Contribuciones a las Ciencias Sociales
Marzo 2011

LAS CULTURAS PREINCAICAS DE LA COSTA PERUANA: MOCHICA-CHIMÚ, PARACAS Y NAZCA
 

Inmaculada C. Pérez Parra
Juan Manuel García Barea

jmgarciabarea@gmail.com

 

Resumen: El presente artículo tiene como referencia a las culturas que se desarrollaron en la costa de Perú durante el periodo clásico y que posteriormente quedaron englobadas por el Imperio Inca.

Palabras claves: Mochica-Chimú, Paracas, Nazca, costa, degradación, medio ambiente, economía, política, sociedad y cultura.
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Pérez Parra y García Barea: Las culturas preincaicas de la costa peruana: Mochica-Chimú, Paracas y Nazca, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, marzo 2011, www.eumed.net/rev/cccss/11/

1.- La cultura Mochica-Chimú.

1.1.- Cronología y medio natural de la cultura Mochica-Chimú.

La cultura de Mochica-Chimú se desarrolló en la zona costera de Perú y tiene una cronología aproximada entre el 400 d.C. y el 1438 d.C., es decir, que se sitúa en el denominado por los investigadores como período clásico precolombino. En principio, las dos culturas estaban separadas hasta que en torno al s XI d. C. el Imperio Chimú anexionó a la cultura Mochica.

La cultura Mochica-Chimú se desarrolló en la zona costera de Perú, colindando prácticamente con las actuales fronteras de Ecuador. Por ello, la zona se caracteriza por una cierta aridez en su medio natural, provocado por la influencia de la corriente de Humdbolt, con una pluviometría relativamente escasa e irregular, con unas temperaturas bajas y con unos medios ecogeográficos dominados por las plantas de forraje, los camélidos, la pesca y el marisqueo.

1.2.- Las características económicas de Mochica-Chimú.

La economía tiene su relación intrínseca con el medio natural en la cual se desarrolló, aunque hay que destacar las obras de ingenierías que se realizaron y que lograron superar las adversidades del medio naturales. Siendo así, también se ha de destacar la relación de esta cultura de la zona de la costa con las zonas interandina de valles.

La principal actividad económica, al igual que todas las culturas de la zona andina, fue la explotación de la agropecuaria pero con la originalidad de las obras hidráulicas y el uso del guano como fertilizante. Este tipo de agricultura da como resultado la explotación de productos como la papa, el frejol, el maíz, el ají o la calabaza, todos ellos de un alto valor alimenticio. De entre las especies animales se pueden destacar la taruca, el cuy y el luicho. Las otras actividades económica a destacar por parte de la cultura Mochica-Chimú con la pesca y el marisqueo.

1.3.- La organización social en la cultura de Mochica Chimú.

La sociedad de la cultura de Mochica-Chimú estaría dividida en torno a la explotación económica de una organización dentro de un Estado propio. Por un lado, existiría una elite social compuesta esencialmente por de carácter político, militar y sacro, la cual dominada prácticamente al resto de la población. En torno a este grupo aparecen las “burocracias” que administraban los recursos económicos, servían como elementos militares y gestionaban los recintos sagrados.

La división social se completaba con el resto de personas que se dedicaban a todo tipo de labores productivas. De especial importancia fue el grupo de comerciantes y artesanos que se dedicaban a las producciones y a la comercialización de cerámica, tejidos y el metal. Generalmente, estos grupos habitaban las áreas urbanas de la cultura Mochica-Chimú, caso de las ciudades de Chan Chan, Motupe o Casma.

El resto de la estratificación social estaba compuesto por agricultores, ganaderos y pescadores que se dedicaban a la producción de alimentos.

1.4.- Las características culturales en el ámbito de Mochica-Chimú.

La zona Mochica-Chimú se caracteriza por tener unos patrones culturales muy ricos y originales, tanto en sus expresiones arquitectónicas, cerámicas, textiles o metalúrgicas.

Su urbanismo se encuentra muy desarrollado con ciudades que servían como núcleos para ejercer el control político y social, como referencia de las actividades administrativas y también como lugares de celebraciones religiosas o centros sacros. Las construcciones arquitectónicas solían realizarse con todo tipos de materiales, destacando sobre ellos la utilización del adobe y la piedra como basamento y como alzado y la totora para la techumbre. Por otro lado, los palacios y las casas de los personajes que tenían el poder político y social estaban decoradas con relieves y pinturas, generalmente con motivos naturales y zoomorfos.

