Contribuciones a las Ciencias Sociales
Mayo 2010

CONFLUENCIA DE PAISAJES COMO UN MODELO MEDIOAMBIENTAL
 

 

Maricarmen Campos Ruesga
maricarmencr@ult.edu.cu

 

Introducción

A través de la rica historia del arte pictórico insular, el paisaje ha estado siempre presente. En Cuba, primero de manos de extranjeros radicados o de paso por ella: franceses y españoles, grabadores y pintores, de mayor o menor valía, pero sin dudas su obra constituye un precedente ineludible. Luego o junto a los que permanecieron acá, los primeros pintores cubanos, al margen o no de la academia. Fue en sus inicios una simple representación del entorno físico entendido como ente poético visto con mirada aguda y gran sensibilidad. En este intento raigal del artista cubano han sido válidas todas las soluciones empleadas, hasta nuestros días.

En Cuba, han sido diversos los creadores que han dedicado alguna parte de su producción a recrear el paisaje, aunque no han constituido el fuerte de sus creaciones, se han establecido en la historia como obras clásicas.

A pesar de las fuertes tradiciones que el paisaje ha erigido en nuestro país, durante muchos años estuvo subvalorado. Esto se debió a la venta de obras enajenadas, que no encerraban riqueza pictórica, pero que constituían la mayor mercancía en el turismo. “Made in Cuba” era suficiente para comprar aquel trabajo que no es considerado por los grandes como Arte, sin embargo era adquirido en gran medida por los turistas que visitaban el país.
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Campos Ruesga, M.: Confluencia de paisajes como un modelo medioambiental, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, mayo 2010, www.eumed.net/rev/cccss/08/mcr.htm 


A pesar de la difícil situación que trajo consigo el período especial y que influyó también en la pintura, los verdaderos artistas que sentían y creaban de acuerdo con su motivación rescataron los grandes momentos del paisaje e inculcaron en la nueva generación un paisaje más serio, con nuevas formas de asumirlo.

Durante las últimas décadas, el movimiento plástico cubano ha alcanzado una fuerza asombrosa, por la pluralidad de tendencias derivadas de la gran ola postmoderna que ha abarcado todas las esferas culturales y ha hecho prevalecer sus inquietudes en la búsqueda de nuestra identidad, la reflexión de los problemas del hombre y su medio social y las diversas formas de comunicación de las artes visuales.

Las más recientes promociones han estado sentando pautas dentro de este movimiento con un gran sentido crítico y renovador.

La pluralidad que ha tenido el paisaje en Cuba tiene trascendencia y muestra sus síntomas en las creaciones de los artistas que han incursionado en él, y que han legado toda una diversidad de muestras de las disímiles tendencias y elementos plásticos utilizados en esta rama del arte. Es por eso que en la actualidad podemos referirnos a un mundo renovado dentro de la paisajística, pero siempre con vestigios de aquellas diversas formas de sentir y hacer de nuestros primeros creadores.

La región oriental tiene un historial muy diverso dentro del trasunto pictórico. Le dan unidad y médula las montañas majestuosas, los riachuelos que se serpentean entre infinidad de tonos verde, las palmas soberbias; o los callejones estrechos, las fachadas vetustas y los techos rojizos. Le otorgan diversidad las especialidades del lenguaje, la técnica empleada, las emociones que estremecen al artista ante el tema representado. Esto puede estar dado por el clima tan diverso que influye en el entorno y por tanto en la manera de recrearlo, así por ejemplo se aprecian diferencias entre los representantes de las diferentes regiones del país en la generalidad.

En Las Tunas las artes plásticas no se desarrollaron en la misma medida en que se hizo en otras provincias de mayor de desarrollo económico, sin embargo en los momentos actuales cuenta con representaciones del más alto nivel en esta rama. Además de constituir una fuerte potencia en la escultura tiene sus logros en la paisajística y en ocasiones se puede escuchar “la escuela de Las Tunas”, teniendo en cuenta que existen exponentes de un alto nivel .

Este territorio es sede de eventos como “La Plástica en Abril” y “Paisaje y Décima Mural” en los cuales nuestros artistas han hecho debut con su profesionalidad y calidad técnica, lo cual le ha permitido la obtención de numerosos premios no solo en estos eventos, sino en muchos más celebrados en esta provincia y en el país en general. “La Plástica en Abril” es el principal certamen de su tipo en la provincia y uno de los más prestigiosos de los que se realizan anualmente en el oriente cubano. Es una muestra con lo más actual de la plástica tunera y del arte cubano de estos tiempos.

“Paisaje y Décima Mural” es el salón nacional que tras el signo cucalambeano trajo a la provincia creadores de todas partes de la geografía cubana. Ellos traen el soplo de la décima y la espinela unidas por la energía de nuestros campos. En este jubileo no podía faltar la plástica a usanza de sus creadores, los que gozan del oficio “para sacarle la imagen al paisaje” y devolver sobre la tela o la cartulina una suerte de magia en verdes, azules, amarillos… armonías y analogías despiertas como el atardecer o la mañana cubana. Poetas y pintores intiman en una paz de dibujo y literatura para completar este recinto para el cual se han abierto las puertas de la tradición campesina.

De igual forma en los municipios tienen lugar sucesos escenarios plásticos de importancia, tal es el caso del evento “Confluencias” que se celebra todos los años auspiciado por la Casa de la Cultura de Calixto, Majibacoa.

Con la celebración de estos programas para favorecer la obra de los egresados de las escuelas de artes plásticas y los de formación empírica, hoy se cuenta en la provincia con un elevado número de artistas que son reconocidos, dentro y en el exterior del país. Muchos de ellos han ganado reconocimientos en eventos nacionales de gran importancia y en muchos países del mundo se encuentran obras de nuestros artistas en galerías, las cuales cuentan con gran aceptación. Dentro de sus temas preferidos: el paisaje encuentra un lugar cimero. Este en nuestro país ha transitado por varias etapas, determinadas o no por influencias extranjeras, contando con representantes del más alto grado y reconocidos muchos de ellos universalmente. Este gran movimiento paisajístico se ha visto envuelto por elementos de nuestra flora y fauna, atrayendo la inspiración de muchos de los que han pasado por aquí.

