Contribuciones a las Ciencias Sociales
Noviembre 2010

ALGUNAS GENERALIDADES SOBRE LA CIUDAD DEL CONOCIMIENTO

 

Jairo Apraez
Germán López Noreña

gerlopno@yahoo.com


La Ciudad Del Conocimiento se implementa en el marco del Desarrollo y sobre la promesa que las tecnologías de la Información y la Comunicación son las herramientas que permitirán más y mejores oportunidades económicas, políticas y sociales. Sin embargo la promesa no se cumple, y en su lugar se profundizan y las brechas ya existente y se generan nuevas diferencias.

Se plantea entonces, componer una Ciudad Del Conocimiento a partir de la concepción amplia de conocimiento y de ciudad, de tal forma que sea vista como un ecosistema, en el cual las funciones de la vida sean las que generen conocimiento

(Luz Arabany Ramírez; Universidad Nacional -Sede Manizales)
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Apraez y López Noreña: Algunas generalidades sobre la ciudad del conocimiento, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, noviembre 2010, www.eumed.net/rev/cccss/10/ 


RESUMEN

En el presente escrito se elabora un tejido discursivo en torno a una reflexión sobre algunos elementos de la Ciudad Del Conocimiento. Para ello se inicia con una aproximación a las definiciones del concepto en cuestión, en aras de trasegar qué es la mencionada ciudad, su proceso de gestación y difusión. Y finalmente centrarnos en los cuestionamientos y críticas que se le ha realizado a la misma.

Palabras Claves: Ciudad Del Conocimiento, Desarrollo, Desarrollo a Escala Humana, Sostenibilidad, Desarrollo Sostenible, Triangulo de Sábato, Triple Hélice.

1.0 APROXIMACIONES A LA DEFINICIÓN DE CIUDAD DEL CONOCIMIENTO

Sin duda, el llegar a la aproximación de la definición o mejor qué significa el vocablo Ciudad Del Conocimiento, exige detenernos en re-pensar en una primera instancia el concepto de Distrito Industrial como uno de sus elementos primigenios en su desarrollo:

[…] En la literatura Económica existen dos terminologías aceptadas universalmente. Sistemas locales productivos y Distritos industriales. En relación con ambos términos se ha precisado que el primero de éstos es un concepto más amplio, porque el de distrito industrial haría parte de un sistema local productivo.

El concepto de sistema local productivo aborda un conjunto de actividades productivas a las cuales se dedica un país, región o ciudad en forma permanente, y es un concepto más antiguo, el cual ha sido objeto de estudio de las diferentes escuelas económicas desde los mercantilistas hasta nuestros días y tiene un sentido general que cubre un continente o países. En cambio el concepto de Distrito Industrial1es mas particular y esta encaminado a analizar formas de producción en localidades, ciudades o regiones. Este concepto que hoy cumpliendo cien años, fue acuñado por Alfred Marshall con motivo de las especializaciones productivas que alcanzaron algunas ciudades inglesas en la época de la revolución industrial a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

Actualmente se utilizan diversos vocablos que se podrían ubicar dentro del concepto de Sistemas locales productivos y que en algunos casos aunque tienen semejanzas, se tratatará de aclarar cada uno de estos, como es el caso de: Ciudad del conocimiento Distrito Industrial, Distrito Tecnológico, Ciudades de Excelencia, Ciudades Tecnológicas, Tecnópolis, Parque tecnológico, Parque industrial y Cluster.

(Carlos A Botero Chica: en http://www.wikilearning.com/monografia/)

El concepto de Distrito Industrial, estuvo arraigado al auge del proceso de la Revolución Industrial en Inglaterra. Término acuñado por Alfred Marshall en su obra The Principles Of Economics (1890), gracias a su trabajo de análisis de altas concentraciones industriales en algunas de las ciudades inglesas que presentaban características muy especiales.

Marshall, observó específicamente en las ciudades de Lancashire y Sheffield, los siguientes aspectos: vocación productiva en una línea de producción, en su caso los textiles, evidenciando la presencia de un número significativo de microempresas concentradas alrededor de estas ciudades, con especializaciones parecidas y con actividades complementarias o ramas de la producción que estaban articuladas directa o indirectamente al mismo sector.

Conglomerados productivos que poseían unas características comunes a saber:

a) Su producción lo era para un mercado externo a la zona: en algunos casos para suplir las necesidades de otras ciudades dentro del mismo país, y en otros, para la exportación internacional.

b) Se producía con un alto criterio de especialización a través de la profundización del mercado, representado en una diversidad de productos en pequeñas series o lotes. Línea de producción, que en su procedimiento se alejaba de los modelos de producción en masa de las grandes empresas fordistas . Pese a lo anterior los logros en ganancias eran altamente rentables.

c) El ítem de la competencia en estas ciudades se realizaba en cierta manera de una manera leal y con alto espíritu solidario. Aspecto significado en la existencia de pactos o convenios, en los que se estipulaban y se cumplían la consecución de mercados, y prestamos entre el sector fabril de mano de obra, maquinaria, etc.

d) Se tenía establecido el método de la subcontratación, en raras de dar cumplimiento con el amplio pedido de la clientela. Situación de suma frecuencia en el sector empresarial de hoy por hoy en los tiempos de la globalización.

Marshall, además observó en estos Distrito industriales, la existencia una especie de instituciones en red, las que se ocupaban de diversas actividades del los distritos y en algunos aspectos del bienestar de la comunidad:

a) La difusión, realización y socialización de las actividades estaban a cargo de las instituciones públicas como los ayuntamientos y gobiernos locales se dedicaban a cumplir un papel promotor de estas actividades empresariales.

b) Las empresas presentaban una estrecha relación con las instituciones educativas, es decir la academia. En este sentido la enseñanza y el aprendizaje estaban direccionalas a suplir la demanda de formación de la comunidad en áreas afines al sector fabril.

c) Existían además corporaciones de productores que velaban por la preservación de intereses comunes.

d) También hacían parte de esta red institucional los organismos gubernamentales a nivel consular, que posibilitaban el establecimiento de contactos con el mundo exterior y facilitaba el comercio a nivel exterior.

Marshall en su obra Industry And Trade (1919) a través de algunas especificaciones le da más peso teorico al concepto de Distrito Industrial. Aspecto argumentado en el trabajo de investigación de Venancio Leandro (2007), en el marco del Master en Relaciones Internacionales Europa-América Latina-Universitá Degli Studi Di Bologna, en los siguientes términos:

Marshall agrega algunas especificaciones que enriquecen el concepto de distrito industrial. En particular, introduce el concepto de “atmósfera industrial”, que junto a la existencia de “mutua confianza y conocimiento”, ya mencionada en The principles of Economics, facilita la generación de las competencias que necesita la industria, promueve innovación y difusión entre las pequeñas y medianas empresas del distrito industrial.

