ANÁLISIS DE LAS RELACIONES ENTRE ORGANISMO FINANCIEROS MULTILATERALES Y ECUADOR

ANÁLISIS DE LAS RELACIONES ENTRE ORGANISMO FINANCIEROS MULTILATERALES Y ECUADOR

Juan Gabriel López Vera *
Coordinador
Universidad Católica de Santiago Guayaquil

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Ecuador y el Fondo Latinoamericano de Reservas

Jéssica Arias
María Jurado

Resumen

El enfoque de este documento pretende determinar la relevancia del Fondo Latinoamericano de Reservas como mecanismo de estabilización financiera a nivel regional, su naturaleza, funcionamiento y alcance crediticio a cada uno de los países miembros; se expone su reconocimiento a nivel internacional producto de su eficiente manejo en la recuperación de los créditos concedidos y en sus  operaciones financieras, así también se detallan sus características de  inmunidad,  inviolabilidad de sus activos como protección de su patrimonio, y la adopción de un Plan de Contingencias que le otorga confiabilidad ante sus integrantes y frente a la red financiera internacional; se analiza más detenidamente las relaciones que ha mantenido el Ecuador con este organismo, sus préstamos más representativos  concedidos a través de la historia, su origen, características y como éstos han beneficiado al equilibrio de la economía interna para afrontar las diferentes crisis por las que ha tenido que atravesar.  Finalmente se argumenta la importancia e implicaciones de la ampliación del FLAR hacia otros países de la región priorizando la integración de países con dimensión económicamente grande de manera que su inclusión permita consolidar su presencia frente a otros bloques económicos como herramienta de defensa y ajuste.

Abstract

The goal of this document is to determinate the relevance of the Latin American Reserve Fund as financial stabilization mechanism at the regional level, its nature, operation and credit available to each of the member countries; it exposes its recognition to an international lever which it is the product of an efficient way to manage the given credits and their financial operations, also details its characteristics of immunity, inviolability of its assets as protection of their heritage, and the adoption of a Contingency Plan that gives reliability to its members and against the international financial network, also it discussed in more detail the relations that has kept the Ecuador with this organism, the most representative loans that have been granted through the history, its history, origin, characteristics and how they have benefited the balance of the domestic economy to address the various crises that it has had to go through. In addition, it argues the importance and implications of the enlargement of the FLAR to other countries in the region, prioritizing the integration of countries with economic large dimension so that inclusion to consolidate its presence over other economic blocs such as defense and adjustment tool.

