Contribuciones a las Ciencias Sociales
Marzo 2011

INTRODUCCIÓN A LA CULTURA ANDINA DE CHAVÍN DE HUANTAR
 

Inmaculada C. Pérez Parra
Juan Manuel García Barea

jmgarciabarea@gmail.com

 

Resumen: El presente artículo pretende dar una visión general de la cultura andina de Chavín de Huantar, una de las primeras culturas que se desarrollaron en la peruana y que es clave para comprender las características económicas, sociales y culturales de la zona hasta incluso fechas posteriores.

Palabras claves: Chavín de Huantar, cordillera andina, explotación económica, sedentarización, comercio y cultura.
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Pérez Parra y García Barea: Introducción a la cultura andina de Chavín de Huantar, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, marzo 2011, www.eumed.net/rev/cccss/11/

1.- Características generales de la Cultura de Chavín de Huantar. Cronología, factores ecogeográficos y tránsito de los modelos económicos.

La cultura de Chavín de Huantar se situó en el área de los Andes peruanos y tiene una cronología aproximada entre el 1200 y el 400 a.C., es decir, que se sitúa en el denominado como Período Formativo.

La primera circunstancia que hay que tener en cuenta a la hora de analizar a la propia cultura de Chavín de Huantar es su medio natural de desarrollo. Resulta ser una zona geográfica encuadrada entre la zona de la costa del Pacífico, dominada por la climatología desértica y por las elevaciones de la cordillera de Los Andes, que se ha venido a denominar como “puna” y que se caracteriza por tener una altitud cercana a los 3500 mts, con una pluviometría relativamente escasa e irregular, con unas temperaturas bajas y con unos medios ecogeográficos dominados por la plantas de forraje y los camélidos. Sin embargo, la originalidad de esta área viene dado por la riqueza del paisaje provocado por la diversidad climática a raíz de las diferentes alturas de la propia cordillera de Los Andes. En esta zona, y a medida que se va subiendo en altura en plena cordillera andina, aparecen los denominados “nichos ecológicos”; es decir, son espacios con unas características climatológicas y geológicas diferenciadas en función a la altitud en donde se sitúen y cuya explotación origina productos bien diferenciados.

El desarrollo de esta forma de explotación económica viene precedido por un complejo modelo económico que evolucionó desde las formas cazadoras-recolectoras en las áreas de la costa del Pacífico hasta los sistemas productores de poblaciones sedentarias en las áreas de los valles interandinos, el desarrollo de las primeras formas de pastoreo de camélidos, el inicio de las producciones artesanales (caso de la cerámica) e incluso el tránsito hacia una sociedad diferenciada como fruto de la instauración de estos elementos en las poblaciones autóctonas, que los investigadores sitúan en una fecha encuadrada entre mediados y finales del IV milenio hasta el II milenio a.C.

2.- Elementos esenciales de la economía de la cultura de Chavín de Huantar. Los complejos de cultivos.

En este apartado se analizarán la economía de la cultura andina de Chavín de Huantar, unos de los elementos claves para adentrarse en un análisis más pormenorizado de la misma.

Se ha de definir que la economía de esta cultura, como el resto de culturas andinas, tiene su relación intrínseca con el medio natural en la cual se desarrolló. Siendo así, la cultura de Chavín interrelaciona tres medios ecológicos, por un lado el medio de la zona de la puna, situado en torno a unos cuatro mil y cinco mil metros sobre el nivel de mar. Cono se ha comentado anteriormente, la puna se caracteriza por ser una zona donde la pluviometría es irregular, con una formación de plantas de forrajes y aptas para el hábitat de los camélidos, esencialmente la llama, la alpaca y la vicuña.

En esta zona los factores ecológicos son de vital importancia para la economía de la población. Entre las plantas destaca el aprovechamiento de las rizomas y del cactus como especies esenciales, pues las condiciones meteorológicas impiden prácticamente la explotación de otras especies.