Este trabajo tiene como objetivo destacar la obra de los artistas que con su trabajo defienden la temática del paisaje, ya sea desde una perspectiva tradicional o incorporando nuevos estilos para trasmitir un mismo mensaje artístico.

Materiales y métodos

Toda investigación científica requiere de supuestos teóricos que estén fundamentados y que muestren una visión general de los términos que luego servirán para un mayor entendimiento del fenómeno

El soporte teórico de la investigación está sustentado con las categorías: Cultura, Artes Plásticas y Pintura.

Se tomó en cuenta la complementariedad metodológica o síntesis multimetodológica, que permitió utilizar métodos y técnicas tanto cualitativas como cuantitativas favoreciendo el instrumental para la recogida de información. Esta no se puede ver separada de las teorías que enriquecen el mundo investigativo, en esta investigación se utiliza la Teoría de las Representaciones Sociales de Moscovici.

La presente exploración se realizó a partir del enfoque dialéctico materialista, así como el culturológico. La combinación de ambos enfoques garantizó una armonía investigativa con un adecuado nivel científico que posibilitó la búsqueda no solo de un cuerpo teórico, sino además consideraciones a caracterizar el evento Confluencias y de esta forma su aporte al desarrollo cultural de la provincia.

En la investigación se utilizaron los métodos generales: análisis y síntesis, histórico-lógico y la inducción- deducción.

Se emplearon además los métodos de la investigación cualitativa siguientes.

El método fenomenológico, la observación participante.

Entre las técnicas utilizadas también está el análisis de contenido viéndolo desde lo cuantitativo y lo cualitativo que permitió estudiar y analizar la comunicación de una manera objetiva como sistemático y cuantitativa.

Una técnica que sirvió para constatar información sobre el tema estudiado fue la técnica documental. A través de esta se revisaron los documentos necesarios para la investigación, pues estos contienen datos de interés sobre el tema en cuestión. Varios de los documentos consultados fueron facilitados por los artistas, el coordinador de Confluencias Wilber Ortega y el especialista Ottoniel Morfis.

Otra de las técnicas aplicadas fue la entrevista estructurada.

Se empleó el muestreo no probabilística.

Resultados y discusión

Los artistas que participan en este evento cuentan con historial de presentaciones en diversos salones dentro y fuera del país, lo que denota el nivel que han alcanzado en su obra, muchos han irrumpido en varias técnicas y estilos, sin embargo otros se han mantenido bajo una misma línea temática. Con su obra se sienten identificados al trasmitir lo que sienten y por ello se destaca en ellas características que la hacen muy personal. Entre este grupo se escogieron algunos que por el desarrollo que han alcanzado en su obra denotan el prestigio que le dan con su participación al evento y por tanto han recibido reconocimientos dentro del mismo.

Algunos de ellos son aficionados y sin embargo denotan maestría y superación en el matiz que asumen para sus creaciones y son valorados por sus compañeros con una óptica positivista. Por su parte se destaca la creación de uno de los artistas por su referencia a la marina que ha sido poco tratada en la pintura cubana a pesar de ser un archipiélago. De esta forma resaltan por su significación al representar el paisaje con sus diversas interpretaciones, con la exquisitez que requieren y adoptan a través de Confluencias. Además se destaca la presencia en todas las ediciones, lo que ha contribuido al fortalecimiento de la temática y a establecer un criterio auténtico dentro de la paisajística, por otra parte le impregna prestigio a este evento que alberga lo mejor de la paisajística.

A los artistas seleccionados por todas las cualidades que se expresan se les aplicó una entrevista estructurada para que contribuyeran al conocimiento de su obra, la misma estuvo determinada por los mismos cuestionarios lo que permitió conocer el nivel de comprometimiento que existía entre su obra y el evento. Así mismo se utilizaron las palabras de especialistas han apreciaron la obra de estos pintores y son conocedores y seguidores de estas creaciones.

Dentro de este grupo sobresale la figura de un artista de patio que representa el pilar fundamental de esta lista: Wilber Ortega Aldaya, es graduado de la Escuela Provincial de artes Plástica de Las Tunas en 1993. Cuenta con 11 exposiciones personales en diferentes salones del país entre los cuales se destacan las del territorio por contribuir con el desarrollo cultural. Como parte de su destacado desempeño en la pintura se ha presentado en 25 exposiciones colectivas. Ha obtenido importantes reconocimientos por su quehacer plástico, de los cuales se pueden mencionar el Encuentro Provincial de Paisaje en el Puerto Guayabal donde alcanzó el primer premio en dos ocasiones, en el Salón Nacional Cucalambeano obtuvo este mismo galardón en 1995, 1996, 2006 y así una lista amplia donde se resalta su gran entusiasmo, dedicación y empeño por la paisajística.

Wilber es heredero y fundador de una forma de ver y sentir el paisaje muy personal, asume el tema de una manera onírica y librado de todo prejuicio a la hora de mostrar lo real maravilloso del paisaje con sus cargas de palmares y brumas (ver anexo XXXII), el lánguido recodo de un río o el patético desequilibrio de la lluvia. Cuando el tema lo requiere el paisaje se trasmuta de manera surrealista y nacen formas y atmósferas donde el hombre se mantiene como centro del discurso y visión cromática. El oficio se revela entonces no solo en el dominio pictórico sino en el diálogo agudo, abierto y directo con el espectador. Nacido del dolor de lo que nos falta, surgen entonces sus obras como una señal redentora por su doble carga estética-ecológica y socio-cultural.

Cuando muchos apuestan por el paisaje como un modo fácil de comercialización desde su profundo compromiso, el artista asume su orbe creador que recude y cualifica a través de su alter ego como estratega conocedor del discurso paisajístico. Nos invita a la reflexión, al diálogo, a la mirada incisiva sobre la ecología con su propio pasaporte y sentencia, visto no solo en la mimesis del fenómeno sino en la praxis de su cosmogonía creadora.