En sustancia, Marshall afirma que en el interior del distrito:

- los individuos pasan con facilidad de una empresa a otra, y que los empresarios y los trabajadores viven en la misma comunidad, beneficiándose del hecho que los “secretos industriales” están en el área, es decir, existe una atmósfera industrial.

- Los trabajadores están mayoritariamente ligados al distrito más que a la empresa individual y la emigración de trabajo parece ser mínima o nula.

El distrito industrial es una comunidad estable, donde se afirma una identidad cultural local muy fuerte y con una difundida expertise industrial. El distrito industrial es en sustancia, un entretejido socio-económico, en donde las fuerzas sociales cooperan con las económicas y las uniones de amistad y las relaciones de proximidad se encuentran en la base de la difusión de los conocimientos.

Todas las características descriptas por Marshall en el modelo de distrito industrial son resumibles en el concepto de aglomeración, que es el alargamiento localizado (Becattini, 1987) no ya de las elecciones estratégicas de la empresa individual, sino de la externalidad positiva derivada de la presencia conjunta de empresas especializadas y servicios dedicados a ellas. Becattini (1979, 1987, 1990), partiendo de los primeros escritos de Marshall sostiene además que para poder hablar de distrito industrial, es necesario que la población de empresas se integre con la comunidad local de personas, reserva de cultura, valores y normas sociales adaptadas por un proceso de industrialización desde abajo. La componente social, siguiendo esta línea, es central para el modelo italiano de distritos industriales.

Un distrito industrial es “una entidad socio-territorial caracterizada por la presencia activa, en un área territorial circunscripta, natural e históricamente determinada, de una comunidad de personas y de una población de empresas industriales.”.

Este primer eslabón, si así se nos permite llamarlo hacia la noción y construcción, tanto en lo conceptual como en la práctica de la Ciudad Del Conocimiento, presenta en su desarrollo un momento de gran importancia, con la emergencia del concepto de Distrito Tecnológico en Italia. Concepto acuñado por Giacomo Becattini (1979).al revisar los elementos teóricos fundantes del Distrito Industrial de Marshall.

Becattini, repensó y adoptó el término de Marshall y lo trasladó a la teoría empresarial para detallar fenómenos que se estaban presentando en Italia, especialmente en la región de Umbría y concretamente en ciudades como: Perugia y Orvieto, con localización en el centro del país, diferenciándose ostensiblemente por su grado de desarrollo de las otras ciudades.

Los italianos re-pensadores del concepto de Distrito Industrial Marshalliano, inicialmente se centraron en describir el concepto de Distrito Tecnológico estableciendo como elementos fundantes y bases de este nuevo concepto la importancia que tenían las externalidades tecnológicas tales como: mano de obra, especialización de proceso y difusión de la innovación.

Becattini en 1979, Cappechi en 1987 y posteriormente Rullani en 1996 se destacan para el caso de Italia en el estudio de los temas antes mencionados e inscritos en el campo de las externalidades tecnológicas. En los tiempos actuales, los italianos regresaron al concepto de Distrito Industrial.

En los tiempos actuales los italianos volvieron al concepto de Marshall, registrándose en la existencia de un club conformado por un total de 27 de ellos.

La cuestión de las externalidades no fue exclusivamente estudiada por los italianos, Marshall también se denota en esta indagación. Ambos observaron y coincidieron que la proximidad geográfica constituye una condición favorable para la difusión de las externalidades tecnológicas, especialmente en el caso de empresas de la misma actividad o sector productivo, lo cual contribuye a acrecentar el rendimiento en la productividad.

El aporte de los italianos, que diferencia a los italianos de Marshall, se significa la importancia que le dan a la cultura de valores generado entre los empresarios y los lazos de cooperación que se tejen con las instituciones de estas localidades geográfica. En síntesis, es posible afirmar que el concepto de Marshall de Distrito Industrial se concentra más en lo productivo y empresarial mientras que el tema de Distrito Tecnológico, además de lo productivo y empresarial enfatiza en los valores, lazos de cooperación e integración institucional como una condición para desarrollar un verdadero distrito tecnológico.

Otro aspecto de trascendencia lo constituye el cambio de actitud en los distritos en lo que corresponde a la confianza entre los diferentes actores.

Uno más de los objetivos de los distritos tecnológicos esta orientado a crear un elemento propedéutico a manera de caldo de cultivo hacia la innovación basada en actividades de conocimiento cuyo propósito es mejorar los procesos productivos y optimizar el uso de los recursos.

Finalmente, veamos en lo relacionado con los Distritos Tecnológicos italianos, la apreciación de Venancio Leandro en su trabajo ya citado, en el que expone las razones de la transición del Distrito Industrial al Distrito Tecnológico, y en la que una de las causas lo es la gestación de conocimiento:

De la hipótesis según la cual el modelo de innovación incremental propuesto por los distritos industriales tradicionales están en un punto de crisis, emerge claramente la necesidad de redefinir las líneas guías que han inspirado la gestión y la coordinación de las actividades industriales realizadas al interno de los distritos, focalizando mayormente la atención en la innovación tecnológica.

El incremento de la competitividad sumado a los fenómenos imitativos han despotenciado la capacidad manufacturera de los distritos, problemas superables sólo a través de la realización de actividades de investigación y desarrollo.

En años recientes, se ha ido tomando conciencia de tal situación, lo que ha llevado a la proyectación y al nacimiento de los distritos tecnológicos. Esta nueva versión de los distritos representa una experiencia de política industrial regional de absoluta relevancia para la futura competitividad del sistema económico italiano en los años venideros.

Conjuntamente a las precedentes consideraciones en mérito al contexto competitivo internacional, se le han sumado otras que corresponden al plano propiamente italiano. En el caso de la economía italiana los datos muestran una situación en la cual el nivel de gasto público en investigación y desarrollo supera los valores privados, aparece evidente que un objetivo de primera relevancia sería explotar tales recursos con racionalización y eficacia. Sin embargo, numerosos análisis comparativos de la economía italiana respecto a valores medios de las principales naciones europeas sugieren un general posicionamiento negativo en sectores de innovación, debida en larga medida a la baja performance de la innovación industrial, mientras contextualmente la investigación pública y académica se configura como un apropiado punto de partida para volver a dar competitividad a los compartos manufactureros italianos.

Tales consideraciones se traducen en la necesidad de una efectiva presencia en el territorio del distrito tecnológico y de sujetos productores y utilizadores del conocimiento. Sólo en este modo es posible lograr el proceso de feed-back entre mercado final e investigación de base, que constituye el aspecto clave para el éxito de tales iniciativas de política industrial.