Incluso algunos investigadores subdividen varios tipos de construcciones en una ciudad mochica-chimú. Por un lado y en el centro de la misma se situaban los centros religiosos y ceremoniales, sede del poder político, social y sacro. Solían ser centros de grandes dimensiones, incluso algunos de ellos con forma piramidal, y ricamente adornados.

Por otro lado estaban las casas de los gobernantes o nobleza política, religiosa y militar a modo de palacios arquitectónicos. Este grupo de palacios se situaban en las cercanías de los centros políticos, en una zona “noble” del núcleo urbano. Alrededor del mismo se situaban un tercer grupo de construcciones se relacionan con los hogares de la “burocracia” administrativas o grupos sociales predominantes de segundo rango, caso de comerciantes o grandes artesanos. Por último, las casas de los campesinos, ganaderos, pequeños artesanos y pescadores, es decir, el último escalón social, se situaban a las afueras de las ciudades, probablemente colindando con áreas de depósitos materiales.

Las producciones cerámicas de la cultura Mochica-Chimú se caracterizaron por su originalidad y por su perfeccionamiento técnico. Existen dos grupos principales de cerámicas divididas según su uso, por un lado las de uso común y por otro las de uso votivo. Entre las cerámicas de uso común se pueden encontrar dos subtipos, las denominadas pirwas que son producciones destinadas al almacenaje de alimentos sólidos y líquidos y las sañu, que es lo que podríamos entender como cerámica de mesa o de hábitat. Generalmente este tipo de cerámica no destacaba por su ornamentación ni por la calidad de sus producciones debido sobre todo a que su uso se iba a limitar a las labores del hábitat, aunque suelen ser característica la utilización del asa con estribo y el cuerpo globular.

Respecto al grupo de cerámicas votivas reciben el nombre de huacos. Este tipo de producción cerámica destaca por su tratamiento refinado y además por ser consideradas como elementos muy consustanciales para comprender los elementos culturales y sociales de la cultura Mochica-Chimú. Respecto a los huacos, se pueden destacar una serie de características, como pueden ser el uso de colores bícromos (normalmente el ocre y el negro) aunque no hay que limitar la utilización exclusiva de estas tonalidades; las formas generalmente son esféricas, con un cuerpo globular del cual sobresalen una asa con estribo con gollete o pico y suelen estar pintadas o bien en un relieve con algún motivo según las ideas con las que fueron concebidas. Las escenas principales que suelen ser de escenas de la vida cotidiana, caso de escenas de caza, pesca, tratamiento de enfermedades, retratos de algún personaje notables de la comunidad y con escenas eróticas.

La metalúrgica se desarrolló incipientemente en la cultura Mochica-Chimú con producciones que combinan metales como el oro y la plata con otros materiales como el lapislázuli. De entre todas las producciones destacan los collares, los pendientes, las máscaras, los vasos o pectorales, aunque casi todos de ellos se han descubierto en tumbas excavadas lo que se han relacionado principalmente con un uso votivo. Los tejidos también fueron unos de los elementos más destacados de la cultura Mochica-Chimú, realizados principalmente de lana y de algodón y con motivos variados.

2.- La cultura preincaica de Nazca.

2.1.- Cronología y medio natural de Nazca.

La cultura Nazca se desarrolló de forma paralela a la cultura de Mochica-Chimú y tiene una cronología aproximada entre el s. V d.C. hasta el s. XV d.C.

La cultura Nazca tiene su origen y su expansión en la zona costera de Perú, concretamente en el valle de Nazca, de Pisco, de Chincha y de Acari. El medio natural se caracteriza por una aridez completa, con una pluviometría escasa e irregular, con unas temperaturas bajas, sin apenas corrientes de aire y con unos medios ecogeográficos muy degradados.

2.2.- La economía y sociedad en la cultura de Nazca.

Al igual que la cultura Mochica-Chimú, a economía guarda una relación intrínseca con el medio natural. La principal actividad económica fue la explotación de la agropecuaria pero con la originalidad de las obras hidráulicas para compensar la falta de agua en la zona y el uso del guano como fertilizante. Pero sin duda las actividades económicas que propiciaban más recursos a la población de la cultura de Nazca son la pesca y el marisqueo, pues las comunidades aprovechaban las aguas de las corriente de Humboldt para capturas los bancos de peces que recorrían la costa sur peruana.

La sociedad de la cultura de Nazca estaría dividida en torno al concepto de la explotación económica Por un lado, existiría una elite social compuesta esencialmente por de carácter político, militar y sacro, la cual dominada prácticamente al resto de la población. La división social se completaba con el resto de personas que se dedicaban a todo tipo de labores productivas, caso de comerciantes y artesanos, agricultores, ganaderos y pescadores que se dedicaban a la producción de alimentos.

