GENERACIÓN DE ESTRATEGIA PARA LA ALFABETIZACIÓN SOCIOECOLÓGICA DE LOS ALUMNOS DE LA CARRERA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL DEL INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE TEPEXI DE RODRÍGUEZ PUEBLA

GENERACIÓN DE ESTRATEGIA PARA LA ALFABETIZACIÓN SOCIOECOLÓGICA DE LOS ALUMNOS DE LA CARRERA DE INGENIERÍA INDUSTRIAL DEL INSTITUTO TECNOLÓGICO SUPERIOR DE TEPEXI DE RODRÍGUEZ PUEBLA

Teodoro Alarcón Ruíz
Instituto Tecnológico de Puebla

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Estrategia para una Educación Tecnológica con Responsabilidad: Alfabetización Socioecológica.

Desde su aparición, el ser humano ha hecho crecer su población de manera exponencial, originando cambios drásticos en la ambiente que le rodea, dando como resultado una crisis ambiental global. Acorde a Bookchin (1985: 23) “La sociedad establecida hace frente  a una descomposición no sólo de sus valores e instituciones, sino también de su medio ambiente natural, esto genera una crisis que ha surgido directamente de la explotación del planeta por el hombre”. Ante esta situación, la explosión demográfica ha traído consigo la demanda incontrolable de materia prima que proviene ciertamente de la naturaleza. Las actividades humanas- la agricultura, la industrialización y la urbanización - afectan a los ambientes naturales, reduciéndolos en su extensión y haciendo desaparecer especies silvestres de plantas y animales. Eduardo Gudynas (1993) dice que los ambientes naturales son el soporte de donde se extraen recursos indispensables para el hombre, algunos de los cuales corren hoy el riesgo de agotarse. Por lo tanto la adopción mental de una cultura de consumismo desmedido está comprometiendo las diversas formas de vida en el planeta llevándola hasta su desaparición total.

En dicho planteamiento, el hombre tiene en sus manos la decisión de modificar la problemática social y ecológica actual, sin embargo, la falta de entendimiento de que existe una crisis socioecológica, la apropiación irracional de los recursos naturales y el consumo desmedido; no permiten despertar en la conciencia, que todos los sistemas vivientes en el planeta tierra corren el riesgo de extinguirse. Bajo esta perspectiva, la naturaleza ha sido transformada constantemente por la ciencia y tecnología. A las anteriores se les ha atribuido como instrumentos poderosos de conocimiento utilizados para resolver problemas críticos que aquejan a la humanidad.

Pero hoy en día la ciencia y la tecnología se debate entre dos disyuntivas, por una parte se han encauzado para ser las principales herramientas que favorecen los intereses económicos y políticos de unos cuantos. Por otra parte, para ser utilizados en la producción de conocimientos que promueven la calidad de vida, el manejo sustentable de los recursos naturales y el bienestar de las naciones1 . Para lograr lo último es urgente realizar una concomitancia entre los conocimientos científicos y tecnológicos con las áreas humanísticas reflexivas con enfoque socioecológico, creando con ello un nuevo conocimiento dónde se pueda vivir con la razón y la pasión, lo objetivo y lo subjetivo, la verdad y lo bueno (Galano, Curi, Luque, et. Al, 2002).

En ese sentido, en específico México, requiere de acciones inmediatas en materia de educación científica y tecnológica; acordes a una estrategia cuyos horizontes sociales, ecológicos, culturales y políticos se amplíen y busquen la consolidación de una nación firme, justa, equitativa y responsable con todo lo que le rodea. Para lograrlo el SNEST2 es un sistema que finca las bases para el desarrollo soberano del país; sus instituciones están dedicadas a la formación de capital humano intelectual, ético capaz de generar, dirigir y operar proyectos viables y sustentables que transformen la riqueza de las diversas regiones geográficas de la nación para el bienestar de la sociedad mexicana.