Recurre en la mayoría a las palmeras cubanas, combinadas en su totalidad con el color verde que las viste, sin embargo en ocasiones logra las combinaciones pertinentes. El agua está presente en gran medida dentro de su mundo pictórico, sobre todo con un mensaje de conservación ecológico, es decir, junto a la tierra corrompida por la sequía y en otras ocasiones la enaltece entre los lindos pasadizos cubanos, cuando observamos sus pinturas nos parece encontrarnos en aquella geografía que caracteriza a nuestro país. La bruma es muy recurrente, vistiendo los bohíos, las praderas, o solamente significando el amanecer del día.

Recorrer su obra no solo es rescatar su carga rica de vivencias comunes de la cual es portador, está también el dominio del oficio dentro del paisaje que le ha deparado premios importantes en su obra y está el artista vigilante con su tiempo, con su madurez y forma muy propia de ver el paisaje, sus códigos, compromisos y confluencias.

La especialista del Centro Provincial de Artes Plásticas: Bárbara Carmenate Hernández expresó sobre las obras de este artista:

La exquisitez parece ser el término bajo el cual se erige; así como el dominio del oficio, las pinceladas, la transparencia.

La asombrosa fidelidad al captar cada rasgo, con su prolijidad exacta, no se traduce en modo alguno, con reproducción mimética de los modelos, ni en pretensiones meramente esteticistas o hedonistas y sí en la asunción de visiones peculiares, tamizados por el prisma artístico y creativo de su yo, incursionando así mismo, en discursos conceptualmente “diferentes”, pero jamás divorciados de su hilo conductor y su línea central: lo natural, lo ecológico.

Recrea los ambientes, tan magistralmente, que nada fácil resulta dilucidar, en ocasiones, si se trata de una pintura, si es acaso una fotografía, o si acaso no es un asomo al mismísimo Parnaso.

Las palmas ahí, tan reales; tan suaves y olorosas, las hierbas; los ríos cuyas aguas lucen frescas y susurrantes, los troncos, mustios por el tiempo; las rocas enmohecidas pero vivas, tierra quebrada por el sol; todo, todo tan cierto y veraz, tan apacible y sosegado que incita a trasvolar los lindes de lo bidimensional y sumergirnos en su realidad.

Un aparte merece los colores y la luz.

Los unos, con sus verdes azulados tonos acentuados o degradados, con sus cálidos tintes criollos, a veces, luego, con sus ocres y grises, reforzando ciertos mensajes e intenciones y la luz, con su luminosidad radiante, tan insular cuando se convierte en un halo de mística penumbra a lo “Chartrand” que remonta a parajes europeos, por momentos -son siempre tropicales, nacionales . (2003)

Wilber es una figura representativa en Confluencias, es su máximo organizador y representante, bajo su cargo se encuentran los talleres que surgieron a raíz del evento, que constituyen una escuela para los artistas empíricos del municipio, es la llave para llegar hasta todos sus integrantes, con su creación ha marcado una forma de hacer y de asumir el paisaje muy peculiar dentro de la plástica tunera, representan en varios escenarios. Además de este evento está inmerso en otras actividades dentro de la cultura de su municipio y en la provincia.

Junto a él otros artistas se han ido formando, aunque bajo un sello diferente, tal es el caso de Alberto García, quién ha sido otro de los creadores participantes desde el comienzo. Alberto García González (Graduado en la escuela Provincial de Artes Plásticas de Las Tunas.). Entre sus exposiciones personales se destacan las realizadas en el Teatro Nacional de Cuba, en la galería UNEAC de Las Tunas como actividad colateral al evento Confluencias. Ha participado en un grupo de exposiciones colectivas, se destacan entre ellas las del Salón de Confluencias y otras realizadas en la Jornada Cucalambeana en muchas de ellas obtuvo el primer premio

Alberto seduce el encanto de nuestro paisaje (XXXIII). Observar sus obras es traspasar el límite de lo cotidiano por el mágico encanto de su cosmogonía y vitalidad al descomponer las gamas y colores de esos lugares habitados por su recuerdo en un espectro visual donde todo fluye con agonía. Los verdes y amarillos juegan un papel importante en su obra, con los que reviste los lugares entre arbustos que recrea en todas sus pinturas. Cuando muchos enfocan su visión hacia el horizonte, él orienta su cosmovisión hacia la huella que el hombre deja con su paso por la naturaleza.

La presencia protagónica del paisaje desde cualquier enfoque resulta en los grandes primeros planos poco acostumbrados, al ver el pretexto habitual del artista para revelar la maestría de su color y darnos a través de su impresionista pincelada la realidad expuesta renovada sin llegar a refugiarse simplemente en lo bello del paisaje nos lleva en un tránsito de lo feo a lo onírico, de lo bello a la otra realidad circundante a veces olvidada.

Alberto recompone el paisaje y lo dona de su vitalidad con la rápida solución de sus planos donde lo más importante es la síntesis de elementos y lo formal es siempre un juego de color a favor del mensaje. El agua es un elemento constante, con sus disímiles atributos, indiscutiblemente, es un admirador encarecido de este líquido tan apreciado.

Lo formal refiere que evidentemente lo más importante se centre en la idea conceptual de sus óleos y acrílicos por tanto carece la misma de alardes en habilidades, en rejuegos técnicos muy rebuscados, elementos que no le restan a la calidad a su obra, solamente deseando se busque para interpretar el mensaje de lo que ha sido necesario expresar.

Alberto es uno de los iniciadores del evento, en él se encierra todo el historial con que cuenta Confluencias desde que comenzó, ha contribuido con la obra de todos los que han pasado a este balcón de la paisajística, junto a Wilber a edificado otros proyectos que han influido en el desarrollo profesional de otros creadores, tal es el caso de los talleres que como parte de este evento tienen lugar, así mismo su peculiaridad creación facilitan una vía más para las nuevas generaciones. Sus creaciones se encuentran muy ligada a la de Wilber, con el cual ha realizado varias exposiciones, si bien no se destaca en el evento por la obtención de premios, si por su contribución incansable desde el principio, manteniendo su participación en las seis ediciones realizadas

En una ocasión fueron evaluados de la siguiente forma:

Wilber Ortega y Alberto García, evidentes continuadores de una línea paisajística impuesta por ese maestro del tema que es, sin dudas, Tomás Sánchez, nos muestran en su obra todo a un cántico a un paisaje que, aunque muchas veces académico de por sí amenaza con una nueva proyección lingüística-visual, donde la composición y el color se unen para comenzar a narrar una fábula que va más allá de la simple contemplación visual. La huella de la propia naturaleza que se ha dedicado a componer o desbastar y la presencia emitida por el ser humano como vehículo transfigurador del entorno aceptado serían alguno de los elementos a tener en cuenta a la hora de discernir en ambas discursos narrativos que se hacen, además líricos u sugestivos de todo un reclamo en la conversación del medio ambiente.