Introducción

El Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) es una organización financiera que se caracteriza por brindar servicios de administración de activos, otorgar préstamos de corto y largo plazo a sus países miembros que tienen problemas con su balanza de pagos o iliquidez, contribuye a la armonización de las políticas cambiarias, monetarias y financieras de los países y adicionalmente  presta servicios de administración de reservas internacionales; entre sus países miembros están Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, quienes dieron inicio a ésta organización; posteriormente se adhirieron Costa Rica, Uruguay y Paraguay.
Existen distintas modalidades de crédito con características o requisitos particulares para acceder a los mismos, excluyendo la imposición de políticas no desarrolladas dentro del marco de gobierno de cada nación como condicionalidad para su aprobación, se enfatiza además la importancia y reconocimiento a nivel internacional de su eficiente interacción financiera como administrador de activos, y su injerencia como medio de estabilización y respaldo crediticio. Se justifica la importancia del Fondo Latinoamericano de Reservas dentro de la economía ecuatoriana, al observar al Ecuador como uno de los países más beneficiados de créditos de estabilización para su economía.
El Fondo Latinoamericano de Reservas inició en 1989 por la iniciativa de los países Andinos que conformaron el Fondo Andino de Reservas (FAR), debido a la necesidad de contar con un fondo que ayude a los países de toda Latinoamérica a enfrentar los desequilibrios económicos.  El capital suscrito del Fondo Latinoamericano de Reservas se compone de las aportaciones de los países miembros y mediante la capitalización de las utilidades hasta completar el capital suscrito. A agosto del 2015 el capital suscrito asciende a la suma de USD 3609.4 millones.
 Los países que deseen adherirse al Fondo Latinoamericano de Reservas deben de enviar una solicitud a la Presidencia Ejecutiva, y los mismos son catalogados por “dimensión económicamente grande” o “dimensión económicamente pequeña”, depende de cómo se califique al país para determinar cuál es el capital mínimo con el cual debe aportar para poder ser miembro, este valor es de USD 250.000.000 y USD 125.000.000 respectivamente, adicional del pago de la participación proporcional en el superávit acumulado del capital del FLAR. Una vez aprobada la solicitud el país asiste como observador a las reuniones del organismo.
Las líneas de crédito están clasificadas por tipo, como son, préstamos para enfrentar dificultades en la balanza de pagos, reestructuración de deuda pública externa de los bancos centrales, falta de liquidez, contingencia y los problemas de tesorería; cada uno de estos tipos de créditos tienen una vigencia diferente que van desde los 30 días a los 3 años de plazo para el pago, de la misma manera se establecen bajo una serie de requisitos que deben cumplir los bancos centrales del país solicitante, el Fondo Latinoamericano de Reservas  tiene establecido un límite de acceso para estas líneas de crédito que depende del capital pagado. Las cantidades de préstamos otorgados han oscilado desde los USD 178 millones a los USD 4.500 millones y cuyo mayor acreedor ha sido el Ecuador durante los últimos años. En la figura 1 se muestra la distribución de préstamos otorgados a los países miembros entre el 2005 y el 2015.
Existen cinco modalidades de crédito abiertas para los países miembros, la de mayor envergadura y monto es la de Balanza de Pagos con un límite de acceso de 2.5 veces del capital pagado, para acceder a este préstamo el país solicitante deberá demostrar que se encuentra con insuficiencia de reservas y presentar un plan para el restablecimiento del equilibrio de su balanza de pagos, con la única salvedad de que si el país decide aplicar políticas restrictivas, estas no deberán afectar el comercio con los otros países adheridos; los préstamos para reestructuración de deuda externa se otorgan hasta 1.5 veces del capital pagado y no existen condiciones específicas para ser concedidos; en el caso de los créditos de liquidez si  se debe justificar su situación y tienen un monto máximo de una vez el capital pagado, y finalmente están los créditos por Financiamiento Contingente y los de Tesorería, que en ambos casos el límite es hasta 2 veces el capital pagado y se debe contar con una garantía o respaldo.
            Si bien es cierto que las líneas de crédito que son otorgadas a los países miembros se encuentran condicionadas a la presentación de las medidas de índole monetaria, fiscal, cambiaria, crediticia y de comercio exterior establecidas o que se encuentran por aplicar, a diferencia de otros organismos internacionales el Fondo Latinoamericano de Reservas no impone condiciones adicionales a las ya establecidas por cada país, por lo que no existe intromisión en la gobernabilidad de sus autoridades. Históricamente la recuperación de estos créditos otorgados se ha realizado con normalidad y han servido para solventar primordialmente problemas de Balanza de Pagos y liquidez acorde a los objetivos de su creación. En la figura 2 se muestra la composición de créditos por su uso final para el período 2005 a 2015.

Discusión

La  constitución del Fondo Latinoamericano de Reservas se encuentra registrada en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de acuerdo a lo establecido en el artículo 102 de la ONU y en la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados;  éste registro  le otorgaría la inviolabilidad de todos sus archivos,  documentación e  incluso de su sede  por parte de todos sus países miembros, de la misma forma  sus activos, pasivos y patrimonio  gozan de inmunidad contra acciones legales, embargos o intento de  apropiación forzosa.  La naturaleza jurídica del FLAR la catalogaría como una autoridad monetaria de acuerdo a  lo establecido por el Foreing Sovereign Inmunities, reafirmando la protección de sus bienes contra  cualquier sentencia dictada en contra de sus países miembros,  adicionalmente   se encuentra exonerada de todo pago de tributo y posee libre convertibilidad de sus activos. 
Su estructura se basa en una forma de Gobierno Corporativo claramente definida, conformada por una Asamblea de Representantes que se reúne una vez al año y se encuentra precedida por los Ministros de Finanzas de cada país, un Directorio constituido y encabezado por el Presidente Ejecutivo del FLAR con representación legal  y voz pero sin voto, y por los Gobernadores de los Bancos Centrales de cada país; otras divisiones de su organigrama   está representada por la  Secretaria General  y cinco Direcciones en distintas áreas. Adicionalmente existen los Comités de Auditoría, de Activos y Pasivos y de Presupuesto, encargados de las gestiones de control de riesgos, financiera, y presupuestaria respectivamente. En la figura 3 se presenta de forma gráfica la estructura de este organismo.