Por lo tanto, el lugar propicio donde se puede llevar a cabo una estrategia que compenetre en la conciencia del individuo una postura política crítica, incluyente y socioecológicamente responsable, son las instituciones de educación y en específico las de educación superior tecnológica, porque son centros educativos en dónde se imparte un conocimiento estratégico para acrecentar el desarrollo del capital humano y social de la nación.  En más de 60 años el SNEST ha formado profesionistas capacitados en sistemas técnicos que fortalecen la industrialización y el desarrollo socioeconómico del país. Sin embargo esta capacidad técnica es un detónate que ha originado una rotunda dependencia de la tecnología, al grado de convertirla en una herramienta que transforma los recursos naturales en productos suntuarios, poniendo en riesgo la disponibilidad de los recursos naturales que la humanidad necesita para vivir.

En base a lo anterior, hay dos contextos importantes para reflexionar en la educación superior tecnológica: la primera es la mística que encierran los objetivos generales de sus carreras, en este sentido el espíritu educativo de docentes y alumnos se han orientado para adquirir posturas personales que mantienen, preservan y optimizan el desarrollo económico-industrial de su comunidad, generando en consecuencia:

  • La falta de interés por la investigación que conjuguen la ciencia y la tecnología con los temas ambientales.  
  • Desconocimiento de los problemas ambientales.
  • Falta de actitud, ética y compromiso respecto a los problemas socio- ecológicos en la comunidad en donde residen, tanto los docentes como los alumnos.

Sin embargo, la segunda, debido a que el país vive una vertiginosa y profunda transición social, económica y política, así también como la inminente crisis social y ecológica. El SNEST presenta en el año 2004 el Modelo Educativo para el Siglo XXI 3; dentro de sus principios filosóficos, establece el compromiso para construir una sociedad democrática, justa, equitativa y respetuosa de la legalidad; en este sentido para potencializar el crecimiento estable, el desarrollo incluyente de los espacios sociales y ecológicos. Éste último encauza a la educación superior tecnológica a garantizar el respeto a los derechos y desarrollo pleno de todo ser humano, a asegurar la sustentabilidad de los recursos naturales que permita su preservación sin comprometer la vida futura. Sin embargo estamos conscientes que la realidad de la vida sigue circunscrita por los problemas sociales  ecológicos. 

Ante esta situación, es urgente crear un conocimiento que contribuya a formar profesionistas y ciudadanos responsables en su ejercicio laboral y para lograrlo es necesario crear estrategias de aprendizaje bajo un contexto reflexivo, crítico, integral y holístico. Por lo tanto, es necesario generar en el estudiante un pensamiento transversal que abra las posibilidades a un conocimiento colectivo – ciencia/tecnología y naturaleza - a través de su formación profesional. En donde la ciencia y tecnología dejen de ser herramientas que privilegien a unos cuantos, y que sean las productoras de conocimientos que promuevan la calidad de vida, el manejo sustentable de los recursos naturales y el bienestar de las naciones.

1Este concepto se pronunció  en la XIII Reunión del Foro de Ministros del Medio Ambiente de América Latina y el Caribe Bogotá 2002, en donde se generó una amplia reflexión y debate sobre los principios éticos que deben orientar los compromisos y prácticas de los actores principales y grupos de interés involucrados en la gestión económica, social y ambiental del desarrollo sustentable.

2 SNEST (Sistema Nacional de Educación Tecnológica) depende de la Secretaría de Educación Pública (SEP), está integrado por los Institutos Tecnológicos de Mar, Agropecuarios e Industriales, en él se fincan grandes esperanzas para el desarrollo soberano del país, pues sus instituciones están dedicadas a la formación de capital intelectual, ético y propulsor capaz de generar, dirigir y operar proyectos viables y sustentables que transformen la riqueza de las diversas áreas geográficas de la nación en bienestar social mexicano.

3 El modelo educativo para el Siglo XXI para el SNEST, declara la decisión de convertirse en un actor comprometido y destacado de esta nueva era, en la que la capacidad de reflexión ideológica y el acceso al conocimiento, así como la competencia para generarlo y aplicarlo en beneficio del ser humano y la preservación de la naturaleza serán los principales componentes de la identidad de las naciones y su viabilidad histórica (SNEST, 2004: 10).