EL COLEGIO ELIZA BOWMAN DE CIENFUEGOS (1907-1940)

1.2 Situación de la educación en Cienfuegos (1907-1940)

En el caso de Cienfuegos, el nacimiento de la República fue recibido con gran regocijo y a su vez con gran confusión. Desde ese momento se van a suceder una serie de gobiernos, que van a reflejar una política inconsecuente con los postulados martianos y por ende favorable a los intereses imperialistas norteamericanos. En 1901 asumía la alcaldía de la ciudad Gonzalo García Vieta, postulado por el Partido Republicano, quien en julio de ese mismo año es sustituido por Higinio Esquerra, comenzando así un período de caudillaje y fraude abierto 1. Al igual que el resto de la Isla, Cienfuegos se encontraba devastada y en condiciones sanitarias precarias, amén del proceso de reconstrucción y saneamiento llevado a cabo en el período de intervención.

No obstante sería la ciudad de Cienfuegos 2 , para esta época, una de las ciudades jóvenes del país de mayor impronta en la economía y la política. Bancos, oficinas de seguro, comercios, colegios, sociedades de instrucción y recreo, instalaciones de servicios y la propia vivienda con mayor tratamiento formal, acondicionarían la panorámica estructural y arquitectónica del Cienfuegos neocolonial. En lo que respecta a la economía, el territorio había heredado de la colonia 23 centrales, entre ellos: Soledad y Hormiguero, pertenecientes a los norteamericanos Edwin Atkins 3 y Elías Ponvert respectivamente. El proceso de concentración y centralización de capitales que se produce por toda la Isla, se desarrolla en Cienfuegos con prominentes éxitos, situando a la ciudad entre las primeras dentro de la exportación del crudo, amén de su tardía fundación en comparación con otras más antiguas.

En el comercio también se concentraron los capitales asociándose grandes almacenistas que a su vez crearon compañías consignatarias. Ejemplo de lo anterior esta la Cardona, Castaño y Cía.; las casas importadoras de tejidos pertenecientes a Claret y Cía.; así como la de importación de víveres de José Ferrer y Sires. 4No obstante el desarrollo económico alcanzado por el territorio sureño, este no llegaría a todos por igual. Como ocurría en el resto del país, los dueños del capital económico eran los beneficiados dejando a campesinos y obreros con pocos recursos apenas casi para sobrevivir.

Otra de las características del sistema neocolonial y que también tendría su reflejo en Cienfuegos, sería la lucha por ocupar un lugar dentro de lo más selecto del gobierno provincial incluso nacional. No se puede dejar de mencionar el hecho de que la región de Las Villas será cuna y cantera del grupo político encabezado por José Miguel Gómez, José de Jesús Monteagudo, Martín Morúa Delgado, Gerardo Machado, Federico Laredo Bru, Orestes Ferrara y otros. (Ibarra, J.1992:235)Las pugnas entre liberales y moderados tendrían en la reconocida Perla del Sur sus escenarios y momentos extremos. El asesinato del coronel Enrique Villuendas el 22 de septiembre de 1905, quien accionaba para decidir la estrategia liberal a seguir: “abstención o lucha”, es prueba de lo antes expuesto. 5
De manera general el territorio muestra la existencia de una economía deformada propia del nuevo estatus nacional: neocolonia norteamericana. En las primeras décadas del siglo XX proyectaría un próspero desarrollo industrial basado en la existencia de numerosos centrales azucareros que disponían de vías férreas y equipamiento portuario adecuado. El estímulo a la producción y las inversiones estaría a tono con el sistema capitalista y seguiría ascendiendo hasta la llegada de las crisis que experimentaría el propio sistema a nivel mundial. El carácter dependiente y deformado de este capitalismo le ocasionó golpes significativos que representaron una crisis más generalizada de la cual Cienfuegos no lograría recuperarse durante el resto del período neocolonial. Ésta situación repercutiría con mayor fuerza en los clases más desfavorecidos por la mayoría de desocupados y analfabetos que recogía.