2.3.- Las características culturales en el ámbito de Nazca.

Las construcciones arquitectónicas solían realizarse con adobe y piedra como basamento y como alzado y la totora para la techumbre. Aunque se conservan restos que no son numerosos se puede atisbar que los centros urbanos tendrían una función religiosa y ceremonial, a la vez que conservaban el poder político. Entre estos centros se pueden destacar Tambo Viejo o Cahuachi.

La cerámica de la cultura Nazca se caracteriza por el empleo de técnicas muy avanzadas y por el uso de la pintura en las mismas. Existen dos grupos principales de cerámicas divididas según su uso, por un lado las de uso común y por otro las de uso votivo. Las formas generalmente son esféricas, con un cuerpo globular del cual sobresalen un asa con estribo con gollete o pico y suelen estar pintadas o bien en un relieve con algún motivo según las ideas con las que fueron concebidas.

Quizás, el elemento cultural más destacado de esta cultura sean las cabezas trofeos con la boca cosida y pintadas alrededor de los ojos como símbolo de poder frente a los enemigos.

3.- La cultura de Paracas.

3.1.- Cronología y medio natural de la cultura de Paracas.

La cultura de Mochica-Chimú se desarrolló en la zona costara de Perú y tiene una cronología aproximada entre los siglos V-VI a.C. y el V d.C.

La cultura Nazca tiene su origen y su expansión en la zona costera de Perú, concretamente en la zona cercana a los ríos Ica y Pisco. El medio natural se caracteriza por una aridez completa, con una cierta altitud en torno a los 900 mts s.n.m., con una pluviometría escasa e irregular, con unas temperaturas bajas y con unos medios ecogeográficos muy degradados.

3.2.- Economía y explotación en el territorio de Paracas.

La economía tiene su relación intrínseca con el medio natural en la cual se desarrolló, aunque hay que destacar las obras de ingenierías que se realizaron y que lograron superar las adversidades del medio naturales. Siendo así, también se ha de destacar la relación de esta cultura de la zona de la costa con las zonas interandina de valles. La principal actividad económica fue la explotación de la agricultura pero con la originalidad de las obras hidráulicas y el uso del guano como fertilizante. Este tipo de agricultura da como resultado la explotación de productos como la papa, el frejol, el maíz, el ají o la calabaza, todos ellos de un alto valor alimenticio, aparte de la ganadería, la pesca y el marisqueo.

3.3.- Sociedad y organización en Paracas.

Probablemente la cultura de Paracas estaría dividida en torno a la explotación económica. Por un lado, existiría una elite social compuesta esencialmente por de carácter político, militar y sacro y en torno a este grupo aparecen las “burocracias” de las cuales ya se han dado referencia. La división social se completaba con el resto de personas que se dedicaban a todo tipo de labores productivas desde agricultores, ganaderos y pescadores que se dedicaban a la producción de alimentos.

3.4.- Elementos culturales de la civilización de Paracas.

Desde su descubrimiento por parte de Julio C. Tello se han dividido dos fases, la denominada como “Cavernas” que se relaciona con una forma de enterramiento a través de cámaras funerarias excavadas en la tierra en forma de pozos rituales y la “Necrópolis”, periodo en el cual se empieza a enterrar en cámaras funerarias rectangulares.

Las construcciones urbanísticas siguen el mismo patrón que las anteriores culturas mencionadas pues solían realizarse con todo tipos de materiales, destacando sobre ellos la utilización del adobe.

Las cerámicas de la cultura de Paracas destacan por sus características técnicas, sobre todo ene le caso de las votivas, con tratamiento refinado y por añadir la coloración en el momento previo a su cocción, lo que de otorga una intensidad mayor. Además, suelen ser monócromas con colores que derivan del rojo, negro, marrón o blanco o bien polícromas, en una etapa posterior. Las formas generalmente son esféricas, con un cuerpo globular del cual sobresale un asa con estribo con gollete o pico alargado y fino.

Igualmente destacables son las manifestaciones artísticas en forma de textiles, caso de mantos. Se utilizan todo tipos de productos para realizarlos, como el algodón o la lana, y los motivos para decorarlos son muy diferentes, desde líneas geométricas hasta imágenes naturalistas.

4.- Bibliografía

MILLONES, L. (1987): “Historia y poder en los Andes centrales”. Ed. Alianza. Madrid.

MURILLO, Mª Dº. (2003): “Introducción a la Historia de américa: Altas culturas y bases de la colonización”. Universidad de Cádiz. Cádiz.

 


Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-7833
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