(Venancio Leandro, 2007. páginas 104-105)

A manera de conclusión, en esta sección del escrito sobre las aproximaciones a la definición de Ciudad Del Conocimiento, es necesario hacer mención a la conceptualización de investigadores del tema, del talante de Jesús María Zaratiegui , la francesa Denisse Raquier Desjardins y la mexicana Paola Salas, quienes para ellos existe una equivalencia en el significado semántico de Ciudad Del Conocimiento con el de los términos Distrito Tecnológico, Tecnopolis, y Ciudades De Excelencia.

Luego, ya vistos de manera general los anteriores elementos de las aproximaciones, a la más que definición, diríamos mejor, conceptualización de Ciudad Del Conocimiento, veamos entonces que es ella, y algunas de sus características en su proceso de constitución, y la difusión de las mismas.

2.0 SOBRE QUÉ ES LA CIUDAD DEL CONOCIMIENTO Y LAS ESTRATEGIAS PARA SU PROCESO DE GESTACIÓN, Y SU DIFUSIÓN

El siglo XXI en su advenimiento trae consigo la era del conocimiento. Es así como en esta perspectiva una de las grandes preocupaciones de las agencias internacionales como la UNESCO Y EL Banco Mundial, entre otras, ha sido el estudio de las complejas relaciones entre Conocimiento, Innovación y Desarrollo.

Estudios que arrojan como conclusión de suma importancia la necesaria alianza de la triada gobierno, empresa y academia en aras de hacer realidad la consolidación de la llamada Ciudad Del Conocimiento, concebida como “un territorio geográfico en donde existe una sociedad debidamente articuladas entre si y sus actores tienen un propósito común: participar en el desarrollo de una economía basada en el conocimiento” (Botero Chica; 2006).

Siendo los componentes de la triada en la perspectiva de lograr un Desarrollo Sustentable, actores fundamentales en el que el gobierno debe asumir compromisos reales de en gestar las condiciones propicias para el apoyo y el acompañamiento de la iniciativa oficial y privada en el desarrollo de Ciudad Del Conocimiento; la empresa privada o mejor el sector privado en el que su objetivo es el de generar bienes y servicios de utilidad a la sociedad en aras de satisfacer sus necesidades; y la academia debe asumir un rol bidireccional en ser receptora y transmisora del conocimiento.

Probablemente la función de más importancia que le corresponde a la academia en el proceso de gestación y consolidación en la Ciudad Del Conocimiento, sea el de dar cumplimiento a su función social –llamada por unos Extensión y por otros proyección social-, en la que recibe y codifica mensajes de lo gubernamental y lo privado, sobre las necesidades de formación que exige la sociedad y el aparato productivo. Funciones, todas ellas a cumplir la triada, en el marco de un Desarrollo Sustentable.

Entonces preguntémonos por las estrategias llevadas a cabo por las hoy llamadas ciudades del conocimiento, en su proceso de constitución y consolidación.

La respuesta, por cierto se inscribe en la triada mencionada, en la que se resaltan los siguientes elementos:

Visión de largo plazo concertada y planificada; Política industrial orientada a la exportación; Desarrollo tecnológico basado en transferencia tecnológica dirigida; Copiando tecnología; Comprando tecnología; Una vez adaptada la tecnología se lucha por mejorarla y abaratar los costos; La competitividad depende de la productividad, y esta depende de la capacidad tecnológica; Énfasis educativo para aprender una cultura de la competitividad y de la productividad; La diferencia salarial entre el mínimo y el máximo no debe sobrepasar las siete veces; Los sectores productivos deben operar como cluster; Se requieren agencias de desarrollo que apoyen y hagan la función de promover la imagen de ciudad en el entorno internacional y adicionalmente deberán promover la exoneración de impuestos y aportes en dinero a las empresas que generan empleo; Debe existir un alto contendido ético y de cooperación empresarial en el desarrollo de las diferentes actividades para que las transacciones y negocios fluyan armónicamente evitando así la tramitología.

Elementos inscritos en la observación de Angehrn (2004), quien conceptúa que para poderse dar el desarrollo y la dinámica de difusión de la Ciudad Del Conocimiento, debe necesariamente ser satisfechos los siguientes aspectos: su contexto; la creación del conocimiento; su dinámica de intercambio; y finalmente la dinámica de cambio.

Lo que Michaud (2003), complementa, sugiriendo:

[…] que una Ciudad de Conocimiento, es principalmente notable por la riqueza del conocimiento adquirido, el cual gira alrededor de sus instituciones de aprendizaje, centros de investigación, negocios y creadores.

Para luego comentarnos que:

[…] hay 3 componentes principales que determinan la intensidad del conocimiento en la ciudad, esto es: El grado de producción del conocimiento, el ritmo de asimilación y uso de los nuevos tipos de conocimiento, el alcance de circulación del conocimiento.

En la actualidad existen un número significativo de Ciudades del Conocimiento. A continuación retomando el trabajo de Botero Chica (2006), se citan algunas de ellas en la que se hace mención a la actividad empresarial que se dedican y su nexo con la academia

Además de las anteriores ciudades citadas en el anterior cuadro, es pertinente mencionar la existencia de otras que en la actualidad han logrado el status de ciudades tecnológicas o del conocimiento, siendo ellas:

Campina Grande, Sao Carlos, Florianópolis, Sao Leopoldo en el Brasil. Oakland en California, Omaha en Nebraska, Tulsa en Oklahoma, Huntsville en Alabama, Akron en Ohio, las anteriores en Estados Unidos. Barcelona en España. Suzhou en la China. Cote de Azur en Francia. León y Guadalajara en México. No obstante el número representativo de estas ciudades, quedarían faltando por mencionar algunas ciudades europeas, chinas y australianas.

3.0 CRITICAS A LA CIUDAD DEL CONOCIMIENTO

3.1 ALGUNOS ASPECTOS PRELIMINARES

En esta sección del libro, damos inicio a la argumentación sobre las críticas a la Ciudad Del Conocimiento, realizando algunas observaciones sobre unas cuantas de las muchas aproximaciones a la definición de la misma.

Entonces demos cuenta de unas de ellas:

Es un territorio geográfico en donde, conforme a un plan y una estrategia general asumido conjuntamente por la sociedad y el gobierno, sus actores tienen el propósito común de construir una economía basada en el desarrollo del conocimiento

http://www.fhdesignstudio.com/cic/acercade.html

La ciudad del Conocimiento se promulga como aquella conectada por medio del uso de las TIC, que además, tiene el propósito de potenciar la comunicación entre sus habitantes y de ellos con otros del exterior. Se promete el incremento de las posibilidades para todos de información, participación política, y consecución de oportunidades de empleo, distribución y compra de productos y servicios.

(Luz Arabany Ramírez; Universidad Nacional-Colombia)

Ahora bien, en ellas –las que no obstante haberse tomado dos, es una muestra interesante para la intencionalidad de este apartado-, es posible percibir en su enunciación como hace presencia un común denominador, siendo él, el Desarrollo.

