropias que en ella se observaron como son:

-. Inadecuada atención pedagógica que trae como consecuencia la repitencia escolar (97%)

-. No adecuada comunicación hogar - escuela. (86%)

-. Malos métodos de trabajo educativo. (56%)

-. Inadecuada relación afectiva maestro- alumno. (48%)

-. No empleo de asesoramiento profesional para la atención de los menores. (96%)

-. Tratamiento inadecuado en la formación de convicciones y conducta moral. (18%)

-. Falta de atención al cumplimiento de tareas. (49%)

-. Desatención en la formación de hábitos de estudio. (81%) entre otras.

Debemos puntualizar que sólo estas situaciones familiares y escolares son las únicas en el surgimiento de dicho problema, la comunidad también tiene su influencia en este sentido como las que mencionaremos:

-. Son rechazados por propia su conducta o por la de su medio familiar. (87%)

-. No se incorporan a actividades propias de su edad en el barrio. (53%)

-. Por lo general no son atendidos por las organizaciones de la comunidad.(41%)

-. Se emplean calificativos que dañan la autoestima de los menores. (68%) y otras.

Todas estas conductas impropias por lo general, están sustentadas en condiciones socio-económicas adversas que son las que posibilitan el desarrollo de la conducta agresiva, como las que mencionaremos, el bajo nivel cultural, el bajo nivel económico y la familia extendida entre otros que hacen que surjan contradicciones tanto en las formas de exigencia y control de los métodos educativos que los alumnos se percatan de ello y es cuando adoptan una actitud que se manifiesta en forma de conducta inadecuada.

Además de lo explicado con anterioridad se debe considerar en el desarrollo del trastorno, que esto no es propio de los alumnos con trastornos de la conducta segunda categoría, sino de menores catalogados como “normales”, pero que manifiestan una conducta agresiva.

En este sentido se sustentan estos criterios en elementos bio-psicológicos que pueden considerarse como condiciones inter e intrapersonales desfavorables,

 en las primeras están prácticamente todas las enunciadas en las causas de la agresividad provocadas por la familia-escuela-comunidad, conduciendo esto a un desarrollo inadecuado la personalidad;

 el segundo aspecto aborda lo relacionado con las cualidades básicas de los procesos nerviosos, o sea, especialmente la sensibilidad, la capacidad de rendimiento, de comprensión, ritmo y dinámica,

Por lo que se puede corroborar que los trastornos en las funciones del sistema nervioso central pueden ser un eslabón más del surgimiento del Trastorno de la Conducta y como tal de la agresividad, siempre evaluando las condiciones del surgimiento de ésta de una forma dialéctica y como la unión de todos los factores o condicionantes integralmente, sin dejar de opinar que existen en cada caso condiciones muy propias del desarrollo de la problemática, las que pueden ser en un caso influyentes y en otro esa misma determinante.

Lo expuesto con anterioridad es de vital importancia en el futuro tratamiento de la agresividad, ya que sólo no se puede tener en cuenta la manifestación de la conducta en el menor sino también las causas, para poder determinar el sistema de influencias más adecuado en cada caso y que el proceso de corrección y/o compensación sea realmente el necesario y lograr una verdadera transformación de la conducta y no un hecho simulado.

Otro aspecto en el análisis de los resultados es poder valorar la manifestación en el grado de concientización o de prioridad en que los alumnos la han interiorizado sus conductas inadecuadas socialmente y poder determinar como la consideran e interpretar hasta que punto es considerada la acción como agresiva.

De las acciones agresivas detectadas que se pueden manifestar en la escuela podemos analizar que las conductas menos significativas son:

15. Discusiones entre profesores. (1)

12. Sustracción de bienes escolares para su uso. (3)

8. Agredirse físicamente. (4)

9. Maltrato físico de alumnos a profesores. (5)

2. Proferir gritos a los profesores por parte de los alumnos.(5)

6. Destruir intencionalmente lo ajeno. (5)

13. Amenazas constante a compañeros y profesores. (8)

14. Alteraciones reiteradas de la disciplina escolar. (8)

En las dos últimas acciones o conductas es de significar que en el orden de las prioridades otorgadas en la N.2 de 5 el 60% lo ubica en la prioridad 4 que es de poca significación, de igual forma sucede con la N.13 con el 50% en la prioridad mencionada con anterioridad.