La cultura de Chavín de Huantar, prácticamente como todas las culturas del altiplano, desarrolló de una forma temprana la explotación de la agricultura de secano sin un desarrollo de las obras hidráulicas muy avanzado por el tipo de especie de plantas que se dan en la zona, principalmente las rizomas. Este tipo de agricultura da como resultado la explotación de productos como la papa, la oca y la quinua, de un alto valor alimenticio.

De entre las especies animales de camélidos y la explotación antrópica de este grupo, son muy importantes para estas poblaciones de Chavín de Huantar las tarucas y los luichos. Sin embargo, también se puede destacar que en las zonas de cierta acumulación de agua, como pueden ser los denominados “lagos de altura”, el ciclo económico se podría completar con aves y peces.

El segundo medio por el cual se desarrolló la cultura de Chavín, o al menos guarda una relación muy directa, se corresponde con la zona interandina de valles, situada en torno a los dos mil y los tres mil metros de altitud. Se ha de recordar que aunque la cultura de Chavín de Huantar se encuadra en la zona de la puna de la cordillera de Los Andes, no hay que desestimar que estas poblaciones buscaran otros medios naturales para completar la falta de especies que carecían en su medio de la puna.

El elemento esencial de esta zona es el agua, que se mantiene por los cauces de los ríos que recorren esta zona del geosinclinal andina, pues permite un desarrollo de especia de plantas y animales que no se encuentran en la zona de la puna, entre ellas las bayas, los roedores, los felinos y los reptiles. En esta zona se puede destacar las producciones del ají, la lúcuma,…y otro de los cultivos esenciales de la zona son los frejoles, aunque según los investigadores se trataría de un elemento exógeno llegado de la zona del norte de la actual Argentina.

Por último, y como un área de explotación económica a través de contactos comerciales, se ha de definir la zona del litoral y su área colindante hasta los dos mil metros de altitud, aproximadamente. Esta zona que había sido explotada por los primeros pobladores andinos se caracteriza por ser la más rica en recursos, pues además de los marinos –como pueden ser la explotación de las algas, los moluscos, los peces, las aves, entro otros- , se añaden las especies que habitaban la zona entre la costa y los valles interandinos y que esencialmente son las mismas que las enumeradas en el apartado anterior.

Hay que destacar de igual manera las intensas relaciones comerciales de la cultura de Chavín de Huantar con otras áreas andinas y que se materializa esencialmente con el comercio del “mullu”, un tipo de concha que se desarrolla en la zona costera ecuatoriana de Valdivieso.

Como se puede apreciar, aunque la zona de desarrollo principal de la cultura de Chavín de Huantar se define en el área de la puna andina, no se ha de desechar que las propias poblaciones realizaran una aprovechamiento de los medios naturales de su espacio más cercano, señalando siempre la posibilidad de contar con contactos comerciales con las zonas interandinas y con la costa e incluso con las áreas situadas en la cara oeste de Los Andes.

3.- La sociedad en la cultura de Chavín de Huantar

El estudio de la sociedad de Chavín de Huantar tiene como principal problema las escasas referencias de las que se tienen, rasgos esencial que se repite sobre todo en los pueblos y las culturas del periodo formativo; aún así, se darán unos esbozos generales de la organización social.

Como punto de partida, la sociedad en Chavín de Huantar estaría dividida socialmente en torno a la explotación económica. Por un lado, existiría una elite social compuesta esencialmente por de carácter sacro que los investigadores han relacionado con la tradición religiosa de las comunidades andinas. Según esta teoría, desde el desarrollo de las comunidades cazadoras-recolectoras la religiosidad mantenía una importancia destacada en estos grupos y la figura del líder religioso, probablemente como conocedor de las áreas de recolección y caza y que se superponía sobre todo los miembros dela comunidad. Esta figura no perdió su importancia durante el tránsito de las comunidades cazadoras-recolectoras a las productoras, pues se mantienen como conocedores de los ciclos anuales del cultivo, cuando ya las sociedades dependen de la agricultura productiva.