Luego es menester como elemento catalizador para la inteligibilidad de la o las críticas a la ciudad en cuestión, ubicarla en el marco del desarrollo. Y más específicamente en un contexto teorico y de concreción en la práctica de una Ciudad Del Conocimiento Sustentable, con sus componentes cultural, económico y social.

3.2 LA CIUDAD DEL CONOCIMIENTO EN EL MARCO DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

Erróneamente se ha concebido que el Desarrollo estrictamente esté ligado a lo económico, dejándose de lado lo cultural, lo social y lo ambiental. Y en verdad el Desarrollo en su concepción más amplia y sistémica debe asumirse como el mejoramiento de la calidad de vida del ser humano en la perspectiva holística, y no necesariamente como casi siempre se ha pensado, con relación al aumento del PNB. Aspecto que hace alusión a una de las más controversiales temáticas de investigación como son las llamadas Apariencias del Desarrollo (Gallopín, 1996; Gallopín y Christianson, 2000).

En conclusión, el Desarrollo no es ni será nunca sinónimo de crecimiento económico. Este último únicamente es un medio para alcanzar el primero. Es decir como lo sostiene Max Neef en su teoría del Desarrollo A Escala Humana: “El desarrollo se refiere a las personas y no a los objetos”.

Luego, la razón a ser hegemónica del Desarrollo, en mi opinión, significada en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas en el planeta, debe estar dirigida a la satisfacción de las necesidades materiales e inmateriales de ellas. De lo que Maslow y Lowery (1998), en sus estudios conceptúan y de manera afirmativa, el ser posible la satisfacción de las múltiples aspiraciones y deseos de los seres humanos a través de una serie de satisfactores alternativos materiales e inmateriales.

Es en esta perspectiva que La propuesta teórica del Desarrollo En Escala Humana de Max-Neef, emerge como un complexus teórico trascendental en la perspectiva de lograrse un efectivo y real Desarrollo Sustentable.

El Desarrollo es definido por él como “la «liberación de posibilidades creativas» de todos los integrantes de una sociedad, como un concepto claramente separado del crecimiento económico y sin ser una condición para éste” (http://www.inwent.org/E+Z/zeitschr/ds202-10.htm). Entonces veamos algunos párrafos escritos por el autor chileno-alemán, en su obra ya mencionada:

Este trabajo propone, como perspectiva que permita abrir nuevas líneas de acción, un Desarrollo a Escala Humana. Tal desarrollo se concentra y sustenta en la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales, en la generación de niveles crecientes de autodependencia y en la articulación orgánica de lo s seres humano s co n la naturaleza y la tecnología, de los procesos globales con los comportamientos locales, de lo personal con lo social, de la planificación con la autonomía y de la sociedad civil con el Estado.

Necesidades humanas, autodependencia y articulaciones orgánicas, son los pilares fundamentales que sustentan el Desarrollo a Escala Humana. Pero para servir su propósito sustentador deben, a su vez, apoyarse sobre una base sólida. Esa base se construye a partir del protagonismo real de las personas, como consecuencia de privilegiar tanto la diversidad como la autonomía de espacios en que el protagonismo sea realmente posible. Lograr la transformación de la persona-objeto en persona-sujeto del desarrollo es, entre otras cosas, un problema de escala; porque no hay protagonismo posible en sistemas gigantísticos organizados jerárquicamente desde arriba hacia abajo.

El Desarrollo a Escala Humana apunta hacia una necesaria profundización democrática.

Fundamentado e incentivado, por la Fundacion Dag-Hammarskjöld, la que para su informe global titulado «What New: Another Development» de (1975) acusaba de la necesidad de presentar ejemplos de desarrollo sectorial alternativo en América Latina, produjo en Max-Neef a mediados de la década de los años 80 el instrumental de su «desarrollo a escala humana». En la que se expone que el Desarrollo no debe ser impuesto desde arriba, sino que debe venir de la base, lo que llevó a Max-Neef a la elaboración de un método para aprehender los verdaderos deseos y necesidades de la gente sencilla.

Su búsqueda la hace inteligible y la socializa a través de la analogía del acto de una madre que lacta a su bebé. Situación en la que como es conocida, un recién nacido tiene una necesidad básica, la subsistencia; la satisfacción la encuentra en ser amamantado, acto que a su vez moviliza otro conjunto de necesidades, cuyos elementos lo son la protección, el amor y la identidad, las que de manera simultánea estimula su satisfacción.

Repensando ese modelo, el economista de La Teoría Descalza construye una matriz básica con nueve necesidades básicas (la décima, la búsqueda de la trascendencia, le pareció para ese entonces demasiado osada), las que se articulan de manera conectadas axiológica con cuatro categorías de satisfacción de necesidades. Las nueve necesidades fundamentales son: subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, ocio, creación, identidad y libertad. Las cuatro categorías correspondientes al nivel de las satisfacciones son: ser, tener, hacer e interacción.

http://www.google.com.co/imgres?imgurl=http://www.inwent.org/

De manera similar que nos presenta la matriz con los aspectos positivos también nos plantea los que se contraponen a los sastifactores positivos, es decir los pseudosatisfactores o satisfactores inhibidores, que ofrecen una falsa satisfacción de deseos. El armamento de la logística militar, p. ej., da protección, pero a la vez disminuye la satisfacción de otras necesidades, tales como subsistencia, afecto, participación o libertad; el nacionalismo chaunivista ofrece identidad, pero destruye otras áreas; el paternalismo impone protección, pero a costas de la comprensión, la participación, la libertad y la identidad.

http://www.google.com.co/imgres?imgurl=http://www.inwent.org/

Entonces dejemos la conceptualización de Max-Neef –reconociendo el ser para estos momentos aciagos de la llamada posmodernidad, un referente obligado en la conceptualización de un verdadero desarrollo del ser humano-,para indagar, en qué marco real de Desarrollo Sostenible se ha tratado de implementar la llamada Ciudad Del Conocimiento.

Empecemos diciendo que lo que se dice del Desarrollo fundamentalmente económico, siempre hace referencia a la búsqueda de la disminución de sus efectos negativos. Argucia distractora o intento disimulado de alejar del elemento fundacional del capital, en sumatoria del olvido de este supuesto Desarrollo a las dimensiones ecologicas y humanas.

Desarrollo económico del que Ernest García (2004; Pág. 193) lo ha articulado con una estrecha asiduidad a la “aceleración del proceso de modernización como efecto de la actuación conciente e intencional de las élites de una sociedad y se ha aplicado sobre todo a los aspectos económicos del proceso”.