Debemos resaltar que hay conductas como:

16. Discusiones entre alumnos; con 18 votos y el 44% en la prioridad 5.

5. Riñas; con 18 votos y el 38% de las prioridades en el 3.

3. Destruir la propiedad social; con 17 Votos y el 29% en la prioridad 1.

4. Decir palabras obscenas; con 17 votos y el 47% en la prio¬ridad 2.

11. Fugas reiteradas de la escuela; con 16 votos y el 31% en la prioridad 2.

7. Ofensas verbales; con 15 votos y el 26% en la prioridad 5.

Esto es haciendo un análisis por el % de votos obtenidos en las prioridades más significativas, pero queremos abordar el análisis agrupando los votos de las prioridades 1. y 2. lo que nos permite decir que:

1. Proferir gritos a los alumnos por parte de los profesores (76 %)

3. Destruir la propiedad social.(52%)

4. Decir palabras obscenas. (64%)

11. Fugas reiteradas de la escuela. (43%)

De esta primera parte del análisis se puede concluir que existen conductas como las discusiones entre alumnos, las riñas, destruir la propiedad social y decir palabras obscenas; son las conductas que además se reflejan en la escuela, así como en las observaciones realizadas se manifiestan, de la misma forma en los problemas que presentaron los alumnos o sea el motivo de su evaluación en al C.D.O. se reflejan esas conductas, cuestión que nos permite inferir que forman parte de su actuar diario, como característica de su alteración en la conducta.

Además, es importante que se plantee que algunas conductas como: discusiones entre los profesores sustracción de bienes escola¬res para su uso y agredirse físicamente, no son actos significativos entre las conductas señaladas por los alumnos así como el lugar de las prioridades otorgadas no son relevantes.

Al analizar las conductas en el hogar comenzando por decir que aquí no sucede como en los otros dos incisos donde los votos en algunas conductas están por debajo de 6, en este los de más baja votación están entre 6 y 9, estando en esta condición las si¬guientes:

12. Maltrato físico a los padres. (6)

1. Discusiones frecuentes entre los padres. (6)

3. Fugas reiteradas del hogar. (6)

6. Alteraciones con violencia física entre los familiares. (7)

2. Discusiones frecuentes entre padres e hijos. (8)

8.Escándalo con destrucción de bienes personales.(9)

15. Apañar y justificar lo que hacen los hijos incorrectamente. (9)

De todas las conducta a las que se ha hecho referencia en este inciso como poco significativas nos llama la atención, las discu¬siones frecuentes entre los padres; las discusiones frecuentes entre padres e hijos y la de apañar o justificar lo que hacen los hijos incorrectamente, pues no se corresponde con la Historia Social que se le realiza a los padres, empleando el término plenamente por existir estas conductas en la época del inicio de las desviaciones; ya posteriormente los padres asumen por lo general una actitud diferente que es lo que conlleva a al vota¬ción actual.

Ahora se analizaran los resultados que mayor frecuencia alcanzaron como las N. 7, 10, 5, 11, 9, 4 y 16 con votación de 17, 15, 14, 13, 12, 11 y 11 respectivamente; dentro de ellas haremos referencia a las cuatro más significativas que son:

7. Alteraciones con uso de armas blancas.

10. Proferir palabras obscenas.

5. Escándalos que alteren el orden.

11. Maltrato físico a los hijos.

De este aspecto se significa que en el estudio inicial en las labores de terreno realizadas y en las caracterizaciones psicopedagógicas elaboradas por las escuelas, se referencia a conductas como proferir palabreas obscenas, escándalos que alte¬ren el orden y maltrato físico a los hijos; las que pudieran ser las causas que promovieron la aparición del Trastornos de la Conducta y de la agresividad, por ser el reflejo de un modo de actuación de la familia, que además puede conllevar a que dichas conductas se interioricen como propias de la normalidad en esos hogares, pero que ello nos impresiona que las identifican como conductas agresivas por los resultados de la encuesta.