Por otra parte Pablo Armando Fernández emitió el siguiente criterio: “a ellos le sobra la propia magnificencia del espectacular paisaje, complacido en su fertilidad y lozanía”, en un extraordinario poema en prosa, “por ello se detienen con inteligentes estrategias, en esas especies de acercamiento donde mangles, una vegetación de hiervas o el aterrador cuarteamiento de una tierra sedienta de agua, se convierten en protagónicos de primer plano”.

En el evento participan artitas con una trayectoria impresionante, establecida por la peculiaridad que encierran las obras, uno de los creadores que denota maestría en la forma en que refleja su interpretación del paisaje es Dannys Montero. Cursó estudios en la Academia Provincial de Artes Plásticas. “José Joaquín Tejada de Santiago de Cuba, egresando en 1984 de la especialidad de pintura y dibujo. En 1992 culmina la Licenciatura de Historia del Arte desempeñándose como profesor de dicha carrera en la Universidad de Oriente en la que se desempeñó hasta el 2004. Desde 1982 participa en concursos, exposiciones y eventos de diferentes niveles nacionales e internacionales y ha participado activamente en proyectos y ambientaciones de obras sociales dentro y fuera del territorio.

Inicia su labor profesional desde 1984, vinculado desde entonces a eventos nacionales como ponente y jurado, con 20 exposiciones personales en Cuba y 3 en el extranjero e innumerables colectivas dentro y fuera de Cuba.

Su labor creativa a sido galardonada con diversos premios y menciones, compartido este trabajo desde hace veinte años con una sostenida actividad docente.

La crítica especializada ha ubicado sus pinturas dentro de lo más relevante del panorama plástico santiaguero y nacional. Ha recibido varios premios dentro de los que se encuentran los del evento Confluencia (ver Anexo XXXIV), lo que evidencia el interés que ha puesto en sus creaciones dentro del marco del mismo, su producción, con una peculiaridad que se denota del resto de los participantes ha brindado al evento una vía más de expresar el paisaje, bajo las tendencias más actuales y de brindar al mundo un mensaje ecológico. Su quehacer como profesor en esta rama propuso nuevos conocimientos a aquellos que comienzan ahora. Se siente muy interesado por el evento y ha incorporado otros artistas de su localidad a participar. Se declaró muy entusiasmado con este porque es uno de esos creadores que cree en lo que siente y le gusta, y esto precisamente son los paisajes, interpretados desde su punto de vista de creador.

Una de las motivaciones esenciales de su obra ha sido el tratamiento del paisaje de los campos cubanos o el entorno natural en general, con una preocupación y sensibilidad ambientalista. Esta aparece constantemente recreada a través de diferentes técnicas como la acuarela, el óleo, el acrílico, el guach o la mixta, donde la impronta del estilo se desplaza bien desde la figuración con efectos hiperrealistas hasta una neoabstracción, marcando diferentes momentos en la evolución de su trabajo.

El soporte y la técnica, conjuntamente con el tema, han devenido en pretexto y estímulo para una constante experimentación. De ahí la variedad de propuestas, técnicas y recursos expresivos que caracterizan su quehacer profesional. La búsqueda de nuevas metas y conquistas en el orden formal y conceptual ha constituido una perenne motivación en el decursar de su trayectoria como creador.

Respondiendo a una necesidad investigativa, el color ha sufrido variaciones en la medida en que cambia de propósitos e intereses en su obra pictórica. En un inicio predominaron los tonos fríos con énfasis en los contrastes y los efectos de texturas. Luego de una etapa en que se depuró la gama hasta llegar a una bicromía, el efecto descansa en el valor sugestivo de las manchas gestuales y una gradual incorporación de la luz, hasta comenzar a experimentar con nuevos tonos, el recurso gráfico (con una recurrente presencia) y el valor expresionista realzado por la fuerza de los contrastes y la suntuosidad de las texturas.

Desde la década de los 80 los intereses conceptuales en la obra giran en torno a los planteamientos ecologistas- Temática que no solo inauguró en la ciudad de Santiago de Cuba, sino que ha logrado mantener con una continuidad estable y sistemática. Uno de los escenarios en los que muestra su discurso ecológico es precisamente Confluencia.

Dentro de su amplio horizonte de creación se ha propuesto legitimar y rescatar para la plástica la técnica de la acuarela (bastante subvalorada en años anteriores), con una evidente influencia y compulsión en los jóvenes artistas en aras de recuperar el uso de esta técnica, que en estos momentos alcanza una saludable presencia en las galerías.

La lic. Marta Viero García ha sido una estudiosa de la obra de Danis, con valiosas críticas hechas a la misma y un seguimiento a las peculiaridades que posee como creador.

Danis es paisajista por vocación: desde su graduación este tema ha sido el centro de su quehacer artístico, porque lo siente e identifica con él, envolviéndonos en la expresión más acorde con su sensibilidad.

Aunque prácticamente domina todas las técnicas pictóricas es en la acuarela en la que se desenvuelve con mayor soltura, experimentando siempre efectos novedosos y logrando imprimir a sus obras un sello peculiar que las identifica, haciéndolo con sorprendente facilidad a pesar de las dificultades que entraña esta técnica tan difícil de dominar.

Y este dominio le ha permitido lograr un grado sorprendente de luminosidad y transparencia. En sus composiciones predomina el equilibrio, y la serenidad trasciende de la profundidad de sus perspectivas trasmitiéndose el ánimo del espectador a quien envuelve en su intención marcadamente ecologista y hace partícipe de sus reflexiones

Dentro de la paisajística actual Danis es un pintor que ha consolidado una forma expresiva muy personal, que en consonancia con el mensaje que se propone trasmitir, a través de un lenguaje de signos y articulaciones que denotan el grado de madurez alcanzado por el artista, cuyo universo plástico se define principalmente por su vocación temática, su capacidad inventiva y su facilidad para el diseño de elementos formales.