Desde este enfoque García (2004; Pág. 197) cuestiona la evolución social que se suele presentar con suma frecuencia como una forma de Modernización , en los siguientes aspectos:

• Conceptúa sobre la alta presencia del acento etnográfico, mientras que el modelo de sociedad se gesta por extrapolación de las características propias de la sociedad occidental y norteamericana.

• Estima la existencia de una desigual estructura económica internacional, en la que subyacen relaciones desiguales de dominio y de intercambio con marcada dependencia, en la que las naciones más avanzadas alienan y direccionan caminos a cumplir por las menos desarrolladas.

• Demuestra la acentuada atención a los aspectos económicos en detrimento de lo social y lo humano.

Ahora, a la difundida y por cierto errónea concepción de Desarrollo se le ha sumado el concepto de Sostenible , acción que más que enrutar hacia nuevas lecturas en las problemáticas de esta cuestión; parece ser que corresponde a hacer presencia en un momento coyuntural a un nuevo cliché, con claras intencionalidades de protagonismo, más no de concreción de políticas que den cuenta de una efectiva y eficiente calidad de vida hacia una nueva concepción de la misma.

¡He aquí un complejo problema! Esto en razón de que dado los cambios constantes de los ecosistemas en los que se desenvuelve el hombre y hace parte el hombre, plantea la necesidad de una revisión continua de los conceptos y de la aplicación del Desarrollo y la Sostenibilidad.

Desde este enfoque Bifani (1999; Pág. 123), escribe:

La Sustentabilidad no es un concepto estático, ya que depende no sólo de las características de los recursos y su entorno, sino también del bagaje de conocimientos y el progreso tecnológico tanto para su explotación como para su conservación. La Sustentabilidad depende de la voluntad y capacidad de la sociedad para invertir en investigación y desarrollo, en nuevas tecnologías, en obras, en educación, etc.

Bifani nos complementa la anterior apreciación en la obra ya citada, diciéndonos que bajo el esquema de centro-periferia, los países que le han implementado, lo han hecho en aras de un Desarrollo enmarcado en lo económico a nivel mundial, representado en las políticas del Colonialismo, Mercantilismo, y Capitalismo. Todo ello en detrimento de lo social y lo ambiental.

Muchas voces se han hecho sentir sobre los problemas del Desarrollo y La Sostenibilidad en el marco de la globalización económica y las políticas del Neoliberalismo . Una de ellas lo ha sido la de Enrique Leff (2003), quien la cuestiona estimando que la política de Desarrollo Sostenible inmersa en ella está “desactivando, diluyendo y pervirtiendo el concepto demedio ambiente […] el discurso neoliberal afirma la desaparición de la contradicción entre ambiente y crecimiento”.

El planeta que habitamos siempre ha sido global: un globo terráqueo. La Tierra se desprendió de su planicie e inició el vuelo de su globalización en el siglo 16, una vez que el mundo fue circunnavegado y que los intercambios comerciales fueron interconectando a las diferentes civilizaciones y culturas. Más adelante, la generalización de los intercambios comerciales se convirtió en ley, y ésta se fue universalizando, invadiendo todos los dominios del ser y los mundos de vida de las gentes. Con la invención de la ciencia económica y la institucionalización de la economía como reglas de convivencia universales, dio inicio un proceso de 5 siglos de economización del mundo. Mas el orden físico y la vida en el planeta que dan origen y sustentan al género humano no encuentran en sus raíces ninguna esencialidad económica, más allá de la pulsión de producir con la naturaleza para satisfacer necesidades humanas. Este proceso de expansión de la racionalidad económica culmina con su saturación y su límite, el límite de su extrema voluntad de globalizar al mundo engullendo todas las cosas y traduciéndolas a los códigos de la racionalidad económica, razón que conlleva la imposibilidad de pensar y actuar conforme a las leyes límite de la naturaleza, de la vida y la cultura. Este proceso económico no sólo exuda externalidades que su propio metabolismo económico no puede absorber, sino que, a través de su credo fundamentalista y totalitario, se enclava en el mundo destruyendo el ser de las cosas –la naturaleza, la cultura, el hombre– al intentar reconvertirlas a su forma unitaria y universal.

En este sentido, el proceso de globalización cuya naturaleza intentamos descifrar –los crecientes intercambios comerciales, las telecomunicaciones electrónicas con la interconexión inmediata de personas y flujos financieros que parecen eliminar la dimensión espacial y temporal de la vida, la planetarización del calentamiento de la atmósfera, e incluso el aceleramiento de las migraciones y los mestizajes culturales–, ha sido movilizada y sobredeterminada por el dominio de la racionalidad económica sobre los demás procesos de globalización. Es esta sobre-economización del mundo la que induce una homogeneización de los patrones de producción y de consumo, contra una sustentabilidad planetaria fundada en la diversidad ecológica y cultural.

(Leff Enrique; 2005: Pág. 1)

Es así como desde este magro panorama del Desarrollo Sostenible en el mundo actual, se pretende implementar una Ciudad Del Conocimiento con fundamento en el uso de las TICs; y en la que se proclama grandes oportunidades de acceso de diferente índole, e incluso el mejoramiento de las condiciones de vida en las personas del planeta. Aspecto este que no se ha cumplido, hasta hoy, ya prácticamente transcurrido la primera década del siglo XXI. Y en el que se ha beneficiado un grupo muy reducido de personas.

Y que a decir de Meadows et al (1975: Pág. 25) los: “marcados […] contrastes que despierta la magia de la tecnología moderna y la participación tan reducida que estas poblaciones pueden desgajar del progreso que parece resplandecer en otras partes. Así pues en el despertar del progreso científico y tecnológico, han aparecido intolerables brechas psicológicas, políticas y económicas que opone “los que tienen” a los “que no tienen”. El agravamiento de este estado de cosas haría inevitables los estallidos políticos.”

Treinta años más tarde Meadows et al, en documentos posteriores como, “Más Allá De Los Limites Del Crecimiento” y “Los Limites Del Crecimiento 30 Años Después” confirma los planteamientos anteriores y se plantea el uso estratégico de la información, como elemento esencial en el Desarrollo de la Humanidad.

3.3 CRÍTICAS Y CUESTIONAMIENTOS A LA CIUDAD DEL CONOCIMIENTO EN AMÉRICA LATINA

De manera singular y sin mediar ningún tipo de reparo, se han concebido y puesto en marcha las llamadas Ciudades Del Conocimiento. Siendo ellas una expresión más de la Globalización económica, con sus explícitos procesos económicos, caracterizados por el acceso a nuevas formas de mercado, en los que prima la exclusión y la implementación de las nuevas políticas y las directrices de la llamada Sociedad Del Conocimiento, por parte de de los organismos internacionales que orquestan y lideran esta cuestión.