Al analizar las conductas en la comunidad se comenzará por las que alcanzaron poca votación que son las siguientes:

16. Maltrato físico o verbal a su pareja. (2)

13. Maltrato físico. (2)

10. No respetar el derecho ajeno. (4)

12. Proferir gritos a las personas. (5)

6. Conducta impropia en actos y concentraciones. (5)

4. Sustracción de bienes (objetos personales o sociales).(8)

14. Alteración con uso de armas blancas. (8)

15. Agresiones con armas blancas en fiestas populares. (9)

Las conductas más significativas por la cantidad de votos obtenida son la 7,1,3,8,9,5,11,y 2; con la siguiente votación respectivamente,21,17,17,16,16,15,10 y 10; estando aquí las referidas a: decir palabras obscenas; discusiones entre vecinos, ofensa groserías, riñas en colas, guaguas, espectáculos públicos, reuniones, etc.; falta de respeto a los adultos a los jóvenes y de los jóvenes a los adultos; situaciones que se asocian plenamente con la conducta mantenida por ellos en la comunidad, por lo que su diagnóstico inicial se le otorgó como característica la Agresividad.

El análisis realizado de forma individual por cada medio aporta algunos razonamientos de conductas mantenidas, que también de forma individual pero para caracterizar la agresividad en los menores con trastornos de la conducta segunda categoría es mayor de forma integral como se hará a continuación, .todas las conductas que guardan relación formamos bloques con ellas.

Esto permite plantear que estas conductas relacionadas con las ofensas y las faltas de respeto logran votos significativos en todos los medios en que se abordó, quedando como un rasgo de la conducta agresiva en este tipo de alumno.

Otro hecho muy significativo es el relacionado con decir palabras obscenas, lo que obtiene votos relevantes en todos los medios, siendo en la comunidad el que mayor votación alcanza en general 21, lo que permite exponer la relevancia que tiene en nuestro medio el empleo de las palabras obscenas, llegando en ocasiones a perder su significado como conducta impropia en el medio que se desempeñan los alumnos

También es significativo las riñas; que se manifiestan en cualquier medio de los evaluados, que dadas las condiciones o causas del surgimiento de la agresividad, existe correspondencia, en cierta medida entre estas y la manifestación de la conducta agresiva, lo que además guarda vinculación con otro aspecto que es el de destruir o dañar la propiedad social como a los animales, las plantas y las personas, lo que caracteriza una manifestación significativa, y por último otro aspecto relevante están las discusiones como parte importante de la forma de conducta inadecuada entre los alumno, los familiares y los vecinos.

Se considera que existen correspondencias bastantes significativas entre las causas y las manifestaciones, preocupándonos el sentido en que estos alumnos con trastornos de la conducta vean estas formas de actuación como adecuadas y no como incorrecto que influye negativamente en las relaciones interpersonales y contribuyen al deterioro de su conducta, siendo significativo que pronunciar palabras obscenas se observe como algo propio de estos tiempos.

Luego de tener el conocimiento de los aspectos relacionados con la problemática que abordamos se hace necesario cumplimentar el segundo objetivo propuesto el que se refiere con el tratamiento y atención de la agresividad; partiendo inicialmente de la actualidad y vigencia de ésta no sólo en nuestro país, pues dada la bibliografía consultada existen serias preocupaciones con los niveles de agresividad alcanzados por los niños y jóvenes en muchas partes del mundo.

En la propuesta de tratamiento, que como su nombre lo dice, han abordado las causas y manifestaciones más significativas de ésta conducta en alumnos diagnosticados con trastornos de la conducta segunda categoría; pudiendo considerarse dentro de la patología, pero que demostrado está no tiene el porque estar presente siempre, como en este caso que el 100% de la muestra es portadora del problema.

La propuesta que se desarrollará teniendo en cuenta diferentes aspectos que están directamente relacionados con los objetivos de las escuelas para la educación de alumnos con trastornos de la conducta, aunque consideramos puede ser aplicada a cualquier individuo agresivo, siempre y cuando el que ejerza la influencia terapéutica este preparado para enfrentarla, en aspectos técnicos y del conocimiento de la patología para que se puedan obtener los resultados esperados y no agravarse la problemática.

- Un primer aspecto (no es en orden jerárquico) es según el número de sujetos a tratamiento, donde planteamos que puede ser individual como colectivo, con la inclusión de la familia y la comunidad.