La situación de Cienfuegos no variaba con respecto al resto del país en lo concerniente a la educación. Su importancia consiste en encontrarse para entonces, a pesar de su corta vida como ciudad, en la influencia política que ejercía, dado por mantener un magnífico estado económico, y en el hecho de haber sido sede de prestigiosas instituciones educacionales que, aunque de carácter privado, colocarían a la pequeña ciudad sureña en la mira de lo más selecto de la clase burguesa de la región. Colegio como el de los padres jesuitas “Nuestra Señora de Monserrat” convocaba a los hijos de familias influyentes dándole prestigio a la ciudad, dejando abierta la interrogante del porqué de su instalación allí. Sin dudas el capital económico que salía de la Perla del Sur tiene mucho que ver con esta decisión.

Antes de la República, las instituciones educacionales se encontraban dirigidas y sostenidas por particulares para los hijos de la oligarquía cienfueguera. Destacaban las escuelas de los maestros Manuel Pruna Santa Cruz y José M. Buchaca. Para 1891 el territorio contaba con 8 escuelas de las cuales 3 eran gratuitas. Durante el proceso de guerra por la liberación nacional estas escuelas tanto privadas como públicas, fueron clausuradas y los maestros perseguidos. (Valdés Guada, A.1997: 6)
A partir de la gobernación del general Wood en 1900 y el inicio de las reformas en la enseñanza en Cienfuegos también se siguen las pautas con la Orden 368 dictadas por el Gobierno Militar de Ocupación. Amparados por la ley se creó el Junta de Educación del Distrito Escolar Urbano de Segunda Clase de Cienfuegos que eligió al señor Pedro Modesto Hernández, entonces alcalde, como presidente. (Valdés Guada, A.1997: 11) Para abril del mismo año se crearía la Asociación de Maestros también con dicho alcalde como presidente; lo que demuestra el control por parte del Ayuntamiento que respondía igualmente al gobierno Interventor. Por otra parte al igual que en todo el país comienza el funcionamiento de las Escuelas Normales de Verano y se hizo ya alusión a la participación de 47 maestros para el curso de verano realizado en Harvard entre julio y agosto de 1900. (Valdés Guada, A.1997: 15)
A partir de este mismo año comenzaría en Cienfuegos la convergencia de misiones religiosas provenientes de los Estados Unidos y Francia que fundan colegios privados para el desarrollo de sus creencias. En el propio año los Padres Dominicos fundan el colegio de 1ra y 2da enseñanza “Bartolomé de las Casas”, con un sistema que llevaría el sello de la orientación hacia una vida práctica. Dos años más tarde en este mismo colegio se establecería la Escuela Química Azucarera, 1ra de su tipo en Cuba, de vital importancia para el desarrollo del país y de prestigio para Cienfuegos. Otros de los colegios fundados en este período serían la “Loma de los Maristas” en 1921; “Nuestra Señora del Rosario” de las MM Dominicas; “Nuestra señora de Lourdes” de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús en 1903 y “Eliza Bowman” de la Asociación Metodista en 1907, estos dos últimos basados en el American Plan.

Una de las características que diferenciaría estos colegios de los públicos sería la aplicación de los Planes de Estudio que, aunque ambos sistemas estaban regidos por un Plan Oficial los privados agregaban otras asignaturas relacionadas con la religión como el Catecismo e Historia Sagrada. Además de éstas estaban las llamadas clases de adorno que comprendían Pintura, Dibujo, Bordado y Costura. De manera general el sistema de enseñanza privado muestra un ascenso con respecto al público de acuerdo con los porcentajes de asistencia a clases que van de un 30% en 1902 a un 46% para 1910 por sólo citar un ejemplo. Por supuesto que esto está condicionado por el estado de despreocupación que mostraba el Gobierno por la escuela pública. (Valdés Guada, A.1997: 22)

La convergencia de las Juntas misioneras protestante se multiplica también en Cienfuegos sustentada su enseñanza en el llamado American Plan. Este no era otra cosa que un proyecto para “americanizar” a los cubanos como expondría el mismo Wood, complementando los diferentes mecanismos del gobierno interventor en relación con las futuras relaciones entre Cuba y los Estados Unidos. El arribo de éstos no fue favorecido por un patronato como el que caracterizó la entrada y establecimiento de la Iglesia Católica, sino una vía más de los Estados Unidos en su afán de dominación amparada en la Constitución Provisional.