Esta evolución se mantuvo en el periodo formativo, pues se comenzaron a crear santuarios organizados en tormo al culto a una divinidad y como trasfondo al conocimiento de los ritmos de la naturaleza. Es de este modo como el líder religioso de una comunidad se transforma progresivamente en un líder o en líderes políticos-sociales además de religiosos y aparecen pequeñas “burocracias” que administraban los recursos, cuidaban de los recintos sagrados y tuvieran cierta preponderancia social dentro de la propia comunidad.

El resto de la comunidad estaría conformado por el grupo social que se dedicaba a las labores de la explotación económica. Desde los primeros grupos de cazadores-recolectores las comunidades dividían la explotación económica por la condición de ser hombre o mujer y por los condicionamientos de edad. Así, el hombre joven y adulto se dedicaba, en su mayor parte, a la caza de los animales mientras que las mujeres tenían como función la recolección y solían mantenerse dentro del poblado estable.

Con el desarrollo de la cultura de Chavín de Huantar la división social de las primeras comunidades cazadoras-recolectoras no fue necesaria, pues en la nueva sociedad productora se dividió según al grupo social al cual pertenecía por su relación con el sistema de producción. Por ello, se puede dividir a la sociedad entre el grupo productor conformados por hombre y mujeres dedicados a las labores de la explotación agropecuaria, a la artesanía, la minería o al comercio; mientras otro grupo se contempla como el no productor y, tal y como se ha comentado antes, se dedicaría al mundo de la religiosidad y del poder político.

Pero la división social no se limitaba al puesto que ocupaban en la comunidad, también se puede apreciar por los restos conservados que los hombre y las mujeres que pertenecían a la clase dominante se diferenciaban del resto por el uso de unos vestidos con adornos ricos, tocados, ornamentación en metal (como diademas) o plumajes.

4.- El ámbito cultural de Chavín de Huantar.

El desarrollo de los elementos sacros es una de las características más importantes de Chavín de Huantar, pues los centros de ceremonias religiosas se convirtieron en los ejes de la propia cultura andina.

Chavín se convirtió rápidamente en unos de los centros ceremoniales más importante de la zona andina, aglutinando las creencias sacras de una población que provenía de Junín, Cajamarca o Ancash, entre otras, que hacían caminos y etapas de peregrinación hasta el templo principal de Chavín para dejar sus ofrendas. Pero el templo religioso no se limitaba exclusivamente a esta función sacra, sino que también se ha de completar su visión una institución que se dedicaba a ejercer el poder político y social sobre la comunidad o incluso sobre otras comunidades o áreas que estarían íntimamente relacionada con Chavín por causas económicas, políticas o beligerantes.

La imagen más venerada por las comunidades que conformaban la cultura de Chavín de Huantar es la denominada como “ángel atigrado”, un tipo de deidad característica del mundo andino conformado por una tríada de cóndor, serpiente y tigre. Además, se puede destacar la importancia del “mullu” como elementos religioso muy característico de estas poblaciones.

Junto a ello hay que señalar a las manifestaciones artísticas más destacadas de Chavín de Huantar, como los grupos escultóricos realizados en piedra, caso de la “Estela de Raimondi”, que versa sobre una figura antropomorfa con fauces de felino y garras en las manos y en los pies que sostiene un báculos en cada mano y que está adornada con plumajes o bien el “Obelisco Tello”. Por otro lado, las producciones cerámicas también son muy destacadas, con formas básicas de cerámica común –caso de platos o cuencos- que además podían ser utilizadas como elementos sacros en actos ceremoniales.

El trabajo del metal estaba muy extendido, sobre todo las formas trabajadas con oro y cobre. Los utensilios que se producían eran muy variados, desde figurillas, brazaletes, collares, pectorales, láminas, entre otro tipo de elementos.

5.- Bibliografía

MILLONES, L. (1987): “Historia y poder en los Andes centrales”. Ed. Alianza. Madrid.

MURILLO, Mª Dº. (2003): “Introducción a la Historia de américa: Altas culturas y bases de la colonización”. Universidad de Cádiz. Cádiz.

 


Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-7833
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