Contribuciones a las Ciencias Sociales
Septiembre 2009

 

EL LEGADO ANDALUZ EN LA ESCUELA
 


 

Eva María Rodríguez Cobos
jmariohv@yahoo.es



 

Hablar de cultura es hablar de forma de vida, de entendimiento social, de comportamiento colectivo, de forma de pensar, del medio que nos rodea y de legado artístico y paisajístico. “Cultura” es, pues, los habitantes de una zona que comparten todo ello y que en Andalucía se extiende al sur de la Península Ibérica: desde Sierra Morena hasta la Costa Atlántica y Mediterránea y desde Huelva hasta Almería. No obstante, hablar de cultura y en nuestro caso de “lo andaluz” es complejo en cuanto a que se relaciona directamente con una variadísima mezcla de costumbres, tradiciones, arte y legado histórico y cultural. Tanto es así que la cultura andaluza es universalmente conocida y apreciada por su riqueza en fiestas y costumbres tradicionales, el cante y el baile flamenco, los toros, la gastronomía, las tradiciones religiosas, su patrimonio monumental…

El legado histórico andaluz es fácilmente constatable por los importantes restos que aún se conservan en nuestra tierra. Estaríamos hablando, por ejemplo, de: la ciudad de Itálica en Santiponce (Sevilla), la Alhambra de Granada, la Mezquita de Córdoba, el Monasterio de la Rábida en Huelva, el poblado de los Millares en Almería, los conjuntos históricos de Ubeda-Baeza (Jaén) o las pinturas rupestres de Alcalá de los Gazules en Cádiz.
 



Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:
Rodríguez Cobos, E.M.: El legado andaluz en la escuela, en Contribuciones a las Ciencias Sociales, septiembre 2009, www.eumed.net/rev/cccss/05/emrc.htm



La gastronomía andaluza es tan conocida como variada: el salmorejo de Córdoba, la pipirrana de Jaén, los vinos de Jerez, de Montilla-Moriles y Málaga, el jamón de Jabugo en Huelva, el menudo de Sevilla, los potajes Granadinos y la olla de trigo de Almería.

Hablar de folclore es hablar de Andalucía: ferias, romerías y carnavales; el baile y el cante vividos desde la alegría de las ferias, desde la devoción y el disfrute en las romerías y desde la diversión en los carnavales.

La artesanía ejemplificada en la orfebrería cordobesa, la cerámica de la Sierra de Aracena, la artesanía textil sevillana, el cuero de Cádiz y Málaga, el mimbre, …

Este recorrido por la historia y la riqueza de nuestra tierra lo han hecho posible los distintos pueblos que han forjado nuestra historia, personas anónimas y personajes ilustres, a los que, por igual, le debemos nuestro gran patrimonio cultural. Entre los personajes ilustres: el filósofo y escritor Séneca, los pintores Velázquez, Murillo, Picasso, los escritores Góngora, Bécquer, Machado, Lorca…

La riqueza cultural andaluza es tal que podríamos dedicarle cientos de páginas, pero la intención de este escrito no es estudiarla o exponerla aquí, sino buscar fórmulas para hacerla llegar a los más jóvenes, los adolescentes andaluces. Que los más jóvenes conozcan, se interesen y respeten nuestras señas de identidad es asegurarnos de que dichas señas de identidad perdurarán en nuestra sociedad para siempre.

Nuestra comunidad autónoma se caracteriza, además, por ser una región extensa, compuesta de ocho provincias que a la vez se subdividen en distintas comarcas, y todas ellas con rasgos de identidad propios. De ahí, que nos encontremos con una región distinta de un lugar a otro, pero a la vez con un sello común: el andaluz. Por ello, debemos abordar el tema de la enseñanza de nuestra cultura como un tema complejo, amplio y que se puede subdividirse para llegar a los alumnos de manera paulatina:

1. Conocer el entorno más cercano: comarca y provincia.

2. Conocer provincias cercanas.

3. Extender el radio de acción a provincias algo más distantes.

A priori, las peculiaridades de una sociedad pueden ser tanto un tema motivador para los alumnos, en tanto que participa de hecho cercanos a ellos, como un tema que se puede abordar desde cualquier materia dentro y fuera del aula. Por otro lado, el hecho de tratar rasgos característicos de una zona determinada favorece el poder abordar otros temas tales como el respeto, la igualdad, la solidaridad, el entendimiento, la comunicación, la paz y hacerlo extensible no sólo a una determinada zona sino también a nivel regional, nacional y universal. De otro modo no se entendería que dicha educación cultural se fomentase en un centro escolar, donde la adquisición de valores sociales es una de las mayores y mejores metas a nivel educativo y humano.

Desde los centros escolares se pretende:

1. Fomentar el conocimiento de la Cultura Andaluza.

2. Difundir “lo andaluz” como nuestra mayor seña de identidad.

3. Potenciar el interés por nuestro incalculable patrimonio cultural y natural.

4. Conocer las instituciones andaluzas.

5. Promover dentro del curriculum una mayor relevancia de “lo andaluz”.

6. Favorecer actividades de centro que refuercen el conocimiento, respeto y admiración por nuestra cultura.

7. Facilitar actividades de convivencia e integración fuera del recinto escolar, ampliando el radio de acción progresivamente.

8. Implicar a padres e instituciones en la educación cultural de los jóvenes andaluces.

Estos objetivos son más ambiciosos de lo que en un principio pueda parecer ya que llevan consiga la consecución de otros objetivos encaminados a fomentar y potenciar la educación en valores, no se limitan a dar a conocer nuestra cultura, unos ejemplos:

1. Conocer nuestro patrimonio natural. Para ello hay que promover entre los alumnos la convivencia, el respeto, la igualdad… ya que se trata de hacerles compartir jornadas escolares al aire libre con sus compañeros y profesores.