Así su poética del paisaje le conduce a la búsqueda y utilización tanto de recursos compositivos que se relacionan con el grado, como el empleo de diversas técnicas pictóricas, en dependencia de los efectos que quiere conseguir. De esta forma el artista crea su peculiar lenguaje plástico en el que está presente el factor de la mancha como elemento primordial de un gestualismo que imprime un sello inconfundible en la mayoría de sus obras, en las que no faltan los fuertes contrastes entre el negro y la luminosidad de los espacios abiertos; ni la diversidad de texturas creadas con múltiples recursos.

Haciendo referencia a su paisajismo sui génesis se puede hablar de subjetivismo, de lirismo, de visiones oníricas que a veces se adentran en tierras del surrealismo, sin perder por ello la objetividad y el realismo.

Las obras de Danis nos hacen reflexionar pues nos propone casi siempre visiones de un mundo que nos muestra a retazos sin permitirnos el regodeo, sin darnos tiempo a sentir su belleza o su frescura puesto que complace y nos inquieta. Contribuye con su obra a mostrar la otra parte del paisaje que muchas personas no conocen y por tanto se nutren de ella para sentar las bases del hiperrealismo, es una muestra de la interpretación que se puede lograr con un marcado estudio y desempeño en las diversas tendencias que encierra esta forma de recrear los campos cubanos. Con sus disímiles conocimientos en la rama de la enseñanza artística, favorece con su criterio al mejoramiento de los artistas más jóvenes mostrando un paisaje interpretativo que denota la experiencia. El evento ha significado para él un motivo de interés porque crea expectativas en la población que adquiere el mensaje ecológico que se trasmiten a través de las obras de arte, además se creó un espectáculo donde el paisaje es moralmente respetado, contrario a las tendencias que se estaban mostrando hace unos años.

Otro de los creadores de una importancia preponderante es el joven artista Eduardo Rivera, que con su juego de ilusiones óptica asume el paisaje con un matiz muy propio y diferente al resto, interpretando de una forma profunda y trasmitiendo su mensaje a aquellos que tienen una manera muy tradicional de ver reflejado el paisaje. Estudió en escuela Elemental de Arte de Camagüey, años después en la Escuela Profesional de Artes Plásticas en la misma provincia. En su quehacer pictórico se ha presentado de forma colectiva en 66 ocasiones contando dentro de estas exposiciones los eventos de Confluencia, galardonado con un total de 32 premios y menciones, cuenta además con 4 exposiciones personales, principalmente en su municipio.

Participa además en otras actividades que enriquecen su ámbito artístico.

o Integrante del proyecto G. Ambiente.

o Miembro de la A.H.S. de Camagüey

o Ambientaciones de restaurantes.

o Donación de arte a la escuela de arte de Camagüey

o Proyecto decorativo de los archivos históricos de Guaímaro y Nuevitas.

o Colección de obras patrimoniales en el museo municipal de Guaímaro.

o Colección de obras en el archivo histórico de Las Tunas. Obras en colecciones privadas.

o Restauración de imágenes.

En sus inicios Eduardo incursionó en el diseño gráfico en el cual utilizaba juegos de colores que enriquecía el trabajo, generalmente colores primarios, hizo una serie de estas obras y luego descubrió su afición por las ilusiones ópticas. En este juego físico de las ilusiones ópticas bidimensionales los lienzos de este artista logran una tensión óptica, a veces incómoda, que obliga a ver más que a mirar para descubrir la superposición de formas que mantienen intacto el contenido, para definitivamente dejar en entredicho los códigos simulativos sin discursos didácticos.

Se considera paisajista y logra paisajes que se fragmentan y contorsionan, que establecen un sutil juego visual, Eduardo busca precisamente la fugacidad del paisaje, algo que suponemos permanente, lo recrea con riqueza y virtuosismo (ver anexo XXXV). Se llama la atención, entonces, a los mecanismos y al vértigo de mirar, a la superposición de momentos propio de todos sus movimientos. No pretende escandalizar, trabaja el paisaje, bodegones y retratos sin tonos violentos, aunque si con riqueza y multiplicidad de pinceladas.

Ha logrado incorporar en su juego pictórico la figura de la mujer, siempre añadiendo elementos de sus otros estilos, combina las imágenes de animales estableciendo la premisa de que todo se encuentra relacionado, en una dialéctica constante que a veces pasamos por alto. Como sucede en la realidad, sus obras están llenas de riqueza donde el equilibrio entre la forma y el contenido no es un problema, logrando su objetivo con una soltura envidiable en los movimientos. Al decir de Ottoniel Morfis en Eduardo se puede ver una especialidad que en ningún otro de los participantes se ha evidenciado. La palma es un elemento continuo en sus creaciones, con ella logra ilusiones que nos recrean en un mundo figurativo, que envuelve simultáneamente nuestra imaginación.

Le gustan las versiones sobre un mismo sitio, pero a cada imagen la enriquece diluyendo la jerarquía primogénita del original. Es un admirador paciente del paisaje de su ciudad, vivifica la luz y los entornos para lograr la tranquilidad de la contemplación.

En su mundo figurativo encuentra en muchas ocasiones la otra vida que añoramos, llena de perfecciones, envueltas en la belleza que endulzan sus pinturas. Los colores resaltan aún más la perfección de sus dones artísticos en los que una tendencia a las escalas diversas denota la libertad en sus pinceladas. Emplea con una maestría indiscutible tonos oscuros.

Sus pinturas son tratadas con afecto y gracia según el caso y en ellas hay cierta profundidad psicológica, algunas dejan claro la distancia, en otras la cercanía es contagiosa, develando la mano capaz de pintar en su diversidad de estilos.

La anécdota del artista se muestra honrada en las lonas, como si la relación sutil entre la obra de arte y el espectador se hubiera establecido sin barreras y esto es, de algún modo, lo que se pone visible en su discurso, que al parecer no se preocupa de la ocasión para el empleo de varias herramientas como un legado sintáctico del arte, Eduardo pone en la práctica el tratamiento de planos y las maneras para manejar color y forma. Así lo último se fragmenta mientras se usa color para proporcionar el equilibrio que asume, en sí mismo el papel principal semántico.