Sin embargo, el promulgar en su razón de ser por parte de La Ciudad Del Conocimiento, como ya se dijo anteriormente, en el propender por lograr una alta participación de las personas -en la perspectiva de mejorar la calidad de vida de ellas- del planeta, esto no se ha concretado. La verdad es que en ellas se cobija es una elite. Lo que en términos de Luz Arabany Ramirez en su articulo ya referenciado, no es más que una construcción de una elite para una elite, en la que se ha creado en su interior estructuras y procesos que son ajenos a los que no saben, a los que no tienen, y a los que no pueden. •

De los actores protagónicos de las mencionadas ciudades, el estudio del Triángulo de Sábato-Botana , y la Triple Hélice , dan cuenta de ello. (gobierno-empresa-academia), dan cuenta de ello. Algo importante a resaltar lo es la poca participación de la Sociedad Civil en estos modelos de Desarrollo.

Sobre la emergencia del Triángulo Sábato-Botana, Martínez Vidal (1997), se refiere a él de la siguiente manera:

En 1968, por encargo de Gustavo Lagos, director del Instituto de Integración para América Latina (INTAL), juntamente con Natalio Botana, presentó a The World Order Model Conference en Bellagio, Italia, el llamado "Modelo del Triángulo". En este trabajo Sábato aprovechó sus experiencias en CNEA y culminó una etapa de acción, vivencias y reflexión. Marcó un hito importante, no sólo en su actividad intelectual, sino por la gran influencia que tuvo el mismo en la estructuración de lo que se denominó el "pensamiento latinoamericano en ciencia, tecnología y desarrollo". Detectó la urgencia de entender las relaciones entre tecnología y política económica. Economistas y tecnólogos desconocían mutuamente sus problemáticas y hablaban lenguajes diferentes. De aquí su esfuerzo para procurar acercarlos a través del foro de la "Librería de las Artes" o su actuación en el Instituto Di Tella, que desembocaron en el modelo del triángulo.

El documento sobre "Régimen de tecnología", en sus puntos 12) y 13) describe el triángulo I-G-E, el contenido de sus vértices e intrarrelaciones y las interrelaciones entre vértices.

Sábato dio así un "marco conceptual y operativo" a todo lo hecho por él en la década anterior y "consideró al triángulo como una racionalización de los éxitos y fracasos del SATI/CNEA, culminando una etapa". Decía, irónicamente, que "optó por el triángulo, porque es la figura más complicada que puede entender un economista".

Sábato-Botana entendieron además que la infraestructura científico-tecnológica no conformaba de ninguna manera un "sistema", que sólo era un complejo de elementos desarticulados, sin relaciones entre sí, ni con la sociedad. Explicitaron esa desarticulación existente y sintetizaron con un primer enfoque sistémico, implícito y pragmático, las interrelaciones necesarias para acceder a una sociedad moderna y "lograr capacidad técnico-científica de decisión propia a través de la inserción de la ciencia y la técnica en la trama misma del proceso de desarrollo", tanto del sector productivo, como de la sociedad, con un esquema didáctico muy simple.

(Martínez Vidal; 1997: Págs. 143-144)

En aras de elucidar, algunos aspectos de la incidencia en el “Desarrollo” en América Latina de los modelos en el párrafo anterior mencionado y en lo relacionado con La Ciudad Del Conocimiento en América Latina, veamos algunos aspectos de sus componentes.

E iniciemos por el Estado, pues: “Ha quedado demostrado que el Desarrollo es una condición que no se obtiene con el simple devenir histórico que abraza un proceso natural de evolución, la realidad advierte que esta noción se ubica lejos de representar una vía objetiva. Dicha condición que, sin duda, involucra la adquisición de capacidad sistemática para crear progreso tecnológico, demanda de una activa y decidida participación estatal, donde los esfuerzos sean canalizados, entre otras cosas, a la creación y levantamiento de una infraestructura científico-tecnológica sólida” (Silvana Andrea Figueroa Delgado; 2009)

Idea que es sustentada por Silvana Andrea Figueroa (2009), al realizar un breve recorrido por la historia de la política estatal-económica de Inglaterra y Alemania , en la que hace presencia una significativa protección arancelaria para la producción agrícola e industrial de la población nativa; aspecto este que riñe con las políticas en este tópico en la actualidad en los países latinoamericanos y mucho más aun en las denominadas Ciudades del Conocimiento para esta parte del continente americano.

Para Inglaterra, sobresalen entre otras los siguientes aspectos y disposiciones, los que de una manera u otra fueron elementos determinantes desde la política estatal para erigirla como la cuna de la revolución industrial:

• Inglaterra, funge en el escenario de la trama histórica el haber sido la cuna del Capitalismo. Significada del incipiente taller, a la gestación de la fabrica y la división del trabajo. Para trascender a la conformación de los gremios y la instauración de la banca, en la perspectiva de la consolidación del capital industrial.

• La invención de la maquina a vapor y el ferrocarril enrutaron a esta nación en la senda y la hegemonía de la producción capitalista hasta los años cincuenta del siglo XIX. Erigiendo la estructura Estatal-económica de los ingleses como un verdadero portento del desarrollo industrial, tecnológico y comercial.

• Las medidas tempranamente implementadas en el reinado de Eduardo III entre los años 1323-1327, con las que se protege la producción interna a nivel de los productos agrícolas y el sector de manufacturas; y se reglamenta o prácticamente se prohíbe la importación de productos de otros países. Lográndose con las anteriores reglamentaciones el desarrollo de la industria local y creatividad del sector fabril ingles.

• Isabel I, entre 1558-1603 suspendió un alto porcentaje del comercio en ultramar, favoreciendo de esta manera la industria en los sectores de la metalurgia y la producción de embarcaciones.

• A inicios del siglo XVI, le fue permitido el ingreso a protestantes emigrantes de lo que hoy es Bélgica y Francia los que aportaron al desarrollo de Inglaterra con sus conocimientos en las artes manufactureras en el lino, la seda, el papel, construcción de relojes y del metal. De igual manera, los italianos contribuyeron al forjamiento del aparataje industrial de esta nación, quienes obligados por el régimen proteccionista y la no posibilidad de exportar sus productos a Inglaterra, se hicieron ciudadanos y aportaron con sus conocimientos en la tapicería persa y artículos de lujo (List; 1885).

• La promulgación de la primera ley formal de patentes en 1624 por parte del parlamento inglés, en la que se le daba monopolio a los inventores sobre sus creaciones por espacio de catorce años, propició un interesante desarrollo de la industria inglesa (Penrose; 1974).

• Las leyes de navegación contempladas en las llamadas Actas de Navegación inglesas emanadas en 1651 por el parlamento representaron para Inglaterra el monopolio mercantil marítimo de ese entonces y varias décadas después.