La continuidad de las actividades del Fondo Latinoamericano de Reservas se encuentra respaldada por su Plan de Continuidad de Negocios, que constituye una serie de estrategias para hacer frente a posibles siniestros que pudieran poner en riesgo su operatividad. Como parte de este plan, el FLAR cuenta con una sede alterna de negocios que cuenta con certificación TIER IV (Telecomunication Infrastructure Standard for Data Centers), que otorga un alto grado de seguridad en caso de crisis. Adicionalmente ha adoptado como medida de control de sus operaciones la aplicación de auditorías de índole externa e interna, garantizando la transparencia y legalidad de sus actividades. Estas normas de funcionamiento le han permitido gozar en los mercados financieros de una buena calificación.
Las actividades del FLAR no se limitan a ser un Fondo de Reservas de sus países miembros, sino también que actúa dentro de la red financiera mundial potenciando sus activos, entre las operaciones de tipo pasivo que puede realizar el FLAR se encuentran, recepción de depósitos a plazo, captación de fondos en fideicomiso, garantías, emisión de bonos, obligaciones y cualquier otro instrumento compatible con sus objetivos, siempre y cuando cuenten con previa aprobación del Directorio. En su contraparte las operaciones activas comprende como ya se ha indicado préstamos para desequilibrios de Balanza de Pagos, otorgamiento de garantías a los Bancos Centrales, inversiones de sus fondos propios o de los captados en depósitos y fideicomisos, depósitos en bancos de primera clase, aceptaciones bancarias de comercio exterior y cualquier otro documento público o privado de los miembros siempre que se encuentren dentro de los parámetros establecidos. Las tasas de interés y comisiones cobradas por el FLAR guardan relación con los mercados internacionales.
Con la finalidad de cumplir con sus objetivos de creación, la Asamblea del Fondo Latinoamericano de Reservas podrá autorizar adicionalmente la creación de fondos especiales aportados por los países miembros, organismos internacionales y terceros países,  velando que no se atente contra ningún derecho u obligación de los países miembros no participantes de este fondo. Las operaciones de apalancamiento a las que puede tener acceso el FLAR poseen mayores ventajas que las que podrían obtener individualmente cada uno de los países miembros, debido a sus excelentes calificaciones crediticias obtenidos durante sus 35 años de vigencia.
El Ecuador fue uno de los primeros países miembros que formaron parte del Fondo Andino de Reservas (FAR) creado en 1978, siendo por lo tanto uno de los primeros beneficiados de créditos provenientes de este organismo, es así que entre los años 1982 a 1988 el Ecuador se benefició de un monto acumulado de USD 296.8 millones para solventar desequilibrios de Balanza de Pagos y USD 378.7 millones para financiar problemas de liquidez. Consecuentemente con la transformación del Fondo Andino de Reservas a Fondo Latinoamericano de Reservas, el Ecuador ratifica su adhesión en 1990, a partir de esta fecha hasta la actualidad nuestro país ha seguido siendo acreedor de varios préstamos para enfrentar sus desequilibrios macroeconómicos.
Los préstamos solicitados por el Ecuador han tenido como objetivo principalmente solventar los problemas de Balanza de Pagos cuyo valor acumulado asciende a USD 2423.50 millones,  y  en segundo lugar  para enfrentar dificultades de liquidez por el valor acumulado de USD 320.90 millones; mientras que solo ha solicitado un préstamo de USD 200 millones para temas de reestructuración de deuda; éste último fue proporcionado en el año de 1995 que junto con otras fuentes de financiamiento de organismos internacionales permitieron al Ecuador reducir  su deuda externa que sobrepasaba los US$ 12.000 millones,  lo cual es muy lógico debido a la crisis económica que vivió el país en este año con la caída del Banco Continental, que dio inicio a una fuerte crisis bancaria que se profundizó hasta el año 2000. 