Sus trabajos actúan como conjeturas visuales que perfilan por ellos mismos en la retina, y donde se privan de exuberancias tórridas o lo exótico de su otra producción.

Se acerca a las formas alegóricas adjuntas, a una dosis de ilusiones, donde la pasión y el lirismo trabajan en conjunto y el tema se acerca a las nuevas áreas donde la metáfora y las alegorías entretejen todo lo inmediato y lo simbólico.

Este creador es el ejemplo de una maestría en las técnicas, muestra la variedad de formas que se puede lograr en la temática del paisaje. Sus obras encuentran en las ilusiones ópticas la manera precisa para construir un mundo artístico que sirve de apoyo e inspiración.

En Confluencias se presentan varios estilos de interpretar el paisaje y con ello se establece un respeto hacia esta temática que aún cuando ha tenido importantes exponentes se subvaloró en algunos años. Así mismo dentro de su larga historia, pocos han sido los que reflejen el mar en su obra. En este evento donde se busca una reorientación en el paisaje participa un exponente de la belleza marina, que está determinada por su propia raíz. Manuel Olivera Álvarez, pintor y diseñador gráfico. Durante más de 21 años escribió, dirigió y fue locutor del programa “Por los caminos del arte”, De Radio Granma. Profesor fundador del claustro de la Escuela elemental de artes plásticas “Carlos Enríquez”, centro que dirigió desde 1976 hasta 1987. Durante 11 años fue presidente del colectivo plástico “Victor Manuel”. Desde 1980 y durante 19 años fue miembro de la comisión organizadora de jornadas y eventos culturales del municipio. Por 10 años integró la comisión permanente de cultura, deporte y recreación del Poder Popular. Fue director de la galería Carlos Enríquez (1 años) y de la casa de la cultura de Manzanillo.

Manuel se mueve con sus creaciones en las fronteras de lo abstracto y lo figurativo, sin hermeticidad, porque declara que su obra debe ser entendida por las personas, aunque no sean conocedores del arte. Centrando su atención en la temática del paisaje y sobre todo marino, reviste sus obras con colores frescos, brillantes, los que utiliza con magistral pincel, aún cuando muchos asocian el mar con las tonalidades de azul el artista incorpora a su mundo figurativo una variedad complementaria de colores( ver anexo XXXVI). A este brinda sus mejores expresiones porque a decir del propio artista “vivimos en un archipiélago y hay personas que le dan de espaldas a este elemento tan presente en la Isla”. En la obra más reciente ha logrado a través del color, su sello distintivo. Esto es resultado de la técnica de la cual evidentemente, posee sus secretos, es así que logra esa factura impecable que nos sorprende en cada obra.

Su sensibilidad consiste en hacer que seres impalpables vivan humanamente según las leyes de lo probable, por el procedimiento de poner, en lo posible la lógica de lo visible al servicio de lo imposible. Como expresara una vez Odilon Redon .

Moa pinta con el mar en las pupilas y el catauro agradecido, sabiendo que una obra de arte es un rincón de la naturaleza visto a través de un temperamento, aunque es bueno tener en cuenta que nunca se pinta lo que se ve… o lo que se cree ver… se pinta el impacto recibido, o por recibir. Este es su caso, recrea en la interpretación el mar con sus atributos, con una gestualismo que le impregna madurez a su obra. La línea y el pez son una constante en sus obras, sin embargo se ve más motivado por la línea que por el pez, trasmitiendo el movimiento que identifica al océano. Le gusta crear la pintura como acontecimiento, no como reproducción de la realidad meramente vista. Incorpora toda una exploración con una aventurera interpretación, acepta retos en los que se ve envueltos dentro del evento, donde el mar no está presente por lo que tiene que recurrir a su memoria.

Manuel o Moa como lo conocen sus amigos le brinda a sus compañeros del evento sus impresionantes vistas marinas, que desentraña de lo más profundo de sus raíces y que rescata como algunos en la historia del paisaje. Es uno de los pocos que utiliza el mar como tema en sus creaciones, es por ello que brinda una nueva alternativa a las generaciones que se van formando y enriqueciendo a partir de interacción que proporciona la confluencia de los artistas, rescatando esta temática dentro del paisaje.

La interpretación de la naturaleza se refleja de múltiples formas, en las que los estilos y técnicas varían de acuerdo con la manera que se asuma el creador para trasmitir la realidad. Como reflejo de esta variedad de vías de interpretación en Confluencias se distingue Eduardo Peña, con su quehacer es uno de esos artistas que hace que el evento establezca nuevos espacios a la creación artística porque él que no se dedica precisamente al tema del paisaje toma elementos de este para sus creaciones, tal es así que sus creaciones no están completas sin una hoja de Croto. De esta forma le muestra al público la belleza y peculiaridad de los colores cubanos, vivos y llenos de luz. Es graduado de la Escuela de Artes Plásticas de Isla de la Juventud y se desempeñó como diseñador por muchos años. Luego pasó a ser artista independiente y de esta forma se mantiene en el día de hoy.

Sus creaciones han sido expuestas en galerías de nuestro país, junto a otros creadores, dentro de estas se encuentran todos los eventos de artes plásticas que han tenido lugar en nuestra provincia. El gobierno cubano ha adquirido algunas de sus obras para entregarlas a una delegación de China. Otras se encuentran en lugares escogidos de la provincia (el IPVC “Luis Urquiza”, la escuela de instructores de arte”Rita Longa”, la escuela de arte, en el museo provincial…). De esta forma contribuye al desarrollo cultural de la provincia.

Eduardo no hace paisajes solamente, sin embargo, fue invitado al evento y se encomendó a crear bajo esta temática de la que se adjudica admirador. Logró sus creaciones con un matiz propio, aportando al mismo una alternativa más de expresar y sentir el paisaje.