• En 1694 se gestó el Banco de Inglaterra, cuyo razón de ser inicialmente fue el cubrir los gastos, mediante deudas públicas, a prominentes comerciantes (Dowd; 1971).

Las Dos Revoluciones Industriales

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En este y gracias al contexto de normatividad e intervención estatal, conllevó a que Inglaterra se consolidara como una potencia industrial a nivel global. Más, no obstante, siempre fue así. Entonces mencionemos algunos elementos dinamizadores de ello.

Uno de los aspectos que dinamizaron los cambios de producción y de la parte laboral, fue el aprendizaje productivo realizado de manera no científica, por parte de los artesanos e incluso los ingenieros, bajo el mando ya de personas inscritas en el capitalismo (Braverman; 1974). Evento que fue caldo de cultivo, para el surgimiento de nuevas formas de producción y de trabajo, representadas en la imposición de la máquina por parte del capitalista al otrora artesano y la división del trabajo.

He aquí ya, los albores de una de las exigencias de la llamada Segunda Revolución Industrial, en lo relacionado a los agentes y a las tendencias. Es decir, la aplicación científica y la automatización para lo primero, y la transición del trabajador técnico experimentado al de orden científico, para lo segundo.

Acontecimiento que conllevó el despojo de los medios de producción por el gran capital al artesano-trabajador, dándose la supremacía del capital industrial sobre el capital comercial. Lo que según, Víctor M Figueroa (1986), propició las bases para la aparición del trabajo general, contemplado y significado en lo científico, lo creativo, y lo inventivo.

Mehdí Shafaeddin (1998), nos resalta, entre otros, dos elementos importantes que influyeron en el Desarrollo Industrial del Reino Unido: El primero está relacionado con la manera en que Inglaterra se erigió como una gran potencia mundial a costo de la explotación desmedida de sus colonias y en detrimento del desarrollo de las mismas; y el segundo, de cómo la exportación de la maquinaria producida en las fabricas inglesas a las colonias, bajo su dominio, fue prohibida, situación que incrementó la brecha tecnológica entre las colonias e Inglaterra.

Silvana Andrea Figueroa (2009; Pág. 11) citando a este autor, a Reinert (1999), y Chang (2003); señala que Gran Bretaña:

[…] comenzó su incursión en el libre comercio propiamente en los años 1840, en un momento en que su base industrial se encontraba fortalecida y su posición era de evidente ventaja. La idea era colocar con toda facilidad la producción manufacturera en otras partes del globo, al mismo tiempo que se abastecía de materia prima barata. Hay quienes sostienen que la liberalización de granos de 1846 en Gran Bretaña, no fue tanto el descuido de un sector como lo fue del impulso del otro, es decir, fue una estrategia deliberada para que distintas naciones vieran rentable la producción de granos y se olvidaran de la fabricación de bienes finales y de capital, conservando así su papel central en esta actividad.

No obstante, este exceso de confianza de la Gran Bretaña en la apertura, hizo que fuera perdiendo su lugar como primera potencia económica frente a países que para ese entonces se encontraban enfocados en el fortalecimiento de sus mercados internos, con una activa participación estatal interna. Alemania, fue una de ellas.

Ahora bien ¿Qué nos deja para la reflexión, la anterior semblanza histórica del Desarrollo Industrial en Inglaterra? Sin duda, ella nos deja enseñanzas importantes, a tener en cuenta, si en verdad América Latina propende por lograr el Desarrollo. Luego, veamos algunas de ellas, contrastadas con unas cuantas medidas que se ha implementado en esta sección del continente americano:

• Los Estados Latinoamericanos en aras de la construcción de un Desarrollo verdaderamente Sostenible, deben adquirir un eficiente y efectivo compromiso integral, revertido en una injerencia generosa e integral. Integralidad que no solamente debe corresponder al desarrollo de una infraestructura científico-tecnológica, sino también ella debe estar sujeta a las exigencias ecológicas actuales para el planeta en un sentido holístico.

• Las medidas adoptadas por Inglaterra y Alemania en lo relacionado a la protección de la producción nativa y las restricciones al ingreso de la producción foránea, son ejemplo en cierta manera de políticas estatales a implementar por los gobiernos latinoamericanos, para gestar independencia económica y tecnológica de los países ya consolidados.

• La experiencia en suelo latinoamericano de la denominada política de industrialización a través de la “Sustitución De Las Importaciones” no

dio los frutos esperados al no alcanzar los logros esperados en tecnología. Sin embargo, el haberse logrado algunos desarrollos en lo que correspondió a la investigación básica y en la fabricación de bienes finales, en esta política para la América Latina, no se cumplió los preceptos instaurados en el Triángulo de Sábato-Botana. Es decir, la tan anhelada complementariedad e integralidad entre el Estado-Empresa-estructura científico tecnológica en aras del Desarrollo latinoamericano, aun sigue siendo una tarea a realizar.

Ya mencionados los anteriores elementos, articulados ellos con el proceso de industrialización y tecnologización de los países referenciados y la América Latina, volvamos nuevamente a las críticas de las denominadas Ciudades del Conocimiento en esta parte del continente americano.

En las ciudades de América Latina se ha puesto en evidencia, como en otrora tiempos, la implementación de modelos foráneos de Desarrollo aplicados en países y regiones de mayor nivel de industrialización, en los que como es de esperarse, se declara de manera unilateral al olvido la identidad y particularidades culturales de los conglomerados humanos latinoamericanos.

Con la caída del muro de Berlín y el desmantelamiento de la ex-Unión Soviética y los “socialismos históricos”, la última moda en el mundo económico y la academia es hablar del neoliberalismo y la economía de mercado libre. Contrario al entendimiento de este modelo cuando fue concebido en Europa durante el siglo diecinueve, el neoliberalismo actual y sus políticas librecambistas no buscan reproducir ese viejo sistema, sino que por el contrario, es algo que se engendra dentro de lo que se denomina el “nuevo orden internacional”.

El capitalismo mundial, especialmente el de las sociedades ricas e industrializadas del Norte, están optimistas y hablan acerca de la democratización, transición y oportunidades de crecimiento, especialmente en regiones como Asia y América Latina. Países como Taiwán, Singapur, Costa Rica, Chile se presentan al resto del mundo como modelos los cuales han logrado combinar exitosamente un liberalismo económico junto a una democracia política. De esta manera, el Tercer Mundo es invitado a seguir dichos modelos para alcanzar una casi instantánea modernidad que les permita eliminar sus subdesarrollos crónicos.

Este optimismo, sin embargo, se contradice con la realidad del llamado Tercer Mundo, en donde la desnutrición y la mortalidad infantil, el hambre, la pobreza y la cesantía han aumentado dramáticamente durante las décadas finales del siglo veinte. Mucho se ha escrito acerca de las fallas de los “socialismos históricos”, pero muy pocos se atreven a comentar hoy día acerca de las fallas del “capitalismo desarrollista” tal como se practica en las regiones del Sur.