- Por los objetivos perseguidos es de carácter reeducativo, por la función que debe ejercer en la transformación de la conducta, o sea en otras palabras reordenar la conducta para instaurar nuevos patrones tanto en la vía intrapersonal como interpersonal.

- Según la fundamentación teórica se puede explicar que es basada en el efecto de la palabra como eslabón esencial del tratamiento, pues tiene la influencia de todos los componentes del trabajo educativo de la escuela partiendo de la clase como sistema con todas las actividades extradocentes, todo ello dirigido por el psicopedagogo o persona preparada para dicha responsabilidad.

- La duración del tiempo está en dependencia de las necesidades del individuo y por supuesto en correspondencia con el nivel de la problemática.

Lo mencionado con anterioridad expone las modalidades que técnicamente, proponemos sean empleadas en función del tratamiento al alumno agresivo.

Existen otros aspectos que consideramos relevantes en el logro de los objetivos propuestos al alcance del personal docente con el empleo de recursos psicológicos, pedagógicos y sociales que repercuten en el éxito del tratamiento que tienen que estar presentes, los que mencionamos a continuación:

1. Relación afectiva intensa y confiada entre el que ayuda y el ayudado.

2. Aporte de informaciones nuevas sobre la naturaleza y origen del problema.

3. Incremento de la necesidad de ayuda.

4. Muestra de experiencias exitosas en las relaciones interpersonales.

5. Abordan, interpretan y resuelven problemas adecuadamente de índole individual y colectiva.

Todos estos aspectos están íntimamente relacionados, resulta imposible tratarlos de forma independiente en el tratamiento, pero como el propósito no es abordar teóricamente cada uno de ellos, se pasará a la propuesta de configuración del mismo, reafirmar que ninguno de los aspectos destacados hasta el momento puede dejar de tenerse en cuenta en el tratamiento del sujeto agresivo.

Teniendo en cuenta todo lo explicado hasta el momento se considera importante el desarrollo de acciones lógicas para el tratamiento de la agresividad en los alumnos con trastornos de la conducta o no; por lo que a continuación se presenta la propuesta

LAS POSIBLES ACCIONES SON:

1. Estudio del expediente clínico - pedagógico.

2. Observación de la conducta mantenida en la escuela.

3. Incorporación del alumno a un grupo de tratamiento individual y/o colectivo.

a) Identificar al alumno con la problemática que presenta.

b) Caracterización de la problemática en general.

c) Resaltar los aspectos positivos de las conductas mediante dramatizaciones, títeres, sociodramas, etc. que aborden la problemática de los alumnos mediante otros personajes.

d) Trabajos escritos como composiciones, párrafos, etc., donde pongan de manifiesto formas de conductas adecuadas ante situaciones observadas en la etapa anterior y como debe ser las conductas.

e) Observación de conductas en diapositivas, películas, láminas, actos de la vida real, lecturas, etc., para que valoren la forma de conducta de los personajes de la etapa anterior.

f) Emitir valoraciones o juicios críticos sobre las formas de conductas observadas hasta el momento.

g) Que los alumnos sean capaces de autovalorarse su conducta y evaluar como evolucionan, lo que permitirá influir más en su corrección y compensación la problemática de su agresividad.

4. Trabajo con la familia para dar tratamiento a algunas formas de conducta. en lo posible incorporar la al tratamiento.

5. Realizar estudios de casos para mantener actualizado y dar participación en la línea del tratamiento a todo el colectivo pedagógica.

6. Abordar con la comunidad la línea del tratamiento para lograr su participación activa en la corrección del la conducta.

Se debe aclaras que todas las acciones tienen su importancia, pero destacar la significación de “la identificación del alumno con la problemática que presenta” y “la caracterización de la problemática en general”, considerándolas muy influyentes en el éxito del tratamiento, dada la siguiente reflexión:

- El conocimiento que debe tener el alumno de su problema, para poner (con la ayuda necesaria) sus capacidades y habilidades en función de la corrección o compensación de la dificultad, siempre teniéndose en cuenta que esto segundo depende del que dirige el tratamiento, al transitar por las acciones propuestas, situación que permitirá emplear los aspectos positivos de la conducta del menor en función de reeducar.