Su obra se caracteriza por las líneas curvas con las cuales logra el movimiento requerido que tanto le gusta para hacer énfasis en la vida, estableciendo una dialéctica, por ello no admite líneas rectas intentando recrear el mundo tal y como se aprecia en la realidad. Por esto el tema tan inspirado en la mujer, el que logra con una gran maestría, a pesar de no tener una formación profesional dentro del mundo artístico, de este trabajo su colección de bailarinas que han sido reconocidas a nivel internacional. Retoma el valor de la libertad a través de las palomas que es otro símbolo presente entre sus elementos, lo que evidencia una vez más su énfasis en crear la sensación de movimiento.

Le gustan los colores vivos, aquellos que identifican a los países cálidos como el nuestro: amarillos, verdes, rojos y azules, en ocasiones con sus degradaciones, pero manteniendo ese entorno de viveza y calor. Reniega los colores fríos y trata de no incluirlos de ellos en su obra, en la que la forma tiene mayor riqueza que el contenido logrando una elevada maestría

De la naturaleza toma las plantas conocidas como Croto precisamente por gozar de los colores que son de su gusto. En sus pinturas estas están presentes en combinación perfecta con sus otras características, para formar una obra magistral que logró a través del enriquecimiento visual.

El evento Confluencias se ha visto limitado por la falta de presupuesto necesario, sin embargo sus creadores más identificados como es el caso de Eduardo se enfrentaron a todas estas limitaciones y lograron salir adelante, en esa ocasión se realizó una entrevista y el dio el sí por el evento. Así mismo otro de los que se ha mantenido participando es el artista plástico de la provincia Carlos Víctor Gutiérrez Sánchez, este es profesor de pintura en la Academia Provincial de Artes Plásticas.

Participando en 5 exposiciones personales y 48 colectivas, dentro de estas últimas se destacan las realizadas en las ediciones del evento Confluencias, en las cuales obtuvo premio, muestra del empeño e interés que dedica a este evento. Cuenta además con otros premios importantes que han significado su quehacer artístico, denotando madurez en su obra.

Carlos es creador de paisajes, en su mayoría tradicionales, respeta las normas de creación de acuerdo con sus estudios académicos (ver anexo XVII). No admite los colores violetas ni grises, que se ven en las técnicas europeas en los años del academicismo, por el contrario utiliza los azulados, con cierto aspecto tenue, y donde plasmar el momento es muy importante, ese instante de luz que baña los campos cubanos, donde el impresionismo se expone. En ocasiones utiliza los colores pasteles según el objetivo. Refleja su búsqueda hacia al horizonte y con sus pinceladas complementa el movimiento que muchas veces se advierte en sus lienzos.

Sus paisajes son principalmente realistas, en ellos hay cierto tratamiento al follaje con una forma de reproducir muy peculiar en él, sus árboles se caracterizan por tener ciertos detalles con colores amarillos, lo que denota su maestría. Además hace hincapié en la hierba como devoto absoluto de lograr una exclusividad de movimiento que logra a través de su destreza. Esto se percibe cuando apreciamos algunas de sus pinturas.

Su técnica señalada es la acuarela, aunque ha incursionado también en acrílico, pero desde su punto de vista este último le resta brillantez a la obra de arte.

Desde hace cinco años incursiona en el postmodernismo y el surrealismo. Dentro de esta otra parte de su obra está el conceptualismo y hay cierto primitivismo para lograr la ingenuidad que quiere trasmitir, pero se diferencia de otros artistas que crean dentro de este, ya que tiene una formación artística que no puede negar y que por tanto manifiesta a la hora de fundar. Estas creaciones en cierta forma primitivas son de tema social y van variando por etapas según los cambios que versan en la sociedad, sin embargo se denotan temas eróticos que se mantienen en la secuencia de sus creaciones.

Utiliza colores puros, sobre todo negros, rojos, verdes y amarillos. Tiene una forma de hacer muy peculiar y lejos de utilizar las líneas de separación emplea los mismos colores en juego pictórico, donde se revelan paisajes urbanos en la generalidad.

En el evento en particular pinta su paisaje tradicional, en los que ha logrado premios y reconocimientos, su formación y desempeño le permiten valorar las diferentes obras que se presentan en las ediciones y se siente admirado por la obra del resto de los participantes. Como representante tunero de la formación profesional con la que contamos es de suma categoría su participación en las ediciones de Confluencias -en el cual participa desde los inicios-, en él se alberga la confianza de captar las diversas tendencias que se ven reflejadas en la obra de los artistas que confluyen en este programa.

Como muestra de empeño, interés y constancia participa uno de los artistas aficionados de nuestra provincia José Ángel Naranjo, es graduado de Historia en Camagüey. Posee 32 exposiciones colectivas y una personal. Sus obras se encuentran en colecciones privadas de personalidades de la cultura, tales como: Abel Prieto, Miguel Barnet, Lisset Vila, Pedro Pablo Oliva, Pablo Armando Fernández, Víctor Marrero, Lázara Castellanos, Carilda Oliver y otros.

Comenzó sus creaciones en Las Tunas, bajo el auspicio de la casa de la cultura “Tomasa Varona”, primera institución que se acercó a él. Actualmente es presidente del proyecto “Perspectiva” que reúne una serie de creadores en varias manifestaciones del arte y atienden directamente a varias instituciones, contribuyendo con el quehacer artístico de la provincia.

Naranjo es autodidacta y su influencia está marcada por Ángel Collado, quién le enseñó el uso de la espátula. Utiliza este elemento para sus creaciones, por la limpieza que logra y todos los efectos que se puede alcanzar con ella. Brinda toda una serie de posibilidades y exige una maestría que muestra sus resultados en el producto final de su trabajo, requiere de precisión y destreza, logros que ha alcanzado en su desempeño (ver anexo XXXIX).

Se autonombra “paisajista autodidacta” teniendo en cuenta que su línea fundamental es el paisaje, con énfasis en las miniaturas, sobresale en su discurso la inspiración del campo, que aparece reiteradamente evocando la palma, el río, la montaña y el mar, con temas que van del claro oscuro al paisaje iluminado con colores frescos y de gran atractivo. Las Tunas ha sido motivo de su inspiración constante y especialmente “El Cornito”, del que revela elementos de su entorno.

No usa líneas, las formas están expresadas a través de los propios colores, con un estilo impresionista, aunque posee mucho del realismo pues presenta la realidad tal como es, los campesinos y obreros como viven en su medio.