2. Descubrir nuestras expresiones más significativas. Para ello hay que comenzar por educarles en el valor de la igualdad entre sexos, han de usar el lenguaje de manera no sexista.

3. Fomentar su interés por personajes ilustres de nuestra tierra: pintores, escultores, escritores… Para ello hay que despertar en los alumnos un sentimiento de respeto y admiración por el trabajo bien hecho.

4. Conocer nuestro legado gastronómico. Para ello hay que profundizar en la educación para la salud, en hábitos saludables a la hora de su alimentación, que tienen a su disposición pero que a menudo ignoran por completo.

5. Conocer nuestro patrimonio histórico. Para ello hay que potenciar en los alumnos sentimientos y pensamientos que les ayuden a apreciar los sucesos históricos relevantes y positivos para la sociedad y sentido crítico para aprender de los errores pasados y no repetirlos en el futuro.

Este tipo de enseñanza es, hoy en día, tan importante o más que el conocimiento matemático, filosófico, científico… pero no está al margen de dichas áreas de conocimiento. Es una enseñanza interdisciplinar que hasta no hace mucho había pasado desapercibida pero que en los últimos años ha cobrado una relevancia especial y no precisamente por una cuestión de moda. Es, sin lugar a duda, una enseñanza necesaria que ha ido adquiriendo importancia a la vez que la ha ido perdiendo en la sociedad. Menos educación en valores fuera de los centros escolares más necesidad de implicarnos los docentes en ello, ya que si no nuestra labor académica se ve dificultada por una actitud negativa y de desidia con respeto al conocimiento y la cultura en general.

No obstante, a nosotros los docentes no nos resulta fácil abordar este tipo de enseñanza sin apoyo familiar, respaldo institucional y modificaciones curriculares. Aún así intentamos buscar vías de actuación factibles. Una de ellas es mediante el “juego”. Los alumnos son más accesibles cuando están en un medio que les gusta, llevando a cabo actividades motivadoras y que ellos identifican como interesantes para ellos. De ahí que abordemos la enseñanza de los temas transversales, Cultura Andaluza, entre ellos, jugando. Podríamos decir que estamos jugando a aprender y aprendiendo jugando:

• Conocer juegos populares de nuestra tierra. Los alumnos aprenden juegos populares y los ponen en práctica primando que todos comparten dichos juegos respetando los derechos de los demás a jugar y no discriminando a ningún compañero bajo ningún concepto.

• Realizar juegos populares como medio de relación con el entorno natural. Los alumnos se relacionan con el medio a la vez que hacen ejercicio físico y aprenden a cuidar de su salud mental y física.

• Relacionar dichos juegos populares con la cultura andaluza. Los alumnos investigan rasgos culturales andaluces y aprenden a ser críticos y tolerantes.

Una segunda vía de actuación sería el fomentar el “turismo andaluz” entre nuestros adolescentes. Andalucía es, sin duda, una tierra privilegiada por su riqueza de entornos naturales y legados históricos. Tanto es así que es la región de España con más parques nacionales y naturales protegidos, algunos de ellos reserva de la biosfera. Todos los jóvenes tienen, pues, acceso a estos parajes naturales y legados patrimoniales y, de hecho, en estos últimos años, tras una mayor concienciación dentro del entorno escolar de la importancia de nuestro patrimonio andaluz, se ha convertido en un hábito para los alumnos la visita a estos lugares. Este tipo de actividades fomentan y refuerzan las relaciones personales y la comunicación entre los alumnos, la relación de los alumnos con los entornos naturales y patrimoniales y el respeto a los mismos, a la vez que profundizan en el conocimiento de las “rutas por el legado andaluz”:

 Ruta de los castillos.

 Ruta de los pueblos blancos en Cádiz.

 Rutas del aceite por Córdoba y Jaén.

 Ruta por los lugares colombinos en Huelva.

 Ruta del Califato por Córdoba y Granada.

 Ruta de Washington Irving por Sevilla, Málaga y Granada.

 Ruta Almorávides y Almohades por Cádiz, Málaga y Granada.

 Ruta de los Nazaríes por Jaén y Granada.

 Ruta de las Alpujarras por Almería y Granada.

La lista de rutas es mucho más extensa de la citada. Los andaluces vivimos en un entorno privilegiado, de características inigualables que merecen que lo conozcamos, lo respetemos y lo admiremos. Apostemos, pues, por una educación en valores y una educación en Cultura Andaluza, que haga de nuestra sociedad una sociedad más justa, más culta, más respetuosa y más orgullosa de sus raíces y rasgos de identidad. Los temas transversales potencian la sensibilidad para preservar y promover los valores naturales, históricos y culturales propios de nuestra tierra.

BIBLIOGRAFÍA

RUÍZ DE LIRA, P.: Arte y Cultura en Andalucía. Santillana, Madrid 1981.

SÁNCHEZ MÁRMOL, F.: Andalucía Monumental. EAUSA, Sevilla 1987.

BUSQUETS, M.D.; CAINZOS, M.; FERNÁNDEZ, T; LEAL, A; MORENO, M; SASTRE, G (1994): Los Temas Transversales: claves de la formación integral. Madrid: Santillana.

JUNTA DE ANDALUCÍA (1997): Orden de 17 de enero de 1997, por la que se establece el desarrollo de la Educación en valores en los centros docentes de Andalucía.

 


Editor:
Juan Carlos M. Coll (CV)
ISSN: 1988-7833
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