- La caracterización de la problemática en general, en este sentido lo planteamos con el objetivo de que el alumno conozca que no es sólo su dificultad, que otros también la presentan expresando que no queremos un individuo totalmente pasivo, pero que sepa utilizar su agresividad en función de intereses sociales o personales que no entren en contradicción con las normas de conducta social preestablecidas; además de que no es un problema de hoy reflejado en una persona, que desde el origen del hombre existe, que se ha tratado y resuelto en muchos casos como se puede solucionar en él.

Aquí es importante proporcionar análisis que reflejen el aspecto de la agresividad en el hombre como los siguientes:

- Agresividad como instinto fundamental, propio de los seres vivientes, en su conservación de la vida.

-. Esto por el amor a la vida y a la especie por defender su territorio, su pareja, su alimento, etc.

-. El hombre es el único animal que se organiza para matar a sus semejantes en un grado mayor que los animales.

-. El hombre ataca a sus semejantes hasta la muerte cosa que no sucede con los animales.

- Entre muchos otros postulados que pudieran significarse.

Debatir estos postulados para que cada uno de los alumnos pueda interiorizar de forma consciente y modificar su conducta agresiva.

Otro aspecto de suma importancia es el relacionado con la participación activa en el tratamiento de la familia y la comunidad, como eslabones primarios, pues por al análisis realizado forman parte indisoluble del problema y en especial de las causas, por ello tenemos que trabajar tanto en la causa como en la manifestación para que se eliminen las causas internas que obstaculizan el desarrollo psíquico normal y por ende se modifique la conducta.

CONCLUSIONES

De acuerdo al análisis realiza se puede inferir que existe una alta coincidencia entre las causas que originan la agresividad y las manifestaciones conductuales, pues lo que el alumno observa en al medio que lo rodeo, son los patrones de conducta que implantará como modelo para la manifestación posterior de su conducta; cuestión que es la resultante no sólo del medio familiar, sino de la familia, la escuela y la comunidad.

Además se observó que existen conductas como: la de proferir gritos, reñir, decir palabras obscenas que al parecer, pueden estar consideradas como conductas normales y propias de los patrones preestablecidos socialmente, sin percatarnos que son el resultado de una relación inadecuada y de una manifestación agresiva, que no está dentro de las normas de conducta social y de educación formal que siempre ha mostrado nuestra cultura.

En el sistema de relaciones para la formación de patrones adecuados de conducta y en nuestro caso las manifestaciones de agresividad tienen que ser el producto de una transmisión de patrones adecuados de una generación a otra, situación que observamos no es la más adecuada, debido a que los alumnos asimilan el patrón negativo de la generación que lo educa en los casos que analizamos sin percatarnos que todos somos responsables de lo que sucede.

Otra resultante de este estudio está relacionada con que no todos somos agresivos, pero que no somos capaces sobre la base de la estructura organizativa de la sociedad, (la que se considera muy buena), ejercer un sistema de influencias educativas con las familias que presentan estos problemas para que estas cumplan con el encargo social asignado por la sociedad y de esta forma no tenemos que reeducar, lo que es un proceso muy complejo y sí educar con patrones correctos de forma integral desde las edades más tempranas.

RECOMENDACIONES

1.- Elevar el nivel de conocimiento de las normas de conducta social mediante el empleo de acciones pedagógicas y psicológicas por parte de la escuela que se materialicen en un comportamiento adecuado de los alumnos y de la población y en especial con aquellos menores que dadas las condiciones socioeconómicas son adversas para prever el trastorno tanto de la conducta como de la agresividad.

2.- Rescatar las tradiciones culturales en el desempeño de los roles sociales propios de nuestra sociedad, basados en el respeto, la camaradería y la solidaridad humana.

3.- Desarrollar escuelas de padres en todos los centros educacionales, como en las organizaciones políticas y de masa sobre las causas de la agresividad sus principales manifestaciones y las propuestas para combatirlas y en particular para evitarlas.

4.-Elevar el nivel de preparación de los docentes con el objetivo de mejorar la calidad de la atención a los menores en situación de desventaja social para prevenir en el momento más importante los aspectos que condicionan el surgimiento de los trastornos de la conducta y la agresividad.

5.- Aplicar en la escuela de para la educación de alumnos con trastornos de la conducta y en los centros con psicopedagogo el modelo de acciones para dar tratamiento a la agresividad a aquellos alumnos que lo necesiten, para validar su efectividad.

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