Incursiona además en otras temáticas como la vida urbana en diferentes facetas, albañiles, pintores, panaderos, vendedores, etc. Los colores fundamentales en su paleta son el ocre, las distintas tonalidades de azul, las degradaciones en verde, el blanco con gran predominio en las tonalidades frías en las que se impone la luz. Con el uso de la espátula logra por medio de los colores crear fórmulas volumétricas muestra de su dominio en la perspectiva tanto lineal como tonal. En sus cuadros es muy cuidadoso en mantener el equilibrio y el entorno. Para él luz, espacio, movimiento y tiempo se agrupan en una unidad indisoluble impregnando fluidez y viveza.

En el evento Confluencias ha participado en varias ocasiones, no solo en la manifestación de pintura sino también como representante de la artesanía. Ha alcanzado premios en ambas manifestaciones, fue premiado con una obra que realizó en una de las ediciones, con una muestra que estaba subdividida en varios paisajes y en su conjunto era un paisaje de medio formato y el último espacio quedó vacío y todos los participantes lo firmaron. Naranjo ha construido una forma de crear muy peculiar que enriquece a Confluencias cada vez que participa, con el uso de las espátulas (siendo el único de su tipo) y su formación autodidacta complementa las creaciones que se realizan en el evento. Es una muestra más de la variedad de técnicas e instrumentos que utilizan los creadores con cualidades singulares que enriquece este espacio de paisajistas.

Es una figura significativa dentro de la cultura tunera porque se ha visto agasajado por grandes personalidades que han enriquecido su quehacer y le ha servido de escuela, desarrollando la obra de los más jóvenes, en lo que a formación se refiere tiene la reseña de los paso que ha seguido una de los artistas de más insipiente creación como José Luis Carbonel.

José es médico de profesión y se encuentra laborando en el municipio de Amancio Rodríguez. Dedica sus tiempos libres a pintar. Siente una devoción por la pintura que ha logrado ejercer sobre todo en los eventos Confluencias, una obra a la cual le quedan cosas por limar, pero que ya puede mostrar resultados. Se apropia de las habilidades que le instruyen los más experimentados en el tema. Es uno de los creadores que muestra la influencia que ejerce su participación en Confluencias.

Es paisajista, se refugia en esta forma de crear para lograr captar lo bello de la naturaleza que constituye toda una exploración para él. Cuando participa en las ediciones del evento trata de aprender de todas las técnicas y formas posibles de combinar colores. Se desarrolla en el paisaje académico porque en él encuentra la forma de expresar sus raíces (ver anexo XXXVIII).

En sus inicios sus obras estaban cargadas de ciertos tonos que por su inexperiencia retomaban demasiado los estilos academicistas, luego de enriquecerse a través de las diferentes ediciones, ha variado sus tonos y en la actualidad refleja un espectral amplio con tendencia cálida: ocre, cienas (color tierra, paletas cálidas).

El tema de referencia en sus creaciones es el agua, elemento que ocupa su atención, los ríos, las charcas y el ambiente que se encuentra en los alrededores. Como buen cubano refleja las palmeras en la profundidad de una sabana. Pinta mucho al natural porque con la experiencia de Confluencia ha tomado como costumbre ese escenario de creación.

Este evento conjuntamente con “Sol y Arte” han significado una escuela para este médico que ha encontrado en el paisaje su más alta expresión. Ha logrado vincular a varias personas a pintar en contacto directo con la naturaleza, lo que demuestra la influencia que este evento tuvo en su quehacer artístico y personal.

Estos artistas son una muestra de la diversidad de la producción artística que confluye en el evento, desde creadores con una probada producción hasta lo más nuevo de las creaciones, Así también se destaca una diversidad de formas, estilos, técnicas y elementos para recrear el paisaje, que en la actualidad y sobre todo en nuestra provincia está tomando cada vez más fuerza.

Conclusiones

El paisaje logra cultivar disímiles matices con los cuales se encamina el llamado hacia la naturaleza, su protección e importancia. Esta temática ha constituido desde años anteriores motivo de inspiración a creadores, tradición que se inició en el campo cubano con los pintores naif y que adquirió su sello de profesionalidad en el magistral academicismo de los hermanos Chartrand y luego se vio representada con disímiles artistas que perfeccionaron su técnica e incorporaron elementos de nuestra flora y fauna, tales como Armando Menocal, Domingo Ramos, Carlos Enríquez, Victor Manuel, Tomás Sánchez. En la actualidad se encuentra representadas con nuevos exponentes del más alto nivel.

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos por su obra y el interés que han mostrado en la temática de paisaje como modelo ambientalista se destaca a Wilber Ortega como coordinador y pilar fundamental de Confluencias, manifestando en sus creaciones lo onírico, recreado entre brumas y palmares, el cuarteamiento de la tierra o el lánguido recodo de un río y junto a él Alberto García, fundador del mismo con una peculiar producción donde lo formal es siempre un juego de color a favor del mensaje y la síntesis de elementos es siempre lo más importante. Cuando muchos enfocan su atención hacia lo bello desde arriba este creador por el contrario visualiza la naturaleza desde sus raíces.

Entre los exponentes modela además Carlos Gutiérrez, fundador y premiado por su creación tradicional, la cual se viste en una gama de azul característica con una tendencia realista. Con el juego de ilusiones ópticas resalta la figura de Eduardo Rivera, distinguido por el logro de tensiones a veces incómodas que obligan a ver más que a mirar para descubrir la superposición de formas, donde el paisaje se describe con todo su esplendor. Así mismo por su peculiar interpretación de la naturaleza resalta Eduardo Peña, muestra de empeño y gusto por la cubanía, identificando entre sus elementos característicos la hoja de Croto. José Ángel Naranjo creador de miniaturas e iniciador en la provincia de esta forma de producción, galardonado en el evento y como muestra de la influencia que ha ejercido el intercambio entre artistas y especialistas en el marco de este evento se distingue el joven aficionado José Luis García Carbonel con una producción insipiente pero que comienza a mostrar resultados. Así confluye una diversidad sin límite de paisajista con una variada forma interpretativa, lo que evidencia la importancia y significación que tiene este evento.

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