La percepción de la realidad del Tercer Mundo por parte de los países ricos e industrializados del Norte se basan en análisis simplistas los cuales la mayoría de las veces sólo intentan justificar el control y dominación de las economías el Sur de acuerdo a sus propios intereses. Así, estos análisis intentan explicar un conjunto de elementos objetivos diferentes e interconectados entre sí, como a la vez, prescribir como soluciones ciertos tipos de democracias “protegidas y restringidas”, cuyas metas finales son: reducción de la tasa de endeudamiento externo, control de la inflación, disminución de los gastos públicos combinados con elecciones formales junto a la aplicación de políticas de privatización. Estas son en general, las fórmulas promovidas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial (BM) junto a otras agencias crediticias internacionales para alcanzar las ansiadas metas de la modernización y el desarrollo de América Latina y otras regiones del planeta.

(Jorge Gilbert Ceballos; 1997-1998)

Otro aspecto convergente en contra de las llamadas Ciudades Del Conocimiento latinoamericanas lo encarna los bajos niveles de producción de conocimiento. En realidad en este ítem tan necesario para las Ciudades del Conocimiento, estamos en un nivel bastante bajo:

[…] el gasto de Inversión en Ciencia y Tecnología en (CyT) en Latinoamérica es bastante bajo y no se ha incrementado en la última década. El Análisis de la producción científica de los países de América Latina y el Caribe, a través de diversas bases de datos internacionales de publicaciones científicas, tanto multidisciplinarias como disciplinarias, refleja una baja participación de los investigadores de la región en la producción científica mundial, dentro de la franja que se denomina como “corriente principal de la ciencia”.

De las 983.000 publicadas en el Sciencie Citation Index (SCI) en 1997, solamente 21.955 corresponde a América Latina y el Caribe […] La razón que con más frecuencia se ha aducido para explicar la baja producción de conocimiento en América Latina ha sido la poca inversión, argumentadose que es muy baja en relación a otras regiones; correlativamente se argumenta sobre la inexistencia de una infraestructura tecnológica o comunicacional suficiente; se agregan en ocasiones también dificultades jurídico-políticas, como carencia de una institucionalidad y de una política científica.

(Quintanilla Montoya; 2008)

Una cuestión interesante a analizar, es lo concerniente al porqué de la falta de fuerza de las ciudades del conocimiento en Latinoamérica. En realidad, la causa de mayor aceptación en la explicación de este fenómeno, lo es, la homogenización que en las ciudades de este tipo se está presentando en su proceso de desarrollo. Ello obedece al estarse copiando modelos foráneos, los que conducen a que ellas estén realizando las mismas cosas. Es decir en el marco de la dinámica Centro-Periferia .

En síntesis son ciudades que responden más que a una lógica interna a dictámenes económicos externos de la globalización.

El conocimiento que se moviliza en estas ciudades, no es ajeno a críticas y cuestionamientos. La concepción de conocimiento en la Ciudad Del Conocimiento latinoamericana, de la misma manera que el promulgado en la Sociedad Del Conocimiento de Peter Drucker, es reducido únicamente al tecnológico y/o científico. Y como es de esperarse, en una estrecha articulación con las TIC.

Una vez más vemos en lo que al conocimiento corresponde en estas ciudades, el ejercicio de tratar de ajustarse a la lógica de la Globalización económica. Cabe y es prioritario, pues preguntarnos, qué pasa con el conocimiento local de las ciudades, del social, del cultural, etc.

Paradójicamente, la Globalización con una de sus manifestaciones más prominentes como es el caso de las NTIC, las que hacen más cortas las largas distancias entre ciudades, a nivel interno en ellas hacen que suceda lo contrario, las fragmenta y las expande, con la manifestación de un acentuado fenómeno de exclusión.

Fragmentación y expansión, que se hace visible en el espacio, la riqueza, la educación, el poder, la participación, y el acceso a las oportunidades. La ciudad excluyente, discrimina como un gueto fortificado, análogo a los clásicos castillos feudales en los que pernoctan la casta que ha sido seleccionada, por lo que tienen, y lo que saben. Mientras que en la periferia vive la clase menos favorecida y excluida.

La exclusión se hace cada vez más grande en las ciudades llamadas del conocimiento en Latinoamérica, pese a la implementación de las NTIC y los beneficios de orden social y económico que de la aplicación de ellas se promulga:

Ninguna ciudad escapa a la dualidad que fomenta la actual economía, un proceso general de transformación urbana encaminado a la degradación y la fragmentación de la vida social. Que pone de manifiesto dos “velocidades” sociales. Una primera conectada por autopistas reales y virtuales, con un gran consumo y amplio acceso a las ventajas de la globalización, y una segunda dirigida a los no conectados, a aquellos que habitan en un medio degradado, con trabajo precario (si es que lo tienen) y con posibilidades mínimas (cuando no existentes) de accseso a la salud, la educación y la vivienda. Las barreras de carácter cultural, económico y social, entre ambos sectores se refuerzan con la existencia de verdaderas barreras materiales entre unos y otros.

(Muxí; 2004; Pág. 68)

Ahora bien, a manera de conclusión de este apartado del ensayo, es necesario mencionar, como en una instancia más acorde a loa exigencias de los tiempos posmodernos se plantea la necesidad de instaurar una Ciudad Del Conocimiento latinoamericana, en la perspectiva de la nueva concepción de la vida, es decir del Paradigma Ecológico de Fritjof Capra. Aspecto que será abordado en un próximo escrito.

CONCLUSIONES

Pensar la Ciudad del Conocimiento desde sus primeros intentos de constitución, conlleva sin duda alguna a revisar los procesos de la instauración de la Revolución Industrial y los de la llamada Segunda Revolución Industrial, en el que el conocimiento presenta significativas dinámicas de evolución.

El hecho de que se propenda por la gestación y consolidación de las llamadas Ciudades del Conocimiento en la América Latina, sin duda alguna no es nada malo. Pues ello es colocar a tono esta parte del continente americano con las nuevas exigencias de los llamados tiempos posmodernos.

Lo que si es cuestionable, es que se pretenda la anterior situación únicamente desde la lógica económica de la Globalización. Lógica que no toma en cuenta los aspectos sociales y culturales de las ciudades latinoamericanas.

Probablemente, apreciado lector, nuestras conclusiones han sido un poco laxas, pero les invitamos a realizar las de ustedes, esto con la firme intención de aportar al debate. Finalmente, afirmamos que se es necesario, en la implementación de estas ciudades para Latinoamérica el pensarse no solamente desde lo económico, sino también desde lo ecológico, en aras de lograr ciudades del conocimiento verdaderamente sostenibles.

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Editor:
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