En el año 1998 bajo el mando del Ex - Presidente Jamil Mahuad, el Ecuador solicitó el primer préstamo al Fondo Latinoamericano de Reservas para poder solventar un déficit en su Balanza Comercial por un monto que ascendió a USD 411.3 millones; si revisamos la historia, en los años de 1995 al 2000 el Ecuador se encontró inmerso en grandes desequilibrios de sus agentes macroeconómicos que debilitaron la estabilidad estructural del país; por otra parte la naturaleza juega un papel importante en la inestabilidad económica vivida en este período, debido a las afectaciones climatológicas como el Fenómeno del Niño que dejaron grandes daños en la producción nacional sobre todo afectando al sector agropecuario, a su  infraestructura productiva y  a la red vial, consecuentemente las tasas de inflación se mostraron más elevadas, pasando del 22.8% del año 1995 a 43.4% para 1998, lo que ocasionó el encarecimiento de los productos.
Los problemas políticos que se vivieron en ese entonces con la inestabilidad institucional por la que atravesaba el país como la salida de su presidente impedían solventar los desajustes económicos como fue el déficit en el presupuesto del Estado. Sin embargo estos desequilibrios fueron aún más fuertes debido a la crisis Asiática reflejada con la devaluación de las monedas de los países pertenecientes a este continente y otro gran golpe fue los problemas económicos que surgieron en Brasil; todas esta barreras imposibilitaban a tener expectativas de inversión con estos países afectando de lleno la Balanza Comercial del Ecuador.
En 1998, el Ecuador solicito dos préstamos al Fondo Latinoamericano de Reservas, uno para solventar su problema con la Balanza de Pagos por el monto de USD 411.30 millones y otro para cubrir su falta de liquidez por el monto de USD 82.5 millones; pues el Banco central del Ecuador debido a la iliquidez por parte del sistema financiero interno se vio en la necesidad de ejercer su función de prestamista y reducir el riesgo de una crisis sistemática creando gran impacto sobre la emisión monetaria; sin embargo el Banco central del Ecuador propuso políticas de tasa de interés con el objetivo de reducir las expectativas de los agentes frente al panorama de incertidumbre reflejado en la preferencia de los agentes por la colocación de sus saldos excedentes en dólares. 
Otro panorama de desestabilización se dio en el año 2005 cuando el Ecuador sufrió  la paralización de las actividades de producción petrolera suscitada en las provincias de Sucumbíos y Orellana, como consecuencia del descontento de los indígenas por la presencia de las transnacionales y el gravísimo impacto ambiental para la zona derivado de sus operaciones de explotación, ante esta situación Petroecuador declaró estado de fuerza mayor y suspendió sus exportaciones que llegaban a 144 mil barriles por día, ocasionando una crisis de balanza de pagos con pérdidas para el país de cerca de 443 millones de dólares, una suma cuantiosa para la economía ecuatoriana, teniendo que  solicitar a el Fondo Latinoamericano de Reservas  un crédito por el monto de 400 millones de dólares a 4 años plazo, con el fin de equilibrar el déficit generado y evitar un debacle generalizado.
Por otro lado tenemos la crisis financiera internacional del 2008 la cual no dejó sin estragos a  la economía ecuatoriana que depende fuertemente del comercio exterior a través de sus exportaciones petroleras y no petroleras, las mismas que en el año 2009 tuvieron una variación del - 25,65% en relación al año anterior, con un efecto  total en la Balanza Comercial  de  - 136,53% comparativo al 2008;  esta caída de las exportaciones redujo los ingresos presupuestados por el Estado Ecuatoriano,  viéndose en la necesidad de  acceder en el año 2009  a  un crédito  por el monto USD 480 millones para financiar al saldo negativo de su  Balanza de Pagos. Esta crisis de Balanza se ha mantenido en el tiempo motivando al Ecuador en el año 2012 a pedir otro crédito por un monto de USD 514,6 millones equivalente al 13% de las reservas internacionales a las que el Ecuador tiene derecho para pedir prestado y poder solventar así sus desequilibrios macroeconómicos.
Para el año 2014 el Ecuador solicitó al Fondo Latinoamericano de Reservas un nuevo préstamo de USD 617.6 millones para solventar sus constantes problemas de déficit en cuenta corriente, el crédito fue otorgado a tres años plazo con uno de gracia;  sin embargo para acceder a este monto el Ecuador tuvo que repagar su  crédito vigente a esa fecha, que ascendía a USD 322 millones de dólares, operación que se pudo dar debido al buen manejo crediticio que se ha mantenido con el FLAR y con la intención de apoyar al Ecuador para restablecer sus relaciones con otros organismos internacionales.

Cabe mencionar que la cuenta corriente de la Balanza de Pagos está conformada por cuatro subcuentas que son Bienes, Servicios, Renta y Transferencias corrientes que bien vale la pena analizarlas para entender el porqué de la recurrente necesidad del Ecuador de recurrir a fuentes externas de financiamiento para suplir sus necesidades financieras. En el año 2013 los saldos del total de la cuenta corriente de la Balanza de pagos efectivamente estaban pasando por un déficit, debido a que su nivel de importaciones era mayor a sus exportaciones, por el lado de las subcuentas de bienes; mientas que los servicios recibidos son mayores a los entregados, de la misma manera tenemos las subcuentas Renta y Transferencias corrientes, lo cual no representó un buen indicador económico.
Si bien es cierto el Ecuador ha solicitado préstamos para suplir su necesidades en la balanza de pagos, ahora bien vale la pena analizar como los Gobiernos del país han hecho mejoras en las cuentas corrientes de la misma para mejor el déficit ocasionado de período en período; ya que se necesitaba de una reestructuración de la balanza de pagos adicional al préstamo, según datos de publicaciones del Banco Central del Ecuador las mejoras se han venido realizando a partir del año 2000 sin embargo es realmente en el primer trimestre del año 2007 que se notan los cambios. Para el primer trimestre de 2007 se llevaron a cabo algunas modificaciones en la compilación de la balanza de pagos; específicamente se efectuaron mejoras metodológicas y de fuentes de datos en ciertos rubros específicos de la cuenta financiera (Boletín Trimestral, Banco Central del Ecuador, 2007, Pág. 1)  
Las mejoras en la balanza de pagos del Ecuador fueron enfocados en la cuenta de capital y financiera, específicamente tres puntos fueron modificados, entre esos están los de Inversión Extranjera Indirecta para los cual el Banco Central del Ecuador ajustó el concepto de otro capital de inversión extranjera directa cambiando la fuente de información; por otro lado está la reasignación de activos al sector institucional correspondiente, y por último esta la compilación del rubro “Moneda y depósitos” para que se adapte a una economía dolarizada.
De lo expuesto se puede deducir la importancia de la intervención del Fondo Latinoamericano de Reservas dentro de la economía del Ecuador desde el año de 1982 cuando pertenecía al FAR, hasta la actualidad que pertenece al FLAR, ya que actúa como mecanismo de estabilización de los desequilibrios e insuficiencias de liquidez, originados tanto por problemáticas internas como por aquellas que se originan a nivel mundial y afectan directamente a la economía ecuatoriana. Es esta relevancia y las características inherentes a la naturaleza del FLAR la que le han permitido al Ecuador permanecer como miembro activo y de regular cumplimiento de sus obligaciones crediticias.
Siendo conscientes de la importancia del Fondo Latinoamericano de Reservas no solo para el Ecuador sino para el resto de sus países miembros, se considera estratégico la ampliación del mismo a otros países de la región, ya que significaría un importante aumento de sus reserva y la consolidación de la estabilidad financiera de sus miembros; cabe mencionar que la inclusión de países  con economías más fuertes como México,  Brasil y Argentina sería de singular relevancia ya que permitiría fortalecer la región y crear mecanismos de defensa para que sus miembros puedan hacer frente a los desórdenes  macroeconómicos de la actual crisis mundial.  
La expansión de este fondo también podría entenderse como la representación de la región ante las grandes potencias, con mayor peso e influencia en el entramado mundo de las finanzas internacionales. Sin embargo es necesario  considerar que al existir países de mayor tamaño, sus necesidades en casos de crisis deberían ser proporcionalmente superiores, preguntándonos si es para el Fondo Latinoamericano de Reservas factible responder a los créditos requeridos, suponemos  entonces que es necesario reformar las condiciones de crédito a las limitaciones propias y objetivos de este organismo.
En el caso de darse la expansión del Fondo Latinoamericano de Reservas, es necesario considerar la probabilidad de ocurrencia de una crisis generalizada involucrando a sus países miembros, siendo lo más verosímil, que este organismo no pueda responder a todas las necesidades de manera simultánea, sin embargo las opciones de  apalancamiento y de garantía crediticia, podrían significar un importante aporte para palear en cierta medida los desequilibrios existentes, otro punto sujeto de análisis, es el modelo de Gobierno Corporativo ya que dada la existencia de una mayor cantidad de países miembros y de mayores fondos de reserva podría surgir la intención de darse preferencias a los países más grandes, sin embargo es importante que sus características y políticas se mantengan acorde a sus objetivos, ya que son estas, las que le han dado a lo largo de su historia, credibilidad, sentido de pertinencia de sus miembros y la categoría de acreedor de preferencia ante el mercado internacional.

Conclusiones

Se puede llegar a la conclusión de que el Ecuador ha sido un país que ha tenido grandes fluctuaciones en sus índices económicos y con el paso de los años se ha visto inmerso en las necesidades de recurrir a las fuentes externas de financiamiento para poder suplir sus problemas en sus agentes macroeconómicos, el mayor volumen de préstamos solicitados al Fondo Latinoamericano de Reservas han sido para enfrentar los déficit en la balanza de pagos; sin embargo a pesar de las crisis económicas suscitadas en los períodos 1997 al 2000 y los grandes déficits que se viven actualmente, el Ecuador ha tenido una buena relación con el FLAR mediante el cumplimiento de sus obligaciones con éste organismo en los plazos acordados. Su capital suscrito representa el 9% del capital del FLAR lo que le respalda para poder obtener créditos que favorecen a la economía del país.
Por otra parte, la existencia del  Fondo Latinoamericano de Reservas constituye una importante alternativa crediticia a nivel regional para los países participantes, permitiéndoles acceder a financiamiento para cubrir sus desequilibrios temporales sin tener que adoptar políticas impuestas que pueden ser dañinas para la economía del país beneficiario, es precisamente esta baja condicionalidad por parte del FLAR para la asignación de  recursos la que le otorga esta singular característica de respeto  hacia los países beneficiados, permitiéndoles mantener su discrecionalidad al momento de  determinar sus mecanismos de corrección. 
La presencia del FLAR dentro de la economía del Ecuador ha sido de suma importancia al momento de solventar la escasez de sus reservas, permitiéndole en cierta medida cubrir sus déficits presupuestarios producto de las crisis internas y externas por las que ha tenido que pasar.  Es importante hacer hincapié que la ampliación de las actividades convertiría al FLAR en un medio mucho más eficiente y de mayor alcance para la estabilización a nivel regional ya que su naturaleza de ser un fondo de reservas y administrador de activos lo colocan en una posición ventajosa, mejorando la capacidad de sus países miembros para hacer frente a sus problemáticas